Víctor Humareda

Victor Humareda Gallegos, (*Puno, 1920 - Lima, 1986), fue un pintor expresionista peruano reconocido por su creatividad considerada fruto de una personalidad turbada.


Biografía [editar]Víctor Humareda nació en Lampa (Puno), el 6 de marzo de 1920. Estudió en la Escuela Nacional de Bellas Artes de Lima, egresando en 1947. Recibió las excelentes enseñanzas de sus maestros José Sabogal y Ricardo Grau, quienes le permiten comprender la importancia del color como valor estético.

En 1950, en mérito a su creatividad, recibió una bolsa de viaje, para viajar a Argentina, estudiando en la escuela “Ernesto de la Cárcova”, de Buenos Aires,bajo las orientaciones de Alfredo Guido, Larrañaga y Soto.

Regresa a Lima en 1952 para, desde entonces según él mismo decía, “vivir de la pintura y para la pintura”. Visitaría también Europa, brevemente, auspiciado por sus patrocinadores. Su estadía en el viejo continente fue corta porque extrañaba su propio mundo que él solo comprendía y que únicamente compartía con su pincel: su habitación No. 283 del Hotel “Lima”, ubicado en la zona de La Parada en el distrito de La Victoria.

Su inspiración fueron los personajes de esta zona, su tugurizado barrio, también una pelea de gallos en el antiguo Coliseo “Sandia”, una corrida de toros de octubre o, una visita al puerto, cerca de los fríos armazones de los barcos que reposan en los muelles transmitiendo su silencio herrumbroso.

Víctor Humareda, romántico y conocido como “el último de los bohemios” . es reconocido luego de muchas años, en los que sus obras estuvieron silenciadas, archivadas en los almacenes de galerías, esperando turno para exponerse. Luego de esta exclusión se le reivindicó, la crítica dijo: "Genial expresión artística".

Falleció en Lima el 21 de noviembre de 1986


Crítica [editar]Del Dr. Teodoro Núñez Ureta : “Este pintor se mueve física y emocionalmente entre el desequilibrio y la hondura. Y así es su obra, vívida, mísera y grandiosa, no de tamaño, sino de espíritu.
De Luis Felipe Tello: “En Víctor Humareda se da el caso poco frecuente en nuestro medio artístico de una continuidad de concepto y de estilo, que confiere a su lenguaje plástico personalidad y carácter de permanencia. La originalidad de la obra de Humareda ha permitido que más de un crítico se haya ocupado de su interpretación, encontrándose entre las más significativas apreciaciones la siguiente: la pintura de Humareda es de imágenes a veces tétricas, siempre burlonas, con manos crispadas, con rostros transidos por la angustia del dolor, del hambre, de la incertidumbre, imágenes expresadas con violencia, con sinceridad, con el alma volcada en el lienzo, matizadas con los colores de su paleta, colores muy suyos, de tonos sordos: sienas, verdes olivos oscuros, sobre los que, de repente, una que otra nota de color, vibrante, genial, rompe la lobreguez del cuadro.
Tal el mundo imaginativo y siempre cruel que nos transmite Humareda, con sus escenas viejas, de brujas, de mujeres de alegre vivir, de quijotes, de caballos espantados, de corridas de toros y peleas de gallos, de payasos pensativos, de desnudos, de danzas y procesiones, de calaveras y máscaras, escenas callejeras y nocturnas de los bajos fondos, de cantinas y boites; versiones todas de original expresión, en las que la tragedia se preludia, o donde se avisora la tragicomedia que el hombre actual y de siempre, que los artistas como Humareda viven intensamente tras las mil máscaras que obliga a usar el medio ambiente. En la obra de Humareda, los críticos han querido encontrar felices semejanzas con las imágenes plasmadas en sus lienzos y grabados por el eterno Francisco Goya o con los del atormentado José Gutiérrez Solana, recordando a los españoles; con los del belga James Ensor o con las del lituano-parisién Chaim Soutine; y aún con los de algunos notables expresionistas alemanes; pero para nosotros es y seguirá siendo, sencilla e inconfundiblemente, la obra personalísima y consagratoria del peruano Víctor Humareda.


La producción del genial artista expresionista fue muy vasta y se conserva en las mejores colecciones. El 27 de Agosto de 1993, sus amigos y admiradores crearon la “Fundación Víctor Humareda Gallegos”, con el fin de divulgar la obra del maestro, así como contribuir a la difusión educativa y cultural del arte peruano.

Obtenido de "http://es.wikipedia.org/wiki/V%C3%ADctor_Humareda"