sábado, 31 de julio de 2010

ENTREVISTA A ROGER RUMRRILL

Róger Rumrrill anuncia nueva publicación de libro: Las Amazonías del Perú. Un nuevo espacio estratégico para el siglo XXI

Por: Guillermo Yucra

Por el título este es un libro que promete. Las “Amazonías del Perú…” nos transmiten una idea sugerente y hasta cierto punto provocadora. Como su propio autor expresa: “Las Amazonías son espacios bastante focalizados a partir de las cuencas. Hoy en día desde la perspectiva geográfica, ecológica, económica e incluso cultural podemos hablar de las Amazonías pero dentro de un concepto de unidad política de nación…no se transmite la idea de varias Amazonías en términos de naciones o de administraciones”.

Estamos seguros que esta nueva publicación contribuirá al debate sobre la realidad amazónica, una problemática presente en la agenda política peruana, desde que se iniciara el 9 de abril del 2009 la nueva oleada de luchas indígenas, esta vez protagonizada por los pueblos amazónicos.

El proceso de recolonización al que alude Róger Rumrrill en esta entrevista se hace extensivo a todo el espacio andino-amazónico de Sudamérica. Las nuevas relaciones de poder y dominación que se vienen configurando catapultan un escenario de tensiones y conflictos, por el posicionamiento geoestratégico y pugna por los mercados entre los capitales europeo y norteamericano, principalmente. Precisamente, Róger Rumrrill señala que uno de los objetivos fundamentales de este libro es el de “analizar el impacto de esta recolonización de América Latina y de la cuenca amazónica para luego ver en perspectiva lo que va ha pasar”.

Consideramos que paralelamente a esta globalización periférica de los recursos naturales se vienen organizando nuevos tejidos de rebeldía y resistencia que tienen como principales protagonistas a los movimientos indígenas, particularmente en el Ecuador y en Bolivia. Estas nuevas formas de lucha van desde las reivindicaciones culturales e identitarias hasta las que nos plantean alternativas de contenido étnico y clasista a la vez.

Esperamos la pronta publicación de este libro que anuncia Róger Rumrrill, una voz autorizada que en alguna ocasión manifestara con profunda convicción que: “La Amazonía no es un tema sino un destino”. Yo me adhiero a esta categórica afirmación.

A continuación la breve entrevista que nos fuera concedida el domingo 4 de julio.

Jueves, 15 Julio de 2010

jueves, 29 de julio de 2010

NUESTRO SALUDO POR 28 Y 29 DE JULIO Y MUCHOS VIVAS

A TIO CELSO (86 AÑOS)
Y MI AMADO SEBASTIAN (7 AÑOS)
SERES QUERIDOS Y AMADOS DE MI FAMILIA
QUE CUMPLEN AÑOS JUSTO HOY DIA 28 DE JULIO

NUESTRO SALUDO POR 28 Y 29 DE JULIO Y MUCHOS VIVAS

Un día como hoy se sellò la independencia del Perú del imperio español. Es un día de fiesta, de celebración para los que pueden, incluida mi persona, cumpleaños de Sebas y mi querido tío Celso. Pero no para miles de peruanos que ganan el salario mínimo, o que no cuentan con Seguro Social, o viven hacinados en cuartuchos miserables, y piden limosnas en las calles y transportes públicos. Que gran paradoja del Perú rica cultura, y la mayor pobreza en los departamentos de gran producción minera, cuentas macroeconómicas buenas e incremento de los excluidos. La delincuencia y la corrupción campean, la delincuencia de los de abajo y los de arriba.

Còmo podemos explicarnos la independencia de 1821, sin las anteojeras de la actual burguesía racista, discriminatoria, explotadora, delincuencial que burla los elementales derechos a los trabajadores (recibos por honorarios profesionales, quinta categoria, burlando el pago de las vacaciones, y el seguro social) igualmente de la pequeña burguesía nacionalista, partido politico de Ollanta Humala, cuyos resultados se han visto en el Congreso: transfuguismo y arribismo, salvo raras excepciones.

Si miramos la historia con los prejuicios burgueses, sólo ensalzaremos la gesta de la independencia, con la mirada puesta en San Martín, y/o Bolívar. Queda en hipótesis, el concepto de patria grande, de gran nación, es por ello la amistad que recibió en el Ecuador, Bolívar a San Martín. Nos negamos a pensar que precursores criollos como San Martín y Bolívar solos abonaron el terreno revolucionario de la independencia. Tupac Amaru y Micaela Bastidas nos brindaron la clarinada de liberación Nacional, Faustino Sánchez Carrión, y otros.

Es motivo de comentario lo que expresa el historiador Manuel Burga nos dice que la propuesta de San Martín de : Monarquía constitucional con base de apoyo en el pueblo. Mientras que la otra propuesta independencia con preponderancia de criollos fue la triunfadora. San Martín quería evitar la anarquía nos expresan. Alguno de estos liberales criollos terminaron siendo mas hispanos que el propio Fernando VII, al morir atrincherados con una guarnición española en el cuartel Real Felipe, como es el caso de Torre Tagle, segundo presidente de Perú.

Si miramos la gesta libertaria, con una visión lejana y a largo plazo, concordamos la herencia de los rasgos coloniales y semifeudales de la sociedad peruana hasta el presente. En eso no hay discusión. Si nos ubicamos en el lugar de los protagonistas. La gran pregunta cae de madura en el contexto de los elementos de avanzada de la época, “Juan sin tiempo” aquel personaje de la radio de nuestra niñez que viajaba al pasado nos explicaría que en el momento fue progresista y revolucionaria la gesta libertaria.

Ser socialista en la actualidad, es retomar la admonición de José Carlos Mariategui, “atenernos a los principios”, no a la letra, al esquema, al dogma, al calco y copia, de las propuesta Revolucionaria. Estudiar los hechos históricos sin prejuicios. El esquema es una ayuda metodológica. Pero a partir de ellos debemos partir. Ragarro, Ibarra, Guzmán, Moreno, Paredes, Jorge del Prado, se observa en sus escritos la visión esquemática estalinista. No por ello dejar de reconocer la experiencia positiva y negativa al socialismo internacional de este último personaje J. Stalin . Calco y copia fueron las experiencias insurreccionales del treinta, del sesenta, y la de ochenta. Calco y copia con el ingrediente del terror en la experiencia de Sendero y MRTA, fue la experiencia política de la izquierda peruano con los istmos. Murrugarra, cayó también en lo que expresa en reciente entrevista para el blog SPA en el socialismo colonial (marxismo- leninismo). Somos testigos y participes del desmembramiento de esta organización política en diferentes corrientes ideológicas. Por lo tanto VR, estuvo influenciado por los mismos errores que los PCs. No solo en el “espontaneísmo revolucionario”.

VIVAN LOS HEROES ANONIMOS EN LA INDEPENDENCIA DEL PERU
VIVAN LOS PRECURSORES DEL PERU Y TODA AMERICA QUE NOS LIBERARON DEL DOMINIO ESPAÑOL.
VIVAN LOS PRECURSORES EUROPEOS QUE LUCHARON POR LA INDEPENDENCIA DEL PERU
VIVAN EN LA ACTUALIDAD LOS TRABAJADORES QUE LUCHAN CONTRA LIBERACIÓN DE LA ESCLAVITUD ASALARIADA, LOS GRUPOS MONOPOLICOS Y LOS IMPERIALISMOS NORTEAMERICANO, EUROPEO Y ASIATICO
VIVAN LOS LUCHADORES CAMPESINOS, LOS FRENTES REGIONALES, LAS COMUNIDADES NATIVAS.
VIVA EL SOCIALISMO PERUANO FUNDADO POR MARIATEGUI Y OTROS REVOLUCIONARIO NACIONALES Y EXTRANJEROS,
VIVA EL PERU, VIVA LOS POBRES, VIVA EL SOCIALISMO PERUANO.
VIVA EL INTERNACIONALISMO PROLETARIO,
Blog Socialismo Peruano Amauta

Nota: nos exoneramos de nombrar los “espectáculos circenses” del 28 y 29, por carecer de tiempo.

miércoles, 28 de julio de 2010

LA EMANCIPACION DEL PERU

Armando Robles Godoy: Trasladarán a cineasta al Hospital Edgardo Rebagliatti | RPP NOTICIAS

Armando Robles Godoy: Trasladarán a cineasta al Hospital Edgardo Rebagliatti | RPP NOTICIAS

Protesta por exportación del gas | LaRepublica.pe

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SOCIALISMO PERUANO AMAUTA: DESDE FRANCIA :MANIFIESTO DE PARIS BICENTENARIO Y SOCIALISMO

SOCIALISMO PERUANO AMAUTA: DESDE FRANCIA :MANIFIESTO DE PARIS BICENTENARIO Y SOCIALISMO

PROCER DE LA INDEPENDENCIA JOSE FAUSTINO SANCHEZ CARRION

La promesa incumplida - César Lévano - Columna del Director - 1953 - 67118

La promesa incumplida - César Lévano - Columna del Director - 1953 - 67118

La promesa incumplida - César Lévano - Columna del Director - 1953 - 67118

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La independencia peruana, una polémica permanente. Reflexiones acerca de la historia y los historiadores - Monografias.com

La independencia peruana, una polémica permanente. Reflexiones acerca de la historia y los historiadores - Monografias.com

CONDOR PASA

lunes, 26 de julio de 2010

Las mujeres y la muerte - César Lévano - Columna del Director - 1951 - 66794

Las mujeres y la muerte - César Lévano - Columna del Director - 1951 - 66794

EL TRACTOR ROJO: Crónica anunciada del Apocalipsis. La Humanidad sólo tiene una posibilidad y sólo una: el SOCIALISMO

EL TRACTOR ROJO: Crónica anunciada del Apocalipsis. La Humanidad sólo tiene una posibilidad y sólo una: el SOCIALISMO

DESDE FRANCIA :MANIFIESTO DE PARIS BICENTENARIO Y SOCIALISMO

MANIFIESTO de PARIS :
MOBICUS
Movimiento Bicentenario Cultural y Social BICENTENARIO Y SOCIALISMO

Perú en la conmemoración de los 189 años de la declaración de la independencia se instala una República que frustró las aspiraciones democráticas y Soberanas; en el momento actual queda aun por retomar dichas aspiraciones siendo el factor determinante del cambio, la acción de los propios Peruanos .
Se llega a un 28 de Julio 2010 en un contexto donde la coyuntura y las estructuras exigen ser transformadas hacia un Perú distinto: justo, solidario, libre, democrático y de respeto al medio ambiente.

Hoy existe una gran desigualdad entre los ciudadanos, hay un estado alejado de los intereses de las mayorías, no hay respeto de los derechos humanos, existe la inseguridad, hay el desempleo, la dependencia económica y financiera, la falta de libertad de expresión y opinión, la persecución a las ideas y reivindicaciones culturales. Hay la necesidad de afrontar los retos históricos poniendo como prioridad y en beneficio del pueblo: La educación , la salud, la cultura, la comunicación, el trabajo, la movilización en defensa de los recursos internos.
Las aspiraciones de los luchadores sociales y de los precursores de la declaración de la independencia y las nuestras permitirán desarrollar un estado con gobernantes y gobernados que destierren la corrupción que está instalada e enraizada en el propio estado y en los representantes del poder político y económico del Perú.
A los 189 años podríamos preguntarnos legítimamente acerca de nuestra cultura de libertad alcanzada. Somos libres, seámoslo siempre afirma el Himno Nacional; Esto pone en relieve y suscita indignaciones y emociones por la puesta en vigencia la búsqueda y conquista de la libertad valorando las tradiciones históricas de las diversas culturas y proyectando la forja de una nueva sociedad. Los Peruanos Peruanizaran el Perú, es una invitación a hacer vibrar el grito de libertad, por la democracia, por la independencia, por la soberanía. Es un mensaje para lo largo y ancho de Perú, y para los cerca de cuatro millones de Peruanos fuera de Perú. Si, si es posible tratar de proponer soluciones y cambios a nuestra realidad, pero para ello es necesario cuestionar la realidad en toda libertad y hacer que el Perú encuentre su entrada al futuro.
Seamos libres encuentra su valor solo en los principios socialistas. El pasado de un Perú milenario y sus valores culturales resplandecerán con la puesta en práctica del Socialismo como creación y decisión propia con propuestas basados en nuestra realidad.
Las mayorías y el Pueblo exigen cambios. La realidad y experiencias atravesadas durante los 189 años vuelve caduco todo intento y pretensión de querer mantener un status, incoherente, servil de los intereses foráneos, de las ideas impuestas. La República y la Democracia están en contradicción con el carácter dependiente de la economía acentuada mayormente en las últimas décadas . Los gobernantes y dueños del poder político durante los 189 años no han puesto en alto la soberanía nacional; muchas formas pueden aparentar cambios pero la esencia y resultados testimonian los magros logros en esta parte de la historia del Perú.
Reflexionemos sobre lo siguiente:
- En 189 años como y en qué cambio el Perú
- Qué República se ha construido y qué República anhelamos
- El Perú como puede ser Soberano, independiente
Agrupados movilicémonos hacia el Bicentenario obteniendo logros políticos, económicos, culturales y sociales.
Estos aspectos de llevan a la diversidad de opiniones, , debates y acciones. Lo fundamental que nos une es la transformación del humano, del Peruano, de la sociedad hacia su soberanía por el cambio del Perú y sus estructuras.

A los 189 años el Perú oprimido por el sistema imperante de la libre concurrencia económica no campeó ni fue preocupación fundamental de los gobernantes y tampoco pudo desarrollarse por el carácter dependiente de nuestra economía ante los monopolios.
Desde el pasado nuestra historia fue interrumpida, impedida su continuidad, invadida, sus pueblos masacrados y desaparecidos, sus culturas destruidas, saqueadas por los invasores.
Hace 189 años las aspiraciones de los Republicanos no se canalizaron hacia un proyecto y programa político de Soberanía nacional: las leyes, reformas, constituciones no han plasmado estos anhelos.

En estas últimas décadas la utopía Neoliberal maneja las riendas del Perú. Hoy se traduce por un programa político del gobernante actual basado en la defensa de los principios del Neoliberalismo. Este sistema enraizado en Perú es de dominio económico, financiero y político: no es un mercado puro, es destructor de los recursos naturales, acentúa la sobreexplotación del Pueblo, aplasta y reprime toda resistencia, privación de las condiciones de vida y trabajo, persigue y encarcela a los luchadores por las libertades. Dicho sistema en Perú se basa en una política económica de exportación que dura hace siglos, así tiene su sustento para apropiarse de las riquezas naturales, destruye la selva Peruana y del conjunto del territorio Peruano.
Con la “exportaciones” y las arengas del “crecimiento” macro-económico, los principales sectores se encuentran en estado de urgencia por su deterioro; es el caso de la minería, transportes, agricultura, minería, salud, Educación. El gobernante actual mantiene el país en una estrategia de entrega de las riquezas nacionales a las grandes empresas, a los monopolios, el estado no cuenta con una estrategia de desarrollo de los intereses nacionales.

El crecimiento no puede tapar la urgencia de estos sectores como tampoco puede silenciar La Corrupción gubernamental y del aparato estatal. Además, las dificultades del sistema dominante es que el “crecimiento” macroeconómico no puede resolver la contradicción entre la coyuntura y las crisis de estructura. El estado y sus representantes están al servicio de los intereses privados del gran capital.
El Neoliberalismo tiene sus brazos armados: FMI, Banco Mundial entre otros, imponen sus políticas como mantener el bajo costo de la mano de obra, imponen la reducción de gastos públicos, exigen la flexibilidad del trabajo y condiciones laborales.
El Neoliberalismo es entonces defendido por los gobernantes actuales como dogma, fiel a las recetas y dictados de los organismos financieros.
En los 189 años es de rigor comprender nuestra época y proyectar nuestros anhelos hacia otro futuro del Perú Pluricultural.
Seguir los dictados del Neoliberalismo o construir la democracia y el Socialismo, es el dilema de nuestra época: Optamos por el camino socialista. El socialismo será de creación, de participación y de inspiración Nacional.
Se camina hacia la independencia, la Republica, la democracia, la Soberanía?
Los 189 años debe ser abordado en el cuadro de la aproximación del Bicentenario. Una década de movilización propicia para emprender las polémicas que construyan lo nuevo y practiquen el esclarecimiento histórico, alcances y rumbo de los 200 años. Entremos a la gran batalla cultural durante esta década .

mobicus@hotmail.fr Paris Julio 2010 /

Lenin. Fotos: Estatua de Lenin

Lenin. Fotos: Estatua de Lenin

domingo, 25 de julio de 2010

YouTube - Lola Flores, A tu vera, Nitido

Luchamos contra la herencia colonial, pero amamos a España


Saga Falabella también abusa de trabajadores - Redactor Anónimo - Actualidad - 1950 - 66622

Saga Falabella también abusa de trabajadores - Redactor Anónimo - Actualidad - 1950 - 66622

SOCIALISMO PERUANO AMAUTA: ENTREVISTA A MARTIN GUERRA

SOCIALISMO PERUANO AMAUTA: ENTREVISTA A MARTIN GUERRA

SOCIALISMO PERUANO AMAUTA: ENTREVISTA A MARTIN GUERRA

SOCIALISMO PERUANO AMAUTA: ENTREVISTA A MARTIN GUERRA

Marx (1881): Proyecto de respuesta a la carta de V. I. Zasulich.

Marx (1881): Proyecto de respuesta a la carta de V. I. Zasulich.

carta de marx a vera zasulech - Buscar con Google

carta de marx a vera zasulech - Buscar con Google

sábado, 24 de julio de 2010

“Inestable” Stand 33 en la Feria Internacional del Libro de Lima



--- El sáb, 24/7/10, Valquiria <silvia.anaisnin@gmail.com> escribió:

De: Valquiria <silvia.anaisnin@gmail.com>
Asunto: - "Inestable" Stand 33 en la Feria Internacional del Libro de Lima
Para:
Fecha: sábado, 24 de julio, 2010 10:01

"Inestable"Stand 33 en la Feria Internacional del Libro de Lima

Desde el jueves 22 de Julio hasta el miércoles 05 Agosto  se está realizando la 15º Feria Internacional del Libro de Lima,

invitamos a todos los amigos y amigas a acercarse al Stand 33 "Inestable", donde apreciarán libros de poesía de diversos autores latinoamericanos, entre ellos jóvenes, en especial de Sur América. Asimismo otras joyas artísticas (libros, revistas, dibujos de Carlos Ostolaza, etc.)

Podrán adquirir diferentes títulos a precio accesible. 


Horario: 1:00 pm a 9: 30 p.m

Las actividades se efectuarán en el recinto ferial sito en el Parque de Los Próceres, Av. Salaverry cuadra 17, frente al Círculo Militar - Jesús María.

Muchas gracias. Los esperamos.

 


 

 


RECUERDO A MANUEL GONZALES PRADA

BIOGRAFIA DE SIMON BOLIVAR

UN DIA COMO HOY NACIO SIMON BOLIVAR


Archivo Marx/Engels
C. Marx
BOLÍVAR Y PONTE
(1858)

BOLÍVAR Y PONTE, Simón, el "Libertador" de Colombia, nació el 24 de julio de 1783 en Caracas y murió en San Pedro, cerca de Santa Marta, el 17 de diciembre de 1830. Descendía de una de las familias mantuanas, que en la época de la dominación española constituían la nobleza criolla en Venezuela. Con arreglo a la costumbre de los americanos acaudalados de la época, se le envió Europa a la temprana edad de 14 años. De España pasó Francia y residió por espacio de algunos años en París. En 1802 se casó en Madrid y regresó a Venezuela, donde su esposa falleció repentinamente de fiebre amarilla. Luego de este suceso se trasladó por segunda vez a Europa y asistió en 1804 a la coronación de Napoleón como empe rador, hallándose presente, asimismo, cuando Bonaparte se ciñó la corona de hierro de Lombardía. En 1809 volvió a su patria y, pese a las instancias de su primo José Félix Ribas, rehusó adherirse a la revolución que estalló en Caracas el 19 de abril de 1810. Pero, con posterioridad a ese acontecimiento, aceptó la misión de ir a Londres para comprar armas y gestionar la protección del gobierno británico. El marqués de Wellesley, a la sazón ministro de relaciones exteriores, en apariencia le dio buena acogida. pero Bolívar no obtuvo más que la autorización de exportar armas abonándolas al contado y pagando fuertes derechos. A su regreso de Londres se retiró a la vida privada, nuevarnente, hasta que en setiembre de 1811 el general Miranda, por entonces comandante en jefe de las fuerzas rectas de mar y tierra, lo persuadió de que aceptara el rango de teniente coronel en el estado mayor y el mando de Puerto Cabello, la principal plaza fuerte de Venezuela.
Cuando los prisioneros de guerra españoles, que Miranda enviaba regularmente a Puerto Cabello para mantenerlos encerrados en la ciudadela, lograron atacar por sorpresa la guardia y la dominaron, apoderándose de la ciudadela, Bolívar, aunque los españoles estaban desarmados, mientras que él disponía de una fuerte guarnición y de un gran arsenal, se embarcó precipitadamente por la noche con ocho de sus oficiales, sin poner al tanto de lo ocurría ni a sus propias tropas, arribó al amanecer a Guaira y se retiró a su hacienda de San Mateo. Cuando la guarnición se enteró de la huida de su comandante, abandonó en buen orden la plaza, a la que ocupade inmediato los españoles al mando de Monteverde. Este acontecimiento inclinó la balanza a favor de España y forzó a Miranda a suscribir, el 26 de julio de 1812, por encargo del congreso, el tratado de La Victoria, que sometió nuevamente a Venezuela al dominio español. El 30 de julio llegó Miranda a La Guaira, con la intención embarcarse en una nave inglesa. Mientras visitaba al coronel Manuel María Casas, comandante de la plaza, se encontró con un grupo numeroso, en el que se contaban don Miguel Peña y Simón Bolívar, que lo convencieron de que se quedara, por lo menos úna noche, en la residencia de Casas. A las dos de la madrugada, encontrándose Miranda profundamente dormido, Casas, Peña y Bolívar se introdujeron en su habitación con cuatro soldados armados, se apoderaron precavidamente de su espada y su pistola, lo despertaron y con rudeza le ordenaron que se levantara y vistiera, tras lo cual lo engrillaron y entregaron a Monteverde. El jefe español lo remitió a Cádiz, donde Miranda, encadenado, murió después de varios años de cautiverio. Ese acto, para cuya justificación se recurrió al pretexto de que Miranda había traicionado a su país la capitulación de La Victoria, valió a Bolívar el especial favor de Monteverde, a tal punto que cuando el primero le solicitó su pasaporte, el jefe español declaró: "Debe satisfacerse el pedido del coronel Bolívar, como recompensa al servicio prestado al rey de España con laentrega de Miranda".
Se autorizó así a Bolívar a que se embarcara con destino a Curazao, donde permaneció seis semanas. En cornpañía de su primo Ribas se trasladó luego a la pequeña república de Cartagena. Ya antes de su arribo habían huido a Cartagena gran cantidad de soldados, ex combatientes a las órdenes del general Miranda. Ribas les propuso emprender una expedición contra los españoles en Venezuela y reconocer a Bolívar como comandante en jefe. La primera propuesta recibió una acogida entusiasta; la segunda fue resistida, aunque finalmente accedieron, a condición de que Ribas fuera el lugarteniente de Bolívar. Manuel Rodríguez Torices, el presidente de la república de Cartagena, agregó a los 300 soldados así reclutados para Bolívar otros 500 hombres al mando de su primo Manuel Castillo. La expedición partió a comienzos de enero de 1813. Habiéndose producido rozamientos entre Bolívar y Castillo respecto a quién tenía el mando supremo, el segundo se retiró súbitamente con sus granaderos. Bolívar, por su parte, propuso seguir el ejemplo de Castillo y regresar a Cartagena, pero al final Ribas pudo persuadirlo de que al menos prosiguiera en su ruta hasta Bogotá, en donde a la sazón tenía su sede el Congreso de Nueva Granada. Fueron allí muy bien acogidos, se les apoyó de mil maneras y el congreso los ascendió al rango de generales. Luego de dividir su pequeño ejército en dos columnas, marcharon por distintos caminos hacia Caracas. Cuanto más avanzaban, tanto más refuerzos recibían; los crueles excesos de los españoles hacían las veces, en todas partes, de reclutadores para el ejército independentista. La capacidad de resistencia de los españoles estaba quebrantada, de un lado porque las tres cuartas partes de su ejército se componían de nativos, que en cada encuentro se pasaban al enemigo; del otro debido a la cobardía de generales tales como Tízcar, Cajigal y Fierro, que a la menor oportunidad abandonaban a sus propias tropas. De tal suerte ocurrió que Santiago Mariño, un joven sin formación, logró expulsar de las provincias de Cumaná y Barcelona a los españoles, al mismo tiempo que Bolívar ganaba terreno en las provincias occidentales. La única sistencia seria la opusieron los españoles a la columna de Ribas, quien no obstante derrotó al general Monteverde en Los Taguanes y lo obligó a encerrarse en Puerto Cabello el resto de sus tropas.
Cuando el gobernador de Caracas, general Fierro, tuvo noticias de que se acercaba Bolívar, le envió parlamentarios para ofrecerle una capitulación, la que se firmó en La Victoria. Pero Fierro, invadido por un pánico repentino y sin aguardar el regreso de sus propios emisarios, huyó secretamente por la noche y dejó a más de 1.500 españoles librados a la merced del enemigo. A Bolívar se le tributó entonces una entrada apoteótica. De pie, en un carro de triunfo, al que arrastraban doce damiselas vestidas de blanco y ataviadas con los colores nacionales, elegidas todas ellas entre las mejores familias caraqueñas, Bolívar, la cabeza descubierta y agitando un bastoncillo en la man, fue llevado en una media hora desde la entrada la ciudad hasta su residencia. Se proclamó "Dictador y Libertador de las Provincias Occidentales de Venezuela" --Mariño había adoptado el título de "Dictador de las Provincias Orientales"--, creó la "Orden del Libertador", formó un cuerpo de tropas escogidas a las que denominó guardia de corps y se rodeó de la pompa propia de una corte. Pero, como la mayoría de sus compatriotas, era incapaz de todo esfuerzo de largo aliento y su dictadura degeneró pronto en una anarquía militar, en la cual asuntos más importantes quedaban en manos de favoritos que arruinaban las finanzas públicas y luego recurrían a medios odiosos para reorganizarlas. De este modo el novel entusiasmo popular se transformó en descontento, y las dispersas fuerzas del enemigo dispusieron de tiempo para rehacerse. Mientras que a comienzos de agosto de 1813 Monteverde estaba encerrado en la fortalede Puerto Cabello y al ejército español sólo le quedaba una angosta faja de tierra en el noroeste de Venezuela, apenas tres meses después el Libertador había perdido su prestigio y Caracas se hallaba amenazada por la súbita aparición en sus cercanías de los españoles victoriosos, al mando de Boves. Para fortalecer su poder tambaleante Bolívar reunió, el 1de enero de 1814, una junta constituida por los vecinos caraqueños más influyentes y les manifestó que no deseaba soportar más tiempo el fardo de la dictadura. Hurtado de Mendoza, por su parte, fundamentó en un prolongado discurso "la necesidad de que el poder supremo se mantuviese en las manos del general Bolívar hasta que el Congreso de Nueva Granada pudiera reunirse y Venezuela unificarse bajo un solo gobierno". Se aprobó esta propuesta y, de tal modo, la dictadura recibió una sanción legal.
Durante algún tiempo se prosiguió la guerra contra los españoles, bajo la forma de escaramuzas, sin que ninguno de los contrincantes obtuviera ventajas decisivas. En junio de 1814 Boves, tras concentrar sus tropas, marchó de Calabozo hasta La Puerta, donde los dos dictadores, Bolívar y Mariño, habían combinado sus fuerzas. Boves las encontró allí y ordenó a sus unidades que las atacaran sin dilación. Tras una breve resistencia, Bolívar huyó a Caracas, mientras que Mariño se escabullía hacia Cumaná. Puerto Cabello y Valencia cayeron en las manos de Boves, que destacó dos columnas (una de ellas al mando del coronel González) rumbo a Caracas, por distintas rutas. Ribas intentó en vano contener el avance de González. Luego de la rendición de Caracas a este jefe, Bolívar evacuó a La Guaira, ordenó a los barcos surtos en el puerto que zarparan para Cumaná y se retiró con el resto de sus tropas hacia Barcelona. Tras la derrota que Boves infligió a los insurrectos en Arguita, el 8 de agosto de 1814, Bolívar abandonó furtivamente a sus tropas, esa misma noche, para dirigirse apresuradamente y por atajos hacia Cumaná, donde pese a las airadas protestas de Ribas se embarcó de inmediato en el "Bianchi", junto con Mariño y otros oficiales. Si Ribas, Páez y los demás generales hubieran seguido a los dictadores en su fuga, todo se habría perdido. Tratados como desertores a su arribo a Juan Griego, isla Margarita, por el general Arismendi, quien les exigió que partieran, levaron anclas nuevamente hacia Carúpano, donde, habiéndolos recibido de manera análoga el coronel Bermúdez, se hicieron a la mar rumbo a Cartagena. Allí a fin de cohonestar su huida, publicaron una memoria de justificación, henchida de frases altisonantes.
Habiéndose sumado Bolívar a una conspiración para derrocar al gobierno de Cartagena, tuvo que abandonar esa pequeña república y seguir viaje hacia Tunja, donde etaba reunido el Congreso de la República Federal de Nueva Granada. La provincia de Cundinamarca, en ese entonces, estaba a la cabeza de las provincias independientes que se negaban a suscribir el acuerdo federal neogranadino, mientras que Quito, Pasto, Santa Marta y otras provincias todavía se hallaban en manos de los españoles. Bolívar, que llegó el 22 de noviembre de 1814 a Tunja, designado por el congreso comandante en jefe de las fuerzas armadas federales y recibió la doble misión de obligar al presidente de la provincia de Cundinamarca a reconociera la autoridad del congreso y de marchar luego sobre Santa Marta, el único puerto de mar fortificado granadino aún en manos de los españoles. No presentó dificultades el cumplimiento del primer cometido, puesto que Bogotá, la capital de la provincia desafecta, carecía de fortificaciones. Aunque la ciudad había capitulado, Bolívar permitió a sus soldados que durante 48 horas la saquearan. En Santa Marta el general español Montalvo, disponía tan sólo de una débil guarnición de 200 hombres y de una plaza fuerte en pésimas condiciones defensivas, tenía apalabrado ya un barco francés para asegurar su propia huida; los vecinos, por su parte, enviaron un mensaje a Bolívar participándole que, no bien apareciera, abrirían las puertas de la ciudad y expulsarían a la guarnición. Pero en vez de marchar contra los españoles de Santa Marta, tal como se lo había ordenado el congreso, Bolívar se dejó arrastrar por su encono contra Castillo, el comandante de Cartagena, y actuando por su propia cuenta condujo sus tropas contra esta última ciudad, parte integral de la República Federal. Rechazado, acampó en Popa, un cerro situado aproximadamente a tiro de cañon de Cartagena. Por toda batería emplazó un pequeño cañón, contra una fortaleza artillada con unas 80 piezas. Pasó luego del asedio al bloqueo, que duró hasta comienzos de mayo, sin más resultado que la disminución de sus efectivos, por deserción o enfermedad, de 2.400 a 700 hombres. En el ínterin una gran expedición española comandada por el general Morillo y procedente de Cádiz había arribado a la isla Margarita, el 25 de marzo de 1815. Morillo destacó de inmediato poderosos refuerzos a Santa Marta y poco después sus fuerzas se adueñaron de Cartagena. Previamente, empero, el 10 de mayo 1815, Bolívar se había embarcado con una docena de oficiales en un bergantín artillado, de bandera británica, rumbo a Jamaica. Una vez llegado a este punto de refugio publicó una nueva proclama, en la que se presentaba como la víctima de alguna facción o enemigo secreto y defendía su fuga ante los españoles como si se tratara una renuncia al mando, efectuada en aras de la paz pública.
Durante su estada de ocho meses en Kingston, los genrales que había dejado en Venezuela y el general Arismendi en la isla Margarita presentaron una tenaz resistencia las armas españolas. Pero después que Ribas, a quién Bolívar debía su renombre, cayera fusilado por los españoles tras la toma de Maturín, ocupó su lugar un hombre de condiciones militares aun más relevantes. No pudiendo desempeñar, por su calidad de extranjero, un papel autónomo en la revolución sudamericana, este hombre decidió entrar al servicio de Bolívar. Se trataba de Luis Brion. Para prestar auxilios a los revolucionarios se había hecho a la mar en Londres, rumbo a Cartagena, con una corbeta de 24 cañones, equipada en gran parte a sus propias expensas y cargada con 14.000 fusiles y una gran cantidad de otros pertrechos. Habiendo llegado demasiado tarde y no pudiendo ser útil a los rebeldes, puso proa hacia Cayos, en Haití, adonde muchos emigrados patriotas habían huido tras la capitulación de Cartagena. Entretanto Bolívar se había trasladado también a Puerto Príncipe donde, a cambio de su promesa de liberar a los esclavos, el presidente haitiano Pétion le ofreció un cuantioso apoyo material para una nueva expedición contra los españoles de Venezuela. En Los Cayos se encontró con Brion y los otros emigrados y en una junta general se propuso a sí mismo como jefe de la nueva expedición, bajo la condición de que, hasta la convocatoria de un cóngreso general, él reuniría en sus manos los poderes civil y militar. Habiendo aceptado la mayoría esa condición, los expedicionarios se hicieron a la mar el 16 de abril de 1816 con Bolívar como comandante y Brion en calidad de almirante. En Margarita, Bolívar logró ganar para su causa a Arismendi, el comandante de la isla, quien había rechazado a los españoles a tal punto que a éstos sólo les restaba un único punto de apoyo, Pampatar. Con la formal promesa de Bolívar de convocar un congreso nacional en Venezuela no bien se hubiera hecho dueño del país, Arismendi hizo reunir una junta en la catedral de Villa del Norte y proclamó públicamente a Bolívar jefe supremo de las repúblicas de Venezuela y Nueva Granada. El 31 de mayo de 1816 desembarcó Bolívar en Carúpano, pero no se atrevió a impedir que Mariño y Piar se apartaran de él y efectuaran, por su propia cuenta, una campaña contra Cumaná. Debilitado por esta separación y siguiendo los consejos de Brion se hizo a la vela rumbo a Ocumare [de la Costa], adonde arribó el 3 de julio de 1816 con 13 barcos, de los cuales sólo 7 estaban artillados. Su ejército se componía tan sólo de 650 hombres, que aumentaron a 800 por el reclutamiento de negros, cuya liberación había proclamado. En Ocumare difundió un nuevo manifiesto, en el que prometía "exterminar a los tiranos" y "convocar al pueblo para que designe sus diputados al congreso. Al avanzar en dirección a Valencia, se topó, no lejos de Ocumare, con el general español Morales, a la cabeza de unos 200 soldados y 100 milicianos. Cuando los cazadores de Morales dispersaron la vanguardia de Bolívar, éste, según un testigo ocular, perdió "toda presencia de ánimo y sin pronunciar palabra, en un santiamén volvió grupas y huyó a rienda suelta hacia Ocumare, atravesó el pueblo a toda carrera, llegó a la bahía cercana, saltó del caballo, se introdujo en un bote y subió a bordo del « Diana», dando orden a toda la escuadra de que lo siguiera a la pequeña isla de Bonaire y dejando a todos sus compañeros privados del menor auxilio". Los reproches y exhortaciones de Brion lo indujeron a reunirse a los demás jefes en la costa de Cumaná; no obstante, como lo recibieron inamistosamente y Piar lo amenazó con someterlo a un consejo de guerra por deserción y cobardía, sin tardanza volvió a partir rumbo a Los Cayos. Tras meses y meses de esfuerzos, Brion logró finalmente persuadir a la mayoría de los jefes militares venezolanos -que sentían la necesidad de que hubiera un centro, aunque simplemente fuese nominal- de que llamaran una vez más a Bolívar como comandante en jefe, bajo la condición expresa de que convocaría al congreso y no se inmiscuiría en la administración civil. El 31 de diciembre de 1816 Bolívar arribó a Barcelona con las armas, municiones y pertrechos proporcionados por Pétion. El 2 de enero de 1817 se le sumó Arismendi, y el día 4 Bolívar proclamó la ley marcial y anunció que todos los poderes estaban en sus manos. Pero 5 días después Arismendi sufrió un descalabro en una emboscada que le tendieran los españoles, y el dictador huyó a Barcelona. Las tropas se concentraron nuevamente en esa localidad, adonde Brion le envió tanto armas como nuevos refuerzos, de tal suerte que pronto Bolívar dispuso de una nueva fuerza de 1.100 hombres. El 5 de abril los españoles tomaron la ciudad de Barcelona, y las tropas de los patriotas se replegaron hacia la Casa de la Misericordia, un edificio sito en las afueras. Por orden de Bolívar se cavaron algunas trincheras, pero de manera inapropiada para defender contra un ataque serio una guarnición de 1.000 hombres. Bolívar abandonó la posición en la noche del 5 de abril, tras comunicar al coronel Freites, en quien delegó el mando, que buscaría tropas de refresco y volvería a la brevedad. Freites rechazó un ofrecimiento de capitulación, confiado en la promesa, y después del asalto fue degollado por los españoles, al igual que toda la guarnición.
Piar, un hombre de color, originario de Curazao, concibió y puso en práctica la conquista de la Guayana, a cuyo efecto el almirante Brion lo apoyó con sus cañoneras. El 20 de julio, ya liberado de los españoles todo el territorio, Piar, Brion, Zea, Mariño, Arismendi y otros convocaron en Angostura un congreso de las provincias y pusieron al frente del Ejecutivo un triunvirato; Brion, que detestaba a Piar y se interesaba profundamente por Bolívar, ya que en el éxito del mismo había puesto en juego su gran fortuna personal, logró que se designase al último como miembro del triunvirato, pese a que no se hallaba presente. Al enterarse de ello Bolívar, abandonó su refugio y se presentó en Angostura, donde, alentado por Brion, disolvió el congreso y el triunvirato y los remplazó por un "Consejo Supremo de la Nación", del que se nombró jefe, mientras que Brion y Francisco Antonio Zea quedaron al frente, el primero de la sección militar y el segundo de la sección política. Sin embargo Piar, el conquistador de Guayana, que otrora había amenazado con someter a Bolívar ante un consejo de guerra por deserción, no escatimaba sarcasmos contra el "Napoleón de las retiradas", y Bolívar aprobó por ello un plan para eliminarlo. Bajo las falsas imputaciones de haber conspirado contra los blancos, atentado contra la vida de Bolívar y aspirado al poder supremo, Piar fue llevado ante un consejo de guerra presidido por Brion y, condenado a muerte, se le fusiló el 16 de octubre de 1817. Su muerte llenó a Mariño de pavor. Plenamente consciente de su propia insignificancia al hallarse privado del concurso de Piar, Mariño, en una carta abyectísima, calumnió públicamente a su amigo victimado, se dolió de su propia rivalidad con el Libertador y apeló a la inagotable magnanimidad de Bolívar.
La conquista de la Guayana por Piar había dado un vuelco total a la situación, en favor de los patriotas, pues esta provincia sola les proporcionaba más recursos que las otras siete provincias venezolanas juntas. De ahí que todo el mundo confiara en que la nueva campaña anunciada por Bolívar en una flamante proclama conduciría a la expulsión définitiva de los españoles. Ese primer boletín, según el cual unas pequeñas partidas españolas que forrajeaban al retirarse de Calabozo eran "ejércitos que huían ante núestras tropas victoriosas", no tenía por objetivo disipar tales esperanzas. Para hacer frente a 4.000 españoles, que Morillo aún no había podido concentrar, disponía Bolívar de más de 9.000 hombres, bien armados y equipados, abundantemente provistos con todo lo necesario para la guerra. No obstante, a fines de mayo de 1818 Bolívar había perdido unas doce batallas y todas las provincias situadas al norte del Orinoco. Como dispersaba sus fuerzas, numéricamente superiores, éstas siempre eran batidas por separado. Bolívar dejó la dirección de la guerra en manos de Páez y sus demás subordinados y se retiró a Angostura. A una defección seguía la otra, y todo parecía encaminarse a un descalabro total. En ese momento extremadamente crítico, una conjunción de sucesos afortunados modificó nuevamente el curso de las cosas. En Angostura Bolívar encontró a Santander, natural de Nueva Granada, quien le solicitó elementos para una invasión a ese territorio, ya que la población local estaba pronta para alzarse en masa contra los españoles. Bolívar satisfizo hasta cierto punto esa petición. En el ínterin, llegó de Inglaterra una fuerte ayuda bajo la forma de hombres, buques y municiones, y oficiales ingleses, franceses, alemanes y polacos afluyeron de todas partes a Angostura. Finalmente, el doctor [Juan] Germán Roscio, consternado por la estrella declinante de la revolución sudamericana, hizo su entrada en escena, logró el valimiento de Bolívar y lo indujo a convocar, para el 15 de febrero de 1819, un congreso nacional, cuya sola mención demostró ser suficientemente poderosa para poner en pie un nuevo ejército de aproxi madamente 14.000 hombres, con lo cual Bolívar pudo pasar nuevamente a la ofensiva.
Los oficiales extranjeros le aconsejaron diera a entender que proyectaba un ataque contra Caracas para liberar a Venezuela del yugo español, induciendo así a Morillo a retirar sus fuerzas de Nueva Granada y concentrarlas para la defensa de aquel país, tras lo cual Bolívar debía volverse súbitamente hacia el oeste, unirse a las guerrillas de Santander y marchar sobre Bogotá. Para ejecutar ese plan, Bolívar salió el 24 de febrero de 1819 de Angostura, después de designar a Zea presidente del congreso y vicepresidente de la república durante su ausencia. Gracias a las maniobras de Páez, los revolucionarios batieron a Morillo y La Torre en Achaguas, y los habrían aniquilado completamente si Bolívar hubiese sumado sus tropas a las de Páez y Mariño. De todos modos, las victorias de Páez dieron por resultado la ocupación de la provincia de Barinas, quedando expedita así la ruta hacia Nueva Granada. Como aquí todo estaba preparado por Santander, las tropas extranjeras, compuestas fundamentalmente por ingleses, decidieron el destino de Nueva Granada merced a las victorias sucesivas alcanzadas el 1 y 23 de julio y el 7 de agosto en la provincia de Tunja. El 12 de agosto Bolívar entró triunfalmente a Bogotá, mientras que los españoles, contra los cuales se habían sublevado todas las provincias de Nueva Granada, se atrincheraban en la ciudad fortificada de Mompós.
Luego de dejar en funciones al congreso granadino y al general Santander como comandante en jefe Bolívar marchó hacia Pamplona, donde paso mas de dos meses en festejos y saraos. El 3 de noviembre llego a Mantecal, Venezuela, punto que había fijado a los jefes patriotas para que se le reunieran con sus tropas Con un tesoro de unos 2.000.000 de dólares, obtenidos de los habitantes de Nueva Granada mediante contribuciones forzosas, y disponiendo de una fuerza de aproximadamente 9.000 hombres, un tercio de los cuales eran ingleses, irlandeses, hanoverianos y otros extranjeros bien disciplinados, Bolívar debía hacer frente a un enemigo privado de toda clase de recursos, cuyos efectivos se reducían a 4.500 hombres, las dos terceras partes de los cuales, además, eran nativos y mal podían, por ende, inspirar confianza a los españoles. Habiéndose retirado Morillo de San Fernando de Apure en dirección a San Carlos, Bolívar lo persiguió hasta Calabozo, de modo que ambos estados mayores, enemigos se encontraban apenas a dos días de marcha el uno del otro. Si Bolívar hubiese avanzado con resolución, sus solas tropas europeas habrían bastado para aniquilar a los españoles. Pero prefirió prolongar la guerra cinco años más.
En octubre de 1819 el congreso de Angostura había forzado a renunciar a Zea, designado por Bolívar, y elegido en su lugar a Arismendi. No bien recibió esta noticia, Bolívar marchó con su legión extranjera sobre Angostura, tomó desprevenido a Arismendi, cuya fuerza se reducia a 600 nativos, lo deportó a la isla Margarita e invistió nuevamente a Zea en su cargo y dignidades. El doctor Roscio, que había fascinado a Bolívar con las perspectivas de un poder central, lo persuadió de que proclamara a Nueva Granada y Venezuela como "República de Colombia", promulgase una constitución para el nuevo estado --redactada por Roscio-- y permitiera la instalación de un congreso común para ambos países. El 20 de enero de 1820 Bolívar se encontraba de regreso en San Fernando de Apure. El súbito retiro de su legión extranjera, más temida por los españoles que un número diez veces mayor de colombianos, brindó a Morillo una nueva oportunidad de concentrar refuerzos. Por otra parte, la noticia de que una poderosa expedición a las órdenes de O'Donnell estaba a punto de partir de la Península, levantó los decaídos ánimos del partido español. A pesar de que disponía de fuerzas holgadamente superiores, Bolívar se las arregló para no conseguir nada durante la campaña de 1820. Entretanto llegó de Europa la noticia de que la revolución en la isla de León había puesto violento fin a la programada expedición de O'Donnell. En Nueva Granada, 15 de las 22 provincias se habían adherido al gobierno de Colombia, y a los españoles sólo les restaban la fortaleza de Cartagena y el istmo de Panamá. En Venezuela, 6 de las 8 provincias se sometieron a las leyes colombianas. Tal era el estado de cosas cuando Bolívar se dejó seducir por Morillo y entró con él en tratativas que tuvieron por resultado, el 25 de noviembre de 1820, la concertación del convenio de Trujillo, por el que se establecía una tregua de seis meses. En el acuerdo de armisticio no figuraba una sola mención siquiera a la Republica de Colombia, pese a que el congreso había prohibido, a texto expreso, la conclusión de ningún acuerdo con el jefe español si éste no reconocía previamente la independencia de la república.
El 17 de diciembre, Morillo, ansioso de desempeñar un papel en España, se embarcó en Puerto Cabello y delegó el mando supremo en Miguel de Latorre; el 10 de marzo de 1821 Bolívar escribió a Latorre participándole que las hostilidades se reiniciarían al término de un plazo de 30 días. Los españoles ocupaban una sólida posición en Carabobo, una aldea situada aproximadamente a mitad de camino entre San Carlos y Valencia; pero en vez de reunir allí todas sus fuerzas, Latorre sólo había concentrado su primera división, 2.500 infantes y unos 1.500 jinetes, mientras que Bolívar disponía aproximadamente de 6.000 infantes, entre ellos la legión británica, integrada por 1.100 hombres, y 3.000 llaneros a caballo bajo el mando de Páez. La posición del enemigo le pareció tan imponente a Bolívar, que propuso a su consejo de guerra la concertación de una nueva tregua, idea que, sin embargo, rechazaron sus subalternos. A la cabeza de una columna constituida fundamentalmente por la legión británica, Páez, siguiendo un atajo, envolvió el ala derecha del enemigo; ante la airosa ejecución de esa maniobra, Latorre fúe el primero de los españoles en huir a rienda suelta, no deteniéndose hasta llegar a Puerto Cabello, donde se encerró con el resto de sus tropas. Un rápido avance del ejército victorioso hubiera producido, inevitablemente, la rendición de Puerto Cabello, pero Bolívar perdió su tiempo haciéndose homenajear en Valencia y Caracas. El 21 de setiembre de 1821 la gran fortaleza de Cartagena capituló ante Santander. Los últimos hechos de armas en Venezuela --el combate naval de Maracaibo en agosto de 1823 y la forzada rendición de Puerto Cabello en julio de 1824-- fueron ambos la obra de Padilla. La revolución en la isla de León, que volvió imposible la partida de la expediúión de O'Donnell, y el concurso de la legión británica, habían volcado, evidentemente, la situación a favor de los colombianos.
El Congreso de Colombia inauguró sus sesiones en enero de 1821 en Cúcuta; el 30 de agosto promulgó la nueva constitución y, habiendo amenazado Bolívar una vez mas con renunciar, prorrogó los plenos poderes del Libertador. Una vez que éste hubo firmado la nueva carta constitucional, el congreso lo autorizó a emprender la campaña de Quito (1822), adonde se habían retirado los españoles tras ser desalojados del istmo de Panamá por un levantamiento general de la población. Esta campaña, que finalizó con la incorporación de Quito, Pasto y Guayaquil a Colombia, se efectuó bajo la dirección nominal de Bolívar y el general Sucre, pero los pocos éxitos alcanzados por el cuerpo de ejército se debieron íntegramente a los oficiales británicos, y en particular al coronel Sands. Durante las campañas contra los españoles en el Bajo y el Alto Peru --1823-1824-- Bolívar ya no consideró necesario representar el papel de comandante en jefe, sino que delegó en el general Sucre la conducción de la cosa militar y restringio sus actividades a las entradas triunfales, los manifiestos y la proclamación de constituciones. Mediante su guardia de corps colombiana manipuló las decisiones del Congreso de Lima, que el 10 de febrero de 1823 le encomendó la dictadura; gracias a un nuevo simulacro de renuncia, Bolívar se aseguró la reelección como presidente de Colombia. Mientras tanto su posición se había fortalecido, en parte con el reconocimiento oficial del nuevo estado por Inglaterra, en parte por la conquista de las provincias altoperuanas por Sucre, quién unificó a las últimas en una república independiente, la de Bolivia. En este país, sometido a las bayonetas de Sucre, Bolívar dio curso libre a sus tendencias al despotismo y proclamó el Código Boliviano, remedo del Code Napoleón. Proyectaba trasplantar ese código de Bolivia al Perú, y de éste a Colombia, y mantener a raya a los dos primeros estados por medio de tropas colombianas, y al último mediante la legión extranjera y soldados peruanos. Valiéndose de la violencia, pero también de la intriga, de hecho logró imponer, aunque tan sólo por unas pocas semanas, su código al Perú. Como presidente y libertador de Colombia, protector y dictador del Perú y padrino de Bolivia, había alcanzado la cúspide de su gloria. Pero en Colombia había surgido un serio antagonismo entre los centralistas, o bolivistas, y los federalistas, denominación esta última bajo la cual los enemigos de la anarquía militar se habían asociado a los rivales militares de Bolívar. Cuando el Congreso dé Colombia, a instancias de Bolívar, formuló una acusación contra Páez, vicepresidente de Venezuela, el último respondió con una revuelta abierta, la que contaba secretamente con el apoyo y aliento del propio Bolívar; éste, en efecto, necesitaba sublevaciones como pretexto para abolir la constitución y reimplantar la dictadura. A su regreso del Perú, Bolívar trajo además de su guardia de corps 1.800 soldados peruanos, presuntamente para combatir a los federalistas alzados. Pero al encontrarse con Páez en Puerto Cabello no sólo lo confirmó como máxima autoridad en Venezuela, no sólo proclamó la amnistía para los rebeldes, sino que tomó partido abiertamente por ellos y vituperó a los defensores de la constitución; el decreto del 23 de noviembre de 1826, promulgado en Bogotá, le concedió poderes dictatoriales.
En el año 1826, cuando su poder comenzaba a declinar, logro reunir un congreso en Panamá, con el objeto aparente de aprobar un nuevo código democrático internacional. Llegaron plenipotenciarios de Colombia, Brasil, La Plata, Bolivia, México, Guatemala, etc. La intención real de Bolívar era unificar a toda América del Sur en una república federal, cuyo dictador quería ser él mismo. Mientras daba así amplio vuelo a sus sueños de ligar medio mundo a su nombre, el poder efectivo se le escurría rápidamente de las manos. Las tropas colombiams destacadas en el Perú, al tener noticia de los preparativos que efectuaba Bolívar para introducir el Código Boliviano, desencadenaron una violenta insurrección. Los pruanos eligieron al general Lamar presidente de su república, ayudaron a los bolivianos a expulsar del país las tropas colombianas y emprendieron incluso una victoriosa guerra contra Colombia, finalizada por un tratado que redujo a este país a sus límites primitivos, estableció la igualdad de ambos países y separó las deudas públicas de uno y otro. La Convención de Ocaña, convocada por Bolívar para reformar la constitución de modo que su poder no encontrara trabas, se inauguró el 2 de marzo de 1828 con la lectura de un mensaje cuidadosamente redactado, en el que se realzaba la necesidad de otorgar nuevos poderes al ejecutivo. Habiéndose evidenciado, sin embargo, que el proyecto de reforma constitucional diferiría esencialmente del previsto en un principio, los amigos de Bolívar abandonaron la convención dejándola sin quórum, con lo cual las actividades de la asamblea tocaron a su fin. Bolívar, desde una casa de campo situada a algunas millas de Ocaña, publicó un nuevo manifiesto en el que pretendía estar irritado con los pasos dados por sus partidarios, pero al mismo tiempo atacaba al congreso, exhortaba a las provincias a que adoptaran medidas extraordinarias y se declaraba dispuesto a tomar sobre sí la carga del poder si ésta recaía en sus hombros. Bajo la presión de sus bayonetas, cabildos abiertos reunidos en Caracas, Cartagena y Bogotá, adonde se había trasladado Bolívar, lo invisteron nuevamente con los poderes dictatoriales. Una intentona de asesinarlo en su propio dormitorio en Bogotá, de la cual se salvó sólo porque saltó de un balcón en plena noche y permaneció agazapado bajo un puente, le permitió ejercer durante algún tiempo una especie de terror militar. Bolívar, sin embargo, se guardó de poner la mano sobre Santander, pese a que éste había participado en la conjura, mientras que hizo matar al general Padilla, cuya culpabilidad no había sido demostrada en absoluto, pero que por ser hombre de color no podía ofrecer resu tencia alguna.
En 1829, la encarnizada lucha de las facciones desgarra ba a la república y Bolívar, en un nuevo llamado a la ciudadanía, la exhortó a expresar sin cortapisas sus deseos en lo tocante a posibles modificaciones de la constitución. Como respuesta a ese manifiesto, una asamblea de notables reunida en Caracas le reprochó públicamente su ambiciones, puso al descubierto las deficiencias de gobierno, proclamó la separación de Venezuela con respecto a Colombia y colocó al frente de la primera al general Páez. El Senado de Colombia respaldó a Bolivar, pero nuevas insurrecciones estallaron en diversos lugares. Tra haber dimitido por quinta vez, en enero de 1830 Bolívar aceptó de nuevo la presidencia y abandonó a Bogotá para guerrear contra Páez en nombre del congreso colombiano. A fines de marzo de 1830 avanzó a la cabeza de 8.000 hombres, tomó Caracuta, que se había sublevado, y se dirigió hacia la provincia de Maracaibo, donde Páez lo esperaba con 12.000 hombres en una fuerte posición. No bien Bolívar se enteró de que Páez proyectaba combatir seriamente, flaqueó su valor. Por un instante, incluso, pensó someterse a Páez y pronunciarse contra el congreso. Pero decreció el ascendiente de sus partidarios en ese cuerpo y Bolívar se vio obligado a presentar su dimision ya que se le dio a entender que esta vez tendría que atenerse a su palabra y que, a condición de que se retirara al extranjero, se le concedería una pensión anual. El 27 de abril de 1830, por consiguiente, presentó su renuncia ante el congreso. Con la esperanza, sin embargo, de recuperar el poder gracias a la influencia de sus adeptos, y debido a que se había iniciado un movimiento de reacción contra Joaquín. Mosquera, el nuevo presidente de Colombia, Bolívar fue postergando su partida de Bogotá y se las ingenió para prolongar su estada en San Pedro hasta fines de 1830, momento en que falleció repentinamente.
Ducoudray-Holstein nos ha dejado de Bolívar el siguiente retrato: "Simón Bolívar mide cinco pies y cuatro pulgadas de estatura, su rostro es enjunto, de mejilla hundidas, y su tez pardusca y lívida; los ojos, ni grandes ni pequeños, se hunden profundamente en las órbitas; su cabello es ralo. El bigote le da un aspecto sombrío y feroz, particularmente cuando se irrita. Todo su cuerpo es flaco y descarnado. Su aspecto es el de un hombre de 65 años Al caminar agita incesantemente los brazos. No puede andar mucho a pie y se fatiga pronto. Le agrada tenderse o sentarse en la hamaca. Tiene frecuentes y súbitos arrebatos de ira, y entonces se pone como loco, se arroja en la hamaca y se desata en improperios y maldiciones contra cuantos le rodean. Le gusta proferir sarcasmos contra los ausentes, no lee más que literatura francesa de carácter liviano, es un jinete consumado y baila valses con pasión. Le agrada oírse hablar, y pronunciar brindis le deleita. En la adversidad, y cuando está privado de ayuda exterior, resulta completamente exento de pasioness y arranques temperamentales. Entonces se vuelve apacible, paciente, afable y hasta humilde. Oculta magistralmente sus defectos bajo la urbanidad de un hombre educado en el llamado beau monde, posee un talento casi asiatico para el disimulo y conoce mucho mejor a los hombres que la mayor parte de sus compatriotas."
Por un decreto del Congreso de Nueva Granada los restos mortales de Bolívar fueron trasladados en 1842 a Caracas, donde se erigió un monumento a su memoria.
Véase: Histoire de Bolivar par Gén. Ducoudray-Holstein, continuée jusqu'á sa mort par Alphonse Viollet (Paris, 1831); Memoirs of Gen. John Miller (in the service of the Republic of Peru; Col. Hippisley's Account of his Journey to the Orinoco (London, 1819).

Artículo publicado en el tomo III de The New American Cyclopedia. Escrito en enero de 1858. Apareció en la edición alemana de MEW, t. XIV, pp. 217-231. Digitalizado para MIA-Sección en Español por Juan R. Fajardo, y transcrito a HTML por Juan R. Fajardo, febrero de 1999.


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Ultima actualización: 10 de octubre de 1999

jueves, 22 de julio de 2010

Fwd: Socialismo Peruano(19),POR QUÉ SIETE TRIPLES

Mas allá de las posiciones discrepantes sobre la propuesta de Ragarro y su tendencia dentro del Movimiento Socialista, saludamos el esquema a continuación presentado que servirá para continuar el debate con las AUTOCRITICAS de E. Murrugarra.
BSPA

SOCIALISMO PERUANO (19)

POR QUÉ

SIETE TRIPLES



Sobre la base de tres experiencias programáticas, dos del exterior y una propia, tras ardua y perseverante labor colectiva del Socialismo Peruano surgió el Manifiesto del Poder Cívico del Pueblo Peruano, cuya esencia está en sus Siete Triples.

Con este Manifiesto del Poder Cívico de 1988 ocurrió algo similar al Manifiesto del Partido Comunista de 1848. Si uno vio una segunda edición recién en 1872, otro vuelve a generar atención después de la Gran Conmemoración de 2008; es decir, ambos cinco lustros después de difundidos inicialmente. Pero, ¿por qué la vigencia de ambos?

El Manifiesto del Partido Comunista tiene su origen en Principios del Comunismo, escrito por Engels a fines de octubre y principios de noviembre de 1847 (25 puntos) El Manifiesto del Poder Cívico (MPC) se esbozó ya en el artículo El Frente Unido Hoy, acápite MANIFIESTO, Plan del Estado de Nuevo Tipo, publicado en la revista Punto de Vista, Nº 3, 1983, enero febrero, págs. 8-11, en pleno ascenso de la bohemia subversiva.

A tres lustros de actividad, 1985, el Socialismo Peruano en su IIIG presenta su primer Balance de Gestión: Acerca de la Experiencia Histórica del Proletariado Peruano, y como resumen señala 7 logros:

1.- Énfasis en los problemas nacionales y no en los problemas internacionales. Queda atrás una clamorosa desatención a nuestra propia realidad

2.- Énfasis en la realidad profunda (el Estado) y no en la realidad superficial (el Gobierno) Queda atrás un clamoroso desconocimiento de nuestra realidad nacional.

3.- Énfasis en el Programa de Cambio Social y no en el plan de gobierno o la acción mesiánica. Queda atrás una clamorosa desorientación ante el proyecto político.

4.- Énfasis en el aprendizaje de la situación internacional y no en la jactancia de conocimiento internacional. Queda atrás una clamorosa confusión ante la instauración-gobierno-extinción del Poder.

5.- Énfasis en la colaboración solidaria y no en el individualismo huachafo. Queda atrás una clamorosa incomprensión del sello de la vieja sociedad.

6.- Énfasis en el trabajo planificado y no en el trabajo artesanal. Queda atrás el clamoroso lastre del sello de la vieja sociedad.

7,- En resumen, se ha logrado el desplazamiento de nuestra gestión generacional, de la verdad universal (donde jamás debió estar) a la verdad particular (de donde jamás debió salir)

Como Corolario se avizoraba los restantes dos lustros (que comprendían la Década del Centenario de JCM) y se planteaba como tarea central dilucidar temas referentes al Partido Socialista, Manifiesto del Poder, Frente Unido Resurgimiento, Autosostenimiento, Normativa Comunista. Con ligeras variantes, esta advertencia ante la clamorosa situación de desatención, desconocimiento, desorientación, confusión, incomprensión, lastre, así como el Corolario fueron la base para la Gran Conmemoración, 07.10.08, con la que por fin quedó nuevamente el Socialismo Peruano como actividad central del activista.

En enero 1987 se publica el esquema del Manifiesto Siete Triples y las tres realidades y potencialidades del Perú: económica, social y política, material debatido en el I Simposio (1987) y II Simposio (1988) centrando en el Programa de Cambio Social.

El 14 de junio de 1988 se publica a imprenta Plan-Perú Siete Triples, el Programa de Cambio para el Resurgimiento del Perú, folleto de 107 págs 14.5 x 20.5 cms, que explica paso a paso el contenido de las 7 Triples. El 17 de julio de 1988 se logra publicar el MPC en el diario LA VOZ. Ese mismo día, el mismo periódico publicaba la Tesis Política de Izquierda Unida en voluminosa separata. Se enfrentaba así la legalidad oficial con su propia "legalidad", siendo nada fácil utilizar los medios oficiales. Se enfrentaba así tanto al socialismo domesticado como a la bohemia subversiva.

Aún más, en base a una publicación redactada en máquina de escribir, 10.5 x 16.5 cms, salieron ediciones similares a imprenta y por iniciativa de diferentes activistas, de 1988 a 1995. Así, el MPC se difunde como folleto en sucesivas ediciones, y cuenta con versiones en inglés, quechua, Esperanto. En consecuencia el 2008, año de la Gran Conmemoración de la Creación Heroica , también fue año del Aniversario 20 del MPC.

Malgrado las vicisitudes de la actividad militante, todo trabajo generacional se realiza con convicción y fe. En su conjunto, el trabajo en la IIIG-SP también fue un trabajo consciente y planificado. Sus pasos fueron: Primer Lustro, 1970–1974, Toma de Conciencia; Segundo Lustro, 1975–1979, Cuestionamiento de la Organización ; Tercer Lustro, 1980–1984, Definición de la Dirección ; Cuarto Lustro, 1985–1989, Manifiesto del Poder; Quinto Lustro, 1990–1994, Liberación del Potencial. (Esta liberación del potencial, por circunstancias internas conocidas, se ha logrado plenamente recién con la Gran Conmemoración , circunstancia que requiere análisis aparte)

En consecuencia el Manifiesto del Poder fue una constante del Socialismo Peruano en su IIIG y forma parte de los hitos de sistematización del Socialismo Peruano. En lo nacional, el origen de las Siete Triples está, por supuesto, en la obra de JCM. En lo internacional, está en la obra de los Maestros del Proletariado Internacional, concretamente, en el Manifiesto Comunista y en la Crítica del Programa de Gotha. En el primero, por lo general se pasa por alto las conclusiones del Capítulo II: Proletarios y Comunistas, y el Prefacio a la Edición Alemana de 1872. En el segundo, por lo general se pasa por alto lo que debe ser un Programa de Acción. Fue uniendo la teoría con la práctica que se pudo formular tanto el Programa Máximo, prospectivo, como el Programa Mínimo, reivindicativo, sus diferencias y sus relaciones internas. Y fue la práctica la que enseñó en nuestro medio a comprender mejor la obra de JCM respecto a esta diferencia y a esta relación.

¿Qué es lo que se plantea en las 7 Triples? Partiendo de nuestra propia realidad, este documento programático plantea:

1. Contra la desnacionalización: NACIONALIZACION TRIPLE de la Tierra , Servicios Básicos estratégicos, Industrias Básicas estratégicas.

2.-Contra el Latrocinio: EXPROPIACION TRIPLE: De la Tierra Latifundaria , Banca Privada, Comercio Exterior del viejo sistema.

3.-Contra el Despojo: PROPIEDAD TRIPLE: Social (proletaria), Individual (cooperativo-colectiva), Privada (de burguesía nacional y empresas mixtas)

4.- Contra la Rapiña : CENTRALIZACIÓN TRIPLE: de las Finanzas, Comercio Mayorista, Comercio Exterior.

5.- Contra el Desgobierno: ORGANIZACIÓN TRIPLE: Ayllu (Municipio), Marca (Provincia), Suyu (Región) como Unidades de Triple Integración de la producción, administración y gobierno.

6.- Contra la Incultura : CULTURA TRIPLE: Científico-Técnica, Físico- Deportiva, Ético-Espiritual.

7.- Contra la Improvisación : PLANEACION TRIPLE: Corto Plazo (5 años), Mediano Plazo (15 años), Largo Plazo (25 años)

Estas 7 Triples tienen su trasfondo, que simplificando se pueden señalar como una visón general de las relaciones entre cada triple y la Cuestión del Poder:

1.- La nacionalización triple expresa el problema económico del Poder, el problema de la renta. La renta absoluta, la renta diferencial.

2.- La expropiación triple expresa el problema político del Poder, el problema de las clases. Se nacionaliza toda la tierra, pero se expropia únicamente la tierra latifundaria.

3.- La propiedad triple expresa el problema estatal del Poder. De la propiedad social emana la dictadura, la clasiarquía, el dominio de clase del proletariado.

4.- La centralización triple expresa el problema interno del Poder, el problema de las relaciones de clase, la vía para la utilización, limitación, transformación de las demás clases y capas sociales que forman parte del pueblo.

5.- La organización triple expresa el problema histórico del Poder. Se mantiene el Estado en tanto aparato burocrático-militar o surge el Estado en tanto aparato comuna.

6.- La cultura triple expresa el problema social del Poder, el desarrollo del país, de la sociedad a través de la educación para el trabajo y por el trabajo.

7.- La planeación triple expresa el problema humano del Poder, el paso del reino de la necesidad al reino de la libertad a través de planes generacionales.

Cuando se conoce la visión general de las relaciones entre las 7 Triples y la Cuestión del Poder se comprende el gran llamado de JCM: "Hay que prestar toda la atención posible a tres cosas: la preparación teórica socialista de nuestros grupos; el estudio directo de nuestros problemas conforme al método marxista; la vinculación con las masas"

La preparación teórica socialista implica el conocimiento de la Concepción Materialista de la Historia. El estudio directo de nuestros problemas implica el conocimiento del Camino de Mariátegui. La vinculación con las masas implica el conocimiento del Programa General prospectivo-reivindicativo.

Hay en venta un rompecabezas didáctico, que armado visualiza Machu Picchu, gran aporte del hombre peruano precolombino. También ahora se difunde el Mito de Inkari, el Sí del Inca, la Afirmación Incaica. Y circula nuevamente el término Minga, aporte de la actividad colectiva, solidaria del pueblo peruano. En verdad, Machu Picchu, Inkari, Minga, son tres nombres que expresan actividad colectiva, solidaria, socialista que será expresión del hombre nuevo, de la humanidad nueva.

Luego del 7 de Octubre 2008, de la Gran Conmemoración , con trabajo Minga se ha ido armando nuevamente el rompecabezas de Machu Picchu, se ha ido reuniendo el cuerpo de Inkari. Y se está cumpliendo el paso trascendental del Socialismo Peruano, el reinicio de la preparación de la organización. Los resultados están a la vista, aunque "no hay peor ciego que el que no quiere ver, ni peor sordo que el que no quiere oír", y menos querer hacer trabajo solidario, trabajo Minga

Pero hay que seguir delante hacia nuevas metas. El Socialismo Peruano volverá a ser lo que fue en su brillante comienzo. Sólo con trabajo solidario se puede realizar obra con contenido, convirtiendo rocas en guijarros y dejando atrás la mediocridad del medio. Se repite ahora la fábula de la liebre y la tortuga. Con paso lento pero seguro la tortuga ha llegado nuevamente a su meta: poner como eje central de la actividad militante el Socialismo Peruano. Y la liebre ¿qué ha logrado?

Ragarro

22.07.10



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Luis Anamaría http://socialismoperuanoamauta.blogspot.com/
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domingo, 11 de julio de 2010

ENTREVISTA A MARTIN GUERRA




Por: Guillermo Yucra Moreno

Martín Guerra es un joven militante del socialismo peruano. Quienes lo conocemos hemos sido testigos de su consecuencia al salir al frente de los embates de la prensa reaccionaria que en más de una ocasión y en contextos diferentes ha lanzado sus críticas antojadizas al Movimiento José María Arguedas, de la cual él es miembro de su Comisión Política. En alguna parte de esta entrevista hace referencia a su experiencia como miembro del Movimiento José María Arguedas y de las motivaciones que los impulsaron a su fundación. Creemos que estas palabras que manifiesta son un testimonio revelador de la actividad política con la que una generación nace, no ajena por cierto a las luchas diarias que les toca vivir.

Por otro lado, Martín Guerra también ejerce en estos momentos los cargos de Director de la Universidad Socialista José Carlos Mariátegui y del periódico En Marcha, respectivamente. Asimismo nos confiesa que lo suyo son los ensayos políticos. Al respecto nos anuncia como primicia la publicación de su libro: Tiempo de Diablos, un conjunto de ensayos redactados en este mismo género que él domina.

Esta entrevista que a continuación remitimos fue realizada el jueves 8 de julio. Quizás lo anecdótico fue que esta se llevó a cabo en un rincón poco conocido de la Casa Museo Mariátegui, mientras que en ese preciso instante un conferencista argentino disertaba sobre nuestro Amauta J. C. Mariátegui.

Partiendo de las reflexiones planteadas por Edmundo Murrugarra como balance de la izquierda en los años 80, Martín Guerra expone en diálogo polémico su punto de vista: “La Izquierda cometió tres errores flagrantes…primero, no ligarse profundamente con las organizaciones gremiales y de masas sino querer manipularlas ni bien el partido o los partidos se ligaban a él…segundo, alejarse de las luchas cotidianas que el pueblo tiene y plantearle al pueblo las luchas que el partido ha decidido, entonces hay un divorcio absoluto de lo que se necesita y de lo que se plantea hacer y la tercera, es la de estar completamente adheridos a una u otra versión de lo que hay que hacer en el mundo ya sea Moscú, ya sea Pekín o la Habana…”

Finalmente, Martín Guerra nos comenta de su amistad con el prestigioso pero poco conocido (para el Perú) poeta revolucionario Jorge Bacacorzo, de quien podemos decir que continúa el legado rebelde, flamígero de los versos del poeta arequipeño Mariano Melgar.

Sábado, 10 Julio de 2010


ESPAÑA, APARTA DE MI ESTE CALIZ (1937)

César Vallejo
(Perú, 1892-Paris, 1938)
I


HIMNO A LOS VOLUNTARIOS DE LA REPÚBLICA


Voluntario de España, miliciano
de huesos fidedignos, cuando marcha a morir tu corazón,
cuando marcha a matar con su agonía
mundial, no sé verdaderamente
qué hacer, dónde ponerme; corro, escribo, aplaudo,
lloro, atisbo, destrozo, apagan, digo
a mi pecho que acabe, al que bien, que venga,
y quiero desgraciarme;
descúbrome la frente impersonal hasta tocar
el vaso de la sangre, me detengo,
detienen mi tamaño esas famosas caídas de arquitecto
con las que se honra el animal que me honra;
refluyen mis instintos a sus sogas,
humea ante mi tumba la alegría
y, otra vez, sin saber qué hacer, sin nada, déjame,
desde mi piedra en blanco, déjame,
solo,
cuadrumano, más acá, mucho más lejos,
al no caber entre mis manos tu largo rato extático,
quiebro con tu rapidez de doble filo
mi pequeñez en traje de grandeza!

Un día diurno, claro, atento, fértil
¡oh bienio, el de los lóbregos semestres suplicantes,
por el que iba la pólvora mordiéndose los codos!
¡oh dura pena y más duros pedernales!
!oh frenos los tascados por el pueblo!
Un día prendió el pueblo su fósforo cautivo, oró de cólera
y soberanamente pleno, circular,
cerró su natalicio con manos electivas;
arrastraban candado ya los déspotas
y en el candado, sus bacterias muertas...

¿Batallas? ¡No! Pasiones. Y pasiones precedidas
de dolores con rejas de esperanzas,
de dolores de pueblos con esperanzas de hombres!
¡Muerte y pasión de paz, las populares!

¡Muerte y pasión guerreras entre olivos, entendámonos!
Tal en tu aliento cambian de agujas atmosféricas los vientos
y de llave las tumbas en tu pecho,
tu frontal elevándose a primera potencia de martirio.

El mundo exclama: “¡Cosas de españoles!” Y es verdad.
Consideremos,
durante una balanza, a quemarropa,
a Calderón, dormido sobre la cola de un anfibio muerto
o a Cervantes, diciendo: “Mi reino es de este mundo, pero
también del otro”: ¡punta y filo en dos papeles!
Contemplemos a Goya, de hinojos y rezando ante un espejo,
a Coll, el paladín en cuyo asalto cartesiano
tuvo un sudor de nube el paso llano
o a Quevedo, ese abuelo instantáneo de los dinamiteros
o a Cajal, devorado por su pequeño infinito, o todavía
a Teresa, mujer que muere porque no muere
o a Lina Odena, en pugna en más de un punto con Teresa...
(Todo acto o voz genial viene del pueblo
y va hacia él, de frente o transmitidos
por incesantes briznas, por el humo rosado
de amargas contraseñas sin fortuna)
Así tu criatura, miliciano, así tu exangüe criatura,
agitada por una piedra inmóvil,
se sacrifica, apártase,
decae para arriba y por su llama incombustible sube,
sube hasta los débiles,
distribuyendo españas a los toros,
toros a las palomas...

Proletario que mueres de universo, ¡en qué frenética armonía
acabará tu grandeza, tu miseria, tu vorágine impelente,
tu violencia metódica, tu caos teórico y práctico, tu gana
dantesca, españolísima, de amar, aunque sea a traición,
a tu enemigo!

¡Liberador ceñido de grilletes,
sin cuyo esfuerzo hasta hoy continuaría sin asas la extensión,
vagarían acéfalos los clavos,
antiguo, lento, colorado, el día,
nuestros amados cascos, insepultos!
¡Campesino caído con tu verde follaje por el hombre,
con la inflexión social de tu meñique,
con tu buey que se queda, con tu física,
también con tu palabra atada a un palo
y tu cielo arrendado
y con la arcilla inserta en tu cansancio
y la que estaba en tu uña, caminando!
¡Constructores
agrícolas, civiles y guerreros,
de la activa, hormigueante eternidad: estaba escrito
que vosotros haríais la luz, entornando
con la muerte vuestros ojos;
que, a la caída cruel de vuestras bocas,
vendrá en siete bandejas la abundancia, todo
en el mundo será de oro súbito
y el oro,
fabulosos mendigos de vuestra propia secreción de sangre,
y el oro mismo será entonces de oro!

¡Se amarán todos los hombres
y comerán tomados de las puntas de vuestros pañuelos tristes
y beberán en nombre
de vuestras gargantas infaustas!
Descansarán andando al pie de esta carrera,
sollozarán pensando en vuestras órbitas, venturosos
serán y al son
de vuestro atroz retorno, florecido, innato,
ajustarán mañana sus quehaceres, sus figuras soñadas y cantadas!

¡Unos mismos zapatos irán bien al que asciende
sin vías a su cuerpo
y al que baja hasta la forma de su alma!
¡Entrelazándose hablarán los mudos, los tullidos andarán!
¡Verán, ya de regreso, los ciegos
y palpitando escucharán los sordos!
¡Sabrán los ignorantes, ignorarán los sabios!
¡Serán dados los besos que no pudisteis dar!
¡Sólo la muerte morirá! ¡La hormiga
traerá pedacitos de pan al elefante encadenado
a su brutal delicadeza; volverán
los niños abortados a nacer perfectos, espaciales
y trabajarán todos los hombres,
engendrarán todos los hombres,
comprenderán todos los hombres!

¡Obrero, salvador, redentor nuestro,
perdónanos, hermano, nuestras deudas!
Como dice un tambor al redoblar, en sus adagios:
qué jamás tan efímero, tu espalda!
qué siempre tan cambiante, tu perfil!

¡Voluntario italiano, entre cuyos animales de batalla
un león abisinio va cojeando!
¡Voluntario soviético, marchando a la cabeza de tu pecho universal!
¡Voluntarios del sur, del norte, del oriente
y tú, el occidental, cerrando el canto fúnebre del alba!
¡Soldado conocido, cuyo nombre
desfila en el sonido de un abrazo!
¡Combatiente que la tierra criara, armándote
de polvo,
calzándote de imanes positivos,
vigentes tus creencias personales,
distinto de carácter, íntima tu férula,
el cutis inmediato,
andándote tu idioma por los hombros
y el alma coronada de guijarros!
¡Voluntario fajado de tu zona fría,
templada o tórrida,
héroes a la redonda,
víctima en columna de vencedores:
en España, en Madrid, están llamando
a matar, voluntarios de la vida!

¡Porque en España matan, otros matan
al niño, a su juguete que se para,
a la madre Rosenda esplendorosa,
al viejo Adán que hablaba en alta voz con su caballo
y al perro que dormía en la escalera.
Matan al libro, tiran a sus verbos auxiliares,
a su indefensa página primera!
Matan el caso exacto de la estatua,
al sabio, a su bastón, a su colega,
al barbero de al lado -me cortó posiblemente,
pero buen hombre y, luego, infortunado;
al mendigo que ayer cantaba enfrente,
a la enfermera que hoy pasó llorando,
al sacerdote a cuestas con la altura tenaz de sus rodillas...

¡Voluntarios,
por la vida, por los buenos, matad
a la muerte, matad a los malos!
¡Hacedlo por la libertad de todos,
del explotado, del explotador,
por la paz indolora —a sospecho
cuando duermo al pie de mi frente
y más cuando circulo dando voces—
y hacedlo, voy diciendo,
por el analfabeto a quien escribo,
por el genio descalzo y su cordero,
por los camaradas caídos,
sus cenizas abrazadas al cadáver de un camino!

Para que vosotros,
voluntarios de España y del mundo, vinierais,
soñé que era yo bueno, y era para ver
vuestra sangre, voluntarios...
De esto hace mucho pecho, muchas ansias,
muchos camellos en edad de orar.
Marcha hoy de vuestra parte el bien ardiendo,
os siguen con cariño los reptiles de pestaña inmanente
y, a dos pasos, a uno,
la dirección del agua que corre a ver su límite antes que arda.




II


BATALLAS


Hombre de Extremadura,
oigo bajo tu pie el humo del lobo,
el humo de la especie,
el humo del niño,
el humo solitario de dos trigos,
el humo de Ginebra, el humo de Roma, el humo de Berlín
y el de París y el humo de tu apéndice penoso
y el humo que, al fin, sale del futuro.
¡Oh vida! ¡Oh tierra! ¡Oh España!
¡Onzas de sangre,
metros de sangre, líquidos de sangre,
sangre a caballo, a pie, mural, sin diámetro,
sangre de cuatro en cuatro, sangre de agua
y sangre muerta de la sangre viva!

Extremeño, ioh no ser aún ese hombre
por el que te mató la vida y te parió la muerte
y quedarse tan sólo a verte así, desde este lobo,
cómo sigues arando en nuestros pechos!
iExtremeño, conoces
el secreto en dos voces, popular y táctil,
del cereal: jque nada vale tanto
una gran raíz en trance de otra!
Extremeño acodado, representando el alma en su retiro
acodado a mirar
el caber de una vida en una muerte!

iExtremeño, y no haber tierra que hubiere
el peso de tu arado, ni más mundo
que el color de tu yugo entre dos épocas; no haber
el orden de tus póstumos ganados!
iExtremeño, dejásteme
verte desde este lobo, padecer,
pelear por todos y pelear
para que el inviduo sea un hombre,
para que los señores sean hombres,
para que todo el mundo sea un hombre, y para
que hasta los animales sean hombres,
el caballo, un hombre,
el reptil, un hombre,
el buitre, un hombre honesto,
la mosca, un hombre, y el olivo, un hombre
y hasta el ribazo, un hombre
y el mismo cielo, todo un hombrecito!

Luego, retrocediendo desde Talavera,
en grupos de uno a uno, armados de hambre, en masas de a uno,
armados de pecho hasta la frente,
sin aviones, sin guerra, sin rencor,
el perder a la espalda,
y el ganar
más abajo del plomo, heridos mortalmente de honor,
locos de polvo, el brazo a pie,
amando por las malas,
ganando en español toda la tierra,
retroceder aún, y no saber
dónde poner su España,
dónde ocultar su beso de orbe,
dónde plantar su olivo de bolsillo!

Mas desde aquí, más tarde,
desde el punto de vista de esta tierra,
desde el duelo al que fluye el bien satánico,
se ve la gran batalla de Guernica.
Lid a priori, fuera de la cuenta,
lid en paz, lid de las almas débiles
contra los cuerpos débiles, lid en que el niño pega,
sin que le diga nadie que pegara,
bajo su atroz diptongo
y bajo su habilísimo pañal,
y en que la madre pega con su grito, con el dorso de una lágrima
y en el que el enfermo pega con su mal, con su pastilla y su hijo
y en que el anciano pega
con sus canas, sus siglos y su palo
y en que pega el presbítero con dios!
Tácitos defensores de Guemica!
ioh débiles!
ioh suaves ofendidos
que os eleváis, crecéis,
y llenáis de poderosos débiles el mundo!

En Madrid, en Bilbao, en Santander,
los cementerios fueron bombardeados,
y los muertos inmortales,
de vigilantes huesos y hombro eterno, de las tumbas,
los muertos inmortales, de sentir, de ver, de oír
tan bajo el mal, tan muertos a los viles agresores,
reanudaron entonces sus penas inconclusas,
acabaron de llorar, acabaron
de sufrir, acabaron de vivir,
acabaron, en fin, de ser mortales!

¡Y la pólvora fue, de pronto, nada,
cruzándose los signos y los sellos,
ya la explosión salióle al paso un paso,
y al vuelo a cuatro patas, otro paso
y al cielo apocalíptico, otro paso
y a los siete metales, la unidad,
sencilla. justa, colectiva, eterna.

Málaga sin padre ni madre
ni piedrecilla, ni horno, ni perro blanco!
Málaga sin defensa, donde nació mi muerte dando pasos
y murió de pasión mi nacimiento!
Málaga caminando tras de tus pies, en éxodo,
bajo el mal, bajo la cobardía, bajo la historia cóncava, indecible,
con la yema en tu mano: tierra orgánica!
y la clara en la punta del cabello: todo el caos!
iMálaga huyendo
de padre a padre, familiar, de tu hijo a tu hijo,
a lo largo del mar que huye del mar,
a través del metal que huye del plomo,
a ras del suelo que huye de la tierra
y a las órdenes iay!
de la profundidad que te quería!
iMálaga a golpes, a fatídico coágulo, a bandidos, a infiernazos
a cielazos,
andando sobre duro vino, en multitud,
sobre la espuma lila, de uno en uno,
sobre huracán estático y más lila,
y al compás de las cuatro órbitas que aman
y de las dos costillas que se matan!
iMálaga de mi sangre diminuta
y mi coloración a gran distancia,
la vida sigue con tambor a tus honores alazanes,
con cohetes, a tus niños eternos
y con silencio a tu último tambor,
con nada, a tu alma,
y con más nada, a tu esternón genial!
iMálaga, no te vayas con tu nombre!
iQue si te vas,
te vas
toda, hacia ti, infinitamente en son total
, concorde con tu tamaño fijo en que me aloco,
con tu suela feraz y su agujero
y tu navaja antigua,atada a tu hoz enferma
y tu madero atado a un martillo!
iMálaga literal y malagüeña,
huyendo a Egipto, puesto que estás clavada,
alargando en sufrimiento idéntico tu danza,
resolviéndose en ti el volumen de la esfera,
perdiendo tu botijo, tus cánticos, huyendo
con tu España exterior y tu orbe innato!
¡Málaga por derecho propio
y en el jardín biológico, más Málaga!
¡Málaga, en virtud
del camino. en atención al lobo que te sigue
y en razón del lobezno que te espera!
¡Málaga. que estoy llorando!
¡Málaga. que lloro y lloro!




III


Solía escribir con su dedo grande en el aire...


Solía escribir con su dedo grande en el aire:
«¡Viban los compañeros! Pedro Rojas»,
de Miranda de Ebro, padre y hombre,
marido y hombre, ferroviario y hombre,
padre y más hombre. Pedro y sus dos muertes.

Papel de viento, lo han matado: ¡pasa!
Pluma de carne, lo han matado: ¡pasa!
¡Abisa a todos compañeros pronto!

Palo en el que han colgado su madero,
lo han matado;
¡lo han matado al pie de su dedo grande!
¡Han matado, a la vez, a Pedro, a Rojas!

¡Viban los compañeros
a la cabecera de su aire escrito!
¡Viban con esta b del buitre en las entrañas
de Pedro
y de Rojas, del héroe y del mártir!
Registrándole, muerto, sorprendiéronle
en su cuerpo un gran cuerpo, para
el alma del mundo,
y en la chaqueta una cuchara muerta.

Pedro también solía comer
entre las criaturas de su carne, asear, pintar
la mesa y vivir dulcemente
en representación de todo el mundo.
Y esta cuchara anduvo en su chaqueta,
despierto o bien cuando dormía, siempre,
cuchara muerta viva, ella y sus símbolos.
¡Abisa a todos compañeros pronto!
¡Viban los compañeros al pie de esta cuchara para siempre!

Lo han matado, obligándole a morir
a Pedro, a Rojas, al obrero, al hombre, a aquel
que nació muy niñín, mirando al cielo,
y que luego creció, se puso rojo
y luchó con sus células, sus nos, sus todavías, sus hambres, sus pedazos.

Lo han matado suavemente
entre el cabello de su mujer, la Juana Vázquez,
a la hora del fuego, al año del balazo
y cuando andaba cerca ya de todo.

Pedro Rojas, así, después de muerto
se levantó, besó su catafalco ensangrentado,
lloró por España
y volvió a escribir con el dedo en el aire:
«¡Viban los compañeros! Pedro Rojas».

Su cadáver estaba lleno de mundo.




IV


Los MENDIGOS pelean por España...


Los mendigos pelean por España,
mendigando en París, en Roma, en Praga
y refrendando así, con mano gótica, rogante,
los pies de los Apóstoles, en Londres, en New York, en Méjico.
Los pordioseros luchan suplicando infernalmente
a Dios Por Santander,
la lid en que ya nadie es derrotado.
Al sufrimiento antiguo
danse, encarnízanse en llorar plomo social
al pie del individuo,
y atacan a gemidos, los mendigos,
matando con tan solo ser mendigos.

Ruegos de infantería,
en que el arma ruega del metal para arriba,
y ruega la ira, más acá de la pólvora iracunda.
Tácitos escuadrones que disparan,
con cadencia mortal, su mansedumbre,
desde un umbral, desde sí mismos, ¡ay! desde sí mismos.
Potenciales guerreros
sin calcetines al calzar el trueno,
satánicos, numéricos,
arrastrando sus títulos de fuerza,
migaja al cinto,
fusil doble calibre: sangre y sangre.
¡E1 poeta saluda al sufrimiento armado!



V


IMAGEN ESPAÑOLA DE LA MUERTE


¡Ahí pasa! ¡Llamadla! ¡Es su costado!
¡Ahí pasa la muerte por Irún:
sus pasos de acordeón, su palabrota,
su metro del tejido que te dije,
su gramo de aquel peso que he callado ¡si son ellos!

¡Llamadla! Daos prisa! Va buscándome en los rifles,
como que sabe bien dónde la venzo,
cuál es mi maña grande, mis leyes especiosas, mis códigos terribles.
¡Llamadla! Ella camina exactamente como un hombre, entre las fieras,
se apoya de aquel brazo que se enlaza a nuestros pies
cuando dormimos en los parapetos
y se para a las puertas elásticas del sueño.

¡Gritó! ¡Gritó! ¡Gritó su grito nato, sensorial!
Gritara de vergüenza, de ver cómo ha caído entre las plantas,
de ver cómo se aleja de las bestias,
de oír cómo decimos: ¡Es la muerte!
¡De herir nuestros más grandes intereses!

(Porque elabora su hígado la gota que te dije, camarada;
porque se come el alma del vecino)

¡Llamadla! Hay que seguirla
hasta el pie de los tanques enemigos,
que la muerte es un ser sido a la fuerza,
cuyo principio y fin llevo grabados
a la cabeza de mis ilusiones,
por mucho que ella corra el peligro corriente
que tú sabes y que haga como que hace que me ignora.

¡Llamadla! No es un ser, muerte violenta,
sino, apenas, lacónico suceso;
más bien su modo tira, cuando ataca,
tira a tumulto simple, sin órbitas ni cánticos de dicha;
más bien tira su tiempo audaz, a céntimo impreciso
y sus sordos quilates, a déspotas aplausos.
Llamadla, que en llamándola con saña, con figuras,
se la ayuda a arrastrar sus tres rodillas,
como, a veces,
a veces duelen, punzan fracciones enigmáticas, globales,
como, a veces, me palpo y no me siento.

¡Llamadla! ¡Daos prisa! Va buscándome,
con su cognac, su pómulo moral,
sus pasos de acordeón, su palabrota.
¡Llamadla! No hay que perderle el hilo en que la lloro.
De su olor para arriba, ¡ay de mi polvo, camarada!
De su pus para arriba, ¡ay de mi férula, teniente!
De su imán para abajo, ¡ay de mi tumba!



VI


CORTEJO TRAS LA TOMA DE BILBAO


Herido y muerto, hermano,
criatura veraz, republicana, están andando en su trono,
desde que tu espinazo cayó famosamente;
están andando, pálido, en tu edad flaca y anual,
laboriosamente absorta ante los vientos.

Guerrero en ambos dolores,
siéntate a oír, acuéstate al pie del palo súbito,
inmediato de tu trono;
voltea;
están las nuevas sábanas, extrañas;
están andando, hermano, están andando.

Han dicho “¡Como! ¡Dónde!…”, expresándose
en trozos de paloma,
y en los niños suben sin llorar a tu polvo.
Ernesto Zúñiga, duerme con la mano puesta,
con el concepto puesto,
en descanso tu paz, en paz tu guerra.

Herido mortalmente de vida, camarada,
camarada jinete,
camarada caballo entre hombre y tierra,
tus huesecillos de alto y melancólico dibujo
forman pompa española,
laureada de finísimos andrajos.

Siéntate, pues, Ernesto,
oye que están andando, aquí, en tu trono,
desde que tu tobillo tiene canas.
¿Qué trono?
¡Tu zapato derecho! ¡Tu zapato!

(13 septiembre 1937).




VII


Varios días el aire, compañeros...


Varios días el aire, compañeros,
muchos días el viento cambia de aire,
el terreno, de filo,
de nivel el fusil republicano.
Varios días España está española.

Varios días el mal
moviliza sus órbitas, se abstiene,
paraliza sus ojos escuchándolos.
Varios días orando con sudor desnudo,
los milícianos cuélganse del hombre.
Varios días, el mundo, camarada,
el mundo está español hasta la muerte.

Varios días ha muerto aquí el disparo
y ha muerto el cuerpo en su papel de espíritu
y el alma es ya nuestra alma, compañeros.
Varios días el cielo,
éste, el del día, el de la pata enorme.

Varios días, Gijón;
muchos días, Gijón;
mucho tiempo, Gijón;
mucha tierra, Gijón;
mucho hombre, Gijón;
y mucho dios, Gijón,
muchísimas Españas ¡ay! Gijón.

Camaradas,
varios días el viento cambia de aire.



VIII


Aquí, Ramón Collar...


Aquí,
Ramón Collar,
prosigue tu familia soga a soga,
se sucede,
en tanto que visitas, tú, allá, a las siete espadas, en Madrid,
en el frente de Madrid.

¡Ramón Collar, yuntero
y soldado hasta yerno de tu suegro,
marido, hijo limítrofe del viejo Hijo del Hombre!
Ramón de pena, tú, Collar valiente,
paladín de Madrid y por cojones; Ramonete,
aquí,
los tuyos piensan mucho en tu peinado!

¡Ansiosos, ágiles de llorar, cuando la lágrima!
¡Y cuando los tambores, andan; hablan
delante de tu buey, cuando la tierra!

¡Ramón! ¡Collar! ¡A ti! ¡Si eres herido,
no seas malo en sucumbir: ¡refrénate!
Aquí,
tu cruel capacidad está en cajitas;
aquí,
tu pantalón oscuro, andando el tiempo,
sabe ya andar solísimo, acabarse;
aquí,
Ramón, tu suegro, el viejo,
te pierde a cada encuentro con su hija!

¡Te diré que han comido aquí tu carne,
sin saberlo,
tu pecho, sin saberlo,
tu pie;
pero cavilan todos en tus pasos coronados de polvo!

¡Han rezado a Dios,
aquí;
se han sentado en tu cama, hablando a voces
entre tu soledad y tus cositas;
no sé quién ha tomado tu arado, no sé quién
fue a ti, ni quién volvió de tu caballo!

¡Aquí, Ramón Collar, en fin, tu amigo!
¡Salud!, hombre de Dios, mata y escribe.

(10 septiembre 1937)




IX


PEQUEÑO RESPONSO A UN HÉROE DE LA REPÚBLICA


Un libro quedó al borde de su cintura muerta,
un libro retoñaba de su cadáver muerto.
Se llevaron al héroe,
y corpórea y aciaga entró su boca en nuestro aliento;
sudamos todos, el hombligo a cuestas;
caminantes las lunas nos seguían;
también sudaba de tristeza el muerto.

Y un libro, en la batalla de Toledo,
un libro, atrás un libro, arriba un libro, retoñaba del cadáver.

Poesía del pómulo morado, entre el decirlo
y el callarlo,
poesía en la carta moral que acompañara
a su corazón.
Quedóse el libro y nada más, que no hay
insectos en la tumba,
y quedó al borde (le su manga, el aire remojándose
y haciéndose gaseoso, infinito.

Todos sudamos, el ombligo a cuestas,
también sudaba de tristeza el muerto
y un libro, yo lo vi sentidamente,
un libro, atrás un libro, arriba un libro
retoño del cadáver ex abrupto.




X


INVIERNO EN LA BATALLA DE TERUEL


¡Cae agua de revólveres lavados!
Precisamente,
es la gracia metálica del agua,
en la tarde nocturna en Aragón,
no obstante las construídas yerbas,
las legumbres ardientes, las plantas industriales.

Precisamente,
es la rama serena de la química,
la rama de explosivos en un pelo,
la rama de automóviles en frecuencia y adioses.

Así responde el hombre, así, a la muerte,
así mira de frente y escucha de costado,
así el agua, al contrario de la sangre, es de agua,
así el fuego, al revés de la ceniza, alisa sus rumiantes ateridos.

¿Quién va, bajo la nieve? ¿Están matando? No.
Precisamente,
va la vida coleando, con su segunda soga.

¡Y horrísima es la guerra, solivianta,
lo pone a uno largo, ojoso;
da tumba la guerra, da caer,
da dar un salto extraño de antropoide!
Tú lo hueles, compañero, perfectamente,
al pisar,
por distracción tu brazo entre cadáveres;
tú lo ves, pues tocaste tus testículos poniéndote rojísimo;
tú lo oyes en tu boca de soldado natural.

Vamos, pues, compañero;
nos espera tu sombra apercibida,
nos espera tu sombra acuartelada,
mediodía capitán, noche soldado raso...
Por eso, al referirme a esta agonía,
aléjome de mí gritando fuerte:
¡Abajo mi cadáver!... Y sollozo.




XI


Miré el cadáver...


Miré el cadáver, su raudo orden visible
y el desorden lentísimo de su alma;
le vi sobrevivir; hubo en su boca
la edad entrecortada de dos bocas.
Le gritaron su número: pedazos.
Le gritaron su amor: ¡más le valiera!
Le gritaron su bala: ¡también muerta!"

Y su orden digestivo sosteníase
y el desorden de su alma, atrás, en balde.
Le dejaron y oyeron, y es entonces
que el cadáver
casi vivió en secreto, en un instante;
mas le auscultaron mentalmente, ¡y fechas!
lloránrole al oído, ¡y también fechas!

(3 septiembre 1937)




XIII


MASA


Al fin de la batalla,
y muerto el combatiente, vino hacia él un hombre
y le dijo: «No mueras, te amo tanto!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Se le acercaron dos y repitiéronle:
«No nos dejes! ¡Valor! ¡Vuelve a la vida!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Acudieron a él veinte, cien, mil, quinientos mil,
clamando: «Tanto amor, y no poder nada contra la muerte!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Le rodearon millones de individuos,
con un ruego común: «¡Quédate hermano!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Entonces, todos los hombres de la tierra
le rodearon; les vio el cadáver triste, emocionado;
incorporóse lentamente,
abrazó al primer hombre; echóse a andar.

(i>(10 noviembre 1937)




XIII


REDOBLE FÚNEBRE A LOS ESCOMBROS DE DURANGO


Padre polvo que subes de España,
Dios te salve, libere y corone,
padre polvo que asciendes del alma.

Padre polvo que subes del fuego,
Dios te salve, te calce y dé tu trono,
padre polvo que estás en los cielos.

Padre polvo, biznieto del humo,
Dios te salve y ascienda a infinito,
padre polvo, biznieto del humo.

Padre polvo en que acaban los justos,
Dios te salve y devuelva a la tierra,
padre polvo en que acaban los justos.

Padre polvo que creces en palmas,
Dios te salve y revista de pecho,
padre polvo, terror de la nada.

Padre polvo, compuesto de hierro,
Dios te salve y te de forma de hombre,
padre polvo que marchas ardiendo.

Padre polvo, sandalia de paria,
Dios te salve y jamás te desate.

Padre polvo que avientan los bárbaros,

Dios te salve y te ciña de dioses,
padre polvo que escoltan los átomos.

Padre polvo, sudario del pueblo,
Dios te salve del mal para siempre,
padre polvo español, padre nuestro.

Padre polvo que vas al futuro,
Dios te salve, te guíe y te dé alas,
padre polvo que vas al futuro.




XIV


¡Cuídate, España...!


¡Cuídate, España, de tu propia España!
¡Cuídate de la hoz sin el martillo,
cuídate del martillo sin la hoz!
¡Cuídate de la víctima a pesar suyo,
del verdugo a pesar suyo
y del indiferente a pesar suyo!
¡Cuídate del que, antes de que cante el gallo,
negárate tres veces,
y del que te negó, después, tres veces!
¡Cuídate de las calaveras sin las tibias,
y de las tibias sin las calaveras!
¡Cuídate de los nuevos poderosos!
¡Cuídate del que come tus cadáveres,
del que devora muertos a tus vivos!
¡Cuídate del leal ciento por ciento!
¡Cuídate del cielo más acá del aire
y cuídate del aire más allá del cielo!
¡Cuídate de los que te aman!
¡Cuídate de tus héroes!
¡Cuídate de tus muertos!
¡Cuídate de la República!
¡Cuídate del futuro!…





XV


ESPAÑA, APARTA DE MÍ ESTE CÁLIZ


Niños del mundo,
si cae España —digo, es un decir—
si cae
del cielo abajo su antebrazo que asen,
en cabestro, dos láminas terrestres;
niños, ¡qué edad la de las sienes cóncavas!
¡qué temprano en el sol lo que os decía!
¡qué pronto en vuestro pecho el ruido anciano!
¡qué viejo vuestro 2 en el cuaderno!

¡Niños del mundo, está
la madre España con su vientre a cuestas;
está nuestra madre con sus férulas,
está madre y maestra,
cruz y madera, porque os dio la altura,
vértigo y división y suma, niños;
está con ella, padres procesales!

Si cae —digo, es un decir— si cae
España, de la tierra para abajo,
niños ¡cómo vais a cesar de crecer!
¡cómo va a castigar el año al mes!
¡cómo van a quedarse en diez los dientes,
en palote el diptongo, la medalla en llanto!
¡Cómo va el corderillo a continuar
atado por la pata al gran tintero!
¡Cómo vais a bajar las gradas del alfabeto
hasta la letra en que nació la pena!

Niños,
hijos de los guerreros, entre tanto,
bajad la voz que España está ahora mismo repartiendo
la energía entre el reino animal,
las florecillas, los cometas y los hombres.
¡Bajad la voz, que está
en su rigor, que es grande, sin saber
qué hacer, y está en su mano
la calavera, aquella de la trenza;
la calavera, aquella de la vida!

¡Bajad la voz, os digo;
bajad la voz, el canto de las sílabas, el llanto
de la materia y el rumor menos de las pirámides, y aún
el de las sienes que andan con dos piedras!
¡Bajad el aliento, y si
el antebrazo baja,
si las férulas suenan, si es la noche,
si el cielo cabe en dos limbos terrestres,
si hay ruido en el sonido de las puertas,
si tardo,
si no veis a nadie, si os asustan
los lápices sin punta, si la madre
España cae —digo, es un decir—,
salid, niños, del mundo; id a buscarla!...

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