jueves, 12 de marzo de 2009

Rv: [foro_centenario] Marx retorna a la escena mundial



--- El jue, 12/3/09, edgar bolaños <edboma2@yahoo.com> escribió:

De: edgar bolaños <edboma2@yahoo.com>
Asunto: [foro_centenario] Marx retorna a la escena mundial
Para: "Foro Centenario" <foro_centenario@yahoogroups.com>
Fecha: jueves, 12 marzo, 2009 10:13

Marx retorna a la escena mundial

 

Los mejores guerreros no son agresivos,

los mejores estrategas no son impulsivos,
los mejores vencedores no son belicosos,
los mejores líderes no son arrogantes
Lao Tse  Tao Te King, 68

 

Septiembre/octubre de 2008 marca un punto de inflexión en la exitosa carrera del capitalismo mundial. El capitalismo salvaje, el revival capitalista de la "supervivencia del más apto": la ley de la jungla, el derecho del más fuerte y la autorregulació n de los mercados, cierra su ciclo. No da más. Vuelve a fórmulas (keynesianismo) que en el pasado le fueron útiles pero que hoy le traerán más de una complicación. La explosión de la burbuja financiera es comentada por el Financial Times, del 28/10/08, como la "casi desintegració n del sistema bancario del mundo occidental", pese a una intervención sin precedentes de los Estados. La recesión y la depresión se extienden por el mundo desarrollado. En más de 20 millones de puestos de trabajo se estima que caerá la demanda el 2009. El hambre acrecentará los disturbios en los países atrasados y la caída de los precios de las materias primas acelerará la bancarrota de los países exportadores. El capitalismo es incapaz de salir del pozo de deflación y estancamiento. Eric Hobsbawm afirma que la crisis financiera "debe reconocerse como el fin de una era en particular".[1] Immanuel Wallerstein, dice en una entrevista: "el sistema que salga de la crisis será muy diferente"[2]. Coincidiendo con la mirada de otros profesionales de la ciencia política. En el Foro de Davos, el economista Martín Wolf ha declarado: "Honestamente, no sabemos qué va a ocurrir". John Lipsky, número dos del FMI, ha dicho por su parte "lo seguro es que las próximas noticias van a ser peores". La ministra de Finanzas francesa, Christine Lagarde, opina que el huracán económico provocará "problemas sociales".[3] Lo cierto es que ya nada será lo mismo. El escenario mundial ha cambiado. Ni los de arriba ni los de abajo pueden sostener un mundo que se cae a pedazos. Los trabajadores con o sin corbata buscan una salida y esa salida la habrán de encontrar. Vivimos un intenso periodo de transición. Y las grandes transiciones siempre han sido épocas de búsqueda, periodos de respuestas innovadoras, tiempos de cambios trascendentales.

 El cambio es inevitable como el movimiento que lo penetra todo es absoluto. Nuestro tiempo se caracteriza por una profunda crisis del capitalismo global y, de la no menos, profunda crisis de identidad del socialismo. José Carlos Mariátegui hace ochenta años señaló el problema de nuestra época: capitalismo o socialismo. No es novedad, entonces, que la encrucijada de nuestra época sea Capitalismo o Socialismo[4]. Ni tampoco es novedoso que la tragedia de nuestros pueblos continúe siendo: el capitalismo no puede más y el socialismo no puede todavía.[5] Pues sí. Hoy, tragedia y dilema, siguen siendo los mismos. ¿Puede alguien contradecir esa afirmación? La fuerza de los acontecimientos no deja lugar a dudas ni se avizora salida diversa, distante, a esas dos fuerzas en conflicto. El capitalismo se hunde en su propio excremento. Hace muy pocos años el neoliberalismo cantaba victoria. Anunciaban con bombos y platillos la muerte del socialismo[6]. Pero, bastó algo más de diez años para que El fin de la historia (1989) de los aduladores del capital, "el punto final de la evolución ideológica de la humanidad", la victoria definitiva de la democracia liberal, se derrumbara con las torres gemelas (2001) y, más tarde, con los agujeros negros de Wall Street (2008). Cuanta razón tiene Pepe Gutiérrez–Alvarez al espetarles: los muertos que vos enterrasteis, bien vivos están. ¡Paradoja de la vida! El tiempo y las recetas[7] de los expertos en economía de mercado están sepultando a los enterradores del marxismo.

No hay que ser agorero para anunciar que en éste siglo habrá de definirse el dilema capitalismo o socialismo. Dice el refrán, no hay mal que por bien no venga. Y así fue. El neoliberalismo "libre" de la amenaza socialista desnudó sin miedo su verdadera naturaleza rapaz y sacó a la luz las más bajas pasiones del capitalismo. La espiral creciente de la delincuencia en todas sus modalidades es el resultado de la descomposició n del viejo orden social. La crisis global de la economía coloca nuevamente a Karl Marx en la escena mundial. Los medios de comunicación alemanes informan sobre la creciente demanda de El Capital y la industria editorial se pone en movimiento. Marx vuelve a ser "objeto" de moda. "Desde la crisis de los '90 son los empresarios los que empezaron a hablar de que Marx predijo esta globalización y ahora nuevamente encontramos a la gente pensando que el capitalismo opera como una serie de crisis."[8] No es extraño que el redescubrimiento de Marx proceda de los hombres de negocios. Carentes de alternativas coherentes en la ciencia económica oficial buscan respuestas en su principal adversario: Marx. ¡Es que el mundo busca salidas!

Un primer factor de cambio, mucho más peligroso que los mejores agitadores de plazoleta, es la revolución tecnológica de la información que gobierna la formación de una inteligencia y un cerebro colectivos. A finales del siglo pasado, la informática y la telemática basadas en la microelectrónica desencadenan una verdadera revolución en las relaciones de producción. Heinz Dieterich  afirma, "la burguesía, castigada por el flagelo de la ganancia, ha generado el ágora global digital"[9] que desborda o minimiza la censura y las fronteras de los Estados Nacionales. La "democratizació n" del acceso a Internet cambia radicalmente el modo de producción - distribución de los productos del cerebro. Es, en ese terreno, donde se revela con toda nitidez la absoluta imposibilidad de subsistir de la propiedad privada: "el modo de producción se rebela contra el modo de intercambio, y las fuerzas productivas se rebelan contra el modo de producción del que han nacido, y al que ya rebasan."[10] Un segundo factor de cambio es el acelerado desplazamiento de la riqueza de Oeste a Este. En noviembre de 2008, poco después de la elección de Obama como presidente, el Consejo de Inteligencia Nacional de los EEUU, admitía que la hegemonía yanqui estaba desvaneciéndose de modo sistemático. El informe señala: "la deriva sin precedentes que, en lo tocante a riqueza y poder económico relativos, observamos ahora en dirección Oeste-Este seguirá su curso." El drenaje de riqueza que fluía del este, el sureste y el sur de Asia hacia Europa y el norte de América se ha invertido. Este drenaje comenzó en el siglo XVIII pero se aceleró implacable durante el siglo XIX. Sin embargo, desde finales del siglo XX el occidente vendedor se ha ido transformando en arraigado comprador, con una balanza comercial deficitaria. Un tercer factor de cambio, es la profunda crisis estructural (sobreproducció n) que impone las "soluciones" (burbujas financieras, inmobiliarias, etc.) que terminan siendo detonantes del desmoronamiento del capitalismo global. Mientras esas tendencias se desarrollan. El capitalismo occidental se hunde cada vez más en la ciénaga de la caída inevitable de los márgenes de utilidad hasta la implosión del sistema. "Una de las características de la actual deflación/estancamie nto, y no exagero cuando lo digo, significa que hay demasiados bienes a la busca de demasiados pocos compradores; demasiado dinero a la busca de pocas inversiones lucrativas; demasiados obreros a la busca de pocos puestos de trabajo; demasiados bancos a la busca de pocos ahorristas y depositantes empobrecidos, etc. Esto no vale sólo para la actual caída cíclica del capitalismo sino se aplica a todas las facetas de la crisis. La esencia de la crisis del capitalismo es la sobreproducció n. O la sobre-acumulació n." La sobreproducció n no es por lo tanto una aberración del sistema sino es inherente a su operación, a su funcionamiento, concluye Frederic Clairmont en un agudo y penetrante estudio[11] del panorama mundial.

El socialismo, por su parte, enfrenta serios problemas de desarrollo. El capitalismo, agoniza lenta pero inexorable en su derrumbe. El socialismo, vive a tropiezos pero vive, sin prisa pero sin pausa, como apuntan los dirigentes chinos. El siglo pasado nos deja un cúmulo de grandes victorias del proletariado internacional. Pero, también, expone al mundo graves problemas en la construcción y extinción del poder[12]. Revela serias deficiencias en la manera cómo resuelven internamente el antagonismo de la contradicción.

El capitalismo lleva la escisión de la mente y el cuerpo, el pensamiento y la acción, la teoría y la práctica, a su más alta expresión, el hombre mutilado: cabezas sin cuerpo y cuerpos sin cabeza. El operario sólo debe cumplir órdenes del estratega. Su función es ejecutar las órdenes como la función del estratega es pensarlas. La paradoja de cabezas pensantes y cabezas actuantes es inherente al régimen de producción capitalista. El socialismo marxista inaugura un nuevo tipo de operario, de protagonista, de combatiente: el hombre completo. José Carlos Mariátegui sostiene que "Marx inició este tipo de hombre de acción y de pensamiento." Y, "la revolución rusa, en Lenin, Trotsky y otros, ha producido un tipo de hombre pensante y operante".[13]  Este hombre, pensante y operante, fue el paradigma que Mariátegui propuso para la militancia del Partido Socialista del Perú. Por eso, su permanente preocupación por la formación ideológica y la vinculación directa con la lucha de masas. "Hay que prestar toda la atención posible a tres cosas: la preparación teórica socialista de nuestros grupos; el estudio directo de nuestros problemas, conforme al método marxista; la vinculación con las masas."[14] El hombre total de Mariátegui es la realización del viejo sueño humanista de la reintegración del hombre con la naturaleza. Pastores y ovejas, caudillos y seguidores, patrones y obreros, pertenecen al pasado que se resiste a perecer. Son criaturas de la propiedad privada que florecen como hongos en la decadencia de la civilización capitalista. No a otra cosa se refería el maestro cuando señalaba: "Los marxistas no creemos que la empresa de crear un nuevo orden social, superior al orden capitalista, incumba a una amorfa masa de parias y de oprimidos, guiada por evangélicos predicadores del bien".[15]

Hay pocos autores tan sugestivos y fascinantes como Marx. Hace unos pocos años la BBC de Londres realizó una encuesta entre sus seguidores. Marx fue elegido por los oyentes de la BBC el mayor filósofo de todos los tiempos. Desde la implosión de la URSS, la burguesía se apropió de la idea de que "la rueda de la historia no vuelve hacia tras", de que el horizonte insuperable de la historia es la economía capitalista de mercado, la democracia liberal y de que la libertad se identifica con "el libre comercio". Pero, conforme el capitalismo de mercado se extendía a zonas inesperadas del mundo y se revelaba dramáticamente que los análisis de Marx sobre las crisis cíclicas continuaban acompañándolo como su epidermis inseparable, Marx era revalorizado. Así, Marx filosofo, Marx economista y Marx político retorna a la escena mundial.

El ingreso en la escena política de Karl Marx marca un punto de ruptura en la historia de cada pueblo, cada nación o cada país. Marx realizó la más importante revolución de todos los tiempos. Su genialidad reside en que cambia la visión de la historia universal. Marca el punto de bifurcación no sólo en la manera de percibir la historia sino en la historia misma, sus protagonistas, sus actos, sus dramas, sus tragedias. Los "hombres de talento" siguen a Marx en las reglas de conducta, los patrones de pensamiento, los objetivos, las metas. El Moro rompe las reglas de su tiempo, establece nuevas reglas y sus discípulos las continúan. Los 162 años de presencia del marxismo, han dejado huella indeleble en el obrar y el pensar de los trabajadores del mundo.

El reingreso de Marx al teatro de la vida, la lucha de clases, se impone por la fuerza de los hechos económicos. El viejo Marx vuelve revitalizado en el joven Mariátegui, en el nuevo hombre del conocimiento total. "El Hombre de Vitrubio" de Leonardo Da Vinci es un claro ejemplo del enfoque globalizador del hombre total. Su ejemplo seguido por Marx, Lenin, Mariátegui, etc., se apoya en la certeza de que ningún conocimiento del hombre es definitivo y eterno, que siempre será posible descubrir hechos nuevos, someter la masa de datos a adiciones, revisiones, interpretaciones nuevas. Ya no bastará decir: Tal cosa es así, porque Aristóteles lo dijo, porque lo dice la Biblia o porque es un decir Marx; ahora será necesario observar, ver, medir, precisar. "La sabiduría," dirá Leonardo, "es hija de la experiencia" . Y tanto el arte como la ciencia no tienen por objeto encuadrar el mundo dentro de un esquema preconcebido, sino conocer la naturaleza,  conocer los movimientos de las clases, conocer la verdad de las cosas. Pero, el hombre total tropieza con la fuerza de la costumbre del hombre fragmentado. El viejo modo de actuar del hombre mutilado se disfraza con el ropaje y la jerga de un marxismo amputado. Y, en esto, también, hay que realizar verdaderas excavaciones para encontrar el marxismo verdadero.

Tacna-Perú

11 Marzo 2009

Edgar Bolaños Marín

Edboma2@yahoo. com

 



[1] Eric Hobsbawm en Entrevista de la BBC del 25 octubre 2008

[2] Entrevista a Immanuel Wallerstein en el periódico digital Diagonal: "el capitalismo no existirá en 30 años", "…todavía no sabemos qué va a ocupar el lugar del capitalismo porque dependerá del resultado de una lucha política que aún se está dirimiendo", "Las posibilidades de acumulación del sistema han tocado techo. Podemos estar seguros de que en 30 años ya no viviremos bajo el sistema-mundo capitalista. Pero, ¿en qué sistema viviremos entonces? Podría ser un sistema mucho mejor o mucho peor. Todas las posibilidades están abiertas", "…es posible que lo que surja sea aún más extremo que el sistema actual".

[3] Juan Luís Rodríguez, ¿Qué debemos hacer para que os deis cuenta de que despreciamos completamente a la mayoría de los seres humanos?, Revista electrónica, Rebelión.

[4] JCM, Aniversario y Balance, Tomo 13, Ideología y Política.

[5] JCM, Crisis mundial y el proletariado peruano, La organización del proletariado.

[6] Con cada derrota temporal del socialismo aparecen agoreros de todo tipo que pronostican la muerte o liquidación del marxismo. Apenas Marx y Engels comenzaban su jornada renovadora, después de la derrota de la revolución de junio de 1848, aparece Raybaud que sentencia: "el socialismo ha muerto; hablar de él, es pronunciar su oración fúnebre". JCM en Defensa del Marxismo desarma o desintegra los diversos intentos de liquidación del marxismo que le tocó enfrentar. No es original, el uso y abuso de las derrotas temporales como catapulta a la fama, por intelectuales sin profundidad de miras. Ese es un manido recurso de las fuerzas que defienden el pasado.

[7] Los magos de las finanzas, a la recesión de los mercados, la enfrentaron con baja de intereses e inyecciones de más dinero a los mercados dando origen a las burbujas bursátiles, inmobiliarias, etc.

[8] Eric Hobsbawm en Entrevista de la BBC del 25 octubre 2008

[9] Heinz Dieterich, El gran salto adelante del Socialismo del Siglo XXI, Revista electrónica Rebelión.

[10] F. Engels, AntiDuhring, Editorial Cartago, Bs. As., 1973, Pág. 224

[11] Frederic Clairmont, ¿Puede ocurrir un conflicto internacional el 2009?, Global Research, traducido para Rebelión por Germán Leyens.

[12] "El primer acto en el cual el Estado aparece realmente como representante de la sociedad entera —la toma de posesión de los medios de producción en nombre de la sociedad— es al mismo tiempo su último acto independiente como Estado. La intervención de un poder estatal en relaciones sociales va haciéndose progresivamente superflua en un terreno tras otro, y acaba por inhibirse por sí misma. En lugar del gobierno sobre personas aparece la administració n de cosas y la dirección de procesos de producción. El Estado no "se suprime", sino que se extingue." Engels, AntiDuhring, versión electrónica

[13] JCM, Defensa del Marxismo, versión electrónica.

[14] Carta de JCM a Ernesto Reyna, Lima, 26 de Enero de 1929 (1930), Correspondencia, Tomo II, Pág. 719

[15] JCM, Defensa del Marxismo, versión electrónica.




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