domingo, 19 de agosto de 2012

RAGARRO :Nuestra Época-08, ¿ Existe una inquietud propia de NUESTRA ÉPOCA ?


*¿EXISTE UNA INQUIETUD PROPIA*

*DE NUESTRA ÉPOCA?*

* *

La inquietud contemporánea es un fenómeno del que forman parte
las más opuestas actitudes. El término se presta necesariamente, por tanto,
a la especulación y al equívoco. Se agitan dentro de la "inquietud
contemporánea" los que profesan una fe como los que andan en su búsqueda.
El catolicismo de Max Jacob figura entre los signos de esta inquietud, al
mismo título que el marxismo, de André Bretón y sus compañeros de La
*Revolution
Surrealiste**. El fascismo pretende representar un "espíritu nuevo",
exactamente como el bolchevismo.

Existe una inquietud propia de nuestra época, en el sentido de
que esta época tiene como todas las épocas de transición y de crisis,
problemas que la individualizan. Pero esta inquietud en unos es
desesperación, en los demás vacío.

No se puede hablar de una "inquietud contemporánea" como de la
uniforme y misteriosa preparación espiritual de un mundo nuevo.

Del mismo modo que en el arte de vanguardia, se confunde los
elementos de revolución con los elementos de decadencia, en la "inquietud
contemporánea" se confunde la fe ficticia, intelectual, pragmática de los
que encuentran un equilibrio en los dogmas y el orden antiguo, con la fe
apasionada, riesgosa, heroica de los que combaten peligrosamente por la
victoria de un orden nuevo.

La historia clínica de la "inquietud contemporánea" anotará,
con meticulosa objetividad, todos los síntomas de la crisis del mundo
moderno, pero nos servirá muy poco como medio de resolverla. La encuesta de
los *Cahiers de l'Etoile*** no invita a otra cosa que a un examen de
conciencia, del que no puede salir, como resultado o indicación de
conjunto, sino una pluralidad desorientadora de proposiciones.

Lo que se designa con el nombre de "inquietud" no es, en último
análisis, sino la expresión intelectual y sentimental. Los artistas y los
pensadores de esta época rehúsan, por orgullo o por temor, ver en su
desequilibrio y en su angustia, el reflejo de la crisis del capitalismo.

Quieren sentirse ajenos o superiores a esta crisis. No se dan
cuenta de que la muerte de los principios y dogmas que constituyen el
Absoluto burgués ha sido decretado en un plano distinto del de su
especulación personal.

La burguesía ha perdido el poder moral que antes le consentía
retener en sus rangos, sin conflicto interno, a la mayoría de los
intelectuales. Las fuerzas centrífugas, cesionistas***, actúan sobre éstos
con una intensidad y multiplicidad antes desconocidas. De aquí, las
defecciones como las conversiones. La inquietud aparece como una gran
crisis de conciencia.

La inquietud contemporánea, por consiguiente, está hecha de
factores negativos y positivos. La inquietud de los espíritus que no
tienden sino a la seguridad y al reposo carece de todo valor creativo. Por
este sendero no se descubrirá sino los refugios, las ciudadelas del pasado.
En el hombre moderno, la abdicación más cobarde es del que busca asilo en
ellos.

Nuestra primera declaratoria de guerra debe ser a la que mi
compatriota Iberico llama "filosofías de retorno". ¿El florecimiento de
estas filosofías, en un clima mórbido de decadencia, entra en gran escala
en Occidente en la "inquietud contemporánea"? Esta es la cuestión principal
que hay que esclarecer para no tomar sutiles álibis**** de la Inteligencia
y teorías derrotistas sobre la modernidad como elaboraciones de un espíritu
nuevo.

*JCM, 29.08.30 COC. T. 6, págs. 29-31*

Publicado en Mundial, 18 días antes de su muerte, respondiendo a un
cuestionario de la revista francesas *Cahiers de l'Etoile*. Se han
suprimido los primeros párrafos, por su carácter circunstancial, que decían
así: "La redacción de *Cahiers de l'Etoile* me ha incluido entre los
escritores consultados en su gran encuesta internacional sobre la
'inquietud contemporánea'. Estoy en deuda con esta revista desde hace unos
meses; y creería llegar con excesivo retardo a su cita, si no encontrase en
los últimos números de algunas revistas de América las primeras respuestas
del mundo hispánico, entre ellas la de Juan Marinello que tan deferente y
elogiosamente me menciona. La demora de otros justifica o atenúa la mía.

Estimo útil la transcripción del cuestionario sometido al análisis y a la
crítica de los escritores consultados:

A) ¿Existe una inquietud propia de nuestra época?

B) ¿La constata usted en su mundo?

1- ¿Qué formas toma?

2- ¿Cómo se expresa esta inquietud dentro y frente a la vida social?

(¿La interdependencia de los países, la condensación de la población en los
grandes centros, el maquinismo colectivo, el automatismo individual,
tienden a aniquilar la personalidad humana?)

3- ¿Y dentro de la vida sexual?

4- ¿Y dentro de la fe?

5- ¿Cuál es su efecto sobre la actividad creadora?

C ¿La inquietud, no es el sufrimiento de una humanidad que espera encontrar
su unidad libertándose de sus prisiones (tiempo, espacio y soledad
individual)? (En este caso, ¿una época de gran inquietud no señala el
despertar de una nueva conciencia? ¿Y si estamos en tal época, podemos ya
despejar esta nueva conciencia y sus características?)"

*Nota de la Empresa Editora Amauta***

(* La Revolución Surrealista; **Cuadernos de la Estrella; *** puede ser
seccionistas, de seccionar, separar; ****coartadas)

* *

*Nota*.- JCM inició su exposición ante la época contemporánea
con NUESTRA ÉPOCA, y la concluyó con ¿EXISTE UNA INQUIETUD PROPIA DE
NUESTRA ÉPOCA? Sorprende la coincidencia, pero desde el inicio hasta el
final de sus aportes al *Socialismo Peruano* tuvo siempre en cuenta que se
trataba de una *nueva época* en el devenir de la humanidad.

Esta preocupación, esta inquietud daba la vuelta al mundo. En
todas partes se tomaba conciencia de que la crisis que se enfrentaba era
por el cambio del sistema social. Por eso, a diez años justos de su
*Maximalismo
Peruano*, pudo señalar que:



*El destino de Norteamérica no puede ser contemplado sino en un plano
mundial. Y en este plano, el capitalismo norteamericano, vigoroso y
próspero internamente aún, cesa de ser un fenómeno nacional y autónomo,
para convertirse en la culminación de un fenómeno mundial, subordinado a un
ineludible sino histórico.*

*(31.12.27)*



Es el trasfondo de la época contemporánea que sucede a la época
moderna.

Ragarro

17.08.12



--
Luis Anamaría http://socialismoperuanoamauta.blogspot.com/
http://centenariogeorgettevallejo.blogspot.com/
http://socialismoperuano.blog.terra.com.pe/
cel 993754274

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