domingo, 18 de enero de 2015

EMiLIO ADOLFO WESTPHALEN: JOSE MARIA ARGUEDAS ( 1911-1969) digitado por LUIS ANAMARIA ( I parte)

En Escritos varios sobre arte y literatura, FCE 1997

Singular destino el de José María Arguedas le cupo en suerte experimentar en carne propia, ´desde dentro´ como él solía decir, la dicotomía cultural básica de su país, con sus dotes soberbias de narrador y su tesón en la investigación etnológica y la divulgación de las artes populares sirvió - con sus propias palabras- de vinculo vivo, fuerte capaz de universalizarse, de la gran nación cercada y la parte generosa, humana de los opresores. Por lo mismo cuando niño  fue admitido, aunque perteneciente a esta última, por la primera ( más que admitido prohijado), se sentiría más tarde obligado a hacerse justicia, a revelar a todo el mundo, en el idioma de las clases dominantes, el arte y la sabiduría de un pueblo al que se consideraba degenerado, debilitado o ´extraño´e ´impenetrable´ pero que en realidad, no era sino lo que llega a ser un gran pueblo oprimido por el desprecio social, la dominación política y la  explotación económica. Envidiable destino poseer un doble instrumento de captación de la vida y el universo, expresarse libre y gozosamente en dos idiomas de tan diversas estructuras y posibilidades de uso, aprovechar de todo el rico acervo de dos tradiciones culturales antiquísimas y en muchos aspectos disímiles y contradictorias, pero ambas validas como sistemas para la comprensión del hombre y la explotación del cosmos. JMA tuvo la fortuna de no tener que repudiar parte alguna del doble legado. Es lo que siempre proclamo y en lo que no volvió a insistir no hace muchos meses al recibir el premio ´Inca Garcilaso de la Vega´. Yo no soy un aculturado - dijo entonces empleando esa ( al menos en español o quizás solo para nosotros) horripilante palabreja de la jerga antropologica con la que se quiere calificar a la que se rechaza y abandona la cultura, la tradiciones, la concepción de la vida del grupo étnico propio para adoptar las del otro- yo soy un peruano que orgullosamente, como un demonio feliz hablo en cristiano y en indio,en español y en quechua. Deseando convertir esa realidad en lenguaje artístico y tal parece, según cierto consenso más o menos general que le conseguido.

El constate roce y familiaridad con los dos mundos agudizaría en JMA el sentido  de la justicia que desde la niñez le encendería en iras santas de protesta y rebeldía y le induciría a visiones mesiánicas  de armonía y paz social.Por sobre todo al reconocimiento del lugar de las artes en la vida del hombre. Nada le extraño por tanto más, según nos cuenta en en su libro sobre LAS COMUNIDADES DE ESPAÑA Y DEL PERU, que descubrir que los niños del pueblo de La Muga, donde realizo parte de sus investigaciones, no cantaban ni bailaban; en cambio, en las comunidades del Perú, la música y el canto constituyen la sustancia de la vida SI, ´la sustancia de la vida´.  Entendemos bien por ello que el recurso al canto y la danza, tan frecuente en la danza, tan frecuente en su obra literaria, no es muletilla, o expediente de folkrorista sino manisfestaciones estéticas, es decir, vitales social e individualmente imprescindibles. JMA se exaltaba en especial con la música y las danzas nativas. Citemos como ejemplo este trozo de carta a un amigo: Nadie ha sido más feliz que yo. Nadie ni tú. ¿ te acuerdas cuándo al oír la quena ésa y la danza de coro de hombres, quena y wankar, que oímos en tu pieza de la universidad, tuvimos la evidencia de que los creadores de esa música eran algo más grande que todo lo grande que habíamos oido hasta entonces? Pasé mi niñez siguiendo a bailarines y músicos de esas danzas, siguiéndolos noches de noches, imitándolos hasta que gané el mote de ´zonzo´ que mi propio padre y mi hermano me lo aplicaban con todo convencimiento. Estaría muy equivocado, por tanto, quién viera un gesto aparatoso de vanidad en lo que no fue sino concordancia con las convicciones  de toda una vida, en el hecho de que pidiera JMA, la compañía de algunos danzantes y músicos para encabezar su cortejo fúnebre.

Otro rasgo desearíamos destacar en esta introducción al homenaje que AMURU, rinde a quién fuera uno de sus conspicuos colaboradores. Ya hemos hecho mención  de sus extraordinarias cualidades de narrador, seguramente porque en su obra JMA  trató en los posible de ser fiel  a su propia experencia y no se contento nunca con ofrecer el remedo o la copia de una supuesta ´realidad´sino de hacer en sus arte la recreación de una realidad directamente absorbida y asimilada. Entrar en un relato o una novela de JMA es entrar en un mundo completo poblado de seres vivientes  en intercambio constante entre sí y con el medio que los rodea.

No hay caracteres estereotipados tics retóricos, ni la preocupación de demostraciones ideologicas, de ceñirse a consignas o programas. De esta exigencia artística esencial era consciente JMA. En una ocasión, recordando la influencia que sobre el ejerciera en su adolescencia la lectura de AMAUTA, observa igualmente. En los relatos que he escrito, describo al gamonal no como una bestia, como un instrumento cruel, sino como un ser un humano, que tiene defectos y tiene virtudes, lo mismo que el indio.Esta posibilidad de juzgar con lucidez si ya es una obra, diríamos de trabajo propio porque (...) yo leia en AMAUTA, descripciones de gamonales tan mostrousamente deformadas como había sido deformado el indio.

Anteriormente, en la misma oportunidad, se había referido a un pariente suyo, un  ´desagraciado´, un ´miserable que flagelo a un indio por haberse robado una cabeza de plátanos, pero tiene cuidado de añadir sin embargo ese monstruo tenia virtudes. Esta escrupulosidad por hacer justicia fue indudablemente uno de los veneros más fecundos de sus inspiración artística ( también quien sabe, uno de los factores de sus inquietudes, desazones y angustias continuas)

No podríamos terminar sin, al menos, mencionar un aspecto de JMA que particularmente nos turba. En  una entrevista que le hiciera A. Dorfman al preguntarsele sobre la importancia que él mismo asignaba a su obra después de repetir lo que es juicio admitido por todos- su contribución a revelar no sólo como es el indio sino el hombre andino en todos sus estratos- prosegui, creo que tambièn contribuyo a descubrir cuan bello es el mundo cuando es sentido como parte de uno mismo y no como algo objetivo. Nada hay, para quien aprendio a hablar en quechua, que no forma parte de uno mismo (Esta especie de comunión universal, de nosotros todavía una cima inaccesible aunque intuida, ensoñada o, simplemente deseada). La difusión de los relatos en que se muestra este modo de vida, que tiene rasgos originales e iluminadores y la potencia que guarda para suponer formas nuevas de conducta, ha inquietado, supongo, a lectores no peruanos como Ud, por ejemplo, concluía entonces JMA.  No sólo a los lectores extranjeros: muchos de sus compatriotas, tenemos, se sentirán igualmente desasogados, como ocurre siempre en presencia de la poesía - en quechua o en cualquier idioma.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

PLANETA PERU

PlanetaPeru: buscador del Perú

Seguidores

Archivo del Blog