HUELGA DE MAESTROS PERUANOS
             
                
    
                                                                                                      José  Luis Ayala.
    Expreso mi pública adhesión, fe y apoyo a la huelga de maestros  peruanos. Se trata de un derecho irrenunciable para reclamar no solo un mejor  sueldo para docentes, que cada día se empobrecen mucho más. Si no que además  exigen corregir defectos y errores, de un sistema educativo que no corresponde  a los nuevos retos históricos del siglo XXI. Los maestros hacen bien en  rechazar amenazas de descuentos y despidos, esas palabras  los fortalecen mucho más. La violencia del  Estado atrapado por el neoliberalismo y neofascismo, no es una solución, al  contrario fortalece el espíritu colectivo de lucha.
     Un Estado que no educa con calidad pedagógica, identidad y visión de  futuro a la niñez y juventud, está destinado a convertirse en una neocolonia.  De allí la necesidad que después de la huelga, el magisterio decida designar a  un grupo de maestros para proponer en nombre de magisterio nacional, un nuevo  sistema educativo. No lo harán los ministros de educación, que por lo general  son delegados de grupos de poder económico y no les interesa el Perú. Es una  tarea de docentes en actividad y cesantes, son quienes mejor conocen la  dolorosa realidad educativa y social del Perú.
     Una de las debilidades de esta clase de huelgas justas es que los  maestros no presentan una alternativa educativa. Es decir, que al mismo tiempo  de reclamar mejores condiciones de trabajo, hagan conocer qué clase de  educación se debe implementar para formar generaciones para una distinta sociedad  humana. La respuesta al presidente de la República, ministros y congresistas  debería ser: Tenemos derecho a mejores salarios no solo por el costo de vida,  sino porque proponemos educar en base a un sistema educativo solidario,  humanista, productivo y descolonizante, de acuerdo a la realidad de cada región  del Perú. ¡Aquí está el texto de un proyecto educativo para cincuenta años! 
      Sin embargo, ese trabajo no es una tarea fácil y no hay que esperar el  apoyo del Ministerio de Educación, tiene que ser una labor de maestros capaces  al margen de las discrepancias ideológicas. Los ministros de educación,  economía y cultura, no conocen los problemas sociales. Son tecnócratas que al  servicio de la acumulación del capital. No conocen el Perú esencial. Carecen de  una visión histórica para preparar a las generaciones del relevo. No los  designa el presidente de la República, sino los lobies, los Ángeles de Charlie,  ellos dirigen las gestiones en pasillos del Congreso y ministerios. 
    Más allá de estas consideraciones inherentes, la huelga de los maestros  es ejemplar y no deben permitir que sea quebrada. Ya ha sucedido antes, una  camarilla se entiende con el ministro y firma una promesa que nunca se cumple.  Así, el magisterio está plagado de traidores, de gente que consigue una  asignación con tal de medrar debido al sacrificio de las grandes mayorías. Esa  es una historia vergonzosa y tiene una larga lista de nombres.
     Los maestros en huelga han llegado a Lima y los hemos escuchado. Tienen  razón cuando señalan que sus sueldos son una miseria frente al costo de vida.  Lo más grave es que sus hijos no tienen acceso a una educación universitaria de  calidad, por tanto sus descendientes están condenados a la pobreza y  marginalidad. Por eso, además rechazan un irrisorio aumento que no alcanza para  cubrir dignamente los gastos mensuales de manutención y educación de sus  hogares. 
     Entonces, ¿cuánto debería ganar un maestro primario o secundario en el  Perú? Por lo menos cinco mil soles mensuales. Ese monto le alcanzaría para  tener una biblioteca, aprender idiomas, asistir a certámenes y educar a sus  hijos. El Estado debería dotarle de vivienda a precio razonable con préstamos a  largo plazo. Un maestro o maestra peruana debería ser entonces una persona  culta, inteligente, solidaria. Todo maestro y maestra peruana, como última  función debería aspirar a ser ministro, ministra de educación.
     Mientras los ministros y ministras sean designados por el Banco Mundial  de Desarrollo y la CONFIEP, nada se podrá esperar respecto a un cambio  sustantivo en el sistema educativo ajeno al Perú. De allí la necesidad de desechar  el pensamiento educativo neocolonial humillante de la educación peruana. Sin  embargo, no se puede negar la evidente fractura de la unidad magisterial que antes  tenía. La forma de unificar ahora al magisterio es en base a una forma de  encarar la nueva problemática cultural.
    ¿Por qué en la lucha de sueldos no se  incluye a maestros y maestras jubiladas? Es una perversa acción de marginación  y desprecio a quienes entregaron una vida a la enseñanza y formación de varias  generaciones. La juventud dura poco, es un ensueño y la vejez es la edad más  larga. ¿Cómo sobreviven los jubilados con un sueldo miserable? En gran parte  debido al aporte de sus hijos. Ninguna huelga consiguió nada para ellos y eso  es injusto. Desde el gobierno de Toledo los docentes jubilados ganan un  promedio de novecientos soles mensuales.
      ¿Quién dirige la huelga de los maestros? Es un tema de fondo que traerá  consecuencias graves. Sin duda Patria Roja, que se beneficia con las planillas  de la Derrama Magisterial no apoya la huelga por razones salariales y económicas.  Entonces, la versión oficial es que MOVADEF en gran parte moviliza a los  maestros. Esa aseveración es mal intencionada, falsa. Así lo han demostrado los  maestros que llegaron a Lima y realizaron una gran manifestación en la Plaza  San Martín. Las exposiciones de los oradores fueron de reivindicación del  magisterio, sean bien pagados, tener una vida digna que corresponde a todo  educar peruano.
      Reitero mi apoyo a la huelga de  maestros peruanos. Me sumo a las voces que vienen desde nunca llegó un Ministro  de Educación. La huelga es una acción valiente y necesaria, los descuentos y  despidos no podrá atemorizar a maestros que se han cansado de ser pobres. Toda  huelga significa sacrificio y es una acción heroica. Es también una lección cívica  en calles y plazas, nada podrá derrotarlos. Un maestro que lucha por su  dignidad es un ejemplo para jóvenes de hoy y futuras generaciones. Un abrazo  sideral a todas las maestras y maestros peruanas en huelga. Ahora y  siempre.               
    
José Luis Ayala

 
 
 
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