jueves, 23 de julio de 2009

D. Aguinaga: Sobre la Lucha por la Unidad del Pueblo...


Materiales para Nuestra Posición Ante las Tareas del Frente Unido (04)

Jueves 23 de julio de 2009

 

Continuado con la divulgación de textos escogidos, sobre el  gran debate "Acerca de las Tareas del Frente Unido",  reenviamos la Carta-comentario que David Aguinaga ha dirigido a Carlos Barbarán, con aportes muy importantes en ideas teóricas y propuestas políticas.

 

Anteriormente, D. Aguinaga también nos  envió una carta con comentarios polémicos. Todavía no hemos dispuesto del tiempo y la calma necesarios para responderle. Nuestro compromiso de respuesta se mantiene, y aprovecharemos los próximos días para darle cumplimiento.

 

En el trabajo de preparación de la organización, siendo diferentes, no existe una muralla china de separación  entre "la acción de fortalecimiento del frente unido", y "la acción de reivindicación del partido del proletariado peruano". Pero los criterios para lograr la unidad en esos dos niveles son radicalmente diferentes.

 

Cometeríamos un grave error, el confundir un trabajo con el otro; o mucho peor, por un lado hablar y fingir que se hace trabajo de frente; pero, por otro lado,  solapada y mañosamente   pretender sorprender y engañar a los activistas del frente,  organizándolos  y utilizándolos partidariamente, como acostumbran  la mayoría de minúsculas sectas partidarias  comunistas, que todavía subsisten en nuestro medio,  desde hace cuatro décadas.

 

Lenin nos enseñó que en el trabajo partidario "antes de unificarse y para unificarse  es necesario empezar por deslindar los campos de un modo resuelto y definido"  ("Que Hacer", 1902). Esa enseñanza es muy clara y debemos de tenerla muy presente.

 

Mientras que, una década antes,  Engels nos había enseñado que en el trabajo frentista había que promover "la acción conjunta y la discusión" ("Prefacio a la Edición Alemana de 1890 del Manifiesto Comunista", 1890), acertada propuesta, que  tiempo después Mao Zedong sintetizó en dos expresiones también sencillas: primero, en la  fórmula  "promover la unidad y lucha", y luego  "promover la coordinación duradera y la supervisión mutua". Esta enseñanza también es muy clara, no se presta a ninguna confusión, y debemos de tenerla presente. (Y no está demás recordar, que no es lo mismo "lucha y unidad",  que "unidad y lucha"; así como no es lo mismo "discusión y acción conjunta", que "acción conjunta y discusión". En el frente, a diferencia del partido, primero debe ser la acción conjunta, y después la discusión. O dicho en otros términos, sin acción conjunta, no procede la discusión. ¿Para que discutir?, si no hay demostración sincera y efectiva  de voluntad de acción conjunta.)  

 

Mariátegui, y los socialistas de su generación, en el trabajo de creación del socialismo peruano,  siempre tuvieron muy presentes, y aplicaron consecuentemente,  las enseñanzas de Engels y Lenin.

 

Entre 1923 y 1930 los socialistas peruanos dirigidos por Mariátegui aplicaron "la acción conjunta y la discusión", en forma amplia y flexible, unificando a todas las fuerzas susceptibles de ser unidas para luchar contra el enemigo común, así forjaron el "frente único proletario", superando las múltiples divisiones que fracturaban la unidad de los trabajadores peruanos. Ese frente, que ya comenzó a forjarse en 1923,   tiene continuidad y vigencia en nuestro medio, de manera ininterrumpida desde 1923 hasta la actualidad.  

 

Después de la represión de junio de 1927, que promovió la revisión de métodos y conceptos, y cuando los gérmenes de renovación y la difusión de ideas clasistas ya habían alcanzado arraigo en las masas, los socialistas peruanos dirigidos por Mariátegui iniciaron  de manera decidida "la separación de la paja del grano", deslindando los campos de un modo resuelto y definido con las sucesivas desviaciones que fueron surgiendo en el camino. Así llegaron a dirigir la constitución del "Partido Socialista del Perú", la organización del partido de clase del proletariado peruano, partido cuya reivindicación está pendiente, desde 1930  hasta el presente. El trabajo de frente es permanente, mientras que el trabajo de partido es temporal.         

 

Atentamente

Miguel Aragón

 

A continuación la Carta-comentario de David Aguiaga:

 

 

 

--- El mar 21-jul-09, David Aguinaga <aguinaga.david@gmail.com> escribió:


Asunto:La lucha por la unidad del pueblo y todos los patriotas peruanos hoy (I)

 

Sobre la lucha por la unidad del pueblo

y todos los patriotas peruanos hoy (I)

Por David Aguinaga

 

(Versión que conserva lo fundamental del anterior envío, con ligeros añadidos y correcciones de redacción)

 

Martes 21 de julio de 2009

Sr. Carlos Barbarán:


Lo saludo muy cordialmente, reconociendo la gran actualidad e importancia del tema que usted plantea con tanta pasión. Y no es para menos. Se trata de la indispensable unidad del pueblo y de todas las fuerzas progresistas y patrióticas del país para defender sus justos derechos e intereses comunes y para conquistar su liberación frente a los opresores y explotadores nativos y extranjeros, más allá de sus banderas ideológicas. ¿Quiénes llegarán finalmente a dirigir el impulso, forja y destino de tal unidad del pueblo y la Patria? Más que proclamarlo o solicitar el reconocimiento de los demás, lo genuino es forjarla y conquistarla, participando activamente en la lucha del pueblo, superando sectarismos, conciliacionismos y caudillismos; impulsando la unidad con honestidad, claridad y consecuencia, para unir a la mayor cantidad de fuerzas sociales y políticas tras una programa correcto y dejando que la historia se encargue de reconocer a sus mejores impulsores.

 
La necesidad y la idea del frente, es muy antigua en el Perú y el mundo. En la historia de nuestro país, antes que la formule teórica, política y técnicamente José Carlos Maríategui, preconizando el frente único de la clase obrera, en un caso, y de todas las fuerzas renovadoras en otro, ya la había impulsado Tupac Amaru II, para su revolucionaria gesta anticolonial y antifeudad, que estremeció el virreinato en la Indo América colonizada. La gestación de la CGTP, a fines de los años 20 del siglo XX, significó la plasmación del frente único del proletariado y otros trabajadores organizados del Perú de esos años. Si hiciéramos un balance histórico de la lucha por la unidad del pueblo a lo largo del siglo XX y lo que va de la presente centuria, seguro aprenderíamos mucho sobre los esfuerzos correctos y honestamente revolucionarios por forjarla, pero también sobre las desviaciones de derecha y de ultra izquierda (concientes o inconscientes, bien y mal intencionadas) que sabotearon la construcción de la unidad, del frente único, lo que nos ayudaría mucho para evitarlos en el presente.

 

Uno de los avances de la evaluación de la historia de la lucha por la unidad del pueblo, emprendida por estudiosos comprometidos con esta causa, nos revela que si bien las clases dominantes torpedearon siempre con celo sin par los avances de dicha unidad, los golpes más certeros procedieron de dentro, asestados unas veces por clásicos  traidores, pero otras por irresponsables caudillistas, sectarios y aventureros; que para fines prácticos, resulta de similares consecuencias. Un  enorme ejemplo en la historia peruana, está constituida por la propia conquista del Tahuantinsuyo por los colonialistas españoles, en mucho basada en la división interna, entre grupos étnicos que no aceptaron la hegemonía de los Incas en la construcción de una nacionalidad andina. Otro importante ejemplo se verificó en la Guerra de la oligarquía chilena y del proto imperialismo inglés contra el Perú.

El APRA, fue inicialmente un proyecto de algo así como un frente antiimperialista y antifeudal, que pronto devino, por impulso de la corriente de democracia liberal, primero pequeño burguesa y luego burguesa, de Haya de la Torre, en un partido de esa naturaleza, crecientemente sometido al imperialismo, que siempre se opuso con gran esfuerzo al derecho de la clase obrera a constituirse en partido político independiente de la burguesía y la pequeña burguesía e impulsor, al mismo tiempo, de todas las necesarias alianzas con estas clases y sus expresiones políticas dispuestas a luchar contra enemigos comunes, como el imperialismo y el latifundismo semi feudal. Ciertamente que en el Apra  militaron y lucharon también fuerzas democrático-revolucionarias, pero éstas se vieron obligadas luego a  romper y organizarse a parte, primero como Apra rebelde y luego como MIR, ya que el APRA se opuso siempre a toda revolución, incluida la revolución democrático burguesa. El Frente de Liberación Nacional fue un nuevo intento, pero no pasó de un movimiento democrático básicamente electoral.

 

Izquierda Unida (IU), en los años 80, constituyó una fuerza política de importante influencia en el país, expresando políticamente al pueblo e indirectamente a la clase obrera; frente desde el que también lucharon fuerzas socialistas proletarias. Pero, tanto las circunstancias objetivas del mundo (la derrota del socialismo del siglo XX) y del país (la guerra interna) así como la corriente ideológica y política hegemónica en su seno (una nueva versión de democracia pequeño burguesa liberal) determinaron que ese amplio frente político termine en una profunda crisis, dispersión y derrota política. No fue el haber participado en elecciones lo que hizo liberal y reformista a la mayoría de IU, ni lo que necesariamente la llevó a su honda crisis, sino más bien la ideología y política pequeño burguesa liberal hegemónica en su dirección e incluso en no pocas de sus bases, ideología desde la que enfrentaron tanto su participación electoral como otras formas de lucha y de organización.

 

Pero, si IU fue un amplio frente político, donde la política que hegemonizó de su dirección terminó esterilizando sus posibilidades impulsoras del avance revolucionario del pueblo, SL representó el anti unidad del pueblo, causada por el congénito sectarismo contenido un proyecto que, a pesar de hablar de del FU como una de sus tres varitas mágicas, en los hechos entrañaba la imposición al pueblo de un "programa" que prácticamente levantaba como única bandera programática y contenido esencial de su ideología, una guerra que el pueblo no estaba dispuesto a realizar. No es casual, por ello, que esta guerra llegara a atacar no sólo a incluso a sectores que, en la propia teoría de SL, representaban  sus aliados (pequeña burguesía, burguesía media e incluso sectores del campesinado y a algunos líderes de la propia clase obrera, que no comulgaban con su proyecto).


Relacionado a lo anterior, otra lección que deja la experiencia nacional e internacional es también que las condiciones para el desarrollo de la unidad del proletariado, el pueblo y la nación dependen de las condiciones histórico-estructura les del país y del tipo de transformación revolucionaria en gestación, en su respectivo contexto internacional, así como de las circunstancias concretas del período político e incluso de la coyuntura específica de cada momento de la lucha de clases. En esa línea de reflexión,  no todos los días son propicios para la gran unidad popular, siempre ansiada. Hay momentos de reflujo, cuando se hace más difícil esta unidad, con fuerte tendencia a la dispersión, al agotamiento de la mayoría de los actores sociales, donde muchos que coquetearon con la revolución  escapan, renegando de la lucha y arrepintiéndose de ésta; momentos en los que incluso es más conveniente deslindar primero de la manera mas resuelta los campos antes de consagrar la unidad. Hay otros momentos de ascenso, que claman por la unión de las fueras del progreso y la revolución y donde, incluso, nuevamente, algunos líderes y movimientos inestables llegan en pos de liderazgos.

Es necesario subrayar también que, determinados apartidismos y su correspondiente  exagerado apego al frentismo (afán que usted ha descrito como la proliferación de quienes buscan tener su propio frente "único") en realidad expresa un partidismo inconsciente o incluso un partidismo hipócrita. No pocos de los llamados frentes, en realidad son corrientes ideológicas y políticas partidarias o proto partidarias o micro partidarias,  queriendo madrugar a otras (y sobre todo a las masas) o que tienen pereza de desarrollar todo el esfuerzo de construir un partido que gane a las multitudes, tomando el atajo de instituir formal y declarativamente un frente, para exigirle a los demás que los sigan "unitariamente". Contrariamente, los socialistas proletarios se caracterizan, entre otras cosas, por ser partidistas explícitos y francos; lo cual no niega sino que más bien obliga al más amplio trabajo de alianzas o frente único con otras clases y partidos, constituyendo o participando en frentes reales, concretos y necesarios ante enemigos comunes del pueblo. El hecho de expresar abiertamente su corriente político partidaria, dentro y fuera del FU, sin limitar toda su actividad partidaria al FU, tiene además la ventaja de no sectarizar el frente, de no imponerle su exclusividad ideológica y política, respetando su carácter de unidad de acción de muchas fuerzas diversas pero unidas por una plataforma aceptada por todos.  Muchas de estas disputas entre "frentes" se acabarían si cada uno explicitara su agrupación o corriente política, poniéndose de acuerdo con las otras corrientes también progresistas y revolucionaria para construir un único frente único.


Respecto a la unidad y el frente único en el momento presente, opino lo siguiente: La clase obrera y los socialistas peruanos necesitan reconstruir se partido político revolucionario de clase y desarrollar, a su vez, su frente único de clase, incluyendo tanto al proletariado urbano e industrial como al rural. Al mismo tiempo, es necesario fortalecer la unidad sindical de la clase obrera con la organización sindical de otros sectores trabajadores como los campesinos pobres y todo el numeroso semi proletariado urbano y rural, así como con el magisterio, organizado en el SUTEP, los empleados estatales y de empresas privadas, etc.; lo cual se procesa a través de la CGTP y algunas federaciones aún no afiliadas: es conveniente también explorar la necesidad de un frente político entre estas fuerzas, con un carácter de bloque popular. Paralelamente, la vida reclama hoy cada vez más la unidad del conjunto de los trabajadores con otras clases y capas sociales, como los campesinos medios y también con sectores de la burguesía media afectados por el imperialismo, la gran burguesía criolla y su política neoliberal. La necesidad de esta concertación y este frente, la está impulsando precisamente la lucha contra la política económica y social capitalista realmente dominante, que es el neoliberalismo y contra el gobierno virreinal criollo de turno, el gobierno aprista de AGP.

 

Al mismo tiempo, esta unidad de las fuerzas progresistas, democráticas y patrióticas, que germina en la lucha contra el neoliberalismo, no solo es o no sólo debe ser expresión de su contenido económico-social clasista sino también de su forma étnico-nacional, es decir, debe expresar también a la nación peruana (con todas sus vertientes) como nación fundamentalmente indo-mestiza, y otras comunidades étnicas del país, no integradas por la historia, la economía y la cultura a la nación peruana.

 

Bajo los estragos de la crisis económica capitalista periódica mundial y nacional sobre los trabajadores y pueblo peruanos, profundizados por la continuada aplicación, aún más profunda, de la política estatal neoliberal,  por parte del gobierno de AGP, que agudiza todas las contradicciones del país, y en el marco de la agudización de las tensiones internacionales que expresa el golpe militar reaccionario en Honduras, el Perú se encamina hacia una mayor polarización social y política, hacia una marcada confrontación. En esta situación, el gobierno y sus aliados reaccionarios, impulsados por el imperialismo, buscan adelantarse, declarándole la "guerra fría" al pueblo y la izquierda y persiguiendo precipitar lo más pronto posible tal confrontación, mediante una serie de provocaciones, que buscan empujar al pueblo a un terreno y un momento favorable para sus planes reaccionarios y fascistizantes, cada día más se alejados de la propia democracia burguesa, la cual le viene resultando inconveniente para sus objetivos ultra explotadores y pro imperialistas, como también ya se evidencia con mayor nitidez en Honduras.

 

En estas circunstancias, todas las fuerzas sociales y políticas progresistas del país, unidas (o en proceso de unión) necesitan enrumbarse en la lucha por el objetivo principal de conquistar un nuevo gobierno, democrático y patriótico, de frente único; es decir, un gobierno que no sea ejercido por un solo partido, por ejemplo, el PNP, representando a la burguesía media emergente, sino por la clase obrera, campesinos, los pueblos  originarios de la Selva, la pequeña burguesía urbana progresista, y sus respectivas representaciones políticas; gobierno que desechando la política de estado neoliberal, aplique un programa progresista, patriótico, de desarrollo nacional soberano y permita abrir un camino que acelere la conformación de las condiciones objetivas y subjetivas para la conquista del socialismo.

 

La heroica lucha de los pueblos amazónicos, que continuaban y desarrollaban el reactivamiento, por oleadas, de las luchas populares, democráticas y patrióticas, desenvueltas desde los combates que derrotaron al fujimorato, dio un enérgico impulso a estas luchas, colocando a las distintas organizaciones sociales y políticas, directa o indirectamente participantes, ante la imperiosa necesidad de acercarse, concertarse y unirse, dando así vida al Frente Nacional por la Vida y la Soberanía (FNVS). La plasmación de este frente respondió principalmente a la convocatoria de AIDESEP para respaldar su lucha. Inicial y difícil unidad, un nuevo nivel de conjunción popular nacional, que, sin embargo, logró sacar adelante la gran movilización nacional del 11-06-09, cuyo éxito emanó del apoyo de distintas capas democráticas, indignadas por la masacre que perpetró el gobierno aprista contra numerosos peruanos en Bagua, buscando aplastar una justa causa. Fue esta jornada la que terminó de torcer el brazo del gobierno de AGP (temporalmente, por cierto) obligado a derogar dos DD.LL. agresores del los pueblos originarios del Perú.

 

¿Cuál será el destino de este frente? Culminada la cercana oleada de lucha de los pueblos amazónicos, seguidas por los campesinos de la Sierra y sometidos a persecución política los principales líderes de AIDESEP, a la que el gobierno está dividiendo y buscando someter, la unidad y desarrollo del FNVS se torna muy difícil. Por ello, esta unidad, no solo hay que fortalecerla sino cuidarla, no solo de los ataques del gobierno sino, tanto de las desviaciones derechistas y ultra izquierdistas en el seno del pueblo y de su frente único. Evitando y superando las tendencias reformistas, electoreras; que no quieren hacer olas hasta el proceso electoral del 2011 y planteando reivindicaciones sólo económicas para el frente, levantando como su máxima alternativa política en el momento presente, una Asamblea Constituyente. Todos conocemos la naturaleza reaccionaria neoliberal de la constitución fujimorista y muchos sabemos de la necesidad de cambiarla mediante una Asamblea Constituyente. Pero el asunto concreto es quién convocada dicha Asamblea, que poder lo hace ¿AGP, Giampietri o el Congreso dominado por el APRA y sus derechistas aliados? Tal propuesta, sostenida como objetivo principal de la lucha, desvía al movimiento popular, democrático y patriótico  hacia ilusorias salidas liberal constitucionalistas, sin preocuparse primero por el problema del poder, desdeñando la lucha explícita y prioritaria por una alternativa de nuevo gobierno democrático y patriótico de frente único.

 

Pero, al mismo tiempo, debemos identificar y superar también las desviaciones impacientes, vanguardistas, aventureras, anarquistas; en general ultra izquierdistas; que sin una evaluación objetiva del estado real de las fuerzas en combate, en particular de la clase obrera, determinan de antemano las formas de lucha que se deben ejecutar y cuales se deben proscribir y anatematizar; con lo que nuevamente buscan empujan irresponsablemente al pueblo  a luchas decisivas, para las que todavía no está preparado. De esta manera, en la mayoría de casos, sin proponérselo,  dan en la yema del gusto al gobierno aprista y las fuerzas más reaccionarias, que buscan precisamente que el movimiento obrero popular y nacional se lance ya a un aborto de sus luchas.

 

Felizmente, la ya larga experiencia de lucha de la clase obrera y el conjunto del pueblo peruano, nos enseñan que ambos extremos son dañinos para la organización y avance de los trabajadores y el conjunto del pueblo, que en las condiciones presentes, de acuerdo a la correlación de fuerzas existentes y a los planes provocadores  del imperialismo y el gobierno aprista, debe impulsarse la lucha inmediata del proletariado, el conjunto del pueblo y todos los patriotas contra el neoliberalismo y por un gobierno democrático y patriótico, de frente único, mediante movilización de masas y la lucha electoral, sin desdeñar ninguna forma de lucha a priori.  Seguiremos …

 

Con un cordial saludo,

David Aguinaga C.

 

 

 

 

 

La Construcción del FRENTE entre el oportunismo y el aventurerismo

Por Carlos Barbarán

EL GRAN FRENTE NACIONAL: Un Objetivo, dos Vías y dos Caminos antagónicos

 

Cuando en junio del 2007 una colectividad lanzamos la gran iniciativa de ¡Impulsar el FRENTE NACIONAL de todo el pueblo! Tuvo una aceptación a nivel de las bases sociales y populares hastiados del que hacer político tradicional sea de derecha, de izquierda o de los llamados "independientes" , pero algunos de los diversos organizaciones, gremios y movimientos que aparentemente se ubiquen o se autodefinen como "izquierda" nos vieron con recelo y desconfianza por la iniciativa porque no partía de ellos y según "éramos unos desconocidos sin trascendencia que no estaban ligados a ninguno de ellos" y acaso sintieron un cierto desprecio. Mientras la derecha nos decía "que no éramos nadie para convocar un frente nacional, sino que eso debe ser el papel de los partidos políticos"

Pasado 2 años puesta en agenda la gran iniciativa del FRENTE NACIONAL, aquellos que nos miraban y despreciaban la iniciativa y otros con desconfianza, hoy 2009 parece que la idea de "frente nacional" les gusta que se sienten atraídos y seducidos ¿acaso han entendido que la unidad parte por un frente? tal es así que a fines de marzo de los presentes algunas organizaciones constituyeron el "frente único nacional de los pueblos del Perú", después de los sucesos de Bagua surgió otro "frente nacional por la vida y la soberanía" y últimamente se habla por allí de "frente popular revolucionario". Hasta allí todo bien y se saluda las iniciativas existentes y se entienda que es necesario la unidad para la acción conjunta, es bueno que traten de emularnos y traten de apropiarse de las iniciativas ajenas aunque nadie haga referencia a la agenda puesta, si ellos están en mejores condiciones en sacar mejor provecho acaso por tener una infraestructura y logística adecuada, si es por el bien ¡Bienvenidas! pero aquí el problema ¿A que se debe el surgimiento de tantos frentes que genera sólo confusión? ¿No es mejor trabajar por un solo frente antes que dispersar las fuerzas populares y las voluntades colectivas e individuales existentes? ¿No seria más correcto superar las discrepancias, encontrar los puntos en común y las diferencias en vez de hacer doble o triple trabajo?

Quienes hemos apostando por el verdadero camino consecuente de la construcción del gran FRENTE NACIONAL desde las bases no nos oponemos a que surjan otros "frentes" pero discrepamos en cuanto al método y mantenemos nuestra distancia porque se desvirtúa la esencia y los objetivos. Razones sobran. Pues en esta vorágines de frentes cada quien pretende sacar mejor provecho de la idea del frente y hacen su "frente" según su verdad universal que en esencia no es mas que la vieja repetición de las décadas del 60', 70' y parte de los 80' donde cada quien querían hacer su "revolución" según su entendimiento de la "realidad peruana" aunque nadie entendía qué era esa "realidad peruana". En esta postura de banderas ideológicas se oyen por allí algún "frente" de tinte maoísta a las ya clásicas de "frente único" o "frete unido" que ha sido manoseada hasta el cansancio, por allí suena otro "frente" de tinte guevarista castrista, otro de corte indígena étnica, otros ni que decir. Hacen recordar a las sectas del ayer que se identificaban según moscovitas y pekineses, según albaneses y cubanos, según yugoeslavos y otros ¿se han aprendido la lección? Los hechos hablan por si solo, la idea de unidad es una ilusión. La dispersión es la consigna.

Cada quien hace su "frente" según su postura ideológica y su interpretació n de la realidad y quieren imponer sus consignas como motores guías. En esta perspectiva de la diversidad de frentes, algún sector suelen decir que un frente debe ser "revolucionario" y desechar las ilusiones de las elecciones del 2011 que no es la mas que la repetición de la tesis gonzalista de "elecciones no, guerra popular si" aunque ideológicamente estén distantes. Agregan "todo el poder a los frentes de defensa" ¿Soviet? ¿Pero los frentes de defensa tienen la estructura de un soviet?) "Que se está produciendo las condiciones de las jornadas históricas del 78" ¿cuales son las condiciones? ¡No! Las jornadas del 78 fueron mas un movimiento clasista y urbano, las jornadas de últimos tiempos es más rural y étnica indígena. Las circunstancias históricas son otras. Finalmente ¿Qué hace a un frente que sea revolucionario o reformista o electorera? ¿Su radicalidad, el aventurerismo, su oportunismo?

Otros piensan que la cuestión de frente pasa por una escritura pública o tener una partida electrónica, comprar un kit electoral y buscar firmas y ¡sazzz! Ya tienen un frente y otros piensan que el punto de partida de frente parte por una reunión primaria de las organizaciones y gremios existentes y que sus miembros deben estar representados por cada una de ellas teniendo un cargo. Es el típico viejo estilo de constituir un frente producto de alianzas y cuatas de poder y otros en la misma línea piensan que hay que aprovechar las coyunturas y las oportunidades para recuperar espacios perdidos o la imagen de su historial negativa que tienen por su deslealtad con las luchas sociales ¿no es lo la izquierda que la derecha necesita? En esos caminos se sabe que los futuros dirigentes o supuestos "candidatos" serán cada una de ellas. Aquí la organización pone sus candidatos y no el pueblo. Este método es lo que utilizar al pueblo como un instrumento electoral social para logra sus objetivos particulares, al consigna del pueblo es el caballito de batalla, cuando se trata el instrumento es la organización de sus componentes para servir al pueblo en función de los intereses estratégicos.

En el fondo de estas aventuras y desventuras de frentes y frentismos no es mas que la defensa de sus parcelas, de su pretensión de ser los indispensables o ser los elegidos, de ser los insustituibles, su miopía de ver el horizonte no mas allá de sus narices que sus discursos se han agotado y no pueden avanzar mas allá de la necesidad ¿Si un frente es "revolucionaria" o de izquierda donde quedan las otras fuerzas democráticas como el movimiento indígena y de pueblo originarios que no son partidarios de las consigan de revolución o el menos conciben la revolución no en el sentido clasista? ¿Donde quedan otras fuerzas patrióticas de las fuerzas armadas y policiales? ¿Donde que da la clase media y el empresariado nacional? En esta concepción reduccionista otras fuerzas quedan aisladas aunque en el discurso se diga que no, esta es la concepción meramente clasista de frente que ha fracasado. Ya hemos visto como la llamada frente por la vida y la soberanía se ahoga en sus contradicciones de quién es la cabeza o cómo se utiliza de locomotora electoral a justos e incautos.

La construcción de un frente no solo es un grito del pueblo que claman la unidad, una consigna sino una necesidad histórica por el cual es desde ya compleja, es un proceso de trabajo, de sacrificio, de renuncia a los egos y pretensiones sin rumbo. Esta es la diferencia básica de quienes impulsamos el FRENTE NACIONAL del oportunismo y del aventurerismo quienes concebimos el frente como un proceso de construcción desde las bases, no concebimos como propiedad de una bandera ideológica o de un cacique o una cúpula, concebimos el frente como una unidad de la diversidad poniendo el interés general sobre el interés particular, en resumen el frente es una necesidad histórica y una construcción colectiva que surge desde abajo.

 

Lima, 15 de julio 2009

Carlos Barbarán

Miembro del

FRENTE NACIONAL

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