VOLODIA ME CONDUJO AL DESIERTO
Volodia me condujo al desierto
A la infancia de bueyes rojos
Su ojo de cóndor cursa el río de los Andes
Levantando la espada
Él goza oler abejas y árboles de eucalipto
Virginia no es una mujer fatal
Es una yegua volando Un cuadro de Marc Chagall
Lima se desmorona y gira sobre sí misma
Transpira gas y sangre Golpes y cicatrices
Quién no ha extraviado los sueños mundanos
Un amor fallido agoniza medroso
Bajo un viento desamparado
Carbón, leña y cenizas
Se desliza vivo tu cuerpo
Espectro gema que divide destinos
Y aletarga prohibidas alcobas sin ilusión
Lo absurdo del día se ha arrimado
Vestido de horas, silencio y pájaros brunos
Del polvo enamorado nacen alondras
Plateada Noche perpetúa
Claro de luna
Sólo me tocó el corazón
De improviso
Olor de fantasma al borde de la espuma
Pasión fugaz se nutre de espacios
Despierto y escribo mi señal:
Se prohíbe pensar en extraños
¿Mi lámpara fatigada se calma?
Todo se desvanece hasta la música de Beethoven
2008-2010
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