GUSTAVO PEREZ HINOJOZA : LOS MUERTOS DEL APRA

LOS MUERTOS DEL APRA

El suicidio de Alan García Pérez en circunstancias en que iba a ser detenido preliminarmente por disposición de la Fiscalía Penal ha sacudido la opinión pública llevando al cuestionamiento penal de la pertinencia de este tipo de detenciones (que surge ante la fuga del país de varios implicados por corrupción), relacionadas con el escándalo de la corrupción de Presidentes, Congresistas y Ministros por parte de Odebrecht y resucitando en el Apra el martirologio heroico de militantes a través de su historia.

Es sobre este punto que corresponde precisar para la opinión pública, y principalmente para la vieja y nueva militancia aprista, que no existe punto alguno de comparación entre el penoso suicidio de Alan García Pérez, producto de un ego colosal que le impidió ser detenido normalmente, como cualquier ciudadano en investigación, y los muertos históricos del aprismo.

Nunca podrá compararse el suicidio de Alan García Pérez, para evitar ser detenido y procesado por presunta corrupción (y no por alzarse en armas contra la opresión e injusticia nacionales) con la muerte de Manuel “Búfalo” Barreto Risco, cayendo heroicamente en el asalto al Cuartel O Donovan en Trujillo, en Julio de 1932. Nunca podría compararse con la muerte de Tomas Solano Bocanegra, dirigente aprista, fusilado por el Gobierno de Oscar R. Benavides, tras torturarlo atrozmente para que proporcionara información sobre la muerte del Comandante Segundo Remigio Morales Bermúdez, en 1939, acusado falsamente de su participación en él. Nunca podrá compararse con el asesinato de Manuel Arévalo Cáceres, Secretario general de la CTP, a manos de Policía, en las pampas de Casma, aplicándole la “Ley de fuga”. Nunca podrá compararse con el Comandante Águila Pardo, Jefe de la Insurrección de la marinería del Callao, en Octubre de 1948, asesinado por las fuerzas de la represión.

Me imagino por último a Alan García Pérez conversando alguna noche en Paris con Víctor Polay Ramírez, ambos apristas, y preguntándose : “¿Si morimos, en nombre de quien y como moriremos?”.