martes, 23 de junio de 2009

Valoración del libro Defensa del marxismo

Charles Jaime Lastra Domínguez
22 de junio del 2009.
I. Hechos notables

La versión definitiva del libro “Defensa del Marxismo” (Sexta edición, 1974) tiene dos partes: 16 artículos principales, en su primera parte, y 5 artículos sobre la ideología reaccionaria, más 5 artículos sobre los exponentes de la ideología de la reacción, que forman la segunda parte del libro. Llegar a esta meta ha tenido sus vicisitudes que involucra, en un principio, al propio Mariátegui y, posteriormente, a los editores y colaboradores.
Mariátegui ordenó los primeros 16 artículos. Revisó y pulió estos escritos como para ser editados en forma de libro. Esto lo tuvo que hacer a partir de julio-1929 porque la totalidad de estos 16 artículos los escribió y publicó entre el 7 de julio de 1928 (Primer artículo: Henri de Man y la “crisis” del marxismo) y el 26 de junio de 1929 (último artículo: “La ciencia de la revolución”). En este período de casi diez meses, que precedieron a su muerte (ocurrido el 16 abril de 1930), el Amauta pensó complementar su proyecto de libro “Defensa del marxismo” con una segunda parte bajo el título “Teoría y práctica de la reacción”. Pero de esto último no dejó acopiado sus artículos, sino solo su intensión confesa. Por eso, los diez artículos que aparecen en la segunda parte del libro han sido recopilados por los editores. Y lo tuvieron que hacer orientados por las pistas que Mariátegui dejó en su correspondencia. En este esfuerzo, la cosa no ha sido fácil para los editores (hijos de Mariátegui). Por ejemplo, ellos mismos confiesan que el grupo de cinco artículos de “Especímenes de la reacción” lo publicaron primero en el libro “El alma matinal”, desde 1959 hasta 1964 (1º,2º y 3º edición del Tomo 3 C.O.C. JCM). Y que, recién, el libro “Defensa del Marxismo” los incorpora desde el año 1974 (6º edición del tomo 5 C.O.C. JCM), quedando así completada y acabada la versión definitiva, cuyo total de artículos son 26 escritos.
Es muy emocionante seguir y comprender las atapas de la formación del libro:
a) Los diez artículos que forman la segunda parte fueron escritos y publicados por Mariátegui entre el 15 de diciembre de 1925 y el 7 de abril de 1928. Como se puede apreciar, son trabajos anteriores a los artículos principales. Y si Mariátegui decidió integrarlo a su libro “Defensa del marxismo” fue por el efecto de complementariedad, en el sentido que la lucha contra el revisionismo y el dogmatismo no se puede librar exitosamente, si, al mismo tiempo, no se lucha también contra la teoría reaccionaria, puesto que existe conexión entre estos.
Son artículos donde el marxismo refuta las ideas reaccionarias. El primer artículo de este grupo fue escrito a fines del año 1925, ocho artículos fueron escritos durante el año 2007, y en el año 1928 fue escrito solo un artículo completo (El Caso Daudet) más la segunda parte de uno anterior (Maeztu, ayer y hoy).
Para esta fecha (abril-1928) Mariátegui solo tenía publicado un libro, “La escena contemporánea”, y, según su propia confesión , tenía listos para publicar dos libros “y en proyecto otros dos” (precisamente “Defensa del marxismo” y “El alma matinal” ). El orden en que aparecen estos escritos en el libro “Defensa del marxismo” no es un orden cronológico, sino temático. Nueve de estos artículos fueron publicados en la revista “Variedades”. Solo el artículo “Maeztu, ayer y hoy”, escrito en dos partes y en momentos diferentes, fue publicado tanto en “Variedades” como en “Repertorio Americano”. Mariátegui no tuvo tiempo para revisar y mejorar estos diez escritos suyos, con el expreso fin de comprenderlos en su proyecto de libro “Defensa del marxismo”. Y, obviamente, como ya se indicó, tampoco los dejó compilados. La razón de esto es que priorizó los 16 artículos principales escritos por él posteriormente. Y solo luego de tenerlos listos, pensó en incorporar aquellos 10 escritos anteriores.
b) Los 16 artículos principales escritos por Mariátegui, integrados en “Defensa del marxismo”
Tuvieron el movimiento que sigue:
En el período julio-diciembre del año 1928, Mariátegui escribe un total de 55 artículos . Entre ellos están nueve de los 16 artículos principales, que luego serían parte del libro “Defensa del marxismo”. De estos nueve artículos, cinco son publicados en “Variedades” y cuatro en “Mundial”. La labor de Mariátegui es intensa. No olvidemos que también estaba dando remate a su libro “7 Ensayos…”, al mismo tiempo que trabajaba arduamente en la organización del partido marxista-leninista que quedó fundado el 7 de octubre de 1928.
En este mismo período, en el mes de setiembre, una vez que “Amauta”, en su edición Nº17, define su posición “afirmándose categóricamente marxista”, Mariátegui comienza a publicar sus primeros cuatro escritos del futuro libro “Defensa del marxismo”, que ya se venían publicando tres en “Variedades”, en la sección “Figuras y aspectos de la vida mundial”, y uno en “Mundial”, en la sección “Peruanicemos el Perú”.
A partir de ese momento, los 16 artículos principales serán publicados simultáneamente en “Amauta” y también en “Variedades” y “Mundial”. Pero en las páginas de “Amauta” los referidos artículos aparecerán en la sección “Defensa del marxismo”, sección creada ex profesamente por Mariátegui, director de la revista.
En el período de enero-junio del año 1929, Mariátegui escribe un total de 53 artículos. Entre ellos están siete de los 16 artículos principales que componen el libro “Defensa del marxismo”. De estos siete artículos, cinco son publicados en “Variedades” y dos en “Mundial”. Y, por supuesto, todos ellos son necesariamente publicados en “Amauta” con la finalidad de armar ideológicamente al joven partido que ya estaba en acto.
CUADRO DE ANALISIS DE LOS 16 DOCUMENTOS PRINCIPALES DEL LIBRO “DEFENSA DEL MARXISMO”
íindice Título original Titulo actual Variedades Mundial Amauta
I Henri de Man y la “Crisis del marxismo” Henri de Man y la “Crisis” del marxismo 07.07.28 xxxxxxx Nº17/set.28
II La tentativa revisionista de “Más allá del marxismo” La tentativa revisionista de “Más allá del marxismo” 14.07.28 xxxxxxx Nº17/set.28
III La crítica revisionista y los problemas de la reconstrucción económica La Economía Liberal y la Economía Socialista xxxxxxx 21.09.28 Nº17/set.28
IV La filosofía moderna y el marxismo La filosofía moderna y el marxismo 22.09.28 xxxxxxx Nº17/set.28 y Nº18/oct.28
V Rasgos y espíritu del socialismo belga
Rasgos y espíritu del socialismo belga
27.10.28 Nº18/oct..28
VI Ética y socialismo Ética y socialismo xxxxxxx 16.11.28 Nº19Nov-Dic1928
VII El determinismo marxista El determinismo marxista xxxxxxx 07.12.28 Nº19Nov-Dic1928
IX La Economía Liberal y la Economía Socialista La Economía Liberal y la Economía Socialista xxxxxxx 14.12.28 Nº20/ene. y eb.29
Nº21/marzo 29

X Freudismo y marxismo Freudismo y marxismo 29.12.28 xxxxxxx Nº21/marzo 29

XI Posición del socialismo británico Posición del socialismo británico 26.01.29 xxxxxxx Nº21/marzo 29
Nº22/abril 29
VIII Sentido heroico y creador del socialismo Sentido heroico y creador del socialismo xxxxxxx 01.02.29 Nº20/ene. y eb.29

XII Un libro de Emile Vandervelde El libro de Emile Vandervelde 17.04.29 xxxxxxx Nº22/abril 29
Nº23/mayo 29
XIV Andre Chamson y el mito de la nueva generación: la revolución del XIX El Mito de la nueva generación 15.05.29 xxxxxxx Nº23/mayo 29
XIII El idealismo materialista El idealismo materialista xxxxxxx 17.05.29 Nº23/mayo 29
XV Enmanuel Berl y el proceso a la literatura francesa contemporánea El proceso a la literatura francesa contemporánea 22.05.29 xxxxxxx Nº23/mayo 29
Nº24/junio 29
XVI “La ciencia de la revolución”, por Max Eastman “La ciencia de la revolución” 26.06.29 xxxxxxx Nº24/junio 29

c) En el período de julio-1929 hasta su muerte, Mariátegui continuó su trabajo revolucionario bastante intenso. Confiado en que Martínez de La Torre y César Falcón darían buen término a su libro “Ideología y política” (escrito, corregido y preparado por el mismo para su publicación), comienza a trabajar el libro “Defensa del marxismo” al mismo tiempo que su libro “El alma matinal”. El título “Defensa del marxismo” fue escogido por Mariátegui. Fue consecuente con esto, pues tomó el mismo título que tuvo la columna aparecida en la revista “Amauta”, en su edición Nº 17, justo y preciso cuando a partir de este número (setiembre 1928) Mariátegui se declaró “marxista convicto y confeso” y adherente al marxismo-leninismo .
Por eso, es bastante significativo el hecho que cuando ya se disponía a publicar “Defensa del marxismo”, Mariátegui le agregó el subtítulo de “Polémica revolucionaria”. La explicación de esto podríamos encontrarla en que Mariátegui era consciente que no todo aquel que se declaraba “marxista” realmente era un verdadero marxista. Actitud parecida a la asumida por Lenin cuando subtitulo a su libro “Materialismo y empiriocriticismo” con “Apuntes críticos sobre una filosofía reaccionaria”, porque le correspondió también a Lenin desenmascarar a los falsos “marxistas”.
Lamentablemente, Mariátegui no pudo coronar, él mismo, la publicación de “Defensa del marxismo”, pues le ganó la enfermedad y la muerte. Pero dejó bastante avanzado lo fundamental del libro. Y dejó también, en su copiosa correspondencia y artículos escritos, las pistas necesarias y el valioso material para que sus hijos y colaboradores culminasen este fundamental libro del Amauta.
Una fecha primigenia del nombre “Defensa del marxismo” es setiembre-1928 en que se abre la sección con ese nombre en “Amauta”. En esa sección se publican la totalidad de los 16 artículos principales que luego formarán el libro. En este caso coincide con el aniversario de la fundación de la revista “Amauta”. En forma de libro, con ese nombre, se publica el año 1934 en Chile, “en edición fragmentaria, que reunía además otros escritos” . Y en 1959 sale la primera versión del libro “Defensa del marxismo”, tomo 5 COC JCM, con 21 artículos en total. La versión definitiva recién se tendrá el año 1974, con la sexta edición del tomo 5, que ya contendrá los 26 artículos.
II. Un libro realmente fundamental
Todo militante socialista debe tener este libro como libro de cabecera. La creación teórica de Mariátegui la podemos encontrar, de manera esencial, en sus cuatro libros fundamentales, que han sido reconocidos en el movimiento socialista consecuente y revolucionario: “7 Ensayos de interpretación de la realidad peruana”, “Ideología y política”, “Defensa del marxismo” y “El alma matinal”. Son libros de cabecera, sirven de base y guía. No son catecismos o verdades eternas de la cual podemos sacar soluciones prefabricadas. Precisamente, en “Defensa del marxismo” Mariátegui se encarga de facilitarnos la comprensión materialista y dialéctica del marxismo, y por ende, de su pensamiento.
Se reconoce que estos cuatro libros, así ordenados, corresponden al sistema de la construcción partidaria, que se hace en los aspectos ideológico, teórico, político y orgánico. Respectivamente a ese orden podemos acomodar los cuatro libros fundamentales de Mariátegui citados más arriba. Pero algunos caen en el error de separar uno de otro, como si estos cuatro aspectos estuvieran contenidos, en forma de esencia, y separados en cada uno de los cuatro libros. Por ejemplo, dicen que “7 Ensayos…” corresponde a lo teórico, como si en sus páginas Mariátegui no hablara de los otros aspectos. Y ese mismo razonamiento erróneo lo aplican a los otros libros fundamentales de Mariátegui. Nosotros tenemos la certeza y la convicción de que en estos cuatro libros el sistema de la construcción partidaria está dialécticamente interrelacionado. Así, al abrir las páginas de cualquiera de ellos encontraremos los cuatro aspectos interrelacionados. Lo singular está en que cada libro, sin descuidar ninguno de estos aspectos fundamentales, enfoca la particularidad de cada aspecto fundamental.
“Defensa del marxismo” fue escrito para defender el marxismo-leninismo. Afirmar lo contrario sería ponerse de espaldar no solo a los hechos, sino a la posición leninista de Mariátegui. Mariátegui tenía plena consciencia que no se trataba de defender el pensamiento de Marx como catecismo o dogma petrificado, sino que su correcta defensa estribaba en la defensa de su desarrollo, que, por ese momento, se concentraba en el aporte de Lenin. Al respecto, el punto 4º de los principios programáticos del partido es bastante explicito y enfático. Más adelante, Mariátegui va a reafirmar su adhesión al marxismo-leninismo en “Defensa del marxismo” (pág. 123) cuando dice que las masas siguen “el método marxista-leninista” y que muchos se disgustan “del socialismo y del proletariado, de una doctrina y una clase que apenas conoce[n] y a las que se acerca[n] con todos sus prejuicios de universidad, de cenáculo o de café.”
Si repasamos con bastante cuidado el orden temático de la primera parte de “Defensa del marxismo” y lo comparamos con el orden cronológico en que fueron escritos los 16 artículos principales, veremos claramente la justificación de haberlo subtitulado “Polémica revolucionaria”. Veremos claramente como Mariátegui da la lucha en los terrenos de los cuatros aspectos fundamentales. Si tomamos en cuenta que, dadas las condiciones concretas de la gestión de Mariátegui, él no concibió producir “libros orgánicos”, sino ir produciéndolos inadvertidamente, según la necesidad de la lucha y de la construcción de las herramientas claves para la emancipación del proletariado, comprenderemos mejor la creación de todos sus libros, y muy especialmente sus cuatro libros fundamentales.
No es casual que el primer artículo del libro sea “Henri de Man y la ‘crisis’ del marxismo”, donde Mariátegui toma posición en contra del revisionismo y del dogmatismo y defiende el aporte de Lenin. Dice que toda la crítica revisionista, incluso de los más versados y sólidos, NO ha podido socavar los cimientos de la doctrina marxista. Y que “Lenin aparece, incontestablemente, en nuestra época como el restaurador más enérgico y fecundo del pensamiento marxista, cualesquiera que sean las dudas que a este respecto desgarren al desilusionado… [Henri de Man, o a otros de posición revisionista o dogmática]”. Y con mayor precisión anticipa la solución de la polémica, con los revisionistas y dogmáticos, a favor del LENINISMO: “La revolución rusa constituye, acéptenlo o no los reformistas, el acontecimiento dominante del socialismo contemporáneo. Es en ese acontecimiento, cuyo alcance histórico no se puede medir aún, donde hay que ir a buscar la nueva etapa marxista.” [Subrayados por mí].
Y no es casual tampoco que el referido y comentado artículo haya sido el primero en escribir Mariátegui para deslindar con el revisionismo y el dogmatismo, y también el primero, junto a tres, en aparecer en “Amauta” bajo el mismo título que luego mantuvo para el libro. Y ese primer lugar lo ha seguido conservando, tanto en el orden temático hecho por Mariátegui antes de morir, como en el orden editorial asumido por los editores y colaboradores al momento de publicar “Defensa del marxismo”.
Mucha atención nos merece, igualmente, el por qué cierra, Mariátegui, la primera parte del libro, con el artículo “La ciencia de la revolución”, que crítica la desviación de no valorar la importancia que tiene concebir el marxismo como una doctrina y un método, no separar uno del otro, porque son una unidad dialéctica. Mariátegui defiende la importancia de una concepción general del mundo que es el materialismo y la dialéctica, que no es correcto rebajar el marxismo a un tecnicismo y cientifismo.
Señala claramente: “Y aquí tocamos su error fundamental [de Max Eastman]: su repudio de la filosofía misma, su mística convicción de que todo, absolutamente todo, es reducible a ciencia y de que la Revolución socialista no necesita filósofos sino técnicos.” Por eso, haciendo extensiva la crítica a todas las posiciones revisionistas, que recelan de la filosofía, podemos afirmar con Mariátegui “Marx pudo ser un técnico de la Revolución, lo mismo que Lenin, precisamente porque no se detuvo en la elaboración de unas cuantas recetas de efecto estrictamente verificable. Si hubiese rehusado o temido confrontar las dificultades de la creación de un “sistema”, para no disgustar más tarde al pluralismo irreductible de Max Eastman, su obra teórica no superaría en trascendencia histórica a la de Prouhon y Kropotkin.”
Mariátegui culmina su último artículo fundamental desenmascarando, en la persona de Max Eastman, la pose demagógica de todo revisionismo, al descubrirle que de tanto hablar de convertir el marxismo en un manual científico-técnico, el crítico del marxismo-leninismo NO “esboza ninguno de los principios de una ciencia de la Revolución” y que por ello el libro de Max Eastman, “La ciencia de la Revolución”, a más de ser negativo al marxismo, se queda solo en el título.
III. Mariátegui defendió el marxismo-leninismo
Es conocida la errónea opinión de que Mariátegui al no titular su libro, por ejemplo, “Defensa del marxismo-leninismo”, no adhirió al marxismo-leninismo como método y doctrina. Y dicen que si Mariátegui hubiese sido marxista-leninista él mismo lo hubiese declarado en primera persona. Están convencidos que el título del libro “Defensa del marxismo” es la mejor prueba de que Mariátegui no fue marxista-leninista. Y aceptan, raspando rugosamente, que, bueno, el leninismo puede pasar, a condición que no se le una con un “guión” al marxismo. Demás está decir que echan la culpa de todos los males en la lucha por el socialismo en el mundo, a esa incomoda “palabreja” (¡?) marxismo-leninismo.
Bastaría con analizar bien “Defensa del marxismo” para darse cuenta que la mejor defensa del marxismo que hace Mariátegui es defendiendo el leninismo. En el momento que le tocó vivir a Mariátegui no había forma de ser marxista sin ser leninista. Por eso, en la página 126 de este libro dice Mariátegui “Lenin nos prueba, en política práctica, con el testimonio irrecusable de una revolución, que el marxismo es el único medio de proseguir y superar a Marx”.
Y nosotros diremos: Mariátegui nos prueba, con el testimonio de su “Defensa del marxismo”, que no hay mejor forma de defender el marxismo-leninismo, que con el leninismo.



IV. La tarea hoy

Defender el pensamiento de Mariátegui es defender el marxismo-leninismo. Incluso ahora, la mejor forma de defenderlo es defendiendo el marxismo-leninismo-maoísmo. No puede haber consecuencia, si al mismo tiempo no se defiende tanto la verdad universal como la verdad particular. Las grandes contribuciones del maoísmo a las doctrina marxista-leninista permiten comprender mejor las tareas del momento actual.
No se trata de “maoizar” a Mariátegui, ni de “mariáteguizar” a Mao, como experiencias pasadas cayeron en ese error. Solamente, que a la luz del pensamiento marxista-leninista del maoísmo, podemos esclarecer mejor los diversos problemas contemporáneos, y estaremos mejor capacitados en solucionarlos.
Descubrimos diversos aspectos, antes no valorados, en Mariátegui. No es cuestión de decir que “Mariátegui ha regresado”, porque en verdad, lo que realmente está pasando es que recién estamos, más bien, llegando al verdadero Mariátegui. Y si otros nos invitan a ir “más allá de Mariátegui” o a decir “adiós a Mariátegui”, nosotros debemos afirmar, categóricamente, sin dudas ni vacilaciones, que “con Mariátegui nos quedamos”, porque su pensamiento y su camino son las verdaderas garantías de que las masas explotadas alcancen su emancipación.

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