From: hsalinasg93 <hsalinasg93@gmail.com>
Date: Sat, 10 Mar 2012 09:32:24 -0500
Subject: El Estado y la Política según Félix Jiménez
To: salinas_hugo@yahoo.com
*EL ESTADO Y LA POLÍTICA SEGÚN FÉLIX JIMENEZ, *
Dr. Hugo SALINAS
salinas_hugo@yahoo.com
Coincido con la frase anotada por el profesor Félix Jiménez en la
conclusión de su artículo "El Estado y la Política en La Gran
Transformación"[i]<https://mail.google.com/mail/html/compose/static_files/blank_quirks.html#_edn1>:
"Los hombres no son libres si no tienen condiciones materiales de
existencia"[ii]<https://mail.google.com/mail/html/compose/static_files/blank_quirks.html#_edn2>,
en condiciones más o menos iguales, agregaría. Pero, me pregunto, ¿es a
esta conclusión que llegamos luego de leer su artículo?
Félix Jiménez comienza diciendo que "En todos los gobiernos del período
1980-2011, la democracia representativa pierde legitimidad debido a la
práctica arbitraria del poder y a la corrupción." En vista de ello, "en La
Gran Transformación se plantea 'combatir la corrupción como método de
gobierno y transformar el modo de hacer política restituyéndole el carácter
de instrumento de la justicia'. No es suficiente garantizar la separación
de poderes. […] se tiene que 'forjar un nuevo modelo de desarrollo sobre la
base de la construcción de una economía nacional de mercado abierta al
mundo'."
Y para ello, "no se puede prescindir del Estado, pues es el instrumento de
acción colectiva más importante", nos dice el profesor. Porque, "El Estado
tiene la particularidad de proveer bienes públicos puros (desarrollo e
integración social, derechos sociales y políticos, superación de la
exclusión social, reducción de la pobreza, profundización de la democracia,
etcétera)".
Es decir, el profesor Félix Jiménez ubica al Estado como un agente
económico. Además, a este Estado lo presenta como paternalista, policía y
totalitario; porque "tiene la capacidad política para administrar los
incentivos selectivos o el poder legítimo de coerción".
Para comenzar, llamemos al pan, pan; y al vino, vino. Cuando se habla del
Estado como proveedor de "bienes públicos puros", nos estamos refiriendo al
Gobierno y no al Estado. La noción de Estado es más amplia. Y el profesor
Félix Jiménez lo acepta cuando, en uno de sus artículos, tratando este
mismo tema, hace referencia al "Estado o el sistema de
gobierno"[iii]<https://mail.google.com/mail/html/compose/static_files/blank_quirks.html#_edn3>
.
Entonces, para limpiar todas las restricciones que confrontan diariamente
los inversionistas nacionales, el profesor Jiménez requiere de un Gobierno
coercitivo a fin de aplicar "incentivos selectivos". Pero, justamente, ese
es el problema del Gobierno en una Democracia Representativa. En un solo
cuerpo, centralizado, totalitario e uninacional, se ha juntado la Política
y la Economía. Y en la mayoría de los casos, los gobernantes no hacen
política, sino economía. Una economía en función de sus intereses
personales y de grupo. ¡Esta es precisamente la causa de la gran
corrupción!, y el profesor quiere todavía mantenerlo.
La teoría económica presenta al Gobierno como un agente económico. En
estricto sentido, no lo es. Nace para resolver los problemas de la clase
dominante cuando los desnutridos e indignados realizan Occupy Wall Street,
incluso en las grandes plazas de los países "desarrollados". Con el tiempo,
y dado que los inversionistas privados solamente se ocupan de hacer dinero
y más dinero, surge el Estado-Providencia como un mero paliativo de la
situación; el mismo que, actualmente, dentro de un proceso de
globalización, la economía neoliberal está destrozando todos los convenios,
contratos y conquistas sociales.
No siendo el Gobierno un agente económico, y en aras de eliminar "la
práctica arbitraria del poder y a la corrupción", es urgente separar la
economía de la política. Es necesario que la Política recupere su rango de
nobleza, y que la economía sea ejecutada por los verdaderos agentes
económicos. Es esta separación que nos conducirá a "la construcción de una
comunidad política territorializada e integrada y […] que le devuelve a la
política su carácter de elemento de conexión social".
Porque las personas, dentro del cuadro de un Gobierno que centraliza la
economía y la política, pierden casi toda su capacidad de seres humanos. Es
el Gobierno, a través de su presidente y otorongos, quien impone o elimina
los impuestos que le conviene; aprueba o desaprueba la Constitución y las
leyes que le conviene, maneja el presupuesto nacional como le conviene. Al
ser humano lo ha convertido en un ente pasivo, sin mayor iniciativa, y que
está esperando que el Gobierno resuelva todo.
De ahí la urgencia de separar Política y Economía a fin de que, primero,
todas las personas tengan el control directo de la totalidad del Valor
Agregado, en condiciones más o menos iguales. Un control a través de, por
un lado, sus salarios en función de conocimientos y competencias y, por
otro, a través de una parte alícuota de la totalidad de las utilidades de
las empresas-país (a crear), por ser parte de una sociedad. Porque, "Los
hombres no son libres si no tienen condiciones materiales de existencia",
en condiciones más o menos iguales, como señalaba líneas arriba.
Segundo, la separación Política/Economía, una vez que las personas manejan
directamente el Valor Agregado, facilita instaurar una Democracia de
participación directa, en donde una persona, un voto, tendrá validez real.
Sólo en esta condición tendrá pleno sentido un Gobierno Local, cercano a
los pobladores, y a un solo nivel de decisión.
Las personas, en tanto que ofertantes y demandantes, y con el control
directo del total del Valor Agregado, conducirán la actividad económica y;
los políticos, a través de los gobiernos locales, orientarán a su sociedad
hacia grandes aventuras humanas. Un trabajo político sin ningún control
directo sobre la economía. Sólo en esas condiciones se podrá apreciar la
calidad del político.
Pero, hay algo más. No se trata solamente de instalar, en posición
hegemónica, un nuevo tipo de repartición de las utilidades de las
empresas-país, tampoco de solamente hacer funcionar una Democracia de
participación directa, sino que los países del Sur requieren, con urgencia,
como es el caso del Perú, ponerse al paso de la Historia en las formas de
trabajar.
De ahí que, no se trata solamente de "desarrollar el agro y la industria".
Debemos ingresar, con toda nuestra fuerza y audacia, a desarrollar la
economía inmaterial. Una economía basada en una nueva forma de trabajar,
que tiene como elemento central a los conocimientos y competencias. Ya no
estamos en la época del campesino o del obrero. Estamos en la época del
conceptor.
En suma, estos son los soportes del nuevo modelo que deberá hacer
evolucionar nuestra economía y nuestra sociedad. Y este debería ser el
contenido y el sentido de La Gran Transformación.
Cajamarca, 7 de marzo del 2012
------------------------------
[i]<https://mail.google.com/mail/html/compose/static_files/blank_quirks.html#_ednref1>
Publicado
en el diario La Primera el sábado 3 de marzo, in
http://felixjimenez.blogspot.com/
[ii]<https://mail.google.com/mail/html/compose/static_files/blank_quirks.html#_ednref2>Las
frases entre comillas, no referenciadas, hacen alusión al texto que
comento de Félix Jiménez
[iii]<https://mail.google.com/mail/html/compose/static_files/blank_quirks.html#_ednref3>
JIMENEZ
Félix, [2010] Economía nacional de mercado: una estrategia nacional de
desarrollo para el Perú, in *Opciones de política económica en el Perú.
2011-2015*, José Rodríguez y Mario D. Tello editores, Lima, p. 327
--
Luis Anamaría http://socialismoperuanoamauta.blogspot.com/
http://centenariogeorgettevallejo.blogspot.com/
http://socialismoperuano.blog.terra.com.pe/
cel 993754274
Date: Sat, 10 Mar 2012 09:32:24 -0500
Subject: El Estado y la Política según Félix Jiménez
To: salinas_hugo@yahoo.com
*EL ESTADO Y LA POLÍTICA SEGÚN FÉLIX JIMENEZ, *
Dr. Hugo SALINAS
salinas_hugo@yahoo.com
Coincido con la frase anotada por el profesor Félix Jiménez en la
conclusión de su artículo "El Estado y la Política en La Gran
Transformación"[i]<https://mail.google.com/mail/html/compose/static_files/blank_quirks.html#_edn1>:
"Los hombres no son libres si no tienen condiciones materiales de
existencia"[ii]<https://mail.google.com/mail/html/compose/static_files/blank_quirks.html#_edn2>,
en condiciones más o menos iguales, agregaría. Pero, me pregunto, ¿es a
esta conclusión que llegamos luego de leer su artículo?
Félix Jiménez comienza diciendo que "En todos los gobiernos del período
1980-2011, la democracia representativa pierde legitimidad debido a la
práctica arbitraria del poder y a la corrupción." En vista de ello, "en La
Gran Transformación se plantea 'combatir la corrupción como método de
gobierno y transformar el modo de hacer política restituyéndole el carácter
de instrumento de la justicia'. No es suficiente garantizar la separación
de poderes. […] se tiene que 'forjar un nuevo modelo de desarrollo sobre la
base de la construcción de una economía nacional de mercado abierta al
mundo'."
Y para ello, "no se puede prescindir del Estado, pues es el instrumento de
acción colectiva más importante", nos dice el profesor. Porque, "El Estado
tiene la particularidad de proveer bienes públicos puros (desarrollo e
integración social, derechos sociales y políticos, superación de la
exclusión social, reducción de la pobreza, profundización de la democracia,
etcétera)".
Es decir, el profesor Félix Jiménez ubica al Estado como un agente
económico. Además, a este Estado lo presenta como paternalista, policía y
totalitario; porque "tiene la capacidad política para administrar los
incentivos selectivos o el poder legítimo de coerción".
Para comenzar, llamemos al pan, pan; y al vino, vino. Cuando se habla del
Estado como proveedor de "bienes públicos puros", nos estamos refiriendo al
Gobierno y no al Estado. La noción de Estado es más amplia. Y el profesor
Félix Jiménez lo acepta cuando, en uno de sus artículos, tratando este
mismo tema, hace referencia al "Estado o el sistema de
gobierno"[iii]<https://mail.google.com/mail/html/compose/static_files/blank_quirks.html#_edn3>
.
Entonces, para limpiar todas las restricciones que confrontan diariamente
los inversionistas nacionales, el profesor Jiménez requiere de un Gobierno
coercitivo a fin de aplicar "incentivos selectivos". Pero, justamente, ese
es el problema del Gobierno en una Democracia Representativa. En un solo
cuerpo, centralizado, totalitario e uninacional, se ha juntado la Política
y la Economía. Y en la mayoría de los casos, los gobernantes no hacen
política, sino economía. Una economía en función de sus intereses
personales y de grupo. ¡Esta es precisamente la causa de la gran
corrupción!, y el profesor quiere todavía mantenerlo.
La teoría económica presenta al Gobierno como un agente económico. En
estricto sentido, no lo es. Nace para resolver los problemas de la clase
dominante cuando los desnutridos e indignados realizan Occupy Wall Street,
incluso en las grandes plazas de los países "desarrollados". Con el tiempo,
y dado que los inversionistas privados solamente se ocupan de hacer dinero
y más dinero, surge el Estado-Providencia como un mero paliativo de la
situación; el mismo que, actualmente, dentro de un proceso de
globalización, la economía neoliberal está destrozando todos los convenios,
contratos y conquistas sociales.
No siendo el Gobierno un agente económico, y en aras de eliminar "la
práctica arbitraria del poder y a la corrupción", es urgente separar la
economía de la política. Es necesario que la Política recupere su rango de
nobleza, y que la economía sea ejecutada por los verdaderos agentes
económicos. Es esta separación que nos conducirá a "la construcción de una
comunidad política territorializada e integrada y […] que le devuelve a la
política su carácter de elemento de conexión social".
Porque las personas, dentro del cuadro de un Gobierno que centraliza la
economía y la política, pierden casi toda su capacidad de seres humanos. Es
el Gobierno, a través de su presidente y otorongos, quien impone o elimina
los impuestos que le conviene; aprueba o desaprueba la Constitución y las
leyes que le conviene, maneja el presupuesto nacional como le conviene. Al
ser humano lo ha convertido en un ente pasivo, sin mayor iniciativa, y que
está esperando que el Gobierno resuelva todo.
De ahí la urgencia de separar Política y Economía a fin de que, primero,
todas las personas tengan el control directo de la totalidad del Valor
Agregado, en condiciones más o menos iguales. Un control a través de, por
un lado, sus salarios en función de conocimientos y competencias y, por
otro, a través de una parte alícuota de la totalidad de las utilidades de
las empresas-país (a crear), por ser parte de una sociedad. Porque, "Los
hombres no son libres si no tienen condiciones materiales de existencia",
en condiciones más o menos iguales, como señalaba líneas arriba.
Segundo, la separación Política/Economía, una vez que las personas manejan
directamente el Valor Agregado, facilita instaurar una Democracia de
participación directa, en donde una persona, un voto, tendrá validez real.
Sólo en esta condición tendrá pleno sentido un Gobierno Local, cercano a
los pobladores, y a un solo nivel de decisión.
Las personas, en tanto que ofertantes y demandantes, y con el control
directo del total del Valor Agregado, conducirán la actividad económica y;
los políticos, a través de los gobiernos locales, orientarán a su sociedad
hacia grandes aventuras humanas. Un trabajo político sin ningún control
directo sobre la economía. Sólo en esas condiciones se podrá apreciar la
calidad del político.
Pero, hay algo más. No se trata solamente de instalar, en posición
hegemónica, un nuevo tipo de repartición de las utilidades de las
empresas-país, tampoco de solamente hacer funcionar una Democracia de
participación directa, sino que los países del Sur requieren, con urgencia,
como es el caso del Perú, ponerse al paso de la Historia en las formas de
trabajar.
De ahí que, no se trata solamente de "desarrollar el agro y la industria".
Debemos ingresar, con toda nuestra fuerza y audacia, a desarrollar la
economía inmaterial. Una economía basada en una nueva forma de trabajar,
que tiene como elemento central a los conocimientos y competencias. Ya no
estamos en la época del campesino o del obrero. Estamos en la época del
conceptor.
En suma, estos son los soportes del nuevo modelo que deberá hacer
evolucionar nuestra economía y nuestra sociedad. Y este debería ser el
contenido y el sentido de La Gran Transformación.
Cajamarca, 7 de marzo del 2012
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[i]<https://mail.google.com/mail/html/compose/static_files/blank_quirks.html#_ednref1>
Publicado
en el diario La Primera el sábado 3 de marzo, in
http://felixjimenez.blogspot.com/
[ii]<https://mail.google.com/mail/html/compose/static_files/blank_quirks.html#_ednref2>Las
frases entre comillas, no referenciadas, hacen alusión al texto que
comento de Félix Jiménez
[iii]<https://mail.google.com/mail/html/compose/static_files/blank_quirks.html#_ednref3>
JIMENEZ
Félix, [2010] Economía nacional de mercado: una estrategia nacional de
desarrollo para el Perú, in *Opciones de política económica en el Perú.
2011-2015*, José Rodríguez y Mario D. Tello editores, Lima, p. 327
--
Luis Anamaría http://socialismoperuanoamauta.blogspot.com/
http://centenariogeorgettevallejo.blogspot.com/
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