LA
SOFISTIFICACION DEL ESPACIO TIEMPO HISTORICO
LA “NEGACION
DIALECTICA” DE LA FILOSOFIA MARXISTA
EL ANALISIS de los movimientos versátiles y procesionales del
señor Haya de la Torre, de sus saltos mortales en el espacio y en el tiempo, de
su cantinflería solemne, huachafa y ltúrgica, nos conduce al campo concreto y
espantosos de lo caótico.
Porque
si hay algo que haga sentir la sensación física de espanto es la vecindad del
caos. Al entrar en el análisis de esa gigantesca faramalla inventada por Haya
de la Torre, con el pomposo nombre de “Filosofía del Aprismo”, se llega a
sentir el contacto del vacío, a tocar los linderos mismos de la insanía; el
cráneo y los huesos tiritan bajo el soplo del viento helado que viene de la
estepa, de la alienación.
Y el ser
humano, la conciencia del hombre, el pensamiento que ha sido aguzado por las
vigilías, tiemblan de pavor ante la idea del vacío mental…Más que miedo a la
muerte, el hombre teme a esta suerte de vacío; a ese tremendo drama, del que el
cómico Cantinflas ha hecho popularísimo sainette. A este vacío de las palabras
que se quedan en palabras.
Las
palabras son humildes hasta hacerse mínimas en su infinita simplicidad. Su
magia oculta tiene poderes de dramático sortilegio, de tempestuosa violencia
emocional, de aguzada e irrebatible fuerza percusora en la entraña misma del
hombre y de sus fenómenos espirituales. Esto a condición de que el Verbo se
haga carne en la Idea. A condición de no quedarse en aquello que está asimilado
a la locura en William Shakespeare: “¡ Palabras…palabras…palabras!”
Haya,
en sus prolongadas conferencias, en su descomunal exposición de la “Filosofía
del Aprismo” nos ha conducido hasta el borde abismal de esta sensación del
vacío mental; de las ideas que vagan como almas en pena flageladas por las
palabras, descuartizadas por las palabras, gasificadas por las palabras.
¡Palabras…palabras…palabras!
¡PALABRAS
sin nada dentro!; es decir esa categoría espantosa que es la Nada, esa
pesadilla repugnante y horrible, que es el No Ser del Pensamiento; eso contra
lo que se subleva la imaginación y la Conciencia toda, que el filósofo nazi
Martín Heideger denominó la Catarsis de la Nada. Eso es lo que nos da Haya de
la Torre en su “Filosofía del Aprismo”.
No es
ya que se llegue a dudar de las calidades mentales del conferencista, de su
capacidad de concatenar y ordenar algunas ideas, más o menos estrafalarias. Es
que se siente la necesidad de entrar en el campo de la psiquiatría, en busca de
la Idea Fija y de las motivaciones de la confusión. Porque este caos del
aprismo no surge porque sí; no es simplemente fenómeno psíquico, caso
psico-patológico; es hecho social, fenómeno multitudinario, acontecimiento
político y –lo que más nos importa- acaecimiento peruano. Y si es peruano, por
absurdo que pueda ser, es nuestro.
A
través de la estrafalaria cantinfleria de las palabras del señor Haya, por
encima y más allá de sus conceptos contradictorios, hinchados, tortuosos y
huachafos, se comprueba algo así como un pespunte negro que recorre todas las
conferencias, todos los artículos, todas las recientes manifestaciones del Jefe
y de la dirección del Apra. Es el empeño ansioso y testarudo de ofrecerse a las
fuerzas reaccionarias de los Estados Unidos, sobre todo, como la punta de lanza
en América del Sur de la Cruzada contra lo que Haya ha denominado “El nuevo
Quinta Columnismo”, o sea contra toda manifestación política de carácter social
orientada a obtener el mejoramiento del mísero nivel de existencia de nuestro
pueblo.
Es
literalmente titánico el esfuerzo de la dirección del Apra para presentarse
como la fuente ideológica de la lucha contra el marxismo, como la “filosofía”
anti-marxista más contundente; como el arsenal más nutrido de la acción contra
toda idea que pueda tener algo de socialista.
EL MONSTRUOSO engendro del “Espacio-Tiempo-Histórico” ha
sido lanzado precisamente con esa
finalidad categórica y explícita: negar la Filosofía Marxista, como dice el
señor Haya. “Debo anticipar –afirma
Pachakútec- que la tesis del
Espacio-Tiempo-Histórico desprende a su vez su negación dialéctica de la
Filosofía Marxista…al desplazarse el marxismo como praxis mundial a otros
Espacio-Tiempo-Históricos, cae en una limitación cerradamente dogmática”
El
propósito capital de Haya es aparecer ante las fuerzas de la reacción, ante el
nazi-fascismo derrotado, ante las fuerzas oscuras y agazapadas del
imperialismo, como el filósofo del anti-marxismo, como el negador de la teoría
que está sacudiendo la conciencia mundial, no solamente entre los obreros, sino
muy especial y vigorosamente entre los intelectuales, científicos,
investigadores, hombres de letras, mentalidades progresistas y esclarecidas.
Haya
pretende dar consistencia a su tesis con un razonamiento simplista, pedante y
sofístico.
Hegel
–afirma con plena justeza por otra parte- en su famosa Lógica, que “la relación de los sistemas filosóficos
que han precedido con aquellos que les han sucedido, es la misma, en general,
que la relación existente entre los Grados de la Idea Lógica que preceden y
aquellos que siguen. Es decir, que los sistemas posteriores envuelven a los
anteriores, en calidad de momentos suprimidos”. Fundándose en este
principio hegeliano, Haya de la Torre pretende aparecer como el creador del
nuevo sistema que viene a suprimir el marxismo, a realizar su Negación
Dialéctica.
Haya
invoca a Hegel en alemán para tener más autoridad: “Vorlesungen ubre die
Geschichtedeer Philosophie” –y repite: “cada
Filosofía es la Filosofía de su época; es un eslabón de toda la cadena del
desenvolvimiento espiritual que sólo puede satisfacer los intereses de su
tiempo”.
Y ufano
y triunfal, sube apresuradamente hasta las almenas de Incahuasi, vuelve el
rostro hacia el Norte, se ofrece como el Gran Cruzado, y proclama que el
marxismo ha satisfecho ya sobradamente los intereses de su tiempo, se ha
congelado como sistema y exige dialécticamente la aparición del “nuevo
sistema”, inventado por el señor Haya, que venga a refutarlo y a reemplazarlo.
Además, según Inca Paz, “el marxismo ha caído en una limitación cerradamente
dogmática”, se ha terminado. De esta manera, el señor Haya viene a realizar el
sueño que Hitler y sus ideólogos no pudieron realizar con su gigantesco clamor
¡Tod dem Marxismus! – Muerte al Marxismo.
PACHAKÚETEC demuestra con esta lógica
infantil, que no tiene idea de lo que es el Marxismo, ni barrunta siquiera la
esencia y el contenido de la Filosofía
Marxista. Si su ignorancia sobre Hegel es un monumento, la que adolece
respecto a Marx, llega a los linderos del absoluto.
El
señor Haya no sabe que la Filosofía Marxista no es un Sistema que viene a
oponerse a otro Sistema. Aquí esta su error y su ignorancia capital. Hay una
diferencia esencial, de naturaleza y de sustancia, entre los sistema kantiano,
hegeliano u otros y la Filosofía Marxista.
“Porque toda Filosofía Verdadera
–escribe Marx en el número 78 del “Kolnischen Zeitung”- es la quinta esencia espiritual de su tiempo, el momento debe llegar en
que la Filosofía tenga un contacto, una relación recíoproca con el mundo real
de su época. No sólo interiormente, por su contenido, sino también
exteriormente, por sus manifestaciones. La Filosofía dejará de ser entonces una
oposición de sistema a sistema, para transformarse en la Filosofía frente al
mundo, en la Filosofía del mundo presente.”
Esto es
lo que no ha entendido jamás el señor Haya. Por no haberlo entendido, anda
buscando “Negaciones Dialécticas” a la Filosofía Marxista.
No se
trata más de un sistema que se opone a otro sistema; de un Sistema que refuta,
suprime y supera a otro Sistema filosófico; se trata ya para siempre, del “fin de la Filosofía Clásica” en este
sentido sistemático. La Filosofía Marxista es una Filosofía frente al mundo,
frente a la vida, frente a la Realidad que transcurre sin cesar. No es más
Sistema al estilo clásico; es Ciencia Filosófica, análoga a la Física, a la
Química, a la Astrofísica, a la Antropología, a la Mecánica Ondulatoria.
Si
alguien se presentase en el campo de la Ciencia a sostener que es necesario
Negar Dialécticamente la Física, porque el hombre ha logrado la Desintegración
del Atomo, los científicos llamarían a la policía o a los guardianes de la Casa
de Orates.
Nadie
puede en su sano juicio, en negar la Química, o la Biología, o la Astrofísica,
o la Mecánica. Se puede trabajar por enriquecerlas, por ampliar más y más el
conocimiento humano, el dominio del hombre sobre la Naturaleza, pero de ninguna
manera por hacer juegos de palabras “negando dialécticamente” tal o cual rama
de la ciencia. Intentarlo, es absurdo, es ridículo y es fatuo.
Este
es el intento que Haya pretende con la Filosofía Marxista.
La
Filosofía Marxista, - señor Haya, caballeros apristas y aproides- no es un Sistema frente a otro Sistema; es la
Ciencia Filosófica contemporánea; es la Weltanschauung”, la interpretación
integral, general y válida de la realidad en incesante devenir. Es ciencia ya
no puede ser suprimida, como un sistema filosófico cualquiera, no puede ser
“negada dialécticamente” por otro sistema.
LA FILOSOFIA Marxista es ahora la
interpretación fiel de la Realidad que pasa, que fluye, que deviene. No es el
Sistema dentro del cual tiene que entrar la realidad: es –como dice Engels- el
“reflejo del espejo” de la Realidad en
su desenvolvimiento incesante.
Si
esta Filosofía marcha constantemente con la Realidad, la interpreta siempre
fielmente y sigue con ella, dentro de ella, sobre ella, conociéndola,
interpretándola, transformándola –sobre todo, transformándola-, esta Filosofía
no puede tener fin. Es tan eterna como la Realidad misma. Negar esta Filosofía,
equivales a negar la Realidad, a paralizar la vida, a imponer la Negación
Dialéctica del Devenir, esto es, entrar en el No Ser. A este absurdo
monumental, nos conduce el señor Haya con su estólido razonamiento.
Y es
curioso que parezca como que Marx había previsto las invenciones del señor
Haya; pues en el mismo artículo del mismo período dice: “Y si individuos aislados no
digieren la Filosofía Moderna y mueren de una indigestión filosófica, esto no
será una prueba contra la Filosofía, así como la explosión de una caldera que
hace saltar a algunos pasajeros, no es una prueba contra la Mecánica”
He
aquí a Cantinflas hinchado y peripatético, enfermo de la indigestión Filosófica
que vaticinaba Carlos MArx-
La
Indigestión Filosófica de Haya y del Aprismo se ha transformado en esta
incontrolada e incoercible evacuación de palabra, palabras, palabras.
Y en medio del torrente de pestilencia
reaccionaria, la gran idea fija del señor Haya, que la reacción negativa e
imperialista, el feudalismo retrógrado, las fuerzas cavernarias del más
protervo oscurantismo, lo tomen a su servicio como Jefe de Cipayos o Capitán de
Lansquenetes, para reprimir todo avance social, todo progreso socialista.
Y
esto no es ya “filosofía aprista”, ni filosofía de ninguna especie.
Esto
es sucio negocio político. Es turba maniobra nazi contra el progreso
ascencional y triunfante del socialismo en todas las latitudes del mundo.
Y
ésta es la médula reaccionaria, nazi-fascista y contemporánea del aprismo.
Se entiende el porqué el pobre Haya odiaba con tanto fervor a Eudocio Ravines quien trapeaba el piso con sus teorías "eistenianas-indoamericanas"
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