La filosofía del marxismo es el materialismo dialéctico Charles Jaime Lastra Domínguez 31 de mayo del 2009 Nuevos escenarios de la polémica El problema de reconocer o no si el marxismo tiene una filosofía es realmente una cuestión cardinal. Lo es más la cuestión de saber si esa filosofía es o no el materialismo dialéctico. Y esto tiene que ver con nuestra fidelidad no sólo al método del marxismo, sino, al mismo tiempo, a la doctrina marxista. No es, como cree Miguel Aragón, tan solamente "nuestras diferentes maneras de entender el marxismo". Por la sencilla razón de que el marxismo puede ser entendido –y mejor, comprendido– correctamente sólo de una manera, y no de dos, tres, etc. formas. Y esa forma correcta, en el caso de la base filosófica del marxismo, es la que mejor expresa la unidad entre la concepción materialista del mundo y el método dialéctico. Por eso, los marxistas reconocemos en Lenin al primero que utilizó el concepto de materialismo dialéctico para definir la filosofía marxista. Y la prueba absoluta está en su libro "Materialismo y empiriocriticismo". Y cuando Lenin se refirió que Marx y Engels tocaron ("decenas", "innumerables" e "infinitas" veces) este aspecto del concepto materialismo dialéctico no se refirió (mecánicamente) a que los fundadores de la doctrina marxista a cada rato y en forma explícita utilizaron la palabra compuesta de materialismo dialéctico. Si se es verdaderamente leninista se tiene que ser consecuente con la línea esencial de la exposición filosófica de Lenin, cuyo aporte es precisamente, en el terreno de la filosofía marxista, lograr esta unidad dialéctica entre el materialismo y la dialéctica, cuyo primer impulso de creación lo hicieron Marx y Engels. Justamente, por el hecho de no tener definido claramente esta unidad del materialismo con la dialéctica (que estando de cabeza –la dialéctica– Marx y Engels la pusieron de pie), luego de la muerte de Marx y Engels, el revisionismo abjuró de la concepción materialista en su pretensión de "espiritualizar" el marxismo y el dogmatismo acható el materialismo por su menosprecio a la dialéctica. Lenin fue el restaurador del marxismo también en el terreno de la filosofía, que es la base del marxismo. Sin esto no podríamos estar hoy hablando de leninismo. Entonces, así como el mismo compañero Miguel Aragón lo ha confirmado, el fondo del debate no es cuándo y quién usó primero las palabras materialismo dialéctico (que él sigue, lamentablemente, calificándolas como "palabrejas" sin alcanzar un sustento serio), sino el fondo de la cuestión es la esencia de cómo defendemos la dialéctica y el leninismo. En consecuencia, el nuevo escenario de la polémica puede encuadrarse mejor, tomando la cáscara simplemente como tal y analizando bien a fondo el contenido, sin dejarnos confundir en el intento. Esperamos que de aquí en adelante no surja ese emplazamiento cuasi intimidatorio de "haber dime, en ¿qué parte está escrito así?" Y hacemos votos para que el debate no vaya por carriles mecanicistas, sino por la espiral dialéctica. La posición de Lenin Es reconocido el trabajo serio y profundo que Lenin llevó a cabo en el estudio de la filosofía pre marxista, la filosofía marxista y de la filosofía antimarxista, en el período posterior a la muerte de los fundadores del marxismo. La ventaja que tuvo en todo esto es que nunca se apartó de la filosofía marxista, y con esta concepción pudo elevar el nivel de desarrollo de esta filosofía. Esto se sintetizó en la formulación de la definición de la filosofía marxista como el materialismo dialéctico. Definición que no une cualquier materialismo con cualquier dialéctica. La unidad asumida por Lenin es la unidad del materialismo marxista y de la dialéctica marxista. Engels, en su libro "Ludwig Feuerbach y el fin de la filosofía clásica alemana" (1886), luego de exponer la historia del idealismo y del materialismo, especialmente de Hegel y de Feuerbach, respectivamente, centrando en el contenido y la forma de estas filosofías, en el capítulo IV, llega a importantes conclusiones acerca de la FILOSOFÍA DIALÉCTICA que estaban creando. Engels anotó: "Si en nuestras investigaciones nos colocamos siempre en este punto de vista [el de la dialéctica materialista. Nota mía], daremos al traste de una vez para siempre con el postulado de soluciones definitivas y verdades eternas; tendremos en todo momento la consciencia de que todos los resultados que obtengamos serán forzosamente limitados y se hallarán condicionados por las circunstancias en las cuales los obtenemos;…". Y, en efecto, Marx y Engels tuvieron razón. Feuerbach empujó la filosofía de Hegel llevando a su límite posible la filosofía en Alemania (y no solo en Alemania). Muy preciso fue el título del libro de Engels (escrito a tres años de haber fallecido Marx) que demostró el fin de la filosofía tradicional, buscadora incorregible del "sistema" filosófico. Con Marx y Engels "el postulado de soluciones definitivas y eternas" fue dado al traste "de una vez y para siempre". Esto fue debidamente valorado por Lenin, que por eso, RESALTÓ lo dicho por Engels: "Pero una cosa es reconocerla de palabra y otra cosa es aplicarla a la realidad concreta, en todos los campos sometidos a investigación." En este caso, no aplicar la dialéctica materialista es caer en el materialismo vulgar en general o cualquiera de las variantes dogmáticas posibles respecto del marxismo en particular. Más la dialéctica, por sí sola, sin el materialismo consecuente, solo podría engendrar idealismo. Lenin conoció muy bien lo dicho por Engels: "También esta corriente [la de Marx] se separó de la filosofía hegeliana replegándose sobre las posiciones materialistas. Es decir, decidiéndose a concebir el mundo real –la naturaleza y la historia– tal como se presenta a cualquiera que la mire sin quimeras idealistas preconcebidas; decidiéndose a sacrificar implacablemente todas las quimeras idealistas que no concordasen con los hechos, enfocados en su propia concatenación y no en una concatenación imaginaria. Y ESTO, Y SOLO ESTO, ES LO QUE SE LLAMA MATERIALISMO. Sólo que aquí se tomaba realmente en serio, por primera vez [sí, ¡POR PRIMERA VEZ!], la concepción materialista del mundo Y SE LA APLICABA CONSECUENTEMENTE –a lo menos, en sus rasgos fundamentales– a todos los campos posibles del saber." (Mayúsculas y subrayados puestas por mí). También dejó anotado Engels que esa fue "la única [corriente] que ha dado verdaderos frutos". "Esta corriente no se contentaba con dar de lado a Hegel; por el contrario, se agarraba a su lado revolucionario, al método dialéctico, tal como lo dejamos descrito más arriba [Es decir, bajo la concepción materialista del mundo.]" Lenin comprendió que tanto Marx y Engels tomaron consciencia que sin la concepción materialista marxista la dialéctica hegeliana sería un método inservible, porque "…en Hegel, el desarrollo dialéctico que se revela en la naturaleza y en la historia (…) no es más que un cliché del automovimiento del concepto; automovimiento que existe y se desarrolla desde toda una eternidad, no se sabe dónde, pero desde luego con independencia de todo cerebro humano pensante." ESA ES LA DIALÉCTICA BASADA EN LA CONCEPCIÓN IDEALISTA. Es decir, ¡ESTABA CABEZA ABAJO! Por eso, Engels explicó como ambos (Marx y él) estaban plenamente conscientes de que "Esta inversión ideológica [la dialéctica puesta cabeza abajo] era la que había que eliminar. Nosotros retornamos a las posiciones materialistas y volvimos a ver en los conceptos de nuestro cerebro las imágenes de los objetos reales, en vez de considerar a éstos como imágenes de tal o cual fase del concepto absoluto. Con esto, la dialéctica quedaba reducida a la ciencia de las leyes generales del movimiento, tanto del mundo exterior como en el pensamiento humano." (Negritas y subrayados puestas por mí) Pero no sólo eso, Engels hizo una precisión fundamental en el sentido de que "las leyes generales del movimiento" que operan en el mundo exterior y en el pensamiento humano son "… dos series de leyes idénticas en cuanto a la esencia, pero distintas en cuanto a la expresión, en el sentido de que el cerebro humano puede aplicarlas conscientemente, mientras que en la naturaleza, y hasta hoy también, en gran parte, en la historia humana, estas leyes se abren paso de un modo inconsciente, bajo la forma de una necesidad exterior, en medio de una serie infinita de aparentes casualidades. Pero, con esto, la propia dialéctica del concepto se convertía simplemente en reflejo consciente del movimiento dialéctico del mundo real, lo que equivaldría a poner la dialéctica hegeliana cabeza abajo; o mejor dicho, a invertir la dialéctica que estaba cabeza abajo, poniéndola de pie." (Negritas y subrayados puestas por mí). Lenin hubo de seguir atentamente el discurso de Engels para valerse de ello en su avance a definir la filosofía marxista como el materialismo dialéctico. Es claro el remate de toda esta línea de razonamiento. En el mundo real, que incluye también la sociedad humana y, por ende, también el hombre que piensa, el materialismo y la dialéctica están unidos, viven y se desarrollan juntos. No existen discrepancias entre ellos y actúan de manera armónica. Y toda esa realidad se tiene que expresar en una concepción humana (porque es el hombre quien piensa y razona). Esa concepción, hoy por hoy, es el materialismo dialéctico. En ese sentido, a Lenin tiene que haberle causado gran impacto una anotación hecha por Engels en forma casi aleatoria, pero bastante notable, como lo reconoce el propio compañero de Marx, al referirse a Joseph Dietzgen: "Y, COSA NOTABLE, –dice Engels– esta dialéctica materialista, que era desde hacía varios años nuestro mejor instrumento de trabajo y nuestra arma más afilada, NO FUE descubierta solamente por nosotros, SINO TAMBIÉN, independientemente de nosotros y hasta independientemente del propio Hegel, por un obrero alemán: Joseph Dietzgen." (Negritas, mayúsculas y subrayados puestas por mí) Esta anotación de Engels, hecha en "Ludwig Feuerbach y el fin de la filosofía clásica alemana", es realmente notable. Y puede ayudarnos a vencer nuestras limitaciones en nuestro entendimiento del por qué Lenin usó las dos palabras (materialismo dialéctico) como concepto para definir la filosofía marxista. Lenin es bastante enfático en el prólogo a la primera edición de su libro "Materialismo y empiriocriticismo", donde deja constancia de que quienes quieren DESTRUIR el materialismo dialéctico, ABJURAN del marxismo porque de hecho abjuran del materialismo dialéctico. Los compara con "el revisionismo filosófico típico, pues los revisionistas son los únicos que han adquirido triste fama por haber abandonado las concepciones fundamentales del marxismo y mostrar timidez o incapacidad para "liquidar cuentas" en forma franca, directa y decidida y clara con los puntos de vista abandonados". Constata Lenin que estos destructores revisionistas "eluden el fondo de la cuestión" y tienen una "negativa rotunda a hacer un análisis directo de las innumerables declaraciones materialistas de Marx y Engels". Por eso, muy bien les increpó que esos intentos de destruir el materialismo dialéctico es una verdadera "rebelión de rodillas". Y dejó bien claro el propósito de su libro al afirmar: "En estos apuntes me he propuesto dar con la causa que ha hecho desbarrar a esas gentes que ofrecen, bajo el nombre de marxismo, algo increíblemente caótico, confuso y reaccionario". ¡Y qué bien que lo dejó demostrado durante ese año de 1908! A doce años después, con motivo de aparecer una segunda edición de "Materialismo y empiriocriticismo" (1920), en el prólogo correspondiente, una vez que en los hechos fueron derrotados esos "destructores", Lenin se ratificó en sus tesis y aconsejó que su libro "ayude a conocer la filosofía del marxismo, el materialismo dialéctico". Y, con relación al trabajo de elevar la conciencia de las masas y de ofrecer una orientación para la investigación científica, en su artículo "El significado del materialismo militante" (1922) afirmó: "Para soportar esta lucha y llevarla hasta el fin con pleno éxito, el naturalista debe ser un materialista moderno. Un partidario consciente del materialismo representado por Marx, es decir, debe de ser un materialista dialéctico." Aconsejando que se "…deben organizar el estudio sistematizado de la dialéctica de Hegel desde el punto de vista materialista, es decir desde la dialéctica que Marx aplicó prácticamente en "El Capital" y en sus otras obras de historia y política" (negritas y subrayados puestos por mí). Lenin siempre valoró el aporte hegeliano, pero la cosecha fecunda solo podría hacerse con "la interpretació n materialista de la dialéctica de Hegel", así como lo hicieron Marx y Engels en su momento, ahora también es útil (decía Lenin) para encontrar respuesta a una serie de "cuestiones filosóficas que plantea la revolución de las ciencias naturales". Lenin se orientó muy bien con el avance del materialismo dialéctico. NO FUE UN ERROR, ni tampoco lo abandonó como pretenden algunos "teóricos" que hoy se alistan en el nuevo ejército de los "destructores" del materialismo dialéctico. La filosofía como concepción general La filosofía marxista no es esa filosofía tradicional que buscaba convertirse en el "sistema" absoluto de las verdades eternas. El "sistema" filosófico, que toda la filosofía anterior al marxismo, buscaba como el conocimiento total y definitivo, era una búsqueda absurda, como la de los alquimistas querían encontrar la fórmula de crear el oro, o cómo la de los ególatras de antaño querían descubrir el elíxir de la juventud. Pero todo eso no eran sino solo sueños maravillosos que jamás se podrán alcanzar. La nueva filosofía enterró todas esas elucubraciones y desperdicio de tiempo. Si bien, el objetivo del conocimiento ya no es encontrar la verdad absoluta convertida en el perfecto "sistema" filosofal, necesariamente se requiere manejar una concepción científica general que permita armonizar y dirigir el avance de todas las ciencias. Y esa nueva concepción llenó la palabra filosofía, dándole el contenido que ahora tiene la filosofía marxista. El gran aporte de Marx y Engels, que unieron la dialéctica y el materialismo, elevando la filosofía a lo que verdaderamente debe de ser, una concepción científica general del mundo, pusieron término a la búsqueda del perfecto "sistema filosófico" en el cual habían perdido tanto tiempo los filósofos del pasado. Lo que se terminó, por tanto, no es la filosofía en el sentido de concepción general de mundo en movimiento, sino aquella filosofía que pretendía ser el "sistema" universal que expresaba el mundo en forma absoluta de una vez y para siempre. Justamente, Engels, había observado, en relación a esto, los errores frecuentes y corrientes de los filósofos pre marxistas, que entre ellos competían en la búsqueda de ese "sistema" filosófico y no veían lo que estaba en sus narices: "La naturaleza existe independientemente de toda filosofía", y por ello opinaba también que era imposible hacer contener el mundo real, en perpetuo movimiento, en un "sistema" filosófico. Así que, con la concepción materialista y dialéctica ya adquirida con Marx, Engels señaló irónicamente: "El maleficio quedaba roto; el "sistema" saltaba hecho añicos y se le daba de lado." Mariátegui captó muy bien este aspecto de la crítica marxista. En su libro "Defensa del marxismo" dejó constancia de esto: "Marx, en primer lugar, no se propuso nunca la elaboración de un sistema filosófico de interpretació n histórica, destinado a servir de instrumento a la actuación de su idea política y revolucionaria" (Subrayado por mí). Y agregó a continuación: "Su obra, en parte, es filosofía, porque este género de especulaciones no se reduce a los sistemas propiamente dichos,…" (Subrayado por mí). El "sistema" filosófico no puede ser, porque al existir materia en perpetuo movimiento y cambio, el conocimiento tampoco puede detenerse. Así el deseo de los filósofos pre marxistas que querían encontrar el "sistema" filosófico entraba en contradicción con el hecho real de su imposibilidad. Engels comentaba acerca de esto diciendo que de cumplirse ese deseo de crear un "sistema" filosófico, a los filósofos se les acabaría la chamba y solo tendrían que sentarse cruzados de brazos viendo el mundo, por fin, descubierto en su totalidad; pero que esto mismo era una contradicción, puesto que el mundo para existir necesita seguir moviéndose y desarrollándose, con lo cual el "sistema" incumplía su objeto y se revelaba como falso e inútil. Por eso, respecto a esta contradicción, dijo: "Y la contradicción, como solo tenía una existencia imaginaria, quedaba resuelta". ¡Claro, como en un sueño, que al despertar se soluciona el problema! Marx y Engels supieron enseñar que YA NO VA más la construcción de "sistemas". Para conocer y comprender el mundo, la sociedad y el pensamiento solamente requerimos de una concepción general que reconozca la existencia real e independiente del mundo o de la naturaleza; es decir, que sea una concepción materialista. Y, al mismo tiempo, que esa concepción tiene que tener un método que reconozca que el mundo o la naturaleza no pueden existir sin movimiento, cambios y desarrollo; es decir, que sea, por eso, una concepción dialéctica. Con todo este avance, en plena lucha contra el revisionismo y el dogmatismo, dadas las nuevas condiciones de la lucha de clases y del avance de las ciencias, Lenin definió que la filosofía del marxismo es el materialismo dialéctico. Volvemos a decir: NO FUE UN ERROR, sino más bien, un GRAN ACIERTO del que nunca se retractó. Y en esa misma línea, José Stalin, al comienzo de su libro "Sobre el materialismo dialéctico y el materialismo histórico" (1938) escribió: "El materialismo dialéctico es la concepción filosófica del partido marxista-leninista. Llámase materialismo dialéctico porque su modo de abordar los fenómenos de la naturaleza, su método de estudiar estos fenómenos y de concebirlos, es dialéctico, y su interpretació n de los fenómenos de la naturaleza, su modo de enfocarlos, su teoría, materialista". Concluye su mencionado libro asimilando una gran lección: "Por lo expuesto, se ve qué riqueza teórica era la que defendía Lenin para el partido contra los ataques de los revisionistas y de los degenerados y cuan inmensa fue la importancia que tuvo la publicación de su libro "Materialismo y empiriocriticismo" para el desarrollo del partido bolchevique". Mao Tse-tung, continuando en esa misma línea marxista, en su tesis filosófica "Acerca de la práctica" (1937), sintetizó así el desarrollo de la doctrina en el campo filosófico: "La filosofía marxista –el materialismo dialéctico– tiene dos características sobresalientes. Una es su carácter de clase: afirma explícitamente que el materialismo dialéctico sirve al proletariado. La otra es su carácter práctico: subraya la dependencia de la teoría respecto a la práctica, subraya que la práctica es la base de la teoría y que ésta, a su vez, sirve a la práctica". Queda claro que los marxistas al hablar del materialismo dialéctico consideramos a la filosofía como una concepción científica general y no como un "sistema" que contenga verdades absolutas. Queda claro que los marxistas al hablar del materialismo dialéctico reconocemos en la filosofía marxista su carácter partidista, que es la concepción del partido de vanguardia, que sintetiza el servicio de esta filosofía en favor del proletariado, por su emancipación y la emancipación de toda la sociedad. Queda claro que los marxistas al hablar del MATERIALISMO DIALÉCTICO asumimos que la práctica social es la base para todo conocimiento correcto; a su vez, que esta teoría debe resolverse como correcta y verificable en la misma práctica social. Queda claro que los marxistas al hablar del MATERIALISMO DIALÉCTICO asimilamos el materialismo como base y la dialéctica como factor dirigente. Queda claro que los marxistas al hablar del MATERIALISMO DIALÉCTICO deslindamos con todo revisionismo y con todo dogmatismo, al partir de Marx y Engels, pero seguir adelante con Lenin, Stalin y Mao. Queda claro que los marxistas al hablar del MATERIALISMO DIALÉCTICO refutamos y combatimos los argumentos de los nuevos destructores del marxismo, que abjurando del materialismo dialéctico abjuran también del marxismo. Queda claro, sobre todo, que los marxistas, en el presente debate, no condenamos ni insultamos a las personas, pero sí a sus ideas que consideramos erróneas y antimarxistas. Ya es cuestión del individuo asumir conscientemente la posición y el camino correcto. El dato y la actitud política José Carlos Mariátegui solía decir que no se fiaba mucho del dato. El esfuerzo que hacía más bien se orientaba por la interpretació n del dato. Gracias a esa filosofía dialéctica (pero de base materialista) pudo luego elevarse del periodismo a la doctrina. Y cuando ejerció el periodismo como arma revolucionaria más usó la crónica de ideas que la crónica de sucesos. Y así actuó José Carlos Mariátegui porque no tenía tiempo, en su condición de marxista-leninista, para eruditas divagaciones, cuando tenía que atender el pulso de la lucha de clases. En el caso de Lenin, a quien Mariátegui lo valoró como el "realizador" y el "restaurador" del marxismo, aquel tomó una actitud política revolucionaria frente a los datos encontrados en las obras de Marx, Engels y de todos los materialistas marxistas, incluido Joseph Dietzgen, a quien verdaderamente le pertenece (justo es reconocerlo) el uso primero de las palabras materialismo dialéctico. Y lo que pretendo en mi propuesta es concatenar a Joseph Dietzgen, mediando Marx- Engels, con Lenin. El líder soviético que usó lo dicho por Joseph Dietzgen para definir la filosofía marxista como el materialismo dialéctico. Cualquiera que lea "Materialismo y empiriocriticismo", en sus partes en que Lenin habla de Joseph Dietzgen, podrá darse cuenta inmediatamente de la gran valoración y alta estima que sentía Lenin por este obrero marxista. Desde sus críticas a sus limitaciones y errores respecto de su comprensión de la dialéctica materialista (método) y del materialismo dialéctico (concepción), hasta en la defensa que de su obra hace frente a los "destructores" del materialismo dialéctico, se nota como Lenin maneja admirablemente el sentido crítico marxista. Por ello, en el XXV aniversario de la muerte de Joseph Dietzgen, en un artículo de igual nombre, Lenin recuerda un pasaje de Marx: "Hace ya tiempo que Dietzgen me ha enviado un fragmento de su manuscrito sobre la facultad de pensamiento, que, pese a cierta confusión y a repeticiones demasiado frecuentes, contiene gran número de ideas excelentes y dignas de admiración por ser producto del pensamiento original de un obrero" (Carta de Marx a Kugelmann 5 de mayo 1868). Engels también lo reconoció en "Ludwig Feuerbach y el fin de la filosofía clásica alemana" al decir que Dietzgen también descubrió la dialéctica materialista independientemente de él y de Marx, incluso, coincidiendo con Marx en la originalidad del filosofo obrero marxista, señaló que tal descubrimiento sucedió "hasta independientemente del propio Hegel". Conforme con toda esta línea de valoración, Lenin encontró en Joseph Dietzgen argumentos bastante sólidos y bastante simples de cómo refutar a los "destructores" del materialismo dialéctico. Es más, me parece que se inspiró en este camarada para encontrar ese hilo conductor que podría unir, y efectivamente unió, el materialismo con la dialéctica (en el sentido de fijar una definición de la filosofía marxista). Luego de eso vio con otros ojos, mucho más dialécticos y muchos más materialistas la inmensa obra de Marx y Engels. Por eso, Lenin no se puso a buscar cuántas veces Marx y Engels usaron explícitamente las dos palabras en forma compuesta materialismo dialéctico, sino que aplicó el estilo marxista como una vez recomendó Engels: "Le ruego que no tome al pie de la letra cada una de mis palabras, sino que se fije en el sentido general,…". (Carta de Engels a W.Borgius.1894. Obras Escogidas Marx y Engels, pág 730. Editorial Progreso. Moscú). Mediante esta forma de interpretació n, Lenin captó la esencia del marxismo, no sólo en el terreno de la filosofía sino también en las otras partes integrantes de la doctrina marxista: la economía política y el socialismo. He consultado "Cuadernos Filosóficos" de Lenin (Tomo 29 Obras Completas). Contiene, entre otros, los comentarios y anotaciones de Lenin al libro Joseph Dietzgen "Pequeños escritos filosóficos", que reúne 7 artículos publicados entre 1970 y 1878, así como el trabajo "Excursiones de un socialista por el campo de la teoría del conocimiento". Tomando en cuenta las referencias que Lenin cita en su "Materialismo y empiriocriticismo" acerca de estos escritos y observando directamente lo escrito por Joseph Dietzgen con relación explícita a las palabras materialismo dialéctico, recojo de "Cuadernos Filosóficos" las siguientes afirmaciones de Dietzgen: Pág. 443: "En vista de que lo insostenible del idealismo personificado por sus últimos representantes famosos –Kant, Fitche, Schelling y Hegel– era puramente alemán, el resultado de ello –el materialismo dialéctico– es preferentemente de origen alemán". (Subrayado de Lenin). (…) "Para nosotros, materialistas dialécticos o socialdemocrá tas, la capacidad espiritual de pensar es un producto desarrollado de la naturaleza material, mientras que, de conformidad con el idealismo alemán, ocurre precisamente lo contrario." (Subrayados de Lenin) Pág. 451: "En la primera parte de la presente investigación se señala que el materialismo limitado, además de estimar que el espíritu humano es una propiedad del cerebro –nadie lo discute–, se deduce de este enlace directa o indirectamente que el predicado de la racionalidad o capacidad cognoscitiva que se atribuye al cerebro no es un objeto substancial de la investigación, sino, al contrario, el estudio del cerebro material puede brindar bastantes elementos para explicar las propiedades del espíritu. En posición a ello, nuestro materialismo dialéctico muestra que el problema debe enfocarse, de conformidad con la indicación de Espinoza, bajo el ángulo del Universo, sub specie aeternitatis (desde el punto de vista de la eternidad.- Ed.) (Subrayados de Lenin). Pág. 454: "Visto que el viejo materialismo no ha comprendido estos hechos, visto que no se ha logrado entender la materia y el espíritu como imágenes abstractos de los fenómenos concretos y, a pesar de su libre-pensamiento religioso y a la baja valoración del espíritu divino, no sabía de dónde había aparecido el espíritu natural, y como consecuencia de este desconocimiento no pudo superar de ninguna manera la metafísica, Federico Engels calificó de metafísico este materialismo impotente, incapaz de orientarse en la ciencia abstracta, y de dialéctico el materialismo de la socialdemocracia, que, merced al idealismo alemán, que le había precedido, pasó por una escuela mejor." (Subrayados de Lenin) Coincidiendo con Miguel Aragón, debo aceptar y reconocer que en mi escrito "Palabrejas en estos tiempos" (08.11.08) asumí que Lenin fue el inventor de las palabras materialismo dialéctico. Y, reconozco, además, que lo hice a sabiendas que Lenin mismo decía que "Marx llamó infinitas veces su concepción del mundo materialismo dialéctico", que "Toda esta gente [los revisionistas] no puede ignorar que Marx y Engels dieron decenas de veces a sus concepciones filosóficas el nombre de materialismo dialéctico", y su dicho de "las innumerables declaraciones de Engels al respecto (del materialismo dialéctico. Nota mía)". Entonces, si eso decía Lenin, como quien dice que él no era el inventor, sino que los inventores eran Marx y Engels, ¿por qué me atreví a sostener que Lenin era el inventor? Explicaré mi propósito. Yo no dispongo de las Obras Completas de Marx y Engels. Entonces, tenía que partir de mi confianza en Lenin, quien para afirmar lo que dijo tenía que haber leído, sino el 100% de las obras de Marx y Engels, por lo menos hasta un 99%. Mi alcance de información sobre las obras de Marx y Engels llega, digamos, a lo fundamental. Y en esas obras realmente no estaban así planteadas, como una definición, las palabras de materialismo dialéctico. Y creí, por tanto que era justo decir que Lenin era el autor de esas palabras. Pero, al revisar "Cuadernos Filosóficos" ahora sabemos que Joseph Dietzgen fue quien las usó –así explícitas– antes que Lenin, incluso antes que Marx Y Engels. En ese sentido exacto del asunto, reconozco que me equivoque. Más el fondo del problema no es eso, y mucho menos quedarse allí. Y en esto estriba mi otra coincidencia con Miguel Aragón. Pero, lamentablemente, mi discrepancia es fundamental cuando abordamos el tema de la definición de la filosofía marxista. Yo reafirmo la de Lenin (el materialismo dialéctico) mientras que Miguel Aragón no está conforme con eso. Efectivamente, el asunto no va por si explícitamente podemos encontrar esas palabras en los textos de los fundadores del marxismo, sino por el sentido general de la definición del materialismo dialéctico: materialismo porque se reconoce a la materia como lo primario y determinante. Y dialéctico por la forma en que el materialismo aborda el movimiento y desarrollo de la materia en general y en su relación con el hombre pensante en particular. Si así se entiende, entonces cabe, como bien lo ha demostrado Lenin, el concepto de materialismo dialéctico. Y en verdad, con ese enfoque, bien se puede reconocer, en término figurado, que no solo pudieron ser decenas de veces, sino, innumerables y hasta infinitas veces en que Marx y Engels concibieron el materialismo dialéctico. Y sólo en esa línea es razonable lo dicho por Lenin: "…y el Antidüring de Engels, que Marx leyó en manuscrito del comienzo al fin, expone precisamente esta concepción del mundo (el materialismo dialéctico. Nota mía)", porque al revisar el texto en mención, en verdad, no aparecen por ningún lado estas dos palabras así formuladas. Pero si lo recorremos de principio a fin no podremos sino que convenir que efectivamente Engels, y mediante él también Marx, exponen brillantemente la nueva concepción del mundo del materialismo dialéctico. Y la expresión de Lenin, de "innumerables" e "infinitas" veces, se entiende por el calor de la polémica que le caracterizaba a Lenin en su lucha por defender el materialismo dialéctico contra los "destructores", representantes de una filosofía reaccionaria que pretendían hacerla pasar por marxismo. Pero hay más. No sólo Lenin conoció los escritos de Joseph Dietzgen. También lo conocieron Marx y Engels, como ha quedado demostrado más arriba. Y conocemos que esa frase de Engels, establece que "…esta dialéctica materialista… fue descubierta…también…por…Joseph Dietzgen". Entonces sabían de las palabras usadas por este obrero marxista. Y no se conoce que hayan discrepado de su uso. Por el contrario parece que establecieron una sintonía. Lenin recordaba, de su estudio de los escritos de Dietzgen, que: "Ya en 1873, cuando eran muy pocos los que comprendían a Marx, Joseph Dietzgen hablaba de él como del jefe de una corriente. Dietzgen subrayaba que Marx y Engels "poseían la necesaria escuela filosófica". En 1886, mucho después de haberse publicado el Anti-Dühring de Engels, una de las principales obras filosóficas del marxismo, Dietzgen escribió que Marx y Engels eran "reconocidos fundadores de una corriente". (Obras Completas Tomo 23, pág.122. Editorial Progreso. Moscú). Marx fallece en 1883, Dietzgen en 1888 y Engels en 1895. Se conoce la valoración de Marx a Dietzgen en 1868. Y la de Engels en 1886. Ambas citadas más arriba. Pero es válido reconocer que tanto Marx como Engels no tomaron las dos palabras (materialismo dialéctico) para realizar una definición de la filosofía marxista, labor que le correspondió realizar más tarde a Lenin en forma acertada. Los subrayados de Lenin En los pasajes extraídos de Joseph Dietzgen –citados más arriba– notaremos cómo Lenin ha subrayado las siguientes palabras: "materialismo dialéctico", "nosotros materialistas dialécticos o socialdemócratas", "Federico Engels calificó…de dialéctico el materialismo de la socialdemocracia". Y si nos fijamos atentamente, veremos que Lenin estableció las vinculaciones siguientes: 1. Que, toda la crítica de Marx y Engels a la filosofía de su tiempo no podía devenir sino en la concepción del materialismo dialéctico. 2. Que, la filosofía marxista, el materialismo dialéctico, tiene una clara posición de clase y, por tanto, partidario. 3. Qué la dialéctica solo podría ser útil sobre una base materialista. Y la defensa de la dialéctica sólo podría darse mediante el materialismo, si al mismo tiempo se elevaba ese materialismo a un entendimiento dialéctico. Y es por ello, que resultaba claro que la nueva definición de la filosofía marxista tendría que ser el materialismo dialéctico. Especialmente, porque, después de la muerte de Marx y Engels, aparecieron corrientes filosóficas, unas de afuera y otras desde adentro, con el claro propósito de destruir la base del marxismo: el materialismo dialéctico. A Lenin le correspondió la defensa de la doctrina, de su base principalmente. Fue una lucha que lo ayudó a desarrollar la doctrina misma. ¿Qué pasa si destruyen el cimiento de una doctrina? Se viene abajo todo el edificio de ésta, así como se desplomaría inevitablemente toda una edificación urbana al verse destruido su cimentación. No en vano, pues, Lenin emprendió no sólo la defensa de la filosofía marxista, sino que simultáneamente a la vez defendió las otras partes de la doctrina, de los ataques del revisionismo. Y, sin duda alguna, el libro de Lenin "Materialismo y empiriocriticismo" ha significado la mejor defensa de la filosofía marxista. Mariátegui y el libro de Lenin Mariátegui, que vivió hasta el 16 de abril de 1930, pudo conocer de ésta lucha de Lenin. En su biblioteca tuvo el libro "Materialismo y empiriocriticismo". Por eso, en dos artículos que conozco de Mariátegui claramente se puede inferir, tomando en cuenta los argumentos allí expuestos, que al tomar partido por Lenin, a quien lo consideró el restaurador del marxismo, Mariátegui tomó partido también por la filosofía del materialismo dialéctico. Para no dejar al aire el comentario anterior transcribo los pasajes escritos por José Carlos Mariátegui respecto al libro de Lenin "Materialismo y empiriocriticismo". En su "Defensa del marxismo", precisamente en el artículo La filosofía moderna y el marxismo, anotó que: "La concepción materialista de Marx nace dialécticamente, como antítesis de la concepción idealista de Hegel". Y al referirse como el marxismo ha creado al nuevo tipo de hombre pensante y operante, escribió: "Marx inició este tipo de hombre de acción y de pensamiento. (…) Lenin deja, al lado de sus trabajos de estratega de la lucha de clases, su materialismo y empiriocriticismo". Y en el libro "Historia de la crisis mundial" en la parte de sus notas de la décima sétima conferencia titulada "Elogio de Lenin", dejó apuntado: "[Lenin] Basó su ideología en la realidad proletaria; combatió el confusionismo obrero, generado por la situación política rusa; luchó por diferenciar a los marxistas de los que no lo eran. Tomó parte en la revolución de 1905 al lado de los obreros de Moscú. En 1907 emigró a Finlandia y luego al extranjero. En esa época escribió su libro Materialismo y empiriocriticismo. En 1912 estuvo en Cracovia animando el movimiento obrero" (Subrayados por mí). Más abajo, en la cita de una relación de libros de Lenin, Mariátegui, vuelve a referirse al libro "Materialismo y empiriocriticismo", pero por el subtítulo colocado por Lenin (Apuntes críticos sobre una filosofía reaccionaria) : "El rol de Lenin en la revolución rusa". "Sus libros: La revolución y el Estado, El Extremismo, enfermedad de infancia del comunismo, La dictadura del proletariado y el renegado de Kautsky, La lucha por el pan, La obra de reconstrucció n de los soviets, Apuntes críticos sobre una filosofía reaccionaria y otras"(subrayado por mí). Podemos afirmar, entonces, que Mariátegui si tuvo pleno conocimiento no solamente del libro de Lenin, sino que tomó precisa nota del objetivo de la lucha de Lenin contra el revisionismo en el terreno de la filosofía, al resaltar el referido subtitulo "Apuntes críticos sobre una filosofía reaccionaria". De allí que podemos encontrar en "Defensa del marxismo", en el artículo referido más arriba, la conclusión de Mariátegui: "En vez de procesar al marxismo por retraso o indiferencia respecto a la filosofía contemporánea, sería el caso, más bien, de procesar a ésta por deliberada y miedosa incomprensión de la lucha de clases y del socialismo". Y un dato súper curioso: El subtitulo del libro "Defensa del marxismo" es Polémica revolucionaria. Así como Lenin en su "Materialismo y empiriocriticismo" barrió con los portadores de la filosofía reaccionaria, Mariátegui hizo otro tanto en su "Defensa del marxismo" frente a las nuevas manifestaciones del revisionismo. Más debemos señalar una diferencia: El libro de Lenin defendió concretamente a Marx y Engels. El libro de Mariátegui defendiendo a Marx y Engels defendía también el leninismo. ¿Podrán decir ahora, los que refutan a Lenin, Stalin y Mao (por haber usado explícitamente la "palabreja" materialismo dialéctico), que Mariátegui está del lado de los destructores del materialismo dialéctico, tan solamente porque no aparece en sus escritos esa "palabreja"? En caso estén tentados de hacerlo podríamos vacunarlos con esta otra interrogante: ¿Acaso, el hecho de que Mariátegui no dijo explícitamente que el materialismo dialéctico es una "palabreja", ni que lo rechazara en momento alguno, prueba más bien, por la forma del discurso general usado por Mariátegui, que sí estuvo conforme con la definición dada por Lenin? 31/05/09 Charles Jaime Lastra Domínguez. |
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