domingo, 30 de diciembre de 2012

ENTREVISTA A JOSE LUIS AYALA (1--6) 30/12/12






























Repensar América Latina a partir de las enseñanzas de Walter Benjamin, por MIcahel Lowy



---------- Mensaje reenviado ----------
De: Gustavo Pérez Hinojosa <gperezhinojosa@gmail.com>
Fecha: 30 de diciembre de 2012 12:20
Asunto: Repensar América Latina a partir de las enseñanzas de Walter Benjamin, por MIcahel Lowy
Para:


Repensar América Latina a partir de las enseñanzas de Walter Benjamin

07.May.09 :: Biblioteca

Las luchas de liberación del presente se inspiran en la memoria de los mártires del pasado: Cuhahutemoc, Tupac Amaru, Zumbi dos Palmares, Marti, Zapata, Sandino, Marti…

Estamos acostumbrados a clasificar las diferentes filosofías de la historia según su carácter progresista o conservador, revolucionario o nostálgico del pasado. Walter Benjamin escapa a estas clasificaciones. Es un crítico revolucionario de la filosofía del progreso, un romántico adversario del conservadurismo, un nostálgico del pasado que sueña con el futuro, un materialista fascinado por la teología. Es, en el sentido estricto de la palabra, inclasificable. Se reclamaba, desde 1924, del materialismo histórico, pero su lectura de Marx, alimentada de romanticismo alemán y de mesianismo judío, era completamente heterodoxa. La formulación más sorprendente y radical de la nueva filosofía de la historia de Walter Benjamin se encuentra sin duda en las tesis Sobre el concepto de la historia –redactadas, como se sabe, en 1940, poco antes de su suicidio en Port Bou, último recurso para escapar de la Gestapo. Se trata, me parece, de uno de los documentos más importantes del pensamiento crítico desde las Tesis sobre Feuerbach de Marx (1845). La exigencia fundamental de Benjamin en este documento, es escribir la historia "a contrapelo", es decir, desde el punto de vista de los vencidos –contra la tradición conformista del historicismo alemán cuyos partidarios entran siempre "en empatía con el vencedor" (Tesis VII, W. Benjamin , 2000, p. 432). Va de sí que la palabra "vencedor" no hace referencia, para Benjamin, a las batallas o a las guerras habituales, sino a la guerra de las clases en la que uno de los campos, la clase dirigente, "no ha acabado de triunfar" (Tesis VII) sobre los oprimidos –desde Espartaco, el gladiador rebelde, hasta el grupo Spartacus de Rosa Luxemburg, y desde el imperium romano hasta el Tertium Imperium hitleriano.
El historicismo se identifica enfáticamente (Einfühlung) con las clases dominantes. Ve la historia como una sucesión gloriosa de altos hechos políticos y militares. Haciendo el elogio de los poderosos y rindiéndoles homenaje, les confiere el estatus de herederos de la historia pasada. En otros términos, participa –como esos personajes que elevan la corona de laurel encima de la cabeza del vencedor- en "el cortejo triunfal en el que los dueños de hoy andan sobre los cuerpos de los vencidos" (Tesis VII). El botín que se lleva en este cortejo es lo que se llama "los bienes culturales". No hay que olvidar, subraya Benjamin, el origen de estos bienes: "cada testimonio de cultura es al mismo tiempo un testimonio de barbarie". (Tesis VII). Así las pirámides de Egipto, construidas por los esclavos hebreos, o el Palacio de Cortés en Cuernavaca, por los indios sometidos.
La crítica que Benjamin formula contra el historicismo se inspira en la filosofía marxista de la historia, pero tiene también un origen nietzschiano. En una de sus obras de juventud, De la utilidad y de lo inconveniente de la historia (citada en la Tesis XII), Nietzsche ridiculiza "la admiración desnuda del éxito" de los historicistas, su "idolatría por lo factual" (Götzerdienste des Tatsächlichen) y su tendencia a inclinarse ante la "potencia de la historia". Puesto que el Diablo es el dueño del éxito y del progreso, la verdadera virtud consiste en levantarse contra la tiranía de la realidad y nadar contra la corriente histórica (Nietzsche, 1982, pp 81,82,96).
Existe un vínculo evidente entre este panfleto nietzschiano y la exhortación de Benjamin a escribir la historia gegen den Strich. Pero las diferencias no son menos importantes: mientras la crítica de Nietzsche contra el historicismo se hace en nombre de la "Vida" o del "Individuo heroico", la de Benjamin habla en nombre de los vencidos. En tanto que marxista, este último se sitúa en las antípodas del elitismo aristocrático del primero y elige identificarse con los "parias de la tierra", los que están tendidos bajo las ruedas de los majestuosos y magníficos carros llamados Civilización y Progreso.
Las luchas de liberación del presente, insiste Benjamin (Tesis XII) se inspiran en el sacrificio de las generaciones vencidas, en la memoria de los mártires del pasado. Traduciendo esto en términos de la historia moderna de América Latina: la memoria de Cuhahutemoc, Tupac Amaru, Zumbi dos Palmares, José Marti, Emiliano Zapata, Augusto Sandino, Farabundo Marti… La propuesta de Benjamin sugiere un nuevo método, un nuevo enfoque, una perspectiva "por abajo", que pueda aplicarse en todos los campos de la ciencia social: la historia, la antropología, la ciencia política.
Benjamín se ocupó muy poco de la historia de América Latina. Sin embargo, se encuentra una impresionante crítica de la Conquista ibérica en un texto muy corto pero extremadamente interesante, que ha sido completamente olvidado por los críticos y los especialistas de su obra: la reseña que publicó en 1929 sobre la obra de Marcel Brion a propósito de Bartolomé de Las Casas, el célebre obispo que había asumido, en México, la defensa de los indios. Se trata del libro de Marcel Brion, Bartolomé de Las Casas. "Père des Indiens", Paris, Plon 1928, y la reseña de Benjamin apareció en la revista alemana Die Literarische Welt, el 21 de junio de 1929. La Conquista, este primer capítulo de la historia colonial europea, escribe Benjamin, "transformó el mundo recientemente conquistado en una cámara de torturas". Las acciones de la "soldadesca hispánica" crearon una nueva configuración del espíritu (Geistesverfassung) "que no puede representarse sin horror (Grauen)". Como toda colonización, la del nuevo continente tenía sus razones económicas –los inmensos tesoros de oro y plata de las Américas- pero los teólogos oficiales intentaron justificarla con argumentos jurídico-religiosos: "América es un bien sin propietarios; la sumisión es una condición de la misión; intervenir contra los sacrificios humanos de los mexicanos es un deber cristiano". Bartolomé de Las Casas, "un combatiente heroico en la más expuesta de las posiciones", luchó por la causa de los pueblos indígenas, enfrentándose, en la célebre querella de Valladolid (1550), al cronista y cortesano Sepúlveda, "el teórico de la razón de estado"; finalmente logró obtener del rey de España la abolición de la esclavitud y de la "encomienda" (forma de servidumbre)- medidas que no fueron nunca efectivamente aplicadas en las Américas. Observamos aquí, subraya Benjamin, una dialéctica histórica en el campo de la moral: "en nombre del cristianismo un cura se opone a las atrocidades (Greuel) que son cometidas en nombre del catolicismo" –de la misma forma en que otro cura, Sahagun, salvó en su obra la herencia india destruida bajo el padrinazgo del catolicismo (W. Benjamin, 1980, pp. 180-181). Incluso si no se trata más que de una pequeña reseña, el texto de Benjamin es una fascinante aplicación de su método –interpretar la historia desde el punto de vista de los vencidos, utilizando el materialismo histórico- al pasado de América Latina. Notable también es su observación sobre la dialéctica cultural del catolicismo, casi una intuición de la futura teología de la liberación….
1492-1992
Un reciente ejemplo latinoamericano permite ilustrar el significado de la exigencia metodológica de "cepillar la historia a contrapelo": las celebraciones del Quinto Centenario del "Descubrimiento de América" por Cristóbal Colón (1492-1992). Las festividades político-culturales organizadas por los estados, las iglesias o a iniciativa privada son manifestaciones típicas de lo que Benjamin llamaba la empatía con los vencedores –aquí los Conquistadores del siglo XVI- una Einfühlung que beneficia invariablemente a los poderosos de hoy: las élites financieras y políticas, locales y multinacionales, que han heredado el poder de los antiguos colonizadores ibéricos.
Escribir la historia "a contrapelo" –otra expresión que utiliza Benjamin- significa rechazar toda identificación afectiva con los héroes oficiales del Quinto Centenario: los conquistadores y misioneros, las potencias europeas que pretenden haber aportado "religión, cultura y civilización a los indios salvajes". Esto implica también considerar cada monumento de la cultura colonial –por ejemplo las soberbias catedrales de México o de Lima – también como documentos de barbarie (Tesis VII "Sobre el concepto de la historia"), es decir, como productos de la guerra, de la conquista, de la opresión, de la intolerancia. Durante siglos, la historia "oficial" del Descubrimiento, de la Conquista y de la Evangelización –con todas las mayúsculas- ha sido no solo hegemónica, sino prácticamente la única en la escena política y cultural. Incluso entre los primeros socialistas latinoamericanos, como el argentino Juan B.Justo, encontramos al comienzo del siglo XX una celebración incondicional de las guerras de conquista de los "civilizados" contra los pueblos indígenas "salvajes": "con un esfuerzo militar que no compromete ni la vida ni el desarrollo de la masa del pueblo superior, estas guerras abren a la civilización territorios inmensos. ¿Puede reprocharse a los europeos su penetración en África porque va acompañada de crueldades? (…). ¿Vamos a reprocharnos haber quitado a los caciques indios el control de la Pampa?". Justo concluye su análisis dibujando una grandiosa perspectiva de futuro: "Una vez suprimidos (sic) o sometidos los pueblos salvajes y bárbaros e integrados todos los hombres a lo que llamamos hoy civilización, el mundo estará más cercano a la unidad y la paz, lo que se traducirá por una mayor uniformidad del progreso" (Juan B. Justo, 1969, p. 136).
Solo con la Revolución mexicana de 1911 esta visión evolucionista, eurocéntrica y colonialista comenzó a ser contestada. Se pueden considerar los frescos de Diego Rivera en el Palacio de Cortés (1930) en Cuernavaca como el signo de un verdadero giro en la historia de la cultura latinoamericana, por su desmitificación iconoclasta del Conquistador y por la simpatía del artista por los guerreros indígenas que intentaban resistir a los invasores hispánicos. Se puede encontrar, en la misma época, el equivalente historiográfico de esta obra de arte en los escritos del marxista peruano José Carlos Mariategui –un autor que, por su marxismo romántico, su pasión por el surrealismo y su interés por la obra de Georges Sorel, tiene mucho en común con Walter Benjamin. En su libro más conocido, Siete ensayos de interpretación de la realidad peruana (1928), Mariategui se refiere a la sociedad indígena precolombiana como una especie de "comunismo inca", una organización colectivista de la producción que aseguraba a las comunidades indígenas un cierto bienestar material. Sin embargo, "los conquistadores españoles destruyeron, sin poder naturalmente reemplazarla, esta formidable máquina de producción". En otros términos: "la destrucción de esta economía –y por consiguiente de la cultura que se nutría de su savia - es una de las responsabilidades menos discutibles de la colonización. (…). El régimen colonial desorganizó y liquidó la economía agraria inca, sin sustituirla por otra más rentable". Lejos de aportar a las Américas la civilización y el progreso, "España nos aportó la Edad Media, la Inquisición, la feudalidad, etc. Nos aportó también la Contra Reforma: espíritu reaccionario, método jesuítico, casuística escolástica". Para Mariategui, el socialismo del futuro en América Latina deberá ser un socialismo indo-americano, inspirado en las raíces indígenas del continente, aún presentes en las comunidades campesinas y la memoria popular (J.C.Mariategui, 1976, pp. 13,53-55).
Medio siglo más tarde, Las venas abiertas de América Latina (1981), la célebre obra de uno de los más grandes ensayistas vivos del continente, el uruguayo Eduardo Galeano, traza, en una poderosa síntesis, el acta de acusación de la colonización ibérica y de la explotación imperial, desde el punto de vista de sus víctimas: los indígenas, los esclavos negros, los mestizos. Benjamin hablaba del "cortejo triunfal" de los señores y amos, vencedores de la historia (Tesis VII "Sobre el concepto de la historia"). Galeano describe también esta continuidad en la cadena histórica de la dominación: en la historia del pillaje de América Latina, "los conquistadores sobre sus carabelas se parecen a los tecnócratas en jets, Hernán Cortés a los marines norteamericanos, los corregidores del reino a las misiones del Fondo Monetario Internacional, los dividendos de los traficantes de esclavos a las ganancias de la General Motors". En el curso del debate sobre el Quinto Centenario, Galeano intervino, en términos casi benjaminianos –no se si ha leído las Tesis de 1940- para llamar a la "celebración de los vencidos y no de los vencedores" y al salvamento de algunas de las más antiguas tradiciones del continente, como el modo de vida comunitario. Porque es "de nuestras más antiguas fuentes" de donde América puede sacar sus fuerzas vivas más jóvenes: "El pasado nos habla de cosas que interesan al futuro" (E. Galeano 1981, p.17).
El debate sobre el Quinto Centenario de 1492 atravesó también la iglesia latinoamericana. Los dirigentes conservadores de la Conferencia de Obispos latinoamericanos, en un mensaje de julio de 1984, firmado por su presidente, Antonio Quarracino, y su secretario, Dario Castrillón, toman posición claramente a favor de una celebración incondicional de la Conquista: "La empresa del descubrimiento, la conquista y la colonización de América –por designar esas etapas históricas con las palabras tradicionales- fue obra de un mundo el que el la palabra de cristiandad encerraba aún un contenido real. Los pueblos europeos llegaron a América con una herencia cristiana que era una parte constitutiva de su ser, de forma que la evangelización comenzó sin retraso a partir del momento mismo en que Colón tomó posesión de las nuevas tierras en nombre de los reyes de España. La presencia y la acción de la Iglesia en estas tierras, a lo largo de estos quinientos años, son un ejemplo admirable de abnegación y de perseverancia, que no tienen necesidad de ningún argumento apologético para ser valoradas convenientemente" (La Documentación Católica, 1984, pp. 1076-1078).
Por el contrario, los sectores críticos de la Iglesia, próximos a la teología de la liberación, como Monseñor Leónidas Proaño, "el obispo de los indios" de Ecuador, se identifican con los indígenas del continente que rechazan que el Centenario "sea objeto de festividades pomposas y triunfalistas, como pretenden los gobiernos y las Iglesias de España, Europa y América Latina" (Cultura y fe, 1989, pp. 17-18). Encontramos en estos herederos de Bartolomé de Las Casas una nueva versión de la "dialéctica histórica" en el seno del catolicismo de la que hablaba Benjamin en su reseña de 1929. Este punto de vista crítico será también defendido por los principales teólogos de la liberación como Enrique Dussel, José Oscar Beozzo o Ignacio Ellacuría (asesinado por el ejército de El Salvador en noviembre de 1989). Gustavo Gutierre contribuirá al debate con un libro en honor de Las Casas, Dios o el oro en las Indias (siglo XVI) (Instituto Bartolomé de Las Casas, Lima, Perú, 1989) y un ensayo sobre el Quinto Centenario que toma explícitamente posición contra las celebraciones oficiales, en términos muy cercanos a los de Benjamin: "Hay que tener el coraje de leer los hechos a partir del reverso de la historia. Es ahí donde se juega nuestro sentido de la verdad. (…) La historia escrita a partir del punto de vista del dominador nos ha ocultado por mucho tiempo aspectos importantes de la realidad. Tenemos necesidad de conocer la otra historia que no es otra que la historia del otro, el otro de esta América Latina que sigue teniendo "las venas abiertas" –por utilizar la célebre expresión de E. Galeano –precisamente porque no es reconocido en la plenitud de su dignidad humana" (G. Gutiérrez, 1990, pp. 59-61).
El Comité para el Estudio de la Historia de la Iglesia en América Latina (CEHILA), cuyos principales animadores, como Enrique Dussel, están cercanos al cristianismo de la liberación, también participó en el debate. En una declaración del 12 de octubre de 1989, la CEHILA esbozó una crítica radical del cristianismo de los conquistadores: "Los invasores, para legitimar su orgullosa y autoproclamada superioridad en el mundo, se sirvieron del Dios cristiano transformándolo en símbolo de poder y de opresión. (…). Tal ha sido, pensamos, la idolatría de Occidente". En lugar de conmemorar el descubrimiento, la CEHILA propone celebrar las revueltas contra la colonización, los combates de los aborígenes y de los esclavos afroamericanos, la rebelión de los Tupac Amaru, Lautaro y Zumbi -así como la memoria de quienes, entre los cristianos "escucharon estos gritos de dolor y de protesta, de Bartolomé de Las Casas a Oscar Romero" (CEHILA, 1990, p. 52-54). Considerando estas críticas, los organizadores oficiales de las celebraciones propusieron reemplazar los términos de "descubrimiento" y de "conquista" por una expresión más neutra y de consenso: "El encuentro de dos mundos".
Pero este cambio terminológico no convenció a los contestatarios. Es el caso, por ejemplo, de los movimientos que se reunieron –por iniciativa del MST, el Movimiento de los trabajadores rurales sin tierra de Brasil- en Bogotá en mayo de 1989, en el Encuentro Latinoamericano de Organizaciones Campesinas e Indígenas, con la participación de treinta organizaciones provinientes de 17 países del continente. En sus conclusiones finales los delegados de este encuentro proclamaban: "Los poderosos de hoy nos hablan del Encuentro de Dos Mundos, y, bajo este manto, pretenden hacernos celebrar la usurpación y el genocidio. No, no vamos a celebrarlos, sino que vamos a estimular nuestras luchas para poner fin a los 500 años de opresión y de discriminación y hacer un espacio para la construcción de una sociedad nueva, democrática y respetuosa de la diversidad cultural, fundada en los intereses y las aspiraciones del pueblo. (…) Llamamos a todos los explotados y oprimidos de América a participar en la Campaña de los 500 años de resistencia indígena y popular (…), para recuperar nuestra identidad y nuestro pasado histórico, pues la memoria de los pueblos es una fuente de inspiración permanente para las luchas de emancipación y de liberación" ("500 años de Resistencia Indígena y Popular", 1989).
El Quinto centenario ha suscitado no solo discusiones y polémicas, sino también actos de protesta en los diversos países de lengua hispánica en 1992 y en Brasil en 2000. En México, los zapatistas del EZLN (Ejército Zapatista de Liberación Nacional) tenían el proyecto de hacer coincidir su levantamiento con el Quinto Centenario de 1492 pero, por razones de insuficiente preparación militar, atrasaron su acción a enero de 1994. Se limitaron, en 1992, a un acto de reparación simbólica: el derrocamiento, por una multitud de indígenas descendidos de las montañas de Chiapas, de la estatua del conquistador Diego de Mazariaga, en el centro histórico de la ciudad colonial de San Cristóbal de las Casas.
En Brasil, "descubierto" por el navegador portugués Pedro Alvares Cabral en 1500, se asistió también, en 2000, a imponentes celebraciones oficiales, cuyo símbolo era un enorme reloj construido por la cadena de televisión comercial Globo para contar los días y las horas hasta el aniversario. Con humor e irreverencia, dos jóvenes indios hicieron diana con sus arcos y flechas el día D hora H, en este "Reloj de los Vencedores". La foto apareció en todos los diarios brasileños… /1. Sin embargo, este gesto reproduce, mutatis mutandis, aquel del que hablaba Benjamin en su Tesis XVI; se trata de un episodio de la revolución de julio de 1830 que da fe, en su opinión, de una conciencia histórica de la que parece haber desaparecido en Europa toda huella: "Al anochecer del primer día de combate, se vio en varios lugares de París, en el mismo momento y sin acuerdo previo, a gente disparar contra los relojes". Como se ve, política, historia, religión y cultura están inextricablemente tejidos en los enfrentamientos alrededor del Quinto Centenario del "descubrimiento" de las Américas. Pero esto no habría sorprendido a Walter Benjamin…
* Nota del autor: he publicado en mi obra Avertissement d'incendie. Walter Benjamin. Une lecture des Thèses «Sur le concept d'histoire», Paris, PUF, 2004.
** Nota de Correspondencia de Prensa: Michael Löwy nació en Sao Paulo (Brasil) en 1938, hijo de inmigrantes judíos de Viena, está radicado en Francia desde 1969. Director de investigación en el CNRS y profesor en la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales (París). Sociólogo de la cultura, ha trabajado sobre el marxismo y el romanticismo, sobre la cultura judía en Europa central y sobre la teología de la liberación en América Latina. Medalla de plata del CNRS en 1994. Sus artículos y obras han sido traducidas a 25 lenguas. Entre sus numerosos trabajos se destacan: La teoría de la revolución en el joven Marx (Siglo XXI editores, México), Dialéctica y Revolución (Siglo XXI editores, México), El marxismo en América Latina (Ediciones Era, México y Editora Fundaçao Perseu Abramo, Brasil), El pensamiento del Che Guevara (Siglo XXI editores, México), A guerra dos deuses. Religao e política na América Latina (Editora Vozes, Brasil), Walter Benjamin. Avertissement d'incendie, (PUF, Francia) Franz Kafka, rêveur insoumis (Stock, Francia), y Sociologies et religion II, Approches dissidentes (PUF, Francia).
Bibliografía
«500 años de Resistencia Indigena y Popular», ALAI, n° 121, 1989. Walter Benjamin, Gesammelte Schriften, Frankfurt am Main, Suhrkamp Verlag, 1980, Band III. Walter Benjamin, Œuvres, Paris, Gallimard, 2000, Tome III., traduction de Maurice de Gandillac, revue et corrigée par Rainer Rochlitz et Pierre Rusch. CEHILA, «Declaration de Santo Domingo», in 1492 – 1992. 500 ans d'évangélisation, Comité Episcopal France-Amerique Latine, mars 1990. Culture et foi, n° 130-131, été 1989. La Documentation catholique, n° 1884, novembre 1984 Eduardo Galeano, «El tigre azul y nuestra tierra prometida», in Nosotros decimos no, Mexico, Siglo XXI, 1991. Gustavo Gutierrez, «Vers la 5ème Centennaire», en 1492-1992. 500 ans d'Evangelisation, 1990. Juan B.Justo, Teoria y Practica de la Historia, 1909, Buenos Aires, Ed. Libera, 1969. José Carlos Mariategui, Siete ensayos de interpretación de la realidad peruana, 1928, Lima, Ed. Amauta, 1976. Friedrich Nietzsche, Vom Nutzen und Nachteil der Historie für das Leben, Stuttgasrt, Reclam, 1982.



--
Luis Anamaría http://socialismoperuanoamauta.blogspot.com/
http://centenariogeorgettevallejo.blogspot.com/
http://socialismoperuano.blog.terra.com.pe/
cel 993754274

sábado, 29 de diciembre de 2012

Rv: [FORO_POPULAR] Comunidad Jose Guiñon denuncia rayados racistas y amenazas de muerte en territorio en recuperación.



--- El mar, 25/12/12, País Mapuche <paismapuche@gmail.com> escribió:

De: País Mapuche <paismapuche@gmail.com>
Asunto: [FORO_POPULAR] Comunidad Jose Guiñon denuncia rayados racistas y amenazas de muerte en territorio en recuperación.
Para:
Fecha: martes, 25 de diciembre, 2012 11:25

 

COMUNICADO PUBLICO La Comunidad Cacique José Guiñon de la comuna de Ercilla, denuncia y publica a todos los medios de comunicación tanto nacional e internacional que: Las horrorosas y cobardes intimidaciones y amenazas de muerte... 
Ver Más Dic 25, 2012

Cautín Militarizada en visperas de una nueva conmemoración del asesinato de Matias Catrileo

A días de conmemorar un nuevo año del cobarde asesinato de nuestro weychafe Matias Catrileo, es que ha quedado demostrado la verdadera cara del estado chileno frente al mapuche, militarizando las comunidades... 
Ver más Dic 24, 2012

Estos son los motivos del brutal ataque policial a la comunidad José Guiñón de Ercilla

Tras el violento allanamiento armado ocurrido la tarde y noche del pasado sábado, la comunidad dio a conocer las irrisorias pruebas que sustentan un nuevo montaje contra dos de sus miembros detenidos... 
Ver más Dic 24, 2012


--
www.paismapuche.org

__._,_.___
Actividad reciente:
.

__,_._,___
-->

Carta : Daniel Mathews no publicada en La Primera



La Primera no ha publicado la carta que mande, pero a mi me gustaría que por lo menos mis amigos la conozcan.

---------- Mensaje reenviado ----------
De: Daniel Mathews <danielmathewsc@gmail.com>
Fecha: 27 de diciembre de 2012 13:35
Asunto: Carta
Para: cesar.levano@diariolaprimeraperu.com


Estimado César:
Agradezco mucho tu comentario sobre mi ensayo en el libro Lo Urbano en el Perú de la serie Perú Hoy que publica DESCO.

Sólo quiero hacer una aclaración sobre la crítica que me haces de mi supuesto olvido de Manuel Acosta o Pablo Casas. Para mi están definitivamente entre los mejores poetas que tiene el Perú y eso lo he dicho en reiteradas oportunidades. En Bogota cuando hable de Dios en la poesía peruana Vallejo y Acosta fueron el centro de mi exposición. Uno de los motivos por los que no sigo enseñando en San Marcos es porque a nuestra Universidad no le interesa mi tema de investigación: la poesía popular urbana.

¿Por qué no hablo de ellos en este ensayo? Porque la serie se llama Perú Hoy. Más de la mitad del ensayo está dedicada a los que cantan HOY a Lima. No podía detenerme en la generación del 50 aunque de hecho fue una de las más importantes tanto en la poesía para ser leída como en la que se canta y escucha.

En el ensayo señalo tres vertientes que van armando la Lima de hoy: los nuevos criollos, los migrantes que de alguna manera modifican el folclore con las posibilidades que da la ciudad, los limeños de primera generación que obviamente ya no pueden seguir cantando "Volveré". Aunque pongo algunos nombres propios me interesa más hablar de colectivos. 

Ya pronto saldrá mi tesis doctoral sobre la canción urbana latinoamericana y serán cubiertos tus reclamos. 

Daniel Alfredo Mathews Carmelino
Parcela 16 Lote 3 Valle Nonguen
Teléfono celular: 65608520


Atossa.- ¿Quién es su rey y el señor caudillo de su ejercito?
Coro.- No se dicen esclavos ni subditos de hombre ninguno
(Esquilo, Los persas)


--
Daniel Alfredo Mathews Carmelino
Parcela 16 Lote 3 Valle Nonguen
Teléfono celular: 65608520


Atossa.- ¿Quién es su rey y el señor caudillo de su ejercito?
Coro.- No se dicen esclavos ni subditos de hombre ninguno
(Esquilo, Los persas)



--
Luis Anamaría http://socialismoperuanoamauta.blogspot.com/
http://centenariogeorgettevallejo.blogspot.com/
http://socialismoperuano.blog.terra.com.pe/
cel 993754274

miércoles, 26 de diciembre de 2012

25 de diciembre. In Memoriam: José Ramos Bosmediano. Ser maestro es ser un dirigente.



---------- Mensaje reenviado ----------
De: <dsanchezlihon@aol.com>
Fecha: 25 de diciembre de 2012 14:20
Asunto: 25 de diciembre. In Memoriam: José Ramos Bosmediano. Ser maestro es ser un dirigente.
Para:






CAPULÍ, VALLEJO Y SU TIERRA

Construcción y forja de la utopía andina


2012, AÑO

DE LA DEFENSA DEL AGUA PARA LA VIDA

Y CONSTRUYENDO LOS ANDENES NUEVOS


DICIEMBRE, MES DE LAS MONTAÑAS,

DE LOS DERECHOS DE LOS ANIMALES;

DE LOS INMIGRANTES, Y DEL NACIMIENTO

DEL DIOS NIÑO EN LA NAVIDAD


25 DE DICIEMBRE


IN MEMORIAM

JOSÉ RAMOS BOSMEDIANO


EL BIEN

DE SER

MAESTRO


FOLIOS

DE LA

UTOPÍA



SER MAESTRO

ES SER

UN DIRIGENTE



Danilo Sánchez Lihón



1. En el fondo

del alma


El cuerpo del maestro y dirigente magisterial José Ramos Bosmediano, ex Secretario General del Sindicato Unitario de Trabajadores de la Educación, SUTEP, y miembro de la Red Social para la Escuela Pública, Red SEPA, con sede en Canadá, hoy lunes 24 de diciembre del año 2012, ha dejado de latir.

Y es así, para dar paso a que brillen y resplandezcan más sus ideas, la claridad de su pensamiento con que orientó su vida y su trayectoria como profesor y dirigente magisterial, principalmente imbuido del pensamiento de José Antonio Encinas de que ser maestro es ser un dirigente.

Ha dejado de latir hoy 24 de diciembre del 2012, cuando todos nos aprestamos a reunirnos con la familia, a sentarnos a la mesa, repasando mentalmente quiénes faltan en el hogar, quién todavía no ha llegado y tarda en venir.

Y quién no vendrá porque está ausente y hará más honda y significativa esta fiesta del alma. Es él quien hasta ahora no ha llegado y falta a la mesa del convivio interior, en esa morada en que abrazamos al hermano y al amigo y nos aferramos al recuerdo de aquellos seres quien como él esta noche no estará pero que llevamos en el fondo del alma.


2. Y no se olvidó

jamás


¿Qué nos dice su vida de este modo? Al menos que hay asuntos pendientes de arreglar. Que hay quienes no se sientan a la mesa en Navidad. Que hay quienes ni siquiera tienen hogar ni casa.

Que hay quienes ni siquiera tienen país ni tierra natal sobre la cual apoyar sus pies. Que siempre nos acordemos de quienes faltan en la Cena Pascual. Por eso él se fue hoy día de Navidad

Y es que él era un hombre sensible, tierno y amoroso. Era un ser consciente y justiciero, con un anhelo muy hondo e intenso de que él bien debe tocar y entrar por todas las puertas.

Quizá porque surgió desde la pobreza, la escasez y la marginación, desde un bohío a la orilla de un río en la más intrincada Amazonía, compartiendo la pobreza de la gente que se enferma y no tiene cómo curarse, confinada en una región todavía inclemente como es el llano amazónico.

En la entraña más recóndita de la región más olvidada de la tierra, como es el bajo Ucayali, Y no se olvidó jamás de ello cuando fue un profesional competente, sino que lo tuvo presente en todo momento de su vida.


3. Se quedan

o se van


Nació el año 1942 en Sarayacu, ahora distrito de la provincia de Contamana, un conjunto de chozas sobre el espejo del río y bajo la sombra de los grandes árboles, espacios que son dominios del agua original, nueva y primitiva.

Donde la ilusión de lo que es tierra son las hojas y las cortezas caídas de la floresta, región densa, enmarañada e iridiscente, en lo que se ha dado en denominar como el bajo Ucayali.

Para concluir sus estudios primarios, luego de agotar todo lo que se podía aprender en la escuela unidocente y flotante a la orilla del río, se trasladó a Contamana, de quien se dice estando allí, que: "quien no te ve no te ama", encantada capital de la provincia del Ucayali.

Allí se matriculó en la tradicional Escuela 201, hecha de madera y carrizo que en sus tres pisos de altura parece un barco fantasma, igual a aquellos que se mecen en el centro del ancho río y que pasan en lontananza, o que se acercan a descargar su carga de aventureros trashumantes que se quedan o se van para siempre.


4. Premio

de Excelencia


Allí terminó el 4° y 5° año de sus estudios primarios y luego se empleó como peón de la Hacienda Lisboa hasta los 17 años de edad, habiendo juntado la suficiente cantidad de dinero como para matricularse en el primer año de media, en la legendaria ciudad de Requena.

También llamada La Atenas del Ucayali, por su tradición cultural y educativa que ha contenido y aún alberga por ser sede de las principales congregaciones religiosas que desde la colonia la eligieron como centro de sus incursiones misioneras.

Pero José no concluye ahí este nivel en su formación educativa sino que se traslada a Yurimaguas en donde culmina sus estudios obteniendo el Premio de Excelencia.

Este lauro le permitió matricularse sin dar examen de ingreso en la Universidad Nacional de Trujillo, donde se graduó de profesor de Filosofía y Ciencias Sociales con su tesis: Los fundamentos de la Pedagogía de Paulo Freire.


5. Y

es que


Trabajó luego como docente en la misma institución educativa donde culminara sus estudios secundarios en Yurimaguas, en el Colegio Nacional Monseñor Atanasio Jáuregui. Fue su segunda tierra, y lo llamaba así. Y me invitó a conocerla.

Sabía que yo había vivido en Contamana, su lugar de nacimiento, y entonces me invitó a conocer Yurimaguas, lugar al cual identificaba como su segunda tierra.

Realizamos allí un curso de capacitación para maestros y vi cómo era querido no solo por los maestros y profesores sino por los pobladores en general, que lo conocían, respetaban y querían. Y es que era un hombre comprometido con su región, con su cultura y con la Amazonía.


6. Y

he aquí


Apreciaba y admiraba el cultivo de las artes, las ciencias y en general, de los humanidades; y en especial el cultivo de las letras. Tenía devoción por los escritores que se comprometen socialmente con sus pueblos.

Era un pensador de la educación, un hombre reflexivo y amplio. Una persona que abría espacios en vez de cerrarlos.

Y con la honda convicción acerca de la misión social e histórica del maestro en la sociedad como un conductor de masas.

Conversamos sobre muchos temas, pero el principal fue el de la ligazón de la educación con el compromiso social, el liderazgo del maestro en la comunidad, acerca del desvelo por la cultura y porque sea desde la escuela que se esclarece y se impulsa el desarrollo social.

Y he aquí una síntesis de lo que podría resumir como una coincidencia de pensamiento mutuo acerca de la educación:


7. Es

él


La educación es el factor que destacados profesionales en diversas disciplinas del conocimiento, así como pensadores, estrategas y actores del desarrollo social, reconocen como el fundamental para resolver problemas pendientes en nuestras sociedades.

En dicha perspectiva la formación integral del ser humano es la clave para acometer el desarrollo del futuro con los recursos indispensables que pone en nuestras manos la ciencia y la tecnología con lo cual podemos garantizar el éxito en todos los campos del acontecer humano.

En el centro de toda esta eclosión, hazaña y hasta proeza está el maestro, quien con entrega y acuciosidad ha ido afrontando retos y haciéndose cargo de momentos difíciles.

Es él quien va superando situaciones de adversidad y hasta de penuria de los seres bajo su cuidado, olvidándose muchas veces de sus propias estrecheces y privaciones.


8. Sino

siempre


Y es que ser maestro o educador no es solo una profesión sino fundamentalmente una actitud y un modo de ser frente al mundo.

De allí que su función se identifique con la del líder, la del orientador social, la del conductor de hombres y pueblos, quienes van a la cabeza, alientan y dan esperanzas.

Sin embargo, y pese a lo que pareciera, maestro no es aquel que piensa por los demás o que licencia a los otros de la capacidad y don de pensar y sentir autónomamente.

Sino, al contrario, es quien devuelve a cada quien la misión de pensar por sí mismo y lo armoniza en un coro colectivo.

De allí que no se puede ser maestro por horario, en un período determinado del día, ni por turno, sino siempre, cada minuto y cada segundo y hasta en sueños.


9. Quien les da

más impulso


Porque quienes abrazan esta misión en la vida son aquellos que han elegido ser padres de la comunidad a la cual sirven y quienes ejercen a toda costa una paternidad responsable para con su sociedad.

Es él, el maestro, quien hace volar e impulsa a lo más alto a todo aquello que tiene ya en sus alas el poder de volar, principalmente a los niños que tiene bajo su hálito.

Y que ya saben volar por el don y la gracia de la vida que nos da a todos los seres humanos noción del mundo y anhelo de asumir la circunstancia del existir como una oportunidad de realización y de avanzar en la conquista del bien y del ideal.

No es el oficio de maestro bajarlo a tierra, hacerlos descender. Ni peor aún, es su trabajo golpearlos contra el suelo o contra los muros.

Obstáculos que a veces se erigen erróneamente, sino quien les da más impulso, les insufla de mayor valor, les da más aire para que su vuelo sea superior.


10. Quien

cree


Tampoco es quien pretende el mérito de crear destinos, sino de impulsarlos más allá en el sentido del bien y del valor, de elevar esas vidas más hacia adelante y hacia arriba.

Es su intervención busca darles de mayor coraje a quienes ya baten sus alas y hasta están en pleno vuelo por la maravilla de la creación, y el designio que los hombres estamos convocados a cumplir en el universo.

Es la empatía de quien logra establecer con niños y jóvenes, basados indudablemente en el interés que despiertan sus lecciones y sus dotes y virtudes de maestros, relaciones y oportunidades en que los lanzan más alto y más lejos.

De allí que maestro es el que cree que se puede hacer de nuestros destinos realizaciones extraordinarias. Quien cree que será posible construir nuevos Machu Picchus y futuros Ollantaytambos y Sacsayhuamanes.

Quien cree, así se engañe, así se caiga desde una ventana, que cada niño puesto en su delante, es un meteoro en el cielo estrellado que él despeja de nubes y huecos negros.


Saludo, abrazo

y compromiso


De allí que no hay nada que más complazca al espíritu humano que contemplar una vida regida por el altruismo, el anhelo del bien y de la justicia para con su pueblo.

La vida de quienes se solidarizan con aquellos que luchan por el bienestar colectivo. La vida de aquellos seres amplios, cordiales, generosos.

Y eso fue José Ramos Bosmediano. Quien marca en la educación el camino que hay que seguir: el rol social de la escuela, la educación con el rostro vuelto a la sociedad, el de la escuela comprometida con la comunidad a la cual se inserta y pertenece.

De quien piensa que el rol ineludible del maestro es el de ser un líder social, quien acoge la historia, la orienta y vela por ella.

Y eso fue José Ramos Bosmediano a quien proclamamos gloria eterna.

¡José Ramos Bosmediano, hermano del alma!

– ¡Presente!



Texto que puede ser reproducido

citando autor y fuente


Teléfonos: 420-3343 y 420-3860





Si no desea seguir recibiendo estos envíos

le solicitamos, por favor, hacérnoslo saber








--
Luis Anamaría http://socialismoperuanoamauta.blogspot.com/
http://centenariogeorgettevallejo.blogspot.com/
http://socialismoperuano.blog.terra.com.pe/
cel 993754274

PLANETA PERU

PlanetaPeru: buscador del Perú

Seguidores

Archivo del Blog