jueves, 6 de mayo de 2010

Murio el cantante... ¡Descansa en Paz Lucho Barrios!

Nos encontrábamos escuchando Radio Programas del Perú. Estaban hablando del estado de salud de Lucho Barrios, que se encontraba a esa hora, internado en el Hospital Dos de Mayo. Mientras escuchaba la noticia, recordaba el internamiento de José María Arguedas en ese mismo nosocomio, mientras se encontraba preso en el desaparecido penal llamado “El Sexto”, en 1938, si mal no recuerdo.
Recordaba también que Arguedas tuvo que dormir en las bancas del parque que está frente a este hospital en 1932 cuando recesaron la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, a donde había ingresado el año anterior. Me vino a la mente que su cadáver hizo estación en ese parque cuando lo trajeron desde la universidad de La Molina a Lima para ser enterrado en el Cementerio El Ángel, donde estuvo hasta que fue llevado a la fuerza a Andahuaylas.
Estaba pensando sin pensar realmente, cuando el locutor de la radio dijo escuetamente: acaba de fallecer Lucho Barrios. Entonces entrevistaron a los cantantes Giller y Johnny Farfán, los únicos visit
antes que a esa hora se encontraban esperando poder ver al amigo de toda la vida. Entonces también ellos se enteraron del terrible suceso. Quedaron más abatidos que nunca por el dolor, a esa hora de la mañana en que ellos generalmente están durmiendo, porque su trabajo siempre se desarrolló en las noches y en las madrugadas.
Casi de inmediato, llegaría Pedrito Otiniano a indagar por la salud de su gran amigo. Cuando le comunicaron la terrible noticia se desmayó y tuvo que ser atendido por los médicos. El periodista le recomendaba, repitiendo al médico, que se cuidara, que no tuviera tanta actividad, Otiniano respondía que no podía hacerlo, su sino era morir en el escenario, a pesar de haber tenido muy poco tiempo atrás un problema de salud bastante fuerte.
La hija de Lucho Barrios recordaba que su padre decía lo mismo, no h
aciendo caso de las advertencias médicas de de la familia, porque ya había tenido un infarto anterior muy cercano: quería morir cantando. Cincuenta años en el escenario no es como para decir que se puede dejar de cantar.
Lucho Barrios Rojas falleció hoy miércoles 05 de mayo, a las 7:32 am., producto de un falla multiorgánica. El bolerista presentó un shock mixto: coágulos en los pulmones y fallas a nivel renal. Había permanecido conectado a un respirador artificial, según lo manifestara José puente, Director del Hospital Dos de Mayo. Cecilio Zamora Huamán, médico de cabecera del cantante, contó que sus últimas palabras, en la Unidad de Cuidados Intensivos, fueron: "Que me hagan todo menos que me intuben porque no quiero perder mi voz" Milagros Barrios comentó que su padre no había sufrido nada cuando falleció y señaló: “Dios tiene lo tiene a su lado”.
Mi papá –dice Milagros Barrios- estaba muy bien, había estado reunido con sus músicos y su doctor de cabecera, y había grabado un spot par
a el Festival de la Peruanidad que se desarrollaría en Chile y en el que iba a participar. El día que fue llevado de emergencia al hospital, no tomó licor ni comió en exceso. Cuando estaba camino a su casa le empezó a faltar el aire, sentía que se ahogaba. Por la cercanía, lo llevaron de emergencia al Hospital Dos de Mayo.
Poco antes de morir, Cecilio Zamora, su cardiólogo, señaló que “Lucho sufrió una tromboembolia pulmonar, por eso fue internado de emergencia en la Unidad de Cuidados Intensivos y está recibiendo el tratamiento de protocolo. Su estado es estacionario”. Milagros, la "Niña bonita” de Lucho, no se separó ni un instante del lado de su padre.
Ella, desde hace algunos años se había convertido en su sombra; lo engreía, lo cuidada, estaba pendiente de cada uno de sus pasos. Por eso, se indignó al saber que muchas cámaras querían invadir el espacio en que estaba su padre. “Eso no lo voy a permitir, a mi padre lo tienen que recordar siempre vital, alegre, no en su lecho de enfermo con respirador artificial”, afirma.
Los restos mortales del cantante Lucho Barrios ya se encuentran en uno de los ambientes del Museo de la Nación, donde recibirá un sentido y merecido homenaje de sus amigos, familiares y admiradores de ayer y de hoy, hasta el viernes a la una de la tarde, hora en que su féretro partirá hacia el cementerio. Milagros Barrios solicitó este honor para su padre.
Lucho barrios ha de recibir el adiós que se merece, que se mereció siempre porque se lo supo ganar a puño limpio (metafóricamente hablando, por supuesto). Pero duele constatar que escasos días antes de su fallecimiento, un amigo y admirador suyo, publicaba
lo siguiente: "Don Lucho, hace dos noches que lucha por su vida y pocos se enteraron de su infortunio. Su voz está apagada, en silencio, el destino lo quiso así; pero él desde el fondo de su corazón sabe que aún le queda mucho por cantar."
Lucho Barrios muere a los 75 años de edad, a unos cuantos días de haber celebrado su cumpleaños (22 de abril). Su gran amigo Pedrito Otiniano se quejaba de que él había participado en una gran celebración que ese día le brindaron a Lucho, pero ni uno solo de los medios se acordó de publicar algo referente a ese acontecimiento. Ahora que ha fallecido llegan a raudales. Alan García manifestó, al enterarse de su fallecimiento: "No pensé que (Lucho Barrios) estaba tan grave. [Su muerte] es un dolor para el Perú y para muchísimos amantes del bolero".
La edad nos permite aún, por suerte, recordar sus canciones. No fuimos testigos de sus inicios, pero sí gozamos, vivimos, amamos, reímos y lloramos con sus canciones. Mi generación adoraba a Lucho Barrios.
Era la época en que las cantinas estaban de moda, una moda que lamentablemente no alcancé tampoco porque ya se estaban extinguiendo. Pude conocer aún algunas cantinas, muy venidas ya a menos. En cada cantina había una rocola donde las canciones de Lucho Barrios eran obligatorias. Mientras se tomaba cerveza, se le iba escuchando.
Después de un tiempo, cuando ya iba pasando de moda el bolero, se fue haciendo moda llamar a las canciones que él y otros cantantes acostumbraban cantar, despectivamente con el nombre de "canciones de cantina", “boleros cantineros”. Cuando eso no es cierto. Lucho Barrios estaba presente en cada fiesta familiar o social. Lucho Barrios estaba presente en los cortejos a las chicas. Lucho Barri
os estaba presente en las casas. Lucho Barrios ayudó a mucha gente a superar sus tribulaciones, a llevar su vida con alegría, a no sucumbir en los problemas.
Lo de las cantinas era algo episódico. En realidad, todas las canciones de moda, cualesquiera que fuera su estilo, estaban en la rocola. Nadie faltaba. Y esas rocolas estaban ubicadas precisamente en las cantinas así como en todo lugar donde la gente se reuniera, aunque fuese para tomar una bebida gaseosa (no nos referimos, por cierto, a la cerveza, que se comenzó a acostumbrar llamar así en otro tiempo).
Al escuchar la noticia de su deceso sentimos mucha tristeza. Un trozo de nosotros se estaba yendo. Los recuerdos nos abrumaron. Los recuerdos no se van, no se irán... no se pueden ir jamás.
Lucho Barrios fue más conocido quizás por una canción que se llamaba "Marabú", aunque muchas otras canciones hicieran también la delicia de sus admiradores. Por esos boleros él es sumamente conocido en muchos países de América.
Luis Barrios Rojas nace en el Callao el 22 de abril de 1935. Vivió allí hasta los 9 años. Su familia se traslada a los Barrios Altos, barrio tradicionalmente jaranero. Vive en Calle Penitencia 324 Jr. Paruro, en Los Barrios Altos, cuna de grandes artistas y cantores.
En la década del cincuenta participa en el concurso de canto "La escalera del triunfo", que creara Guido Monteverde y dirigiera Augusto Ferrando. El concurso se realizaba en los diferentes teatros de Lima. Lucho queda finalista. Luego formará el trío "Los Incas", de corta existencia. El trío estaba conformado también por Paco Maceda (posteriormente director del trío “Los Kipus”) y Modesto Pastor (después integrante del trío “Los Morunos”). Se inicia cantando valses. Graba, como solista, discos sencillos (conocidos como de 45 rpm, que tenía dos canciones, una a cada lado) con el sello disquero "Smith".
En 1957 Barrios ingresa a la Escuela Nacional de Ópera, donde se preparó hasta los 19 años, estudiando junto a Alejandro Vivanco, empresario musical y esposo de la afamada cantante Yma Súmac. Edith Barr lo ayuda a dar el gran salto internacional llevándolo a Radio “Callao”. En uno de los programas conoció a Julio Jaramillo -famoso cantante ecuatoriano de incontables e imborrables boleros-, quien lo invita a cantar en Ecuador.
En 1960, ya con una vasta fama en Ecuador, decide regresar al Perú donde sig
uió cosechando éxitos que lo llevaron al estrellato en toda América, firmando para el sello disquero de Manuel Guerrero, "MAG", éxitos tales como "Marabú", "Me engañas mujer", "Mentirosa", "Te alejas", "Copas de licor" y muchos más.
Sus discos llegan a toda América. Recorre Bolivia y Venezuela. Sus discos grabados en Ecuador se escuchan a todo Centro América. El 18 de septiembre de 1960 se presenta en la Quinta El Rosedal, Arica, Chile, junto con la orquesta del Puma Valdez de Cuba, asistiendo más de mil personas en cada presentación. En 1961 volvió a Chile y en Santiago grabó su primer Long Play (disco de 33 rpm, que tenía seis canciones por lado), creciendo aún más su fama en ese país, Argentina, México, e incluso en los Estados Unidos.
Con el sello discográfico IEMPSA graba la mayoría de sus grandes temas, como "Rondando tu esquina", "Oh pintor", "El retrato de mamá", "Dos medallitas", "Mi viejo", "Amor de pobre", "No
me amenaces", "Quien yo quiero no me quiere", "El día más hermoso" y la reedición de su éxito "Marabú" así como una variedad de LP's del sello Odeón Iempsa.
El 15 de noviembre de 1988 tiene una de sus más importantes presentaciones en el teatro Olympia de Paris, en el cual se presentan grandes figuras como Frank Sinatra. Lucho Barrios presenta esa vez boleros peruanos y música de Chile y Ecuador.
Entre los cientos de premios que Lucho Barrios recibe a lo largo de su carrera, el más memorable es el que le entrega la Organización de los Estados Americanos (OEA) por su trabajo en favor del acercamiento de los pueblos a través del canto. Además, el 2002 el gobierno del presidente de Chile Ricardo Lagos lo condecora por ser un artista peruano con mucho arraigo en el pueblo chileno.
Se ha ido, pero él quería seguir cantando, incluso en sus momentos más difíciles, estando ya en cuidados intensivos. Muy pronto tenía que estar Lucho Barrios en EEUU, donde ya lo esperaban con una propaganda bastante profusa en todos los restaurantes de peruanos. Pero Lucho Barrios ya no podrá cantar más. Lucho Barrios ha partido sin dejarnos jamás. Sus canciones seguirán viviendo en nosotros. Aunque no esté él en cuerpo, su alma seguirá con nosotros en su canto.
Quienes no hayan vivido la época de oro de Lucho Barrios no podrán comprender lo que él significa para generaciones y generaciones de personas que lo han escuchado a lo largo de sus cincuenta años de vida artística.
Lucho Barrios esperaba él celebrar a lo grande sus bodas de oro artísticas...


MARABÚ




ME ENGAÑAS MUJER




NIÑA BONITA




RONDANDO TU ESQUINA

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