martes, 26 de agosto de 2008

Guillermo Giacosa; Petróleo y racismo en Bolivia

Autor:
Compartir
Enviar
La edición digital del diario Clarín, de Buenos Aires, publica una foto en la que puede apreciarse un jeep rojo con una enorme cruz svástica, la misma que nos recuerda a Hitler y que fue el símbolo bárbaro de decenas de millones de muertes en las décadas del treinta y del cuarenta. Ese es el símbolo que ha elegido la Unión Juvenil Cruceñista de Bolivia, activa y beligerantemente opuesta al presidente Evo Morales. Son los mismos que atacaron con palos a un grupo de indígenas que marchaba pacíficamente a Santa Cruz apoyando la recuperación de los hidrocarburos. ¡Otra vez el petróleo creando escenarios de muerte! ¿No les resulta, al menos sugestivo, a los auténticos liberales que esto ocurra?

He extraído un texto, de uno de estos muchachos, que me parece significativo: “Esos cerdos altiplanicos no les gusta la democracia, les gusta la tirania y la destruccion del opositor... justicia comunitaria la justicia del tirano ante el uso de la razón y la democracia las leyes superan al mono!!! y hacerlas respetar enaltecen al hombreeeeee! digno soberano y respetuosos de su toerra amadaa” (sic).

Estos mismos tipos, que profesan una ideología nazi, llaman dictador al presidente boliviano. No es difícil imaginar el caos de sangre y destrucción que bañaría a Bolivia de ser gobernada por estos energúmenos que todavía creen en la superioridad de la 'raza’ blanca. El entrecomillado vale porque es imperioso hacer conciencia que las 'razas’ no existen en el interior de la especie humana. Solo existe lo que llamamos la especie humana y, en su interior, una variedad de colores y fenotipos que no revelan ninguna diferencia sustancial en cuanto a capacidad e inteligencia para resolver los problemas que enfrentan. Un ejemplo basta para que entendamos que esta historieta de las razas solo ha servido para justificar la esclavitud, el colonialismo y mil formas diferentes de expoliación de los seres humanos. Si mañana uno de estos blanquísimos nazis de la rica Santa Cruz de Bolivia padeciera una enfermedad que requiriera de un trasplante de médula, es posible que al joven de la svástica no le sirva la médula de ninguno de los blancos que le rodean y sí le pueda salvar la vida la médula de un indígena de la puna, de la más pura tradición étnica aimara, o la médula de un africano de color negro azulado perteneciente a la etnia de los bantúes. Hay centenares de casos registrados que confirman lo que afirmo y que, si estamos dispuestos a derrotar los prejuicios que entorpecen nuestra razón, demuestran claramente que las diferencias de color entre los seres humanos son solo un accidente que obedeció, en su origen, al sitio de nacimiento.

Hasta hoy, todo indica que el origen de la especie humana se sitúa en el África Ecuatorial, sitio donde el Sol cae verticalmente y obliga al organismo a protegerse tras el manto de una piel oscura. A medida que ascendemos en el mapa, vemos que las pieles se van aclarando hasta llegar a ser casi transparentes en la península escandinava y en otras regiones boreales similares.

El racismo es una expresión de inferioridad mental.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

PLANETA PERU

PlanetaPeru: buscador del Perú

Seguidores

Archivo del Blog