jueves, 30 de abril de 2020

Luis Anamaria Chavarria: El preso es la persona mas abandonada en el Peru.

" El preso es la persona mas abandona en el Perú" esto me lo expresaba mi padre Luis Anamaria Miranda,  que se preocupo   por diferentes países en el mundo entre ellos Suecia, Brasil, por  tratamiento del recluso.  Recomiendo ver la  serie Lilly Hammer, ( Neflit)  que trata la historia de un delincuente norteamericano que  migra a Finlandia. En un momento fue detenido por un cargo menor. Al observar la cárcel, se quedo  sorprendido "esto parece un hotel". Horas de pintura, literatura, escuchar charlas espirituales, etc. Otro mundo otra realidad.

He buscado información estadística sobre la situación del preso en el Perú, confieso que encontré una información no muy actualizada  un censo al 2016 con 76086 presos con 51.3% procesados,  y 48.7%  sentenciados, con 94% hombres y 6% mujeres. Con 76.5 %  con armas de fuego, y 20.7%  con arma punzo cortantes. 

Jose Ugas en ( la Republica  280420) nos brinda la siguiente información que al presente 95,500 presos con 60% condensados y 40% procesados. Para una capacidad de 39,000 personas.  Esto se agrava que existen 14,000 presos con malnutrición y enfermedades. 500 presos infectados, 7 muertos y 113 empleados del INPE infectados. Estos presos infectados tiene una causa principal por el personal del INPE que les transmitió el virus. Los familiares no han sido los causantes. Debido que se ha cerrado las  puertas para ellos.

Si bien a habido un  aumento porcentual de aproximadamente    10% en condenados. De todas maneras  hay 2.5 veces mas de la capacidad carcelaria.

La recientes muertes de 8 presos, por levantamiento y protesta porque el ultimo DS 004-2020 Jus. solo plantea solo la libertad de  3000 presos. Concuerdo con el doctor Ugas que no es lo suficiente.  Igualmente se rechaza las expresiones que los mismo presos hayan producido el ajusticiamiento. 
( ajuste de cuenta).  

Urgente que el personal del Onpe, se ha testeados, que inmediatamente se aislé y se brinde tratamiento urgente a los 500 presos infectados.  Aquí una canción 



Fruko y sus Tesos El Preso

Fruko y sus Tesos El Preso

Fwd: Para centrar el debate en la realidad profunda (2-3) PRINCIPIOS DE COMUNISMO .- MANIFIESTO DEL PARTIDO COMUNISTA



Para centrar el debate en la realidad profunda (2-3)

PROLETARIO - PROLETARIADO

CUATRO

PRINCIPIOS DE COMUNISMO
POR FEDERICO ENGELS, 1847

I. ¿Qué es el comunismo?
El comunismo es la doctrina de las condiciones de la liberación del proletariado.
II. ¿Qué es el proletariado?
El proletariado es la clase social que consigue sus medios de subsistencia exclusivamente de la venta de su trabajo, y no del rédito de algún capital; es la clase, cuyas dicha y pena, vida y muerte y toda la existencia dependen de la demanda de trabajo, es decir, de los períodos de crisis y de prosperidad de los negocios, de las fluctuaciones de una competencia desenfrenada. Dicho en pocas palabras, el proletariado, o la clase de los proletarios, es la clase trabajadora del siglo XIX.
III. ¿Quiere decir que los proletarios no han existido siempre?
No. Las clases pobres y trabajadoras han existido siempre, siendo pobres en la mayoría de los casos. Ahora bien, los pobres, los obreros que viviesen en las condiciones que acabamos de señalar, o sea los proletarios, no han existido siempre, del mismo modo que la competencia libre y desenfrenada.
IV. ¿Cómo apareció el proletariado?
El proletariado apareció a raíz de la revolución industrial, que se produjo en Inglaterra en la segunda mitad del siglo pasado y se repitió luego en todos los países civilizados del mundo. Dicha revolución se debió al invento de la máquina de vapor, de las diversas máquinas de hilar, del telar mecánico y de toda una serie de dispositivos mecánicos. Estas máquinas, que costaban muy caro y, por eso, sólo estaban al alcance de los grandes capitalistas, transformaron el antiguo modo de producción y desplazaron a los obreros anteriores, puesto que las máquinas más baratas y mejores que las que podían hacer éstos con ayuda de sus ruecas y telares imperfectos. Las máquinas pusieron la industria enteramente en manos de los grandes capitalistas y redujeron a la nada el valor de la pequeña propiedad de los obreros (instrumentos, telares, etc.), de modo que los capitalistas pronto se apoderaron de todo, y los obreros se quedaron sin nada. Así se instauró en la producción de tejidos el sistema fabril. En cuanto se dio el primer impulso a la introducción de máquinas y al sistema fabril, este último se propagó rápidamente en las demás ramas de la industria, sobre todo en el estampado de tejidos, la impresión de libros, la alfarería y la metalurgia. El trabajo comenzó a dividirse más y más entre los obreros individuales de tal manera que el que antes efectuaba todo el trabajo pasó a realizar nada más que una parte del mismo. Esta división del trabajo permitió fabricar los productos más rápidamente y, por consecuencia, de modo más barato. Ello redujo la actividad de cada obrero a un procedimiento mecánico, muy sencillo, constantemente repetido que la máquina podía realizar con el mismo éxito o incluso mucho mejor. Por tanto, todas estas ramas de la producción cayeron, una tras una, bajo la dominación del vapor, de las máquinas y del sistema fabril, exactamente del mismo modo que la producción de hilados y de tejidos. En consecuencia, ellas se vieron en manos de los grandes capitalistas, y los obreros quedaron privados de los últimos restos de su independencia. Poco a poco el sistema fabril extendió su dominación no ya solo a la manufactura, en el sentido estricto de la palabra, sino que comenzó a apoderarse más y más de las actividades artesanas, ya que también en esta esfera los grandes capitalistas desplazaban cada vez más a los pequeños maestros, montando grandes talleres, en los que era posible ahorrar muchos gastos e implantar una detallada división del trabajo. Así lleganos a que, en los países civilizados, casi en todas estas ramas, la gran industria desplaza a la artesanía y la manufactura. Como resultado de ello, se arruina más y más la antigua clase media, sobre todo los pequeños artesanos, cambia completamente la anterior situación de los trabajadores y surgen dos clases nuevas, que absorben paulatinamente a todas las demás, a saber:
1. La clase de los grandes capitalistas, que son ya en todos los países civilizados casi los únicos poseedores de todos los medios de existencia, como igualmente de las materias primas y de los instrumentos (máquinas, fábricas, etc.) necesarios para la producción de los medios de existencia. Es la clase de los burgueses, o sea, burguesía.
2. La clase de los completamente desposeídos, de los que en virtud de ello se ven forzados a vender su trabajo a los burgueses, al fin de recibir en cambio los medios de subsistencia necesarios para vivir. Esta clase se denomina la clase de los proletarios, o sea, proletariado.
(…)
Editorial PROGRESO, Moscú, 1976

CINCO

MANIFIESTO DEL PARTIDO COMUNISTA
POR CARLOS MARX Y FEDERICO ENGELS, 1847-1848

Prefacio a la edición alemana de 1872
La "Liga de los Comunistas", asociación obrera internacional que, naturalmente, dadas las condiciones de la época, no podía existir sino en secreto, encargó a los que suscriben, en el Congreso celebrado en Londres en noviembre de 1847, que redactaran un programa detallado del partido, a la vez teórico y práctico, destinado a la publicación. Tal es el origen de este "Manifiesto", cuyo manuscrito fue enviado a Londres, para ser impreso, algunas semanas antes de la revolución de Febrero. (…)
I. Burgueses y proletarios*
(…)
* Por burguesía se comprende a la clase de los capitalistas modernos, que son los propietarios de los medios de producción social y emplean trabajo asalariado. Por proletarios se comprende a la clase de los trabajadores asalariados modernos, que, privados de medios de producción propios, se ven obligados a vender su fuerza de trabajo para poder existir.(Nota de F. Engels a la edición inglesa de 1888) (…)
El creciente empleo de las máquinas y la división del trabajo quitan al trabajo del proletario todo carácter propio y le hacen perder con ello todo atractivo para el obrero. Éste se convierte en un simple apéndice de la máquina, y sólo se le exigen las operaciones más sencillas y de más fácil aprendizaje. Por tanto, lo que cuesta hoy día el obrero se reduce poco más o menos a los medios indispensables para vivir y para perpetuar su linaje. (…)
Cuanto menos habilidad y fuerza requiere el trabajo manual, es decir, cuanto mayor es el desarrollo de la industria moderna, mayor es la proporción en que el trabajo de los hombres es suplantado por el de las mujeres y los niños. Por lo que respecta a la clase obrera, las diferencias de edad y sexo pierden toda significación social. No hay más que instrumentos de trabajo, cuyo coste varía según la edad y el sexo.
Una vez que el obrero ha sufrido la explotación del fabricante y ha recibido su salario en metálico, se convierte en víctima de otros elementos de la burguesía: el casero, el tendero, el prestamista, etc.
Pequeños industriales, pequeños comerciantes y rentistas, artesanos y campesinos, toda la escala inferior de las clases medias de otro tiempo, caen en las filas del proletariado; unos porque sus pequeños capitales no les alcanzan para acometer grandes empresas industriales y sucumben en la competencia con los capitalistas más fuertes; otros, porque su habilidad profesional se ve despreciada ante los nuevos métodos de producción. De tal suerte, el proletariado se recluta entre todas las clases de la población.
El proletariado pasa por diferentes etapas de desarrollo. Su lucha contra la burguesía comienza con su surgimiento. (…)
A veces los obreros triunfan; pero es un triunfo efímero. El verdadero resultado de sus luchas no es el éxito inmediato, sino la unión cada vez más extensa de los obreros. Esta unión es propiciada por el crecimiento de los medios de comunicación creados por la gran industria y que ponen en contacto a los obreros de diferentes localidades. Y basta ese contacto para que las numerosas luchas locales, que en todas partes revisten el mismo carácter, se centralicen en una lucha nacional, en una lucha de clases. Mas toda lucha de clases es una lucha política. Y la unión que los habitantes de la Edad Media, con sus caminos vecinales, tardaron siglos en establecer, los proletarios modernos, con los ferrocarriles, la llevan a cabo en unos pocos años.
Esta organización del proletariado en clase y, por tanto, en partido político, vuelve sin cesar a ser socavada por la competencia entre los propios obreros. Pero resurge, y siempre más fuerte, más firme, más potente. (…)
Además, como acabamos de ver, el progreso de la industria precipita a las filas del proletariado a capas enteras de la clase dominante, o. al menos, las amenaza en sus condiciones de existencia. También ellas aportan al proletariado elementos de educación.
Finalmente, en los períodos en que la lucha de clases se acerca a su desenlace, el proceso de desintegración de la clase dominante, de toda la vieja sociedad, adquiere un carácter tan violento y tan agudo que una pequeña fracción de esa clase enemiga reniega de ella y se adhiere a la clase revolucionaria, a la clase en cuyas manos está el porvenir. Y así como antes una parte de la nobleza se paso a la burguesía, en nuestros días un sector de la burguesía se pasa al proletariado, particularmente ese sector de los ideólogos burgueses que se han elevado hasta la comprensión teórica del conjunto del movimiento histórico. (…)
La condición esencial de la existencia y de la dominación de la clase burguesa es la acumulación de la riqueza en manos de particulares,la formación y el acrecentamiento del capital. La condición de existencia del capital es el trabajo asalariado. El trabajo asalariado descansa exclusivamente sobre la competencia de los obreros entre sí. El progreso de las industria, del que la burguesía, incapaz de oponérsele, es agente involuntario, sustituye el aislamiento de los obreros, resultante de la competencia, por su unión revolucionaria mediante la asociación. Así, el desarrollo de la gran industria socava bajo los pies de la burguesía las bases sobre las que ésta produce y se apropia lo producido. La burguesía produce, ante todo, sus propios sepultureros. Su hundimiento y la victoria del proletariado son igualmente inevitables.
(…)
Editorial PROGRESO, Moscú, 1976

Nota. Miércoles 29: Segunda de tres entregas. Le sigue la tercera entrega, viernes 1º de Mayo


COLECTIVO PERÚ INTEGRAL

29 de abril de 2020

Fwd: PANDEMIA Y REALIDAD SUPERFICIAL



---------- Forwarded message ---------
De: Colectivo Perú Integral <cperuintegral@gmail.com>
Date: jue., 23 de abr. de 2020 a la(s) 20:05
Subject: PANDEMIA Y REALIDAD SUPERFICIAL
To:


PANDEMIA Y REALIDAD SUPERFICIAL
 
  La pandemia, de pesadilla que puede parecernos, más bien nos despierta de una pesadilla. Nos descubre una realidad de la que antes habíamos vivido ausentes.
  El hecho de que en estos momentos centenares de compatriotas dejan Lima para regresar a los alejados puntos de las provincias del país, de donde proceden, como consecuencia del bloqueo económico interno y ocupación interna (cierre de los centros laborales, y por ende, de todo medio productivo, con multas y sanciones) provocado por el Gobierno a raíz de un mal temporal, y muy superficial para la propaganda del pánico que se le hace.   
  Debido a la existencia de una clase dominante y un Estado al  servicio de sus intereses precarios, con sus funcionarios pletóricamente remunerados como ineficaces en la solución de los problemas económico sociales, ha dependido que la economía nacional sea hoy una economía colonial, que se da por satisfecha con ser y hacer del país, un frágil depósito de materias primas y mercado para sus productos del capital transnacional. En el mundo de las grandes transacciones económicas, ni siquiera aparece como un color del mapa. De este hecho depende la desindustrialización-desagrarización-informalidad laboral, como fuerzas productivas estancadas o frenadas en su desarrollo, por la existencia de esa clase parasitaria y su Estado, las mismas que en interminables luchas, las masas trabajadoras la han denunciado por sus atropellos, injusticias y crímenes. Y hoy, con mayor realismo.
  El sistema dominante se mueve ligero para inmunizarse de la crisis a costa del sacrificio de las masas trabajadoras. Ya se dio por decreto la "Suspensión Perfecta de Labores", que de un tajo completa, la obra iniciada por el régimen "fuji-montesinismo". Entonces, ¿Quién es el que tiene que ser cambiado ya? Y, ¿Quién, el que tiene que tiene el deber de conquistar el primer plano y el poder en el Resurgimiento del Perú?
  En esta cruda, limitada, realidad, la burocracia o bancocracia, despliega toda la arbitrariedad de un cacique con poderes artificiales. Su incapacidad a una solución raya con la ignorancia más absoluta.
  No es posible, pero lo es hoy, que durante décadas, nuestros jóvenes de todo el Perú vengan a Lima a postular a una de sus universidades. Si logran el ingreso, su permanencia depende hasta donde le alcanza su apretado presupuesto. Cientos de estos jóvenes que vinieron a Lima con ese propósito, hoy se encuentran cogidos por la cuarentena y tienen que vivir en la calle, esperando, más piedad, que ayuda, para volver a sus lugares de origen. En esa misma situación se encuentran centenares de familias que se desempeñaban en la capital bajo el frágil tutelaje de la constante y cada vez más creciente, del subempleo y desempleo o trabajo ambulatorio.
  No es posible, que los que padecen alguna enfermedad, vengan, desde muy lejos de la capital, a recibir tratamiento en los hospitales de Lima. Y este hecho ha sido todo el tiempo, por lo que, hasta antes de la pandemia, los hospitales estaban ya colapsados,  no solo por la falta de ambientes, sino, sobre todo, por la falta de materiales sofisticados y modernos para el tratamiento y mejora de la salud de los pacientes. Tal es así, que muchos enfermos venidos de lugares de interior del país, ya dados de alta en los hospitales limeños, se han quedado varados por la cuarentena y sufren las mismas consecuencias de los demás compatriotas. Desesperados de como volver a sus lugares de origen.
  El Perú superficialmente tiene 24 regiones. Muchas de estas regiones, en kilómetros cuadrados de su superficie, superan a Lima y lucen hoy despoblados. Así, superficialmente, con las reservas del caso, ¿cada una de esas regiones no puede contar acaso, siquiera con dos o tres de buenos hospitales para atender a su población? ¿No pueden tener acaso, excelentes y productivos colegios o universidades para sus jóvenes, que operen en el lugar como productores que incentiven el desarrollo de la economía nacional? Por supuesto, jamás esto ha sido el propósito de las clases dominantes parasitarias. Estas han creído siempre que teniendo a Lima, tienen los poderes del Estado y sus Gobiernos para disponer en un solo puño de todo el Perú. Continúan en lo económico, político y social, la obsoleta tradición virreinal, heredado de sus antecesores los encomenderos o terratenientes feudales, que puede resumirse en "Lima es el Perú". Hoy vemos que esta realidad no es otra que el encadenamiento de las fuerzas productivas.
   A lo largo de la historia de la humanidad universal, como la historia particular de humanidad peruana, en las grandes crisis y dramáticas situaciones, el pueblo ha encontrado sabiamente la solución. Por eso, Cesar Vallejo, sabía lo que decía cuando sentenciaba: "Todo acto o voz genial, viene del pueblo y va hacia él". Lo que ocurre hoy en día no es una excepción.
No se puede afirmar ideas nuevas si no se rompe con las ideas viejas, señalaba el Amauta José Carlos Mariátegui. Que sentencia inmortal, propio de que todo lo humano no nos es ajeno.
  Por eso, si se piensa el cómo cambiar a esta vieja realidad, afirmemos una idea nueva. En esta tarea resuelta, hoy más que nunca, continuamos la afirmación de la idea nueva, próxima a cumplir su centenario (2028): la lucha por del Cambio Social. Preparar la Organización, es el finalismo hacia el Socialismo Peruano.
  Héctor Félix D.
23.04.2020

COLECTIVO PERÚ INTEGRAL
                                                       23 de abril del 2020












martes, 28 de abril de 2020

Fwd: 1pr. d mayo , quedate en casita !



TRAS EL ESTALLIDO LA POLICÍA CARGÓ CONTRA LOS MANIFESTANTES



Dialéctica 2ªépoca dedica este nr. al día del trabajador, en el que la prensa populista reaccionaria en el último siglo trata de rídiculizar está fecha, con los criminales asesinatos cometidos contra la clase trabajadora, con documentos falsificados, testigos guzanos, lumpen, elementos  "macu" zánganos utilizados por las fuerzas del imperialismo y que siguen siendo hoy hostíl a la clase trabajadora.


Cartas a la redacción:
En un tiempo de circuntancias difíciles, la burrocraCia fiscal facistoide suec@ con su " democrácia " de doble moral de cloaca, se dedican a perseguir a los más necesitados  para extraerles economicamente y distribuirlo  a los parasitos ricachones mal paridos.
A proposito:
Julian Assange periodista occidental retenido como rehén político en un país supuestamente democrático.La verdad es que Assange no es un fugitivo
 Estados Unidos trata de iimponerse por encima soberanías u orden legal sobre grandes potencias con sus vasallos Inglaterra (y otros ) hábilmente diseñarón una enjaulada, en condiciones tortuosas, como una mascota exótica o un trofeo político con  su odio y venganza a Julian por las verdades  que denuncio.Nils Melzer, enviado especial de la ONU para la tortura, advirtió previamente que Assange muestra síntomas que sugieren que ha sido sometido a tortura psicológica.
Assange soporta castigos exponencialmente desproporcionados por acusaciones que no produjeron cargos ni condenas. La Corte Suprema britanica a estado tratando de asesinar pos mortum a Julian en prisión si contrae el virus. N.D. 

Introducción al Primero de Mayo: Los Mártires de Chicago

Los Mártires de Chicago

"La ley está en juicio. La anarquía está en juicio. El gran jurado ha escogido y acusado a estos hombres porque fueron los líderes. No son más culpables que los miles que los siguieron. Señores del jurado, condenen a estos hombres, denles un castigo ejemplar, ahórquenlos y salven nuestras instituciones, nuestra sociedad."

Corría el año de 1877 y las huelgas de los ferroviarios, las reuniones y las grandes movilizaciones en Estados Unidos eran reprimidas a balazos, golpes y prisión. Estas mismas tácticas represivas y la necesidad imperiosa por la defensa y la asociación para buscar mejoras en las condiciones de trabajo que en ese tiempo eran de semiesclavitud dieron pie a la gestación de un movimiento de resistencia y lucha de trabajadores que algunos años mas tarde daría sus frutos.

En 1880 quedó conformada la federación de organizaciones de sindicatos y trade unions (Federation of Organized Trades and Labor Unions), y en 1884 se aprobó una resolución para establecer a partir del primero de mayo de 1886, mediante la Huelga General en todo EEUU, las ocho horas de trabajo. Esto despertó un interés y un apoyo generalizado, ya que por aquella época el horario de trabajo obligatorio era de 10, 12 o 14 horas diarias normalmente. De estas jornadas tampoco estaban excluidos l@s miles de niñ@s, ni por supuesto las mujeres a quienes se les pagaban salarios inferiores, sin mencionar que de por sí los salarios eran muy bajos y las condiciones de trabajo insalubres. La efervescencia fué tal en todo EEUU que los sindicatos y las trades unions aumentaban geométricamente. Por ejemplo, el número de miembros de los Caballeros del Trabajo subió de 100.000 en el verano de 1885 a 700.000 al año siguiente.

En 1885 volaba de mano en mano entre los trabajadores de EEUU una octavilla que decía:

"¡Un día de rebelión, no de descanso! (...) Un día en que con tremenda fuerza la unidad del ejército de los trabajadores se moviliza contra los que hoy dominan el destino de los pueblos de toda nación. Un día de protesta contra la opresión y la tiranía, contra la ignorancia y la guerra de todo tipo. Un día en que comenzar a disfrutar ocho horas de trabajo, ocho horas de descanso, ocho horas para lo que nos dé la gana".La víspera del Primero de Mayo, el periódico anarquista Arbeiter Zeitung, dirigido por August Spies, publicó los siguientes comentarios que muestran el tono de confrontación que imperaba:"¡Adelante con valor! El Conflicto ha comenzado. Un ejército de trabajadores asalariados está desocupado. El capitalismo esconde sus garras de tigre detrás de las murallas del orden. Obreros, que vuestra consigna sea: ¡No al compromiso! ¡Cobardes a la retaguardia! ¡Hombres al frente!"

El 1º de Mayo de 1886 la paralización de los centros de trabajo se generalizó. La huelga paralizó cerca de 12.000 fábricas a través de los EEUU. En Detroit, 11.000 trabajadores marcharon en un desfile de ocho horas. En Nueva York, una marcha con antorchas de 25.000 obreros pasó como torrente de Broadway a Union Square; 40.000 hicieron huelga. En Cincinnati un batallón obrero con 400 rifles Springfield encabezó el desfile. En Louisville, Kentucky, más de 6000 trabajadores, negros y blancos, marcharon por el Parque Nacional violando deliberadamente el edicto que prohibía la entrada de gente de color. En Chicago que era el baluarte de la huelga, paró casi completamente la ciudad. 30.000 obreros hicieron huelga, aunque empresas como en la fábrica de materiales de Mc Cormick y alguna otra se dieron a la tarea de contratar esquiroles. El día 2 se realizó un mitin de los obreros despedidos de Mc Cormick para protestar por los 1.200 despidos y los brutales atropellos policiales. Mientras Spies dirigía su discurso a un grupo de 6000 a 7000 trabajadores, unos cuantos centenares fueron a recriminar su actitud a los esquiroles que en ese momento salían de la planta. Rápidamente llegó la policía, cuya acción dejó seis muertos y gran cantidad de heridos. La indignación ganó los corazones de los trabajadores movilizados. Spies corrió a las oficinas del Arbeiter Zeitung y publicó allí un manifiesto que fué distribuido en todas las reuniones obreras: "(...) Si se fusila a los trabajadores responderemos de tal manera que nuestros amos lo recuerdarán por mucho tiempo (...)".
Disturbios obreros de Mc Cormick

Disturbios durante la concentración frente a Mc Cormick

El 3 de mayo, el crecimiento de la huelga era "alarmante". En el movimiento participaban más de 340.000 trabajadores por todo el país, 190.000 de ellos en huelga. Solo en Chicago, 80.000 hacían huelga. En este momento candente, el Arbeiter Zeitung hizo un llamamiento a la lucha armada, como siempre lo había hecho, salvo que ahora tenía un claro tono de urgencia:

"La sangre se ha vertido. Ocurrió lo que tenía que ocurrir. La milicia no ha estado entrenándose en vano. A lo largo de la historia el origen de la propiedad privada ha sido la violencia. La guerra de clases ha llegado.... En la pobre choza, mujeres y niños cubiertos de retazos lloran por marido y padre. En el palacio hacen brindis, con copas llenas de vino costoso, por la felicidad de los bandidos sangrientos del orden público. Séquense las lágrimas, pobres y condenados: anímense esclavos y tumben el sistema de latrocinio."

En las salas de reunión de los proletarios rugían intensos debates; "el tigre capitalista" efectivamente había atacado y miles debatían cómo responder. Importantes facciones querían una insurrección. Se convocó una reunión popular en la plaza Haymarket para la noche del 4 de mayo. Preocupados por la posibilidad de una emboscada, los organizadores escogieron un lugar abierto y grande con muchas rutas de escape. Después de una reñida disputa retiran su llamamiento a un mitin armado y en su lugar convocan un mitin con el mayor número de asistentes posible. El 4 de mayo, todo Chicago está en huelga.
Cartel del mitin en Haymarket.

Grandes oradores harán presencia para denunciar las últimas atrocidades cometidas

por la policia, los disparos a nuestros compañeros de clase ayer por la tarde.

¡Trabajadores armaros y haced fuerte presencia!

Por la mañana la policía atacó una columna de 3000 huelguistas. Por toda la ciudad se formaron grupos de trabajadores. Al atardecer, Haymarket era una de las muchas reuniones de protesta, con 3000 participantes. Los discursos siguieron, uno tras otro, desde la parte de atrás de un vagón. Al comenzar a llover, la reunión se disolvió.
Fotos e imagenes de Haymarket.

Imagen de Haymarket momentos antes de la explosión

De repente, cuando solamente quedaban 200 asistentes, un destacamento de 180 policías fuertemente armados se presentó y un oficial ordenó dispersarse, a pesar de tratarse de un mitin legal y pacífico. Cuando el capitán de policía se volvió para dar las órdenes a sus hombres, una bomba estalló en sus filas. La policía transformó a Haymarket en una zona de fuego indiscriminado, descargando salva tras salva contra la multitud, matando a varios e hiriendo a 200. En el barrio reinaba el terror; las farmacias estaban apiñadas de heridos. Siete agentes murieron, la mayoría a causa de balas de armas de la policía.

La clase dominante usó este incidente como pretexto para desatar su planeada ofensiva en las calles, en los tribunales y en la prensa. Comenzó una caza de brujas en contra, principalmente, de los anarquistas. Se clausuraron los periódicos, se allanaron las casas y locales obreros y los mítines fueron prohibidos a lo largo y ancho de todo el pais. Los medios de comunicación se abalanzaron contra todo lo que tuviera signo de revolucionario o subversivo y a los mil vientos lanzaban proclamas a la horca y al patíbulo.

El 5 de mayo en Milwaukee, la milicia del Estado respondió con una masacre sangrienta en un mitin de trabajadores; acribillaron a ocho trabajadores polacos y un alemán por violar la ley marcial. En Chicago, se llenaron las cárceles de miles de revolucionarios y huelguistas. Arrestaron a todo el equipo de imprenta del Arbeiter Zeitung y la policía detuvo a 8 anarquistas: George Engel, Samuel Fielden, Adolf Fischer, Louis Lingg, Michael Schwab, Albert Parsons, Oscar Neebe y August Spies. Todos eran miembros de la IWPA(Asociación Internacional del Pueblo Trabajador), asociación de corte -de lo que años después se denominaría como- anarcosindicalista.


Los Mártires de Chicago - (De izquierda a derecha) George Engel,   Samuel Fielden, Adolph Fischer, Louis Lingg, Michael Schwab, Albert   Parsons, Oscar Neebey August Spies.

El juicio fue totalmente manipulado, en todos los sentidos, siendo mas bien un linchamiento. Se les acusaba de complicidad de asesinato aunque nunca se les pudo probar ninguna participación o relación con el incidente de la bomba ya que la mayoría no estuvo presente y uno de los dos que estuvieron presentes era el orador en el momento que la bomba fue lanzada.

No se siguió el procedimiento normal para la elección del jurado, que acabó siendo formado por hombres de negocios y un pariente de uno de los policías muertos, y en su lugar se nombró un alguacil especial quien se jactó: "estoy manejando este proceso y sé qué debo hacer. Estos tipos van a colgar de una horca con plena seguridad". Tuvieron lugar una infinidad de manipulaciones, amenazas y sobornos para que se dieran testimonios ridículos sobre conspiraciones. El asunto era simple y estaba todo muy claro; el mismo fiscal Grinnel lo dijo: "La ley está en juicio. La anarquía está en juicio. El gran jurado ha escogido y acusado a estos hombres porque fueron los líderes. No son más culpables que los miles que los siguieron. Señores del jurado, condenen a estos hombres, denles un castigo ejemplar, ahórquenlos y salven nuestras instituciones, nuestra sociedad". Todos fueron encontrados culpables y sentenciados a muerte, a excepción de Oscar Neebe, condenado a 15 años de prisión.
Fotos del juicio a los mártires de Chicago.

Sala del juicio durante la declaración de Parsons

La cuestión de quién arrojó la bomba se ha debatido pero jamás se ha resuelto. Parece que fue un tal Rudolf Schnaubelt y que la fabricó Louis Lingg (quien ciertamente defendía a gritos el uso de la dinamita). Una importante pregunta es quien era realmente Schnaubelt, pero no se ha encontrado respuesta.

A los condenados los llamaron a hablar antes de sentenciarlos. No mostraron ni arrepentimiento ni remordimiento, era la sociedad la que estaba en juicio, no ellos:

August Spies, nacido en Alemania en 1855, era un orador ardiente:

"Hemos explicado al pueblo sus condiciones y relaciones sociales. Hemos dicho que el sistema del salario, como forma específica del desenvolvimiento social, habría de dejar paso, por necesidad lógica, a formas más elevadas de civilización. Al dirigirme a este tribunal lo hago como representante de una clase enfrente de los de otra clase enemiga. Podéis sentenciarme, pero al menos que se sepa que en Illinois ocho hombres fueron sentenciados a muerte por creer en un bienestar futuro, por no perder la fe en el último triunfo de la Libertad y la Justicia». Y concluyó con estas palabras: «¡Mi defensa es vuestra acusación! Las causas de mis supuestos crímenes: ¡vuestra historia! (...) Ya he expuesto mis ideas. Constituyen parte de mi mismo y si pensáis que habréis de aniquilar estas ideas, que día a día ganan más y más terreno, (...) si una vez más ustedes imponen la pena de muerte por atreverse a decir la verdad y los reto a mostrarnos cuándo hemos mentido digo, si la muerte es la pena por declarar la verdad, pues pagaré con orgullo y desafío el alto precio! ¡Llamen al verdugo!"

Alberto Parsons, nacido en EEUU en 1848:

"Yo como trabajador he expuesto lo que creía justos clamores de la clase obrera, he defendido su derecho a la libertad y a disponer del trabajo y de los frutos del trabajo. Yo creo que los representantes de los millonarios de Chicago organizados os reclama nuestra inmediata extinción por medio de una muerte ignominiosa. ¿Y qué justicia es la vuestra? Este proceso se ha iniciado y se ha seguido contra nosotros, inspirado por los capitalistas, por los que creen que el pueblo no tiene más que un derecho y un deber, el de la obediencia. El capital es el sobrante acumulado del trabajo, es el producto del trabajo. La función del capital se reduce actualmente a apropiarse y confiscar para su uso exclusivo y su beneficio el sobrante del trabajo de los que crean toda la riqueza. El sistema capitalista está amparado por la ley, y de hecho la ley y el capital son una misma cosa. ¿Creéis que la guerra social se acabará estrangulándonos bárbaramente? ¡Ah no! Sobre vuestro veredicto quedará el del pueblo americano y el del mundo entero. Quedará el veredicto popular para decir que la guerra social no ha terminado por tan poca cosa."

Jorge Engel, nacido en Alemania en 1836:

"¿Por qué razón se me acusa de asesino? Por la misma que tuve que abandonar Alemania, por la pobreza, por la miseria de la clase trabajadora. Sólo por la fuerza podrán emanciparse los trabajadores, de acuerdo con lo que la historia enseña. ¿En que consiste mi crimen? En que he trabajado por el establecimiento de un sistema social donde sea imposible que mientras unos amontonan millones otros caen en la degradación y la miseria. Así como el agua y el aire son libres para todos, así la tierra y las invenciones de los hombres de ciencia deben ser utilizados en beneficio de todos. Vuestras leyes están en oposición con las de la naturaleza, y mediante ellas robáis a las masas el derecho a la vida, la libertad, el bienestar. Yo no combato individualmente a los capitalistas; combato el sistema que da privilegio. Mi más ardiente deseo es que los trabajadores sepan quienes son sus enemigos y sus amigos."

Adolfo Fischer, nacido en Alemania en 1857:

"En todas las épocas, cuando la situación del pueblo ha llegado a un punto tal que una gran parte se queja de las injusticias existentes, la clase poseedora responde que las censuras son infundadas, y atribuye el descontento a la influencia de ambiciosos agitadores. La historia se repite. En todo tiempo los poderosos han creído que las ideas de pro se abandonarían con la supresión de algunos agitadores; hoy la burguesía cree detener el movimiento de las reivindicaciones proletarias por el sacrificio de algunos de sus defensores. Pero aunque los obstáculos que se opongan al progreso parezcan insuperables, siempre han sido vencidos, y esta vez no constituirán una excepción a la regla. Este veredicto es un golpe de muerte a la libertad de prensa, a la libertad de pensamiento, a la libertad de la palabra en este país. El pueblo tomará nota de ello. Si yo he de ser ahorcado por profesar las ideas anarquistas, por mi amor a la libertad, a la igualdad y a la fraternidad, entonces no tengo nada que objetar. Si la muerte es la pena correlativa a nuestra ardiente pasión por la libertad de la especie humana, entonces, yo les digo muy alto, disponed de mi vida."

Luis Lingg, nacido en Alemania en 1864:

"Para nosotros la tendencia del progreso es la del anarquismo, esto es la sociedad libre sin clases ni gobernantes, una sociedad de soberanos, en la que la libertad y la igualdad económica de todos producirían un equilibrio estable con bases y condición del orden natural». (...) «Me concedéis, después de condenarme a muerte, la libertad de pronunciar mi último discurso. Me acusáis de despreciar la ley y el orden. ¿Y qué significan la ley y el orden? Yo repito que soy enemigo del orden actual y repito también que lo combatiré con todas mis fuerzas mientras tenga aliento para respirar... Os desprecio; desprecio vuestro orden, vuestras leyes, vuestra fuerza, vuestra autoridad. ¡AHORCADME!"

Surgió un gran movimiento en su defensa y se celebraron mítines por todo el mundo: Holanda, Francia, Rusia, Italia, España y por todo Estados Unidos. En Alemania, la reacción de los trabajadores sobre Haymarket perturbó tanto a Bismarck que prohibió toda reunión pública. Al aproximarse el día de la ejecución, cambiaron la sentencia de Samuel Fielden y Michael Schwab a cadena perpetua. Louis Lingg apareció muerto en su celda: un fulminante de dinamita le voló la tapa de los sesos. Sin más opciones, este fue su acto final de protesta.

Al mediodía del 11 de noviembre de 1887 sus carceleros los vinieron a buscar para llevarlos a la horca. Los cuatro (Spies, Engel, Parsons y Fischer) compañeros de lucha y de sueños emprendieron el camino entonando La Marsellesa Anarquista en aquel día que después fue sería conocido como el viernes negro.
Foto mártires anarquistas chicago.

«Salen de sus celdas. Se dan la mano, sonríen. Les leen la sentencia, les sujetan las manos por la espalda con esposas, les ciñen los brazos al cuerpo con una faja de cuero y les ponen una mortaja blanca como la túnica de los catecúmenos cristianos. Abajo está la concurrencia, sentada en hilera de sillas delante del cadalso como en un teatro... Firmeza en el rostro de Fischer, plegaria en el de Spies, orgullo en el del Parsons, Engel hace un chiste a propósito de su capucha, Spies grita: "la voz que vais a sofocar será más poderosa en el futuro que cuantas palabras pudiera yo decir ahora». Les bajan las capuchas, luego una seña, un ruido, la trampa cede, los cuatro cuerpos caen y se balancean en una danza espantable». (Relato de la ejecución por José Martí, corresponsal en Chicago del periódico La Nación de Buenos Aires)

Mucho antes, a finales de mayo de 1886, varios sectores patronales ya habían accedido a otorgar la jornada de ocho horas a varios centenares de miles de obreros.

Más de medio millón de personas asistieron al cortejo fúnebre. Años después, en 1893, Fielden, Schwab y Neebe fueron perdonados y puestos en libertad. Cada 1 de mayo, en muchos paises del mundo, los anarquistas de Chicago son recordados como símbolo de dignidad de la clase trabajadora, menos en Estados Unidos. En 1938 se impuso la jornada laboral de 8 horas en todo el pais.

Irónicamente, pasado más de un siglo, en los mismos Estados Unidos y en Europa, cuna del movimiento obrero revolucionario, estas conquistas obreras están siendo revertidas por gobiernos y multinacionales sin apenas disparar un solo tiro, y sin tener que llevar a nadie a la horca. Ahora todo es más sutil, los sindicatos subvencionados están a disposición del mejor postor, traicionando los mandatos y olvidando las luchas y el sacrificio personal de miles de trabajadores y trabajadoras y de quienes, desde el aciago 1886, se les conoce como "los mártires de Chicago".

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