martes, 12 de noviembre de 2013

RAVINES : LA SOFISTIFICACION DEL ESPACIO TIEMPO HISTORICO LA “NEGACION DIALECTICA” DE LA FILOSOFIA MARXISTA

LA SOFISTIFICACION DEL ESPACIO TIEMPO HISTORICO
LA “NEGACION DIALECTICA” DE LA FILOSOFIA MARXISTA

         EL ANALISIS de los movimientos versátiles y procesionales del señor Haya de la Torre, de sus saltos mortales en el espacio y en el tiempo, de su cantinflería solemne, huachafa y ltúrgica, nos conduce al campo concreto y espantosos de lo caótico.
            Porque si hay algo que haga sentir la sensación física de espanto es la vecindad del caos. Al entrar en el análisis de esa gigantesca faramalla inventada por Haya de la Torre, con el pomposo nombre de “Filosofía del Aprismo”, se llega a sentir el contacto del vacío, a tocar los linderos mismos de la insanía; el cráneo y los huesos tiritan bajo el soplo del viento helado que viene de la estepa, de la alienación.
            Y el ser humano, la conciencia del hombre, el pensamiento que ha sido aguzado por las vigilías, tiemblan de pavor ante la idea del vacío mental…Más que miedo a la muerte, el hombre teme a esta suerte de vacío; a ese tremendo drama, del que el cómico Cantinflas ha hecho popularísimo sainette. A este vacío de las palabras que se quedan en palabras.
            Las palabras son humildes hasta hacerse mínimas en su infinita simplicidad. Su magia oculta tiene poderes de dramático sortilegio, de tempestuosa violencia emocional, de aguzada e irrebatible fuerza percusora en la entraña misma del hombre y de sus fenómenos espirituales. Esto a condición de que el Verbo se haga carne en la Idea. A condición de no quedarse en aquello que está asimilado a la locura en William Shakespeare: “¡ Palabras…palabras…palabras!”
            Haya, en sus prolongadas conferencias, en su descomunal exposición de la “Filosofía del Aprismo” nos ha conducido hasta el borde abismal de esta sensación del vacío mental; de las ideas que vagan como almas en pena flageladas por las palabras, descuartizadas por las palabras, gasificadas por las palabras.
            ¡Palabras…palabras…palabras!
            ¡PALABRAS sin nada dentro!; es decir esa categoría espantosa que es la Nada, esa pesadilla repugnante y horrible, que es el No Ser del Pensamiento; eso contra lo que se subleva la imaginación y la Conciencia toda, que el filósofo nazi Martín Heideger denominó la Catarsis de la Nada. Eso es lo que nos da Haya de la Torre en su “Filosofía del Aprismo”.
            No es ya que se llegue a dudar de las calidades mentales del conferencista, de su capacidad de concatenar y ordenar algunas ideas, más o menos estrafalarias. Es que se siente la necesidad de entrar en el campo de la psiquiatría, en busca de la Idea Fija y de las motivaciones de la confusión. Porque este caos del aprismo no surge porque sí; no es simplemente fenómeno psíquico, caso psico-patológico; es hecho social, fenómeno multitudinario, acontecimiento político y –lo que más nos importa- acaecimiento peruano. Y si es peruano, por absurdo que pueda ser, es nuestro.
            A través de la estrafalaria cantinfleria de las palabras del señor Haya, por encima y más allá de sus conceptos contradictorios, hinchados, tortuosos y huachafos, se comprueba algo así como un pespunte negro que recorre todas las conferencias, todos los artículos, todas las recientes manifestaciones del Jefe y de la dirección del Apra. Es el empeño ansioso y testarudo de ofrecerse a las fuerzas reaccionarias de los Estados Unidos, sobre todo, como la punta de lanza en América del Sur de la Cruzada contra lo que Haya ha denominado “El nuevo Quinta Columnismo”, o sea contra toda manifestación política de carácter social orientada a obtener el mejoramiento del mísero nivel de existencia de nuestro pueblo.
            Es literalmente titánico el esfuerzo de la dirección del Apra para presentarse como la fuente ideológica de la lucha contra el marxismo, como la “filosofía” anti-marxista más contundente; como el arsenal más nutrido de la acción contra toda idea que pueda tener algo de socialista.

            EL MONSTRUOSO  engendro del “Espacio-Tiempo-Histórico” ha sido lanzado  precisamente con esa finalidad categórica y explícita: negar la Filosofía Marxista, como dice el señor Haya. “Debo anticipar –afirma Pachakútec- que la tesis del Espacio-Tiempo-Histórico desprende a su vez su negación dialéctica de la Filosofía Marxista…al desplazarse el marxismo como praxis mundial a otros Espacio-Tiempo-Históricos, cae en una limitación cerradamente dogmática”
            El propósito capital de Haya es aparecer ante las fuerzas de la reacción, ante el nazi-fascismo derrotado, ante las fuerzas oscuras y agazapadas del imperialismo, como el filósofo del anti-marxismo, como el negador de la teoría que está sacudiendo la conciencia mundial, no solamente entre los obreros, sino muy especial y vigorosamente entre los intelectuales, científicos, investigadores, hombres de letras, mentalidades progresistas y esclarecidas.
            Haya pretende dar consistencia a su tesis con un razonamiento simplista, pedante y sofístico.
            Hegel –afirma con plena justeza por otra parte- en su famosa Lógica, que “la relación de los sistemas filosóficos que han precedido con aquellos que les han sucedido, es la misma, en general, que la relación existente entre los Grados de la Idea Lógica que preceden y aquellos que siguen. Es decir, que los sistemas posteriores envuelven a los anteriores, en calidad de momentos suprimidos”. Fundándose en este principio hegeliano, Haya de la Torre pretende aparecer como el creador del nuevo sistema que viene a suprimir el marxismo, a realizar su Negación Dialéctica.
            Haya invoca a Hegel en alemán para tener más autoridad: “Vorlesungen ubre die Geschichtedeer Philosophie” –y repite: “cada Filosofía es la Filosofía de su época; es un eslabón de toda la cadena del desenvolvimiento espiritual que sólo puede satisfacer los intereses de su tiempo”.
            Y ufano y triunfal, sube apresuradamente hasta las almenas de Incahuasi, vuelve el rostro hacia el Norte, se ofrece como el Gran Cruzado, y proclama que el marxismo ha satisfecho ya sobradamente los intereses de su tiempo, se ha congelado como sistema y exige dialécticamente la aparición del “nuevo sistema”, inventado por el señor Haya, que venga a refutarlo y a reemplazarlo. Además, según Inca Paz, “el marxismo ha caído en una limitación cerradamente dogmática”, se ha terminado. De esta manera, el señor Haya viene a realizar el sueño que Hitler y sus ideólogos no pudieron realizar con su gigantesco clamor ¡Tod dem Marxismus! – Muerte al Marxismo.

            PACHAKÚETEC demuestra con esta lógica infantil, que no tiene idea de lo que es el Marxismo, ni barrunta siquiera la esencia y el contenido de la Filosofía  Marxista. Si su ignorancia sobre Hegel es un monumento, la que adolece respecto a Marx, llega a los linderos del absoluto.
            El señor Haya no sabe que la Filosofía Marxista no es un Sistema que viene a oponerse a otro Sistema. Aquí esta su error y su ignorancia capital. Hay una diferencia esencial, de naturaleza y de sustancia, entre los sistema kantiano, hegeliano u otros y la Filosofía Marxista.
            “Porque toda Filosofía Verdadera –escribe Marx en el número 78 del “Kolnischen Zeitung”- es la quinta esencia espiritual de su tiempo, el momento debe llegar en que la Filosofía tenga un contacto, una relación recíoproca con el mundo real de su época. No sólo interiormente, por su contenido, sino también exteriormente, por sus manifestaciones. La Filosofía dejará de ser entonces una oposición de sistema a sistema, para transformarse en la Filosofía frente al mundo, en la Filosofía del mundo presente.”
            Esto es lo que no ha entendido jamás el señor Haya. Por no haberlo entendido, anda buscando “Negaciones Dialécticas” a la Filosofía Marxista.
            No se trata más de un sistema que se opone a otro sistema; de un Sistema que refuta, suprime y supera a otro Sistema filosófico; se trata ya para siempre, del “fin de la Filosofía Clásica” en este sentido sistemático. La Filosofía Marxista es una Filosofía frente al mundo, frente a la vida, frente a la Realidad que transcurre sin cesar. No es más Sistema al estilo clásico; es Ciencia Filosófica, análoga a la Física, a la Química, a la Astrofísica, a la Antropología, a la Mecánica Ondulatoria.
            Si alguien se presentase en el campo de la Ciencia a sostener que es necesario Negar Dialécticamente la Física, porque el hombre ha logrado la Desintegración del Atomo, los científicos llamarían a la policía o a los guardianes de la Casa de Orates.
            Nadie puede en su sano juicio, en negar la Química, o la Biología, o la Astrofísica, o la Mecánica. Se puede trabajar por enriquecerlas, por ampliar más y más el conocimiento humano, el dominio del hombre sobre la Naturaleza, pero de ninguna manera por hacer juegos de palabras “negando dialécticamente” tal o cual rama de la ciencia. Intentarlo, es absurdo, es ridículo y es fatuo.
            Este es el intento que Haya pretende con la Filosofía Marxista.
            La Filosofía Marxista, - señor Haya, caballeros apristas y aproides-  no es un Sistema frente a otro Sistema; es la Ciencia Filosófica contemporánea; es la Weltanschauung”, la interpretación integral, general y válida de la realidad en incesante devenir. Es ciencia ya no puede ser suprimida, como un sistema filosófico cualquiera, no puede ser “negada dialécticamente” por otro sistema.

            LA FILOSOFIA Marxista es ahora la interpretación fiel de la Realidad que pasa, que fluye, que deviene. No es el Sistema dentro del cual tiene que entrar la realidad: es –como dice Engels- el “reflejo del espejo”  de la Realidad en su desenvolvimiento incesante.
            Si esta Filosofía marcha constantemente con la Realidad, la interpreta siempre fielmente y sigue con ella, dentro de ella, sobre ella, conociéndola, interpretándola, transformándola –sobre todo, transformándola-, esta Filosofía no puede tener fin. Es tan eterna como la Realidad misma. Negar esta Filosofía, equivales a negar la Realidad, a paralizar la vida, a imponer la Negación Dialéctica del Devenir, esto es, entrar en el No Ser. A este absurdo monumental, nos conduce el señor Haya con su estólido razonamiento.
            Y es curioso que parezca como que Marx había previsto las invenciones del señor Haya; pues en el mismo artículo del mismo período dice: “Y si  individuos aislados no digieren la Filosofía Moderna y mueren de una indigestión filosófica, esto no será una prueba contra la Filosofía, así como la explosión de una caldera que hace saltar a algunos pasajeros, no es una prueba contra la Mecánica”                                    
            He aquí a Cantinflas hinchado y peripatético, enfermo de la indigestión Filosófica que vaticinaba Carlos MArx-
            La Indigestión Filosófica de Haya y del Aprismo se ha transformado en esta incontrolada e incoercible evacuación de palabra, palabras, palabras.
             Y en medio del torrente de pestilencia reaccionaria, la gran idea fija del señor Haya, que la reacción negativa e imperialista, el feudalismo retrógrado, las fuerzas cavernarias del más protervo oscurantismo, lo tomen a su servicio como Jefe de Cipayos o Capitán de Lansquenetes, para reprimir todo avance social, todo progreso socialista.
            Y esto no es ya “filosofía aprista”, ni filosofía de ninguna especie.
            Esto es sucio negocio político. Es turba maniobra nazi contra el progreso ascencional y triunfante del socialismo en todas las latitudes del mundo.
            Y ésta es la médula reaccionaria, nazi-fascista y contemporánea del aprismo.



1 comentario:

  1. Se entiende el porqué el pobre Haya odiaba con tanto fervor a Eudocio Ravines quien trapeaba el piso con sus teorías "eistenianas-indoamericanas"

    ResponderBorrar

PLANETA PERU

PlanetaPeru: buscador del Perú

Seguidores

Archivo del Blog