martes, 14 de junio de 2011

RAGARRO: Socialismo Peruano Hoy,Debate-4



Socialismo Peruano Hoy. Debate - 4

            (16)      23.03.11

Notas Sobre la Creación Heroica de

Mariátegui (II)

(En el 90 Aniversario de la Creación Heroica de Mariátegui)

I

En el editorial Aniversario y Balance, Mariátegui señaló: "No queremos, ciertamente, que el socialismo sea en América calco y copia. Debe ser creación heroica. Tenemos que dar vida, con nuestra propia realidad, en nuestro propio lenguaje, al socialismo indo-americano. He aquí una misión digna de una generación nueva" (1). Como es evidente, Mariátegui se refiere aquí al socialismo tanto como teoría (marxismo) cuanto como realización práctica (movimiento socialista, sociedad socialista). Por consiguiente, si el término Creación Heroica designa el producto, teórico y práctico, de la aplicación vívida del marxismo, el término derivado Creación Heroica de Mariátegui designa el Pensamiento Marxista de Mariátegui, en su doble condición de reflejo y objetivación. Este es el significado especial, de clase, que tiene el término Creación Heroica, de usanza entre los marxistas peruanos, así como el término derivado Creación Heroica de Mariátegui, utilizado para designar el producto original de la aplicación del marxismo sobre todo a nuestra realidad concreta.

En la Advertencia a los 7 Ensayos, Mariátegui escribió: "Tengo una declarada y enérgica ambición: la de concurrir a la creación del socialismo peruano" (2). Por cuanto aquí la palabra socialismo está utilizada con el mismo significado especial, de clase, que en Aniversario y balance, la cita prueba, igual que la anterior, que los términos Creación Heroica y Socialismo Peruano son equivalentes, sencillamente porque el Socialismo Peruano no sería tal si no fuera Creación Heroica.

Pero así como en estos dos casos ejemplares Mariátegui utilizó el término socialismo en su acepción especial de clase, en otras ocasiones lo utilizó en su acepción más dilatada. Así procedió, verbigracia, en la conocida nota Del autor: "La orientación socialista de Mariátegui tiene su punto de arranque en la publicación a mediados de 1918 de la revista "Nuestra Época", influida por la "España" de Araquistain" (3). Por tanto, los lectores están obligados a identificar en la literatura mariateguiana en qué sentido está utilizado en cada caso el término socialismo, pues de otro modo correrían el riesgo de absolutizar una de las dos acepciones, con las previsibles consecuencias del caso.

De otro lado, en la misma nota Del autor, previo a lo citado aparece esta afirmación: "en Europa [Mariátegui] se ocupó de estudios de política, economía, sociología, filosofía, etc. De su viaje data su asimilación al marxismo" (4), de manera que, al leer la afirmación "la orientación socialista de Mariátegui tiene su punto de arranque…", el lector está ya enterado de que dicha asimilación constituyó una ruptura con el socialismo reformista. El reconocimiento de esta ruptura es de especial importancia en la comprensión de la relación entre el inicial socialismo no marxista de Mariátegui y su definitivo socialismo marxista, y no reconocerla sería creer que la diferencia entre uno y otro socialismo es únicamente de grados.

II

En la carta del 10 de enero de 1928 a Samuel Glusberg, Mariátegui anotó: "Mis artículos de esa época [la de su estadía europea] señalan las estaciones de mi orientamiento socialista" (5). De este modo precisó el período en el que se asimiló al marxismo y dio la pista para poder identificar la primera manifestación literaria de esta asimilación.

Basándose en testimonios de César Falcón y Palmiro Machiavello, Guillermo Rouillón sostiene que "poco antes del Congreso de Livorno [del Partido Socialista Italiano], en el seno del círculo de obreros romanos en el cual era uno de los más entusiastas y diligentes activistas, [Mariátegui] abrazó las ideas marxistas-leninistas". Y agrega: "Mientras aquel hecho tan significativo se registraba en la vida política de nuestro personaje, estalla en Turín la gran huelga de protesta del mes de abril de 1920…" (6). Esto quiere decir que según su parecer la asimilación de Mariátegui al marxismo se produjo en esta fecha. Pero, no obstante los aludidos testimonios, esta afirmación no parece ser verdad, pues ese mismo mes de abril, Mariátegui escribía el artículo Las fuerzas socialistas italianas, cuyo texto acusa un punto de vista descriptivo de la lucha interna en el Partido Socialista Italiano, razón por la cual no expresa una neta toma de posición por el marxismo. Desde luego, esto no impide reconocer que, desde la incorporación del maestro al círculo romano hasta antes del Congreso de Livorno, se constata una estación especial en su orientamiento político: aquella en la que, dando acelerados pasos intermedios, llega a un punto de ruptura con el socialismo no marxista al adherirse al socialismo marxista. ¿En qué momento ocurrió esto exactamente? ¿Cuál es el artículo que expresa esta ruptura y esta adhesión? Es claro que la adhesión de Mariátegui al marxismo y la primera manifestación literaria de este acontecimiento no es una y la misma cosa. Establecer el momento exacto de esa adhesión constituye una dificultad relativa, pero, cuando menos delimitar el período en que ocurrió, no sería un hecho sin valor. Todavía en el artículo La Sociedad de las Naciones, posterior en un mes al artículo Las fuerzas socialistas italianas, puede encontrarse esta afirmación que no es posible calificar de marxista: "El proletariado socialista lucha por una "internacional" de clase, por una internacional netamente proletaria. Llámese segunda o tercera internacional, llámese de Ginebra o de Moscú, la internacional obrera es fundamentalmente una sola" (7). Seis días más tarde, Mariátegui escribió el artículo El actual Gabinete Giolitti, y es improbable que en tan breve lapso hubiera cambiado de opinión. En cambio puede resultar razonable pensar que, el 25 de julio, cuando escribe el artículo ¿La guerra ha sido revolucionaria o reaccionaria?, se hubiera asimilado ya al marxismo. Hay que recordar que Mariátegui llegó al Congreso de Livorno, inaugurado el 15 de enero de 1921, como marxista hecho y derecho, y esto significa que su conversión tuvo que haberse producido antes. De manera que, si tomamos el 25 de julio (fecha del artículo ¿La guerra fue…?) como punto de partida y el mes de diciembre (fecha del artículo El precio político del pan) como punto final, tenemos un período de cinco meses como la estación en la cual en algún momento el maestro se afilió al marxismo. En esta estación, además de aquellos artículos que marcan sus extremos, el maestro escribió seis más: El programa del ministro Giolitti (27 de julio), El problema del cambio (julio o agosto), Benedetto Croce y el Dante (14 de agosto), Aspectos del problema Adriático (23 de agosto), La Conferencia de SPA (sin fecha, pero publicado el 1º de noviembre) y El Estatuto del Estado Libre de Fiume (sin indicación de día y mes, pero escrito en la segunda mitad de 1920). ¿Alguno de estos artículos expresa la conversión de Mariátegui al marxismo? ¿Cuál, precisamente?

En Notas sobre la Creación Heroica de Mariátegui (19.01.08), sostuvimos que "El artículo El cisma del socialismo expresa… el paso de Mariátegui del socialismo evolucionista al socialismo revolucionario, del socialismo no marxista al socialismo marxista; dicho en otras palabras, expresa su toma de posición marxista, el inicio de su teorización marxista, el punto de partida de su Creación Heroica" (8). Hoy, con los datos allegados aquí, la identificación de la primera manifestación literaria de la conversión marxista de Mariátegui aparece un tanto problemática. No obstante, es posible echar una luz sobre la cuestión.

Ninguno de los artículos que hacen parte de la estación julio-diciembre de 1920 expresa netamente la afiliación de Mariátegui al marxismo. Pero si, de todos modos, se considerase que el primero de ellos expresa ya dicha afiliación, entonces el inicio de su Creación Heroica tendría la fecha exacta del 25 de julio de 1921. Pero si se pensase, más bien, que no el primero sino algún otro de la misma estación es el que marca tal inicio, entonces la fecha del mismo sería la de aquel artículo considerado bajo este criterio. Sin embargo, proceder de esta forma sería casi como tratar de adivinar. El artículo El Gabinete Giolitti y la Cámara. El arreglo ítalo-yugoeslavo, fue escrito por Mariátegui en enero de 1921, y ya, por tanto, en su calidad de marxista. Por esto quienquiera puede decir que es con él que inicia su Creación Heroica. Pero ese artículo tampoco es explícito. Contrariamente a los artículos examinados, el titulado El cisma del socialismo tiene la virtud de ser uno en el cual la posición marxista de Mariátegui aparece manifiesta, explícita, palmaria, neta, y, por tanto, marcando de una manera indubitable e indiscutible su paso del socialismo no marxista al socialismo marxista, por lo que en nuestro artículo citado arriba sostuvimos que dicho artículo constituye el punto de partida de la Creación Heroica de Mariátegui. Esta razón se ve reforzada ahora con los argumentos aportados en las presentes notas y, en consecuencia, nos ratificamos en nuestra idea relativa a la cuestión. La asimilación al marxismo del maestro y la primera expresión literaria de esta asimilación, no es, pues, una y la misma cosa.

III

El orientamiento socialista de Mariátegui puede ser dividido en dos grandes etapas: una primera, no marxista, y una segunda, marxista. La primera va de junio de 1918 a los meses iniciales de 1920. Es la etapa del Mariátegui socialista a lo Araquistain. Es la etapa de la revista Nuestra Época, del Comité de Propaganda y Organización Socialistas, del diario La Razón, de la partida de Mariátegui a Europa en octubre de 1919 y de las primeras estaciones de su trayectoria en este continente. La segunda va del segundo semestre de 1920 al 16 de abril de 1930. Es la etapa del Mariátegui marxista. Es la etapa de su artículo El cisma del socialismo, de la "célula de Génova", de su participación en el Congreso de Livorno, de su activismo en el Partido Comunista Italiano, de su regreso al Perú para fundar "un partido de clase", de sus conferencias en la UPGP, de la revista Amauta y el periódico Labor, de sus libros 7 Ensayos, Defensa del marxismo, Ideología y Política y El alma matinal y otras estaciones del hombre de hoy, de la fundación del Partido Socialista del Perú y la Confederación General de Trabajadores, de sus tesis presentadas al Congreso Sindical de Montevideo de mayo de 1929 y a la Primera Conferencia Comunista Latinoamericana de Buenos Aires de junio del mismo año, de su moción de afiliación a la Tercera Internacional, etcétera, etcétera, etcétera. Esta creación marxista, teórica y práctica, es la Creación Heroica de Mariátegui (9).

El análisis de la relación de estas dos etapas no puede hacerse sino desde la perspectiva de su definitiva etapa marxista. ¿Por qué Mariátegui, contrariamente a otros, supo romper con su inicial socialismo reformista y asimilarse al marxismo? ¿Por qué sobre esta base, también contrariamente a otros, alcanzó a consumar una aplicación vívida del marxismo, su Creación Heroica? La revista Nuestra Época, el Comité de Propaganda y el diario La Razón son otras tantas estaciones del socialismo reformista de Mariátegui, pero en conjunto constituyen una etapa que fue superada por medio de una ruptura, de un salto. Por tanto, esta etapa –inicial, transitoria, efímera– tiene una importancia relativa. No obstante, su examen es necesario porque permite esclarecer: 1) los elementos componentes de las  estaciones, relativamente largas y relativamente cortas, que se sucedieron hasta el momento en que el maestro se asimiló a la doctrina de Marx; 2) las cualidades morales e intelectuales que le permitieron dar este trascendental salto.

Mariátegui tuvo una posición especial en el socialismo reformista. Con César Falcón, Humberto del Águila, Fausto Posada y otros activistas, constituyó el ala izquierda de este socialismo, y desde ella combatió el colaboracionismo de algunos personajes. Esta constatación no tiene una importancia menor en la trayectoria del maestro, entre otras cosas porque demuestra que no obstante su circunstancial socialismo reformista, nunca fue colaboracionista.

El socialismo reformista de los años diez y veinte del siglo pasado ha tenido, tiene, una continuidad, es decir, una historia. El Partido Socialista de Castillo y el Partido Socialista Revolucionario de los años setenta, continuaron, con distintos matices y en diferentes grados, ese socialismo, del mismo modo que, protestas aparte, hoy por hoy lo continúa el Partido Socialista Peruano. Pues bien, la revista Nuestra Época, el Comité de Propaganda y el diario La Razón, son, naturalmente, parte de esta historia. Pero Mariátegui rompió con el socialismo reformista en la segunda mitad de 1920, y con su artículo El cisma del socialismo de marzo del año siguiente inició otra historia: LA HISTORIA DEL SOCIALISMO PROLETARIO. Este Socialismo es la Creación Heroica de Mariátegui, es decir el Socialismo Peruano propiamente dicho (10), que, como tiene que saberse, marcó un antes y un después en el pensamiento social y en la lucha de las clases trabajadoras, constituyéndose por esto en el hito más trascendental de nuestra historia contemporánea.

Lealmente autocrítico, Mariátegui hizo en su momento la crítica de su socialismo reformista, por ejemplo cuando en 1929 se refirió al Comité de Propaganda: "El grupo tiende a asimilarse a todos los elementos capaces de reclamarse del socialismo, sin exceptuar aquellos que provienen del radicalismo gonzales-pradista y se conservan fuera de los partidos políticos" (11). En consecuencia, ya nada más por esta crítica (12),  Mariátegui no cabe en una visión del socialismo peruano indiferente a la trascendencia sin parangón de su ruptura con el socialismo reformista; indiferente al hecho de que sólo con su Creación Heroica el Socialismo en el Perú alcanzó la condición de Socialismo Peruano; indiferente al carácter especial, de clase, del Socialismo Peruano, que, como se sabe, desde el primer momento transformó radicalmente el objetivo de la lucha de clase del proletariado.

Subrayar el socialismo reformista de Nuestra Época, del Comité de Propaganda y de La Razón, probablemente resulte un escándalo para algunos, pero sólo porque su visión de la trayectoria de Mariátegui es evolucionista y no dialéctica. En efecto, hay quienes creen que Mariátegui se asimiló al marxismo por acumulación cuantitativa y no por medio de una ruptura. El solo hecho de meter en un mismo saco el socialismo no marxista y el socialismo marxista bajo el título general de socialismo peruano, da cuenta de la existencia de esta creencia. Hay, pues, quienes ven la continuidad en la trayectoria ideológica y política de Mariátegui (emoción social, ética, actitud de servir al proletariado, consecuencia con las luchas de las clases trabajadoras, capacidad de encontrar la verdad en los hechos), pero no son capaces de captar la discontinuidad que hay en la misma (ruptura con el socialismo reformista y adhesión al marxismo), o, en todo caso, no son capaces de captar el hecho de que lo verdaderamente trascendental en la vida de Mariátegui no fue su inicial y transitorio socialismo reformista, sino su definitivo socialismo marxista, su Creación Heroica, su Socialismo Peruano, que es, sin discusión, lo realmente útil para el pueblo en su lucha por su emancipación. No porque Mariátegui desempeñara un papel de primer orden en las tres experiencias mencionadas, el socialismo reformista que las caracterizó deja de ser socialismo reformista. Pero también, no porque su inicial socialismo fue reformista, su Creación Heroica no va a tener la trascendencia que tiene.

IV

Pues bien. No obstante estar claro para cualquier lector atento, objetivo, acucioso, que los términos Socialismo Peruano y Creación Heroica tienen, tanto en Aniversario y balance como en la Advertencia a los 7 Ensayos, un significado específico, de clase, precisamente marxista, y que, por esto, son equivalentes (el Socialismo Peruano no sería tal si no fuera Creación Heroica), Ramón García y su grupo embrollan las cosas e intentan así confundir a las personas, pues, como se sabe, pretenden que en 2018 se cumple el "centenario del socialismo peruano". Pero esta pretensión significa diluir el Socialismo Peruano (así con mayúsculas por proletario) en el socialismo peruano (así con minúsculas por la tendenciosidad que encierra este término en su acepción más dilatada). El Socialismo Peruano, es decir, la Creación Heroica de Mariátegui, tiene su punto de partida en marzo de 1921 y, por tanto y como es obvio, cumplirá su Primer Centenario en marzo de 1921. De manera que está claro que lo que realmente pretenden celebrar García y su grupo, ¡es el centenario del socialismo reformista!

El socialismo reformista no fue creación heroica, en el sentido mariateguiano del término. El mismo maestro señaló: "En ambos números [de la revista Nuestra Época], se esboza una tendencia fuertemente influenciada por España, la revista de Araquistain, que un año más tarde reapareció en La Razón…" (13). Baste comentar que si alguien se ha aderezado su propio concepto de creación heroica, puede utilizarlo si quiere para definir este socialismo a lo Araquistain, pero, desde luego, no podría apelar a Mariátegui para fundamentar su desaguisado.

Datar el nacimiento de la Creación Heroica de Mariátegui, es decir del Socialismo Peruano, el 7 de octubre de 1928 es una falsificación de su VERDAD HISTÓRICA. Pero datarla el 22 de junio de 1918, a más de una falsificación de esta verdad, es una falsificación de la VERDAD TEÓRICA que encierran los conceptos de Creación Heroica y de Creación Heroica de Mariátegui. En otras palabras, es una negación, mal encubierta, del concepto mariateguiano de Creación Heroica y una negación, también mal encubierta, del derivado concepto de Creación Heroica de Mariátegui. Esta doble negación es, pues, un hecho sumamente grave y extraordinariamente peligroso, pero en el grupo de García: 1) nadie se ha dado cuenta de ello; 2) nadie, por tanto, ha asumido una actitud crítica ante la doble negación, es decir, nadie ha sido capaz de elevar su voz en defensa de la verdad histórica y de la verdad teórica de la Creación Heroica de Mariátegui, del Socialismo Marxista, del Socialismo Peruano. Esta penosa realidad da cuenta de cómo van las cosas en este grupo.

La doble negación que comete García es absolutamente inadmisible para cualquier marxista e, incluso, para cualquier persona suficientemente informada. Pero, por lo visto, hay quienes la han asumido sin ningún problema, irreflexivamente, sin chistar, seguramente porque ella aparece más acorde, en primer lugar, con la dilución en sus espíritus del clasismo proletario, y, en segundo lugar, con el proyecto de un partido de "dos niveles", es decir, de un partido a lo Portocarrero-Pesce, de un partido de "todos los elementos capaces de reclamarse del socialismo, sin exceptuar" a los elementos de los diversos matices del oportunismo y el revisionismo que activan en nuestro medio. La negación del concepto mariateguiano de Creación Heroica y del derivado concepto de Creación Heroica de Mariátegui, se corresponde, pues, con el proyecto de un partido doctrinariamente heterogéneo, de un partido-amalgama, de un partido-frente, contrario por principio al Partido de clase de Mariátegui. Este es el fondo de la cuestión. Este es la trastienda que encierra la intención de celebrar el centenario del socialismo reformista como si se tratara del Socialismo Peruano, de la Creación Heroica de Mariátegui.

Esta intención de García y su grupo de pasar el centenario del socialismo reformista como el centenario del Socialismo Peruano, es parte de la furiosa, sesgada y torpe campaña que desenvuelven desde hace años POR TERGIVERSAR LA FILIACIÓN DOCTRINAL DE MARIÁTEGUI Y MISTIFICAR SU OBRA.

Pero, por supuesto, es comprensible que el grupo revisionista quiera celebrar el centenario del socialismo reformista y no el centenario del socialismo proletario. Por algo es un grupo revisionista.

Por cuanto el Centenario del socialismo proletario, es decir de la Creación Heroica de Mariátegui, o sea del Socialismo Peruano, se cumplirá en 2021, podemos afirmar, lealmente, que los marxistas sabremos celebrarlo con la dignidad propia de tan importante acontecimiento.

VI

Como el seguidismo, y aun el servilismo, no es un absoluto en ninguna parte, Manuel Velásquez ha guardado distancia con respecto a la falsificación que han cometido García y otros del punto de arranque del Socialismo Peruano, pero sólo para defender la falsa idea de que su fecha de nacimiento es el 7 de octubre de 1928, es decir, sólo para defender esta falsificación contra la otra falsificación. En el grupo de García, pues, se discute si moco o baba. Esta penosa realidad da cuenta de cómo van las cosas en su seno.

El concepto mariateguiano de Creación Heroica designa el producto, teórico y práctico, de la aplicación vívida del marxismo a las condiciones concretas de América, y, por tanto, a las particulares del Perú. Todo marxista tiene la obligación, política y ética a la vez, de respetar escrupulosamente esta verdad teórica establecida por Mariátegui.

El concepto marxista de Creación Heroica de Mariátegui designa el producto original, teórico y práctico también, de dicha aplicación y, por tanto, este concepto equivale al de Socialismo Peruano, que el propio maestro utilizó en Aniversario y balance y en la Advertencia a sus 7 Ensayos. Igualmente, todo marxista tiene la obligación, política y ética a la vez, de respetar escrupulosamente esta otra verdad teórica establecida sobre la base establecida por Mariátegui.

En marzo de 1921 Mariátegui escribió el primer artículo que expresó netamente su identidad marxista, marcando así el principio de su Creación Heroica, y, por tanto, este mes la misma cumple su 90 Aniversario. Igualmente, todo marxista tiene la obligación, política y ética a la vez, de respetar escrupulosamente esta verdad histórica.

Defender el significado mariateguiano del concepto de Creación Heroica; defender el contenido de clase del concepto de Creación Heroica de Mariátegui; defender la verdad de la historia de esta Creación. He aquí un deber de todo marxista consecuente y honrado.

¡Viva el 90 Aniversario de la Creación Heroica de Mariátegui!

Notas:

[1]  T.13, p.249.

[2]  P.12.

[3]  T.13, p.17.

[4]  Ibídem, p.16. Negrillas nuestras.

[5]  Correspondencia, t.II, p.331.

[6]  La creación heroica de José Carlos Mariátegui, t.II, pp.65-66.

[7]  T.15, p.80.

[8]  Elipsis agregada.

[9]  Esta verdad no impide reconocer que en su estación premarxista Mariátegui tuvo juicios dignos de atención y hasta de asimilación. La capacidad de encontrar la verdad en los hechos no es exclusiva de los marxistas ni mucho menos.

[10] En su expresión primera, fundacional, basal, se sobreentiende. Como se sobreentiende que esta expresión está vigente en el proceso revolucionario de nuestro pueblo.

[11] T.13, p.99.

[12] Esta crítica, que puede constatarse en más de una afirmación mariateguiana, tiene, algunas veces, una connotación autocrítica.

[13] 7 Ensayos, p.254, nota al pie.

10.03.11.

Eduardo Ibarra.

Manuel Alexis Velásquez Rangel <librosunicornioazul@gmail.com>

para     maverangel_2 <maverangel_2@hotmail.com>

CCO    ragarro2002@gmail.com

fecha    23 de marzo de 2011

asunto  Eduardo Ibarra: Acerca del Centenario del Socialismo Peruano.

            Nota.- El 5 el enero del presente 2011circuló por el ciber espacio la iniciativa de conmemorar el Centenario del Socialismo Peruano (1918 – 22 de junio – 2018)

            El 14 de enero circuló SPH Debate - 1, reiterando y precisando la anterior invitación a los activistas del Socialismo Peruano.

            El 14 de febrero circuló SPH Debate - 2, conteniendo ocho (del 1 al 8) primeros intercambios.

            El 21 de febrero circuló SPH Debate - 3, conteniendo siete (del 9 al 15) nuevos intercambios.

            El proceso electoral presidencial (10 de abril y 5 de junio) interrumpió brevemente esta tarea. Pero ya se había señalado que luego de este proceso electoral pasaba a primer plano esta labor de preparación. Ahora ya se conocen los resultados, incluso previstos con un mes de anticipación.

            Por eso se presenta hoy, 14 de junio, Día del Amauta Mariátegui, el presente SPH Debate - 4, con un intercambio (16) El original es de nueve (9) páginas, pero se difunde íntegro aminorando el tipo, tratando de evitar así lo extenso de cada entrega de este Debate.

            Ahora se sabe que el Socialismo Peruano tiene varias fechas posibles, 22 de junio de 1918 (Primer Número de Nuestra Época), señalada en varias oportunidades y por varios activistas del Socialismo Peruano (a analizar en siguiente entrega de este Debate), y la señalada por E. Ibarra.

            Bien señalaba Engels, que "cuando el odio envenena el espíritu de los hombres, es difícil que estos alcancen a comprender la puerilidad de sus argumentaciones" Pero todo enseña, y este artículo enseña que la vida política de JCM tiene ahora dos etapas: una es la señalada por Eduardo Ibarra: "una primera, no marxista", de 1918 a 1920, el socialismo reformista, y que incluye a Nuestra Época. La segunda es la señalada desde hace ocho décadas por Eudocio Ravines, el socialismo amautista (por Amauta, continuación de Nuestra Época)

            ¡Es la comprensión que tienen Ibarra y Ravines del Socialismo Peruano!

            ¡Por eso ha costado ocho décadas su reivindicación, su desagravio!

                                                                   Ramón García Rodríguez

                                                                                                          Ragarro

14.06.11




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