LUCIANO CASTILLO COLONNA: El pensamiento vivo de un socialista del Siglo XX

Nota del blog SPA
También hay que dejar un tiempo para la gente sea grato , aprovechando que mi padre fue amigo del doctor Luciano Castillo, y Maria Cabredo de Castillo, le solicité una entrevista, con la finalidad de poder abordar diferentes topicos sobre la vida y obra del doctor Castillo. Solo me concedieron treinta minutos. Cuando vivo mi padre hubiera sido otro el cantar, tambien fui muy  amigo del sastre Rodolfo Elias Casariego sobrino del doctor Castillo. Las oportunidades debemos aprovecharlas en su oportunidad.
Existen temas polemicos, como por ejemplo que de nuevo se funde el Partido Socialista del Peru el 18 de octubre de 1930, olvidando que el 7 de octubre de 1928, el doctor Castillo  firmo el acta en la constitucion del partido socialista del Perú. Por la entrevista a la doctora Cabredo. El doctor Castillo no participaba de algunas de las  posiciones de Mariategui.
Luis Anamaria Chavarria
blog SPA



Por Julio C. Falconi Gonzáles

Al Dr. Diómedes Oyola Silva.
Recuperando la memoria histórica



El 23 de enero se conmemora un año más del nacimiento del Dr. Luciano Castillo Colonna, maestro universitario, dirigente socialista, parlamentario y fundador del Partido Socialista del Perú (PS). Motivo por el cual y en su homenaje, hemos redactado estas líneas para exponer, aunque sucintamente, las ideas, programa y acción revolucionaria desarrollada por los socialistas peruanos liderados por el Doctor Castillo Colonna. Hechos políticos y sociales de trascendencia histórica, que sin embargo, han pasado inadvertidos y olvidados, a pesar que se trató de una seria propuesta política desde la izquierda, que daba respuesta a la necesidad de concretar profundas transformaciones en el seno de la sociedad peruana, sacudida en esos años, por los conflictos en el campo y la ciudad, y de las consecuencias de la gran crisis de los EE. UU. de los años 20.coincidente con momentos decisivos para la organización política y sindical del movimiento obrero y popular, correspondientes al primer tercio y décadas posteriores del siglo XX .



. Frente a la ingratitud y olvido que se observa, al haberse soslayado injustamente, el aporte doctrinal del Dr. Luciano Castillo y el esfuerzo político de los socialistas del siglo pasado, consideramos que, - inclusive, desde nuestra condición de no haber sido militantes del Partido Socialista - resulta necesaria la tarea de proceder a su recordación, al análisis y estudio de dicha experiencia política popular, no solamente porque constituye un legítimo acto de justicia y merecido rescate histórico, sino fundamentalmente porque creemos, que muchos de sus planteamientos conservan aún una lozanía y actualidad que sorprenderá a quienes se aproximen a los textos fundacionales y a la práctica política posterior de los socialistas..



Los orígenes.



La vocación política del fundador del Partido Socialista Peruano se manifestó a temprana edad, desde los tiempos en que ejerció la dirigencia estudiantil en la universidad de Trujillo, luego en la presidencia de la Federación de Estudiantes del Perú, bregando por imponer los principios antifeudales y democráticos de la reforma universitaria, proyecto que se plasmaba en la Universidad de Córdoba en Argentina. Actitud reivindicativa de carácter académico-estudiantil que le acarrearía las represalias del sistema. Se le prohibió la continuación de sus estudios de Derecho, lo que fue resuelto gracias a la denuncia y solidaridad internacional, acompañada de una huelga de protesta de los estudiantes de diferentes universidades del país. Después de su reposición a la Universidad de San Marcos, Luciano Castillo sería designado Secretario General de la Federación de Estudiantes del Perú.



Una vez finalizado los estudios de Derecho, el Dr. Luciano Castillo Colonna, se desempeñó como abogado laboralista, asistiendo a diferentes sindicatos de trabajadores y en particular, a los sindicatos petroleros. Obligado por razones de represión política, debió continuar el ejercicio profesional en México, al ser forzado al exilio por la dictadura de Óscar R. Benavides, continuando en el país Azteca con la misma especialidad de defensor de los trabajadores. En el transcurso de su vida profesional, también destacó como maestro universitario en la especialidad de finanzas y economía, y posteriormente, como fundador del Partido Socialista del Perú y dirigente político.



En diversas ocasiones el Dr. Castillo pagaría con su libertad la consecuencia de su fe y dedicación a la defensa de las riquezas naturales y de los intereses nacionales contra la voracidad de las transnacionales, así como por demandar la profunda transformación de la realidad socioeconómica que se vivía en el Perú que le tocó vivir y que aun permanece en similar situación. Estas pasiones lo llevarían a ser encarcelado y deportado durante las sucesivas dictaduras en las que le tocó vivir y actuar políticamente, pero supo mantener con firmeza sus convicciones y principios hasta el final de sus días; el Dr. Luciano Castillo falleció el 13 de diciembre de 1981.



En política con Mariátegui y Haya de la Torre



Hemos destacado la faceta de Luciano Castillo como abogado de sindicatos obreros, petroleros, campesinos, comunidades indígenas, etc. Esta actividad, le permitió no solo conocer en directo una realidad de lacerante injusticia, sino también, vincularse con diversos sectores populares y dirigentes políticos de su tiempo, tales como José Carlos Mariátegui y Víctor Raúl Haya de la Torre. Luciano Castillo fue un participante activo en las intensas tertulias y debates políticos e intelectuales del grupo Amauta,, destacándose también su participación en las Escuelas Populares González Prada.



Posteriormente, José Carlos Mariátegui, Luciano Castillo y Haya de la Torre se plantearían la necesidad de organizar un proyecto político común, la creación de un partido de frente amplio, de masas, que se denominaría Partido Socialita del Perú, proyecto que tendría como característica básica la de ser socialista, continental y antiimperialista. Proyecto que no cristalizó y cada uno de los dirigentes y sus grupos respectivos, decidieron formar organizaciones diferenciadas; José Carlos Mariátegui fundaría el Partido Comunista Peruano (PCP) de orientación marxista leninista y Víctor Raúl Haya de la Torre, la Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA) siguiendo la elaboración teórica y política de Haya. Por su parte Luciano Castillo fundaría el Partido Socialista del Perú PS con una declarada ideología socialista, sobre bases marxistas, inspirada también en el pensamiento de Manuel González Prada y de José Carlos Mariátegui, a todo lo cual se agregarían diversas particularidades que señalaremos seguidamente.




Fundación del Partido Socialista del Perú (PS)

Consciente que la lucha sindical y política debía continuar en forma de organización partidaria y la necesidad de superar el fracaso del proyecto de una organización socialista y unitaria con Mariátegui y Haya de la Torre, el Dr. Luciano Castillo y sus camaradas de ideas afines, decidieron fundar el Partido Socialista del Perú (PS) el 18 de octubre de 1930 . El flamante partido contaría, desde sus inicios, con el decidido apoyo popular y el concurso de militantes procedentes de los sindicatos, los trabajadores petroleros, del pueblo de Piura y de otras zonas del norte del Perú, los que brindarían, en forma permanente, su fiel y generoso apoyo y votos en favor de los candidatos socialistas, en las diferentes oportunidades en las que presentaron candidaturas, como lo fue en el año 1931 al ser elegido el Dr. Luciano Castillo como miembro del Congreso Constituyente, conjuntamente con Hildebrando Castro Pozo, Alberto Arca Parró y Saturnino Vara Cadillo, ocupando el Dr. Luciano Castillo, en varias ocasiones, la curul de diputado y senador de la República, habiendo sido candidato a la presidencia de la República .



Manifiesto político.


La decisión de los fundadores del Partido Socialista de llevar adelante la creación de una organización política, partió por considerar que este tendría una estructura partidaria de cuadros y con un alcance de ámbito nacional que abarcaría en todo el territorio del Perú.



Tales criterios orgánicos fueron consecuencia de las características ideológicas que tuvo el Partido Socialista, de responder a la inspiración filosófica y política que motivó tal decisión fundacional, la misma que se concretó en el documento titulado Primer manifiesto del Partido Socialista del Perú, en el cual se dice:


“Nuestra adhesión doctrinaria la expresamos franca y concretamente a favor de la concepción marxista de la vida económica y social, que es la doctrina que anima el socialismo internacional, y con la cual ha hecho hasta ahora el camino recorrido. El Partido Socialista del Perú plantearía en todo instante las formulas que concreten las aspiraciones y necesidades inmediatas de los trabajadores, lanzando las palabras de orden que convengan a cada situación”



Programa de acción política


A dicho Manifiesto se agrega el respectivo Programa de reivindicaciones del PS en el cual se destacan concretos objetivos políticos, entre otros, citamos los siguientes;

- Aprovechamiento industrial de todos los recursos económicos de las diversas regiones naturales del país, de acuerdo con sus factores naturales, admitiendo al inversión de capitales, pero limitando sus utilidades con una intervención estatal

- Participación del obrero y del empleado en las utilidades de la industria y en su dirección t{técnico – económica

- Participación del Estado en un 10% de las utilidades netas de las empresas mineras y petroleras. Aplicación de esta renta a la construcción de viviendas para empleados obreros

- Abolición de los monopolios

- Suspensión indefinida de los pagos de la deuda del Estado, y desconocimiento de los intereses

- Nacionalización progresiva de los ferrocarriles y demás vías de comunicación y transporte, de la industria minera y de todas las industrias de servicio público.

- Nacionalización del Seguro en todas sus formas

- Empadronar e inscribir el dominio de las tierras comunales decolándolas inalienables e imprescriptibles



Por el carácter expositivo de estas no nos permitimos continuar citando más aspectos programáticos que elaboraron para guiar la actuación del naciente Partido Socialista del Perú los mismos que aun hoy en día son dignos de considerar por ser de reciente actualidad y no parecen haber sido formulados hace más de ochenta años…







Internacionalismo, nacionalismo y patriotismo.


Los socialistas del PS dieron oportuna respuesta a un tópico recurrente de la derecha, la permanente acusación de una supuesta dependencia de los partidos de izquierda respecto de polos internacionales de dominación política y de siniestros poderes comunistas conspirando e inmiscuyéndose en nuestra sociedad con afán de dominio imperial. La solución del Partido Socialista en su momento fue sostener como cuestión principista en el Manifiesto del PS, la solidaridad internacional con todos los pueblos que luchan por su liberación, sin que esta afirmación significara filiación o adhesión a la III internacional liderada por el Partido Comunista de la URSS, ni a la Socialdemocracia europea liderada por el Partido Socialista Alemán. El Partido Socialista del Perú declaró su independencia respecto de ambos polos internacionales de la izquierda mundial y de cualquier otro, por lo que aparece como un partido socialista sui generis, una izquierda nacional sin una definida afiliación internacional.



Esta agrupación política supo también en su momento, asumir de manera firme, la defensa de nuestras riquezas naturales, de la soberanía nacional y en particular, el respeto a la vigencia de las 200 millas marítimas. Es decir, que su programa contemplaba propuestas de interés nacional y de contenido patriótico. Pero a diferencia de la derecha vocinglera de la época que se erigían en porta estandartes y únicos defensores de nuestro patrimonio, el partido socialista diferenció el patrioterismo ramplón y zanjó con el chauvinismo oligárquico de estirpe reaccionaria y en realidad sempiternos vendepatrias. Nuestras “patrióticas” clases dominantes han sido siempre los más dispuestas en entregar nuestros bienes nacionales y riquezas a monopolios y trasnacionales, en detrimento del Perú y los intereses de su pueblo.



El Almirante Grau y las relaciones con Chile



Quizá a la derecha como a algunos de izquierda les sorprenda el profundo respeto que el Dr. Luciano Castillo y los socialistas profesaban por Miguel Grau. Fue gracias al empuje del grupo parlamentario socialista que solicitó en el Congreso el ascenso del héroe de Angamos de Vicealmirante al grado de Almirante. Esta moción acalló y dejó sin sustento las acusaciones que la derecha de la época achacaba a la izquierda, designándola como anti militarista, y derrotista, en razón a la proclama pacifista e internacionalista que la caracterizó frente a los horrores e intereses imperiales presentes en la Primera Guerra Mundial.



Debemos referir también la actuación que como estadista asumió el Dr. Luciano Castillo, quien sin representar a ningún gobierno, tomó iniciativas respecto al tema de las relaciones políticas del Perú con Chile y propuso, desde su posición de dirigente político, la búsqueda de soluciones preventivas a los conflictos internacionales. La expresada actuación se refleja en la carta, que el 2 de septiembre de 1971 dirigió al entonces Presidente de Chile Salvador Allende y en la que solicita como un gesto que ayude a fructificar la hermandad de nuestros pueblos, se proceda por Chile a devolver el emblemático Monitor Huáscar al Perú, mediante el texto siguiente:



“Consideramos, asimismo, manifestación esencial de lealtad a los ideales populares de cambio, todo esfuerzo que se pueda hacer para eliminar los sedimentos de la guerra fratricida que el imperialismo desencadenó entre nuestros pueblos. La devolución al Perú de los trofeos de la contienda bélica, como el que representa el Huáscar, tendría un significado extraordinario en la fusión de nuestros pueblos, que tantas pruebas de grandeza tienen dadas en la historia”.



La revolución social y la construcción de una democracia para todos.



No podemos finalizar el presente artículo, sin mencionar la importancia del concepto de democracia que formuló en reiteradas oportunidades el Partido Socialista y el Dr. Luciano Castillo, el mismo que han quedado reflejados en diversos documentos y discursos. Tal concepto, se concreta en términos de participación, bienestar y dignidad de la persona, realizado dentro de una nueva sociedad, basado en valores y principios distintos a los del capitalismo. Por ello se demandaba con persistencia la necesidad de la construcción de una democracia real y no solo formal legal o burguesa, limitada esta solo a los derechos civiles y a la participación en elecciones periódicas, sino a una democracia existente dentro de una sociedad guiada por el principio de la redistribución de la riqueza y la justicia social, entre otros aspectos, una democracia verdaderamente participativa y moderna.



Aquel contenido programático figuraba como central en el proyecto político elaborado por el PS, lo que también implicaba que la acción política de los socialistas no debería limitarse a los aspectos económicos del Estado, del papel regulador del Estado en la economía, así como en la necesidad de estatizar o nacionalizar las empresas estratégicas e imponer contribuciones fiscales y controles a las actividades de las grande trasnacionales y otras de similar importancia, teniendo como objetivo el beneficio directo del pueblo. Quedaba establecido en el Programa, la tarea de efectuar las transformaciones necesarias guiadas por la imperiosa necesidad de la redistribución de la riqueza, lo cual conllevaba a la reforma de la empresas, la reforma agraria, la defensa de las tierras comunales y nativas, etc.; esto es, responder en lo concreto a las necesidades básicas del pueblo, de lo que es prioritario resolver y también, cumplir con la tarea de construir el socialismo, lo que para Luciano Castillo y los camaradas del PS, era sinónimo de transformación social, justa distribución de la riqueza, sociedad del bienestar, auténtica democracia y libertad para todos.



Pero también se advierte, que en dicho proyecto de transformación tienen cabida, no solo los sectores pertenecientes a la clase obrera, el campesinado y las comunidades campesinas y nativas, sino también los profesionales, la clase media, los sectores de pequeños y medianos empresarios, quienes conforme observan los socialistas, igualmente, sufren las consecuencias negativas del sistema capitalista liberal y de los monopolios, por su absoluta dependencia y desventaja respecto de las trasnacionales y del capital financiero internacional; esto es, una democracia sin exclusiones, con democracia y dignidad para todos.



Un necesario colofón



Por todo ello creemos que con motivo de un aniversario más de su nacimiento, que se celebra el 23 de febrero, es necesario reiniciar el rescate de la memoria histórica del pensamiento y accionar político del Dr. Luciano Castillo Colonna y del Partido Socialista del Perú PS, reconocer lo que significó la permanente lucha de los socialistas peruanos contra el entreguismo de los sucesivos gobernantes y las arbitrariedades cometidas por las empresas transnacionales como la International Petroleum Company, la Marcona Mining Company, la Cerro de Pasco Cooper Corp.. Lucha del Partido Socialista, que duró más de cincuenta años durante el siglo XX., y que se debe destacar para ser valoradas y consideradas como ejemplares, en momentos como los actuales, en los que en el Perú, campea la aplicación de inhumanas políticas neoliberales y su correlato, el entreguismo mas descarado de nuestras riquezas y territorio por parte de gobernantes corruptos y facinerosos, produciéndose dicha felonía impune, incluso, respecto de bienes y zonas estratégicas para el país. Tal es el caso de la entrega en propiedad a empresas extranjeras de las costas y puertos del litoral.



Por todo ello, resulta necesario y urgente destacar a quienes como el Dr. Luciano Castillo, los dirigentes y militantes del Partido Socialista del Perú, lucharon contra tales políticas entreguistas y por el contrario, enarbolaron las banderas del interés nacional, del socialismo y de la izquierda, y que por tales razones fueron represaliados y perseguidos, encarcelados y deportados, pero persistieron consecuentes en sus principios y fe socialista.