viernes, 17 de abril de 2015

Fwd: Coalición progresistas izquierda


---------- Mensaje reenviado ----------
De: Milciades Ruiz <gestirurales@gmail.com>
Fecha: 17 de abril de 2015, 9:33
Asunto: Coalición progresistas izquierda
Para: mario_ccastro@yahoo.es


COALICIÓN QUE COLISIONA CON EXPECTATIVAS POPULARES

Escribe: Milciades Ruiz

Facciones disidentes del movimiento político de Ollanta Humala, tanto los que se apartaron tempranamente como los que solo lo han hecho después de haber disfrutado de su gobierno cerca de cuatro años, han vuelto a juntarse para reivindicar la "Gran Transformación" y la "Hoja de Ruta" que su ex líder abandonó. El propósito es lograr protagonismo en las elecciones del 2016 lanzando el proyecto "Coalición progresista- unión de izquierdas". Ya antes habían fracasado lanzando el frente "Fuerza Ciudadana" (FC) para la elecciones regionales y locales con los resultados conocidos.

Participan en el proyecto algunos grupos de izquierda expertos en el proceso de pulverización orgánica con pasajeras uniones y desuniones electorales desde 1978. También quienes buscan mantenerse vigentes tras el fracaso en el gobierno de Lima, cuya gestión no fue socialista, ni popular ni de izquierda sino por el contrario, han desprestigiado a esta. Otros personajes de esta "coalición", no obstante ser repudiados como miembros del actual parlamento se suben a este carro pretendiendo ser reelegidos. Ni qué decir de la presencia de algunos cuya trayectoria política tiene balance negativo.

Aunque también participan personalidades de reconocida buena fe, la primera impresión que deja esta coalición es que se trata de una conjunción de "quemados" políticamente y que no responde a las aspiraciones de renovación tantas veces señalada en nuestras filas. Dar paso al costado para permitir el surgimiento de nuevos liderazgos y dejar que el pueblo sea el protagonista.

La historia política registra el caso de otra coalición de triste recordación en la década de 1960 y aunque las condiciones son distintas el solo membrete de la coalición nos hace ver que "progresistas" es una forma disimulada de decir que son de derecha. Podrá decirse que son de derecha moderada pero la desconfianza es inevitable, sobre todo si los "progresistas" terminan liderando la coalición con la aprobación de la izquierda completa.

Al menos, eso parece ser las intenciones de los voceros que vienen convocando a tiros y troyanos para que se sumen a sus planes. Han tomado la delantera en la promoción mediática pero podría ser flor de un día si los otros frentes unitarios salen a la palestra como alternativas competitivas. El asunto es clarificar si la izquierda va a las elecciones con el apoyo de progresistas o, si los progresistas lo hacen con el apoyo de la izquierda.

Durante estos años se ha señalado como responsabilidad de los partidos de izquierda el error de renunciar a un candidato propio prefiriendo a un tercero antes que a ninguno de la propia familia. Ante la ausencia de un liderazgo aglutinador, las rencillas mezquinas llevaron a encumbrar a quien más tarde los traicionaría. Se afirma que Ollanta no hubiera ganado las elecciones el 2011 si no hubiese sido por la izquierda pero al parecer, pese a las autocríticas y fracaso, los partidos de izquierda comprometidos en esta coalición insisten en repetir la experiencia pero reemplazando al susodicho con los "progresistas".

Lo primero que han dicho los voceros de la coalición, es que están a favor de las inversiones mineras dejando dudas sobre su posición respecto a la lucha de los campesinos que defienden su medio ambiente que es su medio de vida. Manifiestan que el neoliberalismo ya cumplió su ciclo y que por ello debería cambiarse de modelo pero, no lo cuestionan por su fundamento ni por los daños que el mismo sigue ocasionando a nuestro desarrollo sino porque ya su rol pasó de moda (¿?).

Los voceros de esta coalición aducen que son partidarios de la economía de mercado y de la promoción de las inversiones sin precisar las diferenciaciones con las tesis de la derecha. Se esfuerzan en dar la impresión de que no son socialistas ni de izquierda radical estando dispuestos a ser concesionarios. Pero sabemos que de concesión en concesión se llega a la claudicación. Este es el terreno de las ambigüedades en que se mueven quienes carecen de claridad ideológica o esconden sus intenciones.

Estas primeras manifestaciones de los "progresistas" dejan pues muchas dudas sobre su calidad política para liderar a la izquierda y sobre su ascendencia en las fuerzas populares cuyas necesidades y demandas no aparecen en sus libretos. Hablan de seleccionar candidatos con elecciones primarias "desde la base" pero habría que preguntarles ¿cuáles son sus bases? ¿Son las clases trabajadoras? ¿O tal vez el proletariado campesino? ¿O un círculo de oficinistas de cuello y corbata? ¿Cuáles son las bases orgánicas de los "progresistas"? ¿Será que, ellos ponen el protagonismo y la izquierda las bases?

Si no hay un deslinde claro con las posiciones de los partidos de las vertientes derechistas, nuestro pueblo verá que no hay ninguna diferencia. "Todos son lo mismo, todos son iguales" será la sentencia.  Si no hay un lenguaje distinto que recoja las aspiraciones de la problemática de los pobres será muy difícil que esta coalición tenga suficiente aceptación. En todo caso, habrá que ver como evoluciona este proyecto para tener una mejor apreciación. En todo caso es una opción disponible.

¿Qué tanto conocen de los problemas y sufrimientos campesinos, de los asalariados, de los jóvenes, de las comunidades campesinas, comunidades nativas, mineros artesanales, ambulantes del comercio callejero, trabajadores del transporte público y de carga, soldados, policías subalternos, trabajadores rurales? Si no saben nada de esto, entonces la plataforma política que postulen ignorará las reales aspiraciones de los sectores populares.

Admito que puedo estar equivocado y prejuiciado con una versión apresurada. Ojalá que todo sea diferente y beneficioso para nuestras filas. Pero si se siguen creando frentes políticos en la izquierda se estaría trabajando para el enemigo: "Divide y vencerás". Sería más alentador que las izquierdas de los diversos frentes formen un solo bloque y decidan lo más apropiado. Si las ambiciones personales de las cúpulas entorpecen la unidad, quizá la fórmula sería dejar que los candidatos provengan de las organizaciones populares más representativas y no de cascarones. Solo así quedarían fuera de juego los oportunistas. El caso boliviano quizá sea una experiencia a tener en cuenta para llegar al poder.

Estos reparos me costarán las iras de los aludidos pero asumo las consecuencias. Aunque he tomado el caso de esta coalición en particular, los señalamientos van también dirigidos a otros frentes y agrupaciones de izquierda. Habrá que ver la composición de estas integraciones y sus propuestas, si hay nuevos rostros y la cabida que están dando a las organizaciones populares, a los jóvenes y a las demandas de los trabajadores urbanos y rurales. Para los revolucionarios que piensan más allá de las elecciones lo más importante es forjar el poder popular antes que una pasajera adhesión electorera. Salvo mejor parecer.

Abril 2015

Otra información en https://republicaequitativa.wordpress.com/

 




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