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De: miguel aragon <perunuevo2020@yahoo.com.mx>
Fecha: 23 de mayo de 2015, 11:13
Asunto: Eudocio Ravines, la Apra y el PCP (Parte 02)
Para: Miguel Aragon <perunuevo2020@yahoo.com.mx>
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Asunto: Eudocio Ravines, la Apra y el PCP (Parte 02)
Para: Miguel Aragon <perunuevo2020@yahoo.com.mx>
EUDOCIO  RAVINES, la APRA y el PCP
(Segunda parte)
(20 de mayo de 2015) 
Por Miguel Aragón
IV
Ravines  viajó a Lima  aproximadamente el año  1917, a la edad de 21 años,   casi coincidiendo en el tiempo con el viaje de  Víctor Raúl Haya a la capital. El segundo,  quien contaba con el apoyo económico de su  familia, ingresó a estudiar en la Facultad de Derecho de  la Universidad de Lima. Mientras que Ravines,  que procedía de una familia de menos recursos económicos, de inmediato tuvo que  dedicarse a trabajar como empleado en una empresa  comercial, a diferencia de Haya la lucha por  la supervivencia diaria primaba en él.  
Ambos,  Ravines  y Haya, llegaron a Lima, en los  momentos de mayor auge y beligerancia de las luchas obreras y estudiantiles de  ese tiempo (luchas masivas y combativas, desarrolladas entre  fines del año  1917  y  mediados de 1919). Por una parte, los obreros  luchando por el derecho al trabajo digno,  agitando y conquistando el derecho a la  jornada de trabajo de  8 horas, lucha  que se había prolongado durante  más de  quince años (05); y por otra parte, los estudiantes  universitarios luchando por la reforma universitaria, como parte de  una lucha democrática que en ese momento tenía  alcance continental (06).
En  esas jornadas, de intensa agitación y movilización obrera y estudiantil en Lima,  coincidieron  Ravines y Haya, y por otra  parte también coincidieron José Carlos Mariátegui, César Falcón y otros  intelectuales. Entre ellos, el efecto y las huellas dejadas por  esas luchas obreras y estudiantiles fueron  diferentes. Mientras que Mariátegui, Falcón, Félix del Valle, Humberto del  Águila, y otros que colaboraban  en la publicación  de la revista Nuestra Época (junio-julio  de 1918),  "se orientaron resueltamente  al socialismo", por el contrario, Haya y Ravines se quedaron en el simple  "anticapitalismo", que poco después  se elevó a demagógica pose "antiimperialista",  pose superficial  que en el fondo encerraba  en ellos el rechazo al socialismo, nuevo orden social engendrado en el seno del  régimen capitalista.
Entre  los años 1921 y 1923, Haya y Ravines coincidieron en algunas acciones  esporádicas  de  agitación  estudiantil   en Lima. Mientras Haya dirigía las actividades que realizaban la Federación de Estudiantes del Perú  y la Universidad  Popular  Gonzáles Prada, ésta última  recién organizada en enero de 1921 (07),  por su parte   Ravines  colaboraba en   las actividades de "extensión universitaria" que desarrollaba  la mencionada Universidad Popular.
La  fase inicial de las actividades académicas de la  Universidad Popular, en el transcurso de los  años 1921 y 1922, coincidió en el tiempo con las fastuosas fiestas gubernamentales   por el Centenario de la Independencia de  la República (julio de 1921),   con la estridente  prédica  de las arengas "nacionalistas" y  "patrioteras", demagogia superficial que en ambos personajes (Ravines y Haya)  abonó el desarrollo de sus primeras propuestas  de  "luchar por la segunda independencia",  que pasaría a ser la cuestión esencial de su naciente  antiimperialismo  nacionalista (antiimperialismo de palabra, nacionalismo de hecho). 
V
Como  consecuencia de la agitación estudiantil de esos años, que se cruzaba  y confundía con las disputas que sostenían  diferentes facciones de  la política criolla por el control del  gobierno,  Haya fue deportado a  Panamá  en octubre de 1923.  Dos años después, Ravines  fue deportado   a Santiago de Chile y de ahí derivado  a la Argentina. En Buenos Aires, Ravines se  integró al grupo de deportados  peruanos  ya instalados en esa ciudad, en su mayoría estudiantes,  los cuales simpatizaban con la prédica  justicialista que Haya venía agitando, primero  desde varias ciudades centro americanas, y poco  después  desde Londres.  
En  ese ambiente de camaradería estudiantil en la capital argentina, Ravines   a  diferencia de los otros deportados, que vivían de las remesas mensuales que les  enviaban sus padres, rápidamente había conseguido trabajo como empleado  administrativo, y pronto demostró y destacó por su habilidad en el trabajo  organizativo. Así comenzó a promover reuniones, conferencias y publicaciones. Entre  otras acciones, Ravines  fue el principal  promotor  y organizador de  la publicación del folleto  Por la Emancipación  de América Latina,  que recogía varias  cartas y arengas estudiantiles  de Haya.
En  el mes de setiembre  del año  1926,   Ravines financiado con sus propios ahorros, viajó a Europa, y se instaló  en París. Llevaba el encargo de los otros deportados de comunicarse con Haya, y  promoverlo como dirigente político del movimiento, reservándole a Mariátegui la  función de "orientador moral" (08). Haya   en esos momentos radicaba en Londres. Entre  octubre y noviembre de 1926,  ambos  personajes se juntaron por varios días en Paris, y a iniciativa de Ravines  comenzaron a definir la orientación y las tareas del proyecto de formación de  la Apra, que hasta ese momento solo existía como una propuesta, como una idea  vaga, pero que no existía como  organización efectiva en ninguna ciudad del extranjero ni  tampoco del país (09).
VI
Aquí  es necesario reiterar, lo que anteriormente ya he anotado  en otros comentarios. Hasta fines de 1926 en  Lima, y en las principales ciudades del Perú, lo que existía era un movimiento  amplio, un frente de trabajadores  manuales e intelectuales, en el cual coincidan y competían algunos pocos activistas  que simpatizaban con las tendencias libertarias, anarco sindicalistas,  socialistas, justicialistas y de otros matices próximos, junto a los cuales  había una mayoría de obreros y estudiantes que no tenía una posición teórica  definida, pero si tenían  espíritu de  lucha y participaban activamente en las diversas acciones conjuntas  por la renovación peruana. 
El  frente único  en desarrollo, hasta ese  momento  no tenía un nombre propio, ni  tampoco tenía un aparato organizativo centralizado. El frente único que  promovía,  y en el cual activaba José  Carlos Mariátegui, en los hechos no tenía ni   nombre propio ni un aparato;  y no  los tenía, porque simplemente no  necesitaba   nombre propio, ni tampoco necesitaba un aparato burocrático permanente.
Según  la concepción del frente único, desarrollada por Mariátegui en esos años: "El  frente único es una acción contingente,  concreta, práctica. El programa del frente único considera exclusivamente la  realidad inmediata, fuera de toda abstracción y de toda utopía". Y precisando  conceptos, Mariátegui  señaló: "Formar un  frente único es tener una actitud  solidaria ante un problema concreto, ante una necesidad urgente" (10).  
Esos  eran la concepción y el  estilo de  trabajo del frente único en esos años. Lo sustancial era la "acción  contingente", la "actitud solidaria", o sea, promover la unidad en la acción, ante los problemas concretos que afrontaban  los trabajadores. Ese frente único no necesitaba la dirección de ninguna  organización  partidaria. Es más, entre  1923 y comienzos de 1930, todavía no existían ni el Partido Comunista, ni el  Partido Aprista, y el comité organizador   del Partido Socialista recién se constituyó en octubre de 1928, pero el frente único si existía y se  desarrollaba, antes de ellos  y sin ellos.  Se entiende que el frente único en  ese tiempo  no era "correa de transmisión" de ningún  aparato burocrático partidario. 
Esa  era la modalidad de desarrollo del frente único en esos años, esa fue la decisión  mayoritaria de los trabajadores en ese tiempo. Por eso, Mariátegui afirmó: "El  frente único proletario, por fortuna, es,  entre nosotros, una decisión y un anhelo evidente del proletariado. Las  masas reclaman la unidad. Las masas quieren fe, Y, por eso, su alma rechaza la  voz corrosiva, disolvente y pesimista de los que niegan y de los que dudan, y  busca la voz optimista, cordial, juvenil y fecunda de los que afirman y de los  que creen" (11).     
Para  fines del año  1926, en Lima  y en otras ciudades del país, existía un  frente único muy amplio, variado y combativo,  en el cual participaban varios centenares de obreros de diferentes ramas  industriales (destacando en especial los obreros textiles, ferroviarios,  portuarios y gráficos), también participaban   empleados del comercio y de la banca, estudiantes e intelectuales  diversos, quienes en su conjunto coordinaban y se apoyaban mutuamente en las  luchas concretas del momento. Desde  el  punto de vista de la composición social, en Lima  el frente tenía un carácter predominantemente obrero-estudiantil-intelectual,  mientras que en otras provincias llegó a tener un carácter  obrero-campesino-estudiantil (entre nosotros continúa  pendiente la investigación  de la  composición  social y las acciones más  importantes del frente único desarrolladas entre 1923 y 1930, esta como otras  tareas, no es "un tópico superado").   
En  Lima, el sector más activo  de ese frente   participaba directamente en las acciones   desplegadas en  la Universidad Popular (que sesionaba  semanalmente  en varios locales, ubicado uno  en el centro de Lima, y en  otros locales  más distantes, ubicados en el Callao, en Vitarte y en Barranco). A mediados del  año 1925  el sector más esclarecido y consciente  del frente único en Lima,   a instancias de Mariátegui,  se agrupó  en el Ateneo  de Estudios Sociales y Económicos,  que se reunía casi todas las noches en el  "rincón rojo" de la vivienda  de  Mariátegui (12). Ese seminario se dividió el trabajo en tres  secciones, y de esa manera contribuyó de manera efectiva  en la investigación necesaria para el  desarrollo del libro 7 ensayos de interpretación  de la realidad peruana (13). 
Desde  comienzos del año   1926,  ese  mismo sector, que sesionaba en el "rincón rojo",  asumió el  trabajo colectivo de publicar la revista Amauta, cuyo primer número previsto  para antes del mes de mayo,   después de superar varias postergaciones,  apareció definitivamente en el mes de  setiembre de 1926, y  tal como su  director la definió: "Amauta era la  voz de un movimiento y de una generación". La publicación de Amauta comenzó, y se mantuvo,  como una acción frente unitaria.   
Varios  de los grupos de deportados que se habían reagrupado en México, Buenos Aires,  La Paz, La Habana, o Paris, a la distancia colaboraban en la acción conjunta y  discusión de esos años, algo similar ocurría con los grupos de colaboradores  que se habían formado en Cusco, Arequipa, Chiclayo, y otras ciudades del país.  Entre esos colaboradores radicados en el  extranjero también se encontraban Víctor Raúl Haya (en Londres),  Eudocio Ravines (primero en Buenos Aires, y  después en Paris).  Para ese entonces, no existía ninguna organización efectiva de  la  Apra, ni en el Perú ni en el  extranjero. Del Apra  solamente existían  las cartas y arengas de caudillaje personalista que periódicamente agitaba Víctor  Raúl Haya (14). 
VII
Quién  después  se encargaría de promover los  primeros intentos de organización y definición de la Apra fue Eudocio Ravines,  justamente en el tiempo que él viajó a Europa y se encontró y coordinó con  Víctor Raúl Haya, en los últimos meses del año 1926.
Leamos  a continuación el testimonio personal de Ravines, escrito veinte años después  (en 1947):
"La  tarea política en Paris [a fines del año 1926] me unió estrechamente a Haya de  la Torre, insistí en la necesidad de definir la orientación fundamental de la  Alianza Revolucionaria, su estructura orgánica, sus plataformas doctrinarias,  su teoría y su práctica. En esta labor presté mi colaboración entusiasta al  jefe del aprismo, participé en la elaboración de esas bases y fui yo quien redactó los primeros  documentos del aprismo.
El primer opúsculo se  llama "¿Qué es el Apra?" Ese documento fue redactado por mí y luego revisado y  corregido por Haya de la Torre. Los borradores fueron elaborados en París por  ambos y, luego de sacados en limpio, enviados a Londres, a donde Haya había  regresado. Pocos días después, la  primera tesis aprista apareció en inglés en la revista The  Labour Monthly" bajo el  título "What is the Apra". Simultáneamente  lo hacía imprimir en Paris, en hojas que circularon profusamente por América  Latina y cuyo texto fue reproducido en diversas publicaciones americanas" (15).
Continuando  con su testimonio personal, Ravines agregó: "En todo este trabajo laboré con  intensidad. La tendencia socialista y vigorosamente anti-imperialista de aquel  documento fue obra del acuerdo  fundamental a que habíamos  llegado Haya  de la Torre y yo. Discrepancias adjetivas fueron relegadas para discusiones  ulteriores, las que estimamos que vendrían tras un estudio exhaustivo de los  asuntos frente a los cuales no habíamos llegado a un completo acuerdo. En lo  fundamental, en la doctrina básica y en los lineamientos doctrinarios  esenciales, el acuerdo se había producido, y el trabajo común se desenvolvió en  un ambiente de cordialidad y de camaradería. En aquellos momentos nada sustantivo nos distanciaba; y al  contrario, todo parecía unificar nuestro criterio común" (16). 
         Toda persona que haya leído con atención el texto ¿Qué es el Apra? escrito por la dupla "Ravines – Haya", sabe muy bien que  ese no fue un documento de carácter "socialista", sino una típica arenga  panfletaria de carácter "antiimperialista". En ese confuso y contradictorio documento  primigenio  ya se deslizaba la siguiente propuesta,  que más adelante sería uno de los puntos en debate: en la última página dicen "El  A.P.R.A. es el Partido Revolucionario  Antiimperialista Latinoamericano  que  organiza el gran Frente Único de trabajadores manuales e intelectuales de  América Latina", conclusión que se contraponía con el enunciado inicial de la  primera página, en la cual dicen "La organización de la lucha antiimperialista  en la América Latina, por medio de un Frente  único internacional de trabajadores manuales e intelectuales, con un  programa común de acción política , eso  es el A.P.R.A. (Alianza Popular Revolucionaria Americana)" (17).  
Desde  su primer documento definitorio,  la Apra  ya llevaba el sello de la clase social a la cual representaba, la ambigüedad de  las clases medias en proceso de descomposición por el empuje del crecimiento  capitalista. La indefinición, y a la vez confusión  entre frente y partido, por oposición al partido de clase que promueve el proletariado y el socialismo,  es una expresión típica de la ambigüedad de  las clases medias, sector social  que en  el proceso de crecimiento capitalista se encuentra en el limbo entre el  proletariado y la burguesía, "viven como los de abajo, pero piensan y sueñan  como los de arriba".   
          Siguiendo con su testimonio, Ravines anotó lo siguiente:
 "Tras aquel trabajo largo y tenaz de  colaboración estrechísima y amigable con Haya vino mi labor para convencer a  José Carlos Mariátegui y a Manuel Seoane. Existe una nutrida correspondencia  entre nosotros de aquella época. Trazados los lineamientos fundamentales de la Alianza  Popular Revolucionaria, producido el acuerdo sobre las cuestiones medulares,  realizada la conquista de Manuel Seoane, emprendimos  el trabajo de organización de los grupos apristas peruanos en los diversos  puntos donde había peruanos desterrados.   Poco después asistíamos juntos al Congreso Anti-imperialista de  Bruselas" (18). (Continuará)
Notas.-  
(05) La lucha de los  obreros en el Perú por la jornada laboral de 8 horas comenzó a inicios del  siglo XX, impulsada por el crecimiento capitalista de esos años, y adquirió mayor  fuerza a partir del 1° de mayo de 1905. Desde ese momento hasta 1918, año a  año, la lucha reivindicativa fue adquiriendo cada vez mayor organicidad y  contundencia. El largo ciclo de crecimiento capitalista, iniciado el año 1895,  creaba las condiciones favorables para esa lucha. A mayor crecimiento económico  corresponde mayor demanda de mano de obra asalariada, y a mayor demanda de  fuerza de trabajo correspondía mayor precio y mejores condiciones para la venta  del trabajo asalariado. Tras varios días de huelga obrera, la conquista de las  8 horas de jornada laboral se conquistó  en el mes de enero de 1919.    
(06) La lucha por la  Reforma Universitaria fue un movimiento de carácter continental en la cual  participaron estudiantes universitarios de Argentina, Uruguay, Chile, Perú y  otros países de nuestro continente. Papel decisivo desempeñaron los estudiantes  de la Universidad de Córdoba (Argentina) quienes en junio de 1918 propusieron y  agitaron los postulados fundamentales de esa lucha de carácter  antifeudal y democrático, que se correspondía  con  las necesidades del crecimiento  capitalista. 
(07) El primer Congreso  de la Federación de Estudiantes del Perú se realizó el año 1920 en la ciudad  del Cusco. En ese evento, Víctor Raúl Haya, como delegado de la Universidad de  Lima (Universidad de San Marcos) fue elegido Presidente de la Federación. Uno  de los acuerdos del evento fue promover la formación de las Universidades  Populares. Al año siguiente, el 22 de enero de 1921  se constituyó la primera Universidad Popular  en Lima, nombrando como rector a Haya. La UP comenzó a funcionar en el local de  la Exposición (actual Museo de Arte de Lima),   de propiedad de la Municipalidad Provincial de Lima, que temporalmente le  cedió el local para uso de las actividades de extensión universitaria. Dos años  después, a fines de octubre de 1923, el Municipio de Lima le recortó ese  derecho a la UP, la cual en los siguientes años continuó sus actividades  en diverso locales sindicales. 
(08) Declaración de  Ravines en periódico Vanguardia. 
(09) Investigaciones  realizadas a mediados de  la década de  1980 confirmaron esta hecho, acerca de la inexistencia efectiva de la Apra como  organización en esos años. Constatación, que por lo demás, Mariátegui siempre la  mencionó, cuestionando la existencia efectiva de la Apra.       
(10) José Carlos  Mariátegui, Mensaje al Segundo Congreso Obrero, enero de 1927. 
(11) José Carlos  Mariátegui, ibid. 
(12) El Ateneo de Estudios  Sociales y Económicos se organizó a iniciativa de José Carlos Mariátegui, quien  hizo un llamamiento público el 17 de julio de 1925 con un artículo publicado en  la revista Mundial, titulado Un Programa  de Estudios Sociales y Económicos (revisar libro Peruanicemos al Perú). El  seminario de investigación se dividió  en  tres secciones, una de Economía Peruana, otra de  Sociología Peruana y una tercera de Educación.  
(13) El libro 7 Ensayos  de interpretación de la realidad peruana es un libro singular dentro de los  escritos marxistas de su tiempo. Ningún otro autor llegó a producir una obra de  esa amplitud por los temas tratados, ni de esa profundidad en el tratamiento de  cada uno de los temas. Por otro lado es fácil observar que Mariátegui escribió  sobre cada uno de los aspectos de la realidad peruana como si la hubiera conocido  y observado "directamente" en toda su amplitud.  Sabemos que Mariátegui solamente conocía Lima,  y posiblemente guardaba recuerdos de infancia de la campiña de Huacho, pero  nunca tuvo oportunidad de viajar por el resto de nuestro extenso país, salvo un  breve viaje a Huancayo en julio de 1919. La información de las  características  particulares del país,  Mariátegui la obtuvo indirectamente, en las conversaciones sostenidas en el  "rincón rojo" de su vivienda, con numerosos estudiantes y trabajadores  provenientes de otras provincias del país, todos ellos colaboraron en la  producción del libro 7 ensayos. 
(14) Desde un comienzo,  Mariátegui aceptó la propuesta de Haya de organizar la Apra, que venía a ser  una propuesta de nombre propio para el frente único que ya existía en el país,  pero siempre declaró que la Apra era un plan, un proyecto, pero que no había  llegado a ser una organización efectiva. 
(15) En artículo de  Eudocio Ravines, Mi primera  colaboración  con Haya en Paris y la  conquista del cachorro, en periódico Vanguardia  N° 125,  21 de marzo de 1947, pp.1-3  
(16) Eudocio Ravines,  ibid
(17) ¿Qué es el Apra?,  en libro El Antiimperialismo y el Apra.
(18) Eudocio Ravines,  ibid. 
 
 
 
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