BOSQUE DE PALABRAS publica el día de hoy el siguiente texto de Heinrich Heine:
SECRETO
No gemimos, los ojos están secos,
¡sonreímos a menudo y aún reímos!
En ninguna mirada, en ningún rostro
Se pone de manifiesto el secreto.
Con su muda tortura, está metido
En el fondo sangriento de nuestra alma;
Si el corazón salvaje lo divulga,
Siguen cerrados los labios convulsos.
Pregunta a los lactantes en sus cunas,
Pregunta a los difuntos en sus tumbas;
Porque es posible que ellos te revelen
Lo que yo no te he mencionado nunca.
Me dieron consejos y buenos ejemplos,
me colmaron con toda suerte de honores,
me dijeron que, si esperaba, ya vería,
me quisieron brindar su protección.
Pero con todas sus ansias protectoras,
habría llegado a reventar de hambre,
de no haberse acercado un hombre bueno
que, con valor, se hizo cargo de mí.
¡Hombre excelente! ¡Me da de comer!
Nunca jamás voy a olvidar lo que hace!
Es una lástima que no pueda besarle!
Porque este hombre excelente soy yo mismo.
Heinrich Heine,
Alemania.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario