domingo, 12 de septiembre de 2010

TERMOMETRO DEL SUFRAGIO

10 de setiembre de 2010
Sr. David Aguinaga:
Estimado compañero:
Todavía no he podido escuchar la grabación de las exposiciones sustentadas en la anterior Mesa Redonda “Elecciones Municipales 2010”. Sin embargo, si he podido leer la breve crónica escrita por Manuel Velásquez, la que según informan algunos compañeros, es una crónica recortada, un tanto unilateral, pero que sigue siendo valiosa, para los que no pudimos asistir al evento.
De la lectura, de esa información incompleta, puedo llegar a una conclusión preliminar. La mayoría, sino todos, los expositores se quedaron en exponer generalidades, sobre la lucha de clases en abstracto, divagaron sobre los problemas mundiales, continentales, o históricos, sin relacionarlo con las tareas concretas que nos impone la lucha electoral municipal del 3 de octubre. Si estoy equivocado, o exagero, agradeceré corrija mi apreciación a la distancia. Gustosamente aceptaré las informaciones complementarias, y las críticas correspondientes.
Con fechas, anterior y posterior, a la Mesa Redonda, también he podido informarme de otras opiniones sobre el tema en debate. Entre ellas, he leído su anterior pronunciamiento, en el cual usted expone una propuesta concreta. Propuesta con la cual yo estoy de acuerdo, apoyar la candidatura representada por la Sra. Susana Villarán al Municipio Provincial de Lima. Anteriormente, se lo informé, y ahora, me reafirmo en el apoyo a esa propuesta concreta, sin caer en divagaciones, ni en evasivas.
En anterior pronunciamiento sobre otro tema, usted demandó, con justa razón, la necesidad de partir del análisis de la evolución económica actual, para poder comprender los fenómenos políticos, y comprender el desarrollo de las ideas. Totalmente de acuerdo con usted. Así resulte demasiado aburrido para otros, que posiblemente sean la mayoría de compañeros del frente unido, tenemos que comenzar por el análisis de las fuerzas económicas y sociales.
SITUACION ECONÓMICO, SOCIAL Y POLITICA ACTUAL
Siguiendo ese criterio, intentaré resumir, de la manera más concisa, mi posición sobre la situación actual del país, y señalar las causas condicionantes y determinantes de la actual lucha electoral municipal, que es la cuestión concreta que nos interesa en este momento.
Considero que el país se encuentra en una etapa de relativa estabilidad y crecimiento económico capitalista. En los últimos cien años, es la tercera vez que el país se encuentra atravesando por una etapa similar. La primera oportunidad fue en la década de 1920, después de culminada la gran guerra europea (Revisar obras de Mariátegui), periodo de crecimiento económico capitalista que se interrumpió temporalmente con la crisis de la década de 1930. La segunda fue aproximadamente entre 1950 y 1975, después de la Segunda Guerra Mundial (Revisar estadísticas del INEI, y estudios técnicos especializados sobre el tema), y la tercera etapa de crecimiento económico capitalista en la última centuria, es la que se está atravesando en los últimos años, iniciada aproximadamente entre 1993 y 1994, y que con altibajos, se sigue sosteniendo hasta el presente, sobre todo desde el año 2001 en adelante. ¿Hasta cuándo?, Todavía no lo sabemos.
Igual que las anteriores, esta última, es una etapa de crecimiento económico, sin desarrollo social, y mucho menos, sin progreso humano, o dicho de manera más sencilla, en los últimos años, “los ricos se hacen más ricos, y los pobres se hacen más pobres”. Para entender lo que realmente significa crecimiento económico, sin ningún tipo de prejuicios apriorísticos; lo primero que debemos hacer, es preocuparnos por estudiar y comprender su diferencia con el “desarrollo social” y con el “progreso humano” (Revisar ensayo de Ramón García sobre ese tema).
En estas etapas de crecimiento económico, se han creado mejores condiciones para la lucha reivindicativa, incentivadas por la lucha por la distribución de lo producido, que se encuentra en crecimiento; y también se crean mejores condiciones para la organización de los trabajadores, que luchan por recuperar sus derechos. Así, por ejemplo, en la primera etapa mencionada más arriba, durante la década de 1920, aprovechada al máximo por la generación de Mariátegui, a partir de 1923 se comenzó a formar el frente unido del pueblo peruano, por primera vez se realizaron cuatro congresos Indígenas, en 1929 se constituyó la CGTP, y en 1930 la Federación Minera del Centro. En la segunda etapa de crecimiento económico, de 1950 a 1975, se constituyeron los frentes de Defensa del Pueblo en varias provincias, la CCP, la actual CGTP, el SUTEP, y la Federación de Obreros Mineros y Metalúrgicos del Perú, que han sido, o son, las organizaciones de masas trabajadoras más importantes de las últimas décadas. En ambas etapas se desarrollaron las más importantes movilizaciones y luchas campesinas. (Revisar libros de Carlos Malpica, Hugo Neyra, Hugo Blanco, y Héctor Bejar, entre otros).
La tercera etapa de crecimiento económico capitalista, es decir la presente, también se está caracterizando por la reanimación de las grandes movilizaciones de amplias masas de trabajadores y pobladores, como han sido las luchas de los años 2003, 2007, las luchas de los pueblos amazónicos el año 2009, y las últimas luchas de los pueblos de la región sur en el presente año 2010. Si el crecimiento económico continua en los próximos años, podemos estar seguros que, año a año, van a continuar incrementándose las grandes movilizaciones y luchas reivindicativas del pueblo trabajador.(Respecto a la relación entre los ciclos de la economía capitalista, y los flujos y reflujos de las luchas reivindicativas de la clase trabajadora, revisar última parte del libro Salario, Precio y Ganancia de Carlos Marx.)
Sobre la base de este evidente crecimiento económico capitalista, y de la reanimación de las luchas reivindicativas del pueblo trabajador, nuevamente se han ido reacomodando, y configurando dos bandos, o dos campos, en la lucha social. Por un lado la clase dominante, cada vez más aislada, y por otro lado, la oposición democrática, amplia, variada, combativa y en crecimiento ascendente.
El crecimiento de las fuerzas productivas, que chocan con las anacrónicas relaciones de producción capitalistas, es la base de la actual crisis política. Una de las manifestaciones más notorias, de esta crisis política, precisamente es la crisis del sistema de partidos políticos, tanto de los partidos burgueses (APRA, Acción Popular, Partido Popular Cristiano, Cambio 90, Perú Posible, Unión por el Perú, etc), como de los partidos que se reclaman revolucionarios.
Ante este temporal vacío de representatividad política, en todo el país han comenzado a surgir movimientos locales, provinciales y regionales, que agrupan a las nuevas fuerzas emergentes, que desde abajo, y principalmente desde las provincias, están impulsando el crecimiento económico, y también agrupan a los elementos de la nueva generación, que reclaman su puesto en la toma de decisiones para dirigir al país. En su conjunto, las nuevas fuerzas sociales, que son múltiples y diversas, han configurado una real oposición democrática que lucha contra la clase dominante, en todos los frentes, económico, político y cultural.
En la contienda electoral municipal de octubre de 2010, esta lucha entre dos bandos, se viene dando en la mayoría de municipios, provincias y departamentos, incluido Lima-capital, que demoró en definirse, pero que al final, no pudo colocarse al margen de la tendencia principal de la lucha de clases en nuestro país.
LA OPOSICION DEMOCRATICA
La Revolución Socialista en el Perú comenzó entre los años 1918 y 1919, al confluir dos hechos muy importantes y decisivos. Con el golpe de estado del 04 de julio de 1919 la burguesía peruana llegó al gobierno, desplazando a la vieja clase terrateniente feudal; y por otro lado, en el trascurso del año 1918 se constituyó el Comité de Propaganda y Concentración Socialista, y se publicó Nuestra Época, la primera revista socialista de nuestra historia, dando así, en la acción y en la propaganda, nacimiento al movimiento socialista peruano. De manera concreta, precisa y definida, se inició la Revolución Socialista en el Perú, poniendo desde un comienzo, frente a frente, al proletariado y a la burguesía, clases que luchan desde hace 90 años, por la dirección de la sociedad peruana.
Por las características propias del mediocre capitalismo peruano, un capitalismo semifeudal y semicolonial, esta revolución socialista peruana, necesariamente tendrá que pasar por dos etapas: en primer lugar, la etapa en la cual inevitablemente tienen que cumplirse las tareas de la revolución democrático burguesa “que el régimen burgués es incompetente para desarrollar”; y en segundo lugar, la etapa en la cual necesariamente se tendrán que cumplir las tareas propiamente socialistas, expuestas en el programa del proletariado organizado.
La lucha social, desde 1918 hasta el presente, todavía se encuentra en su primera etapa, y las luchas de las masas de la última década se encuadran dentro de ese carácter, luchas de carácter democrático, en particular, las luchas de los pueblos amazónicos, y las luchas de los pueblos del sur. Estas últimas, no han sido luchas por tareas socialistas, sino por cumplir tareas democráticas, tanto en sus aspectos económicos, como políticos.
En la actual lucha político electoral confluyen, y contienden, todas las clases sociales sin excepción. La lucha electoral municipal, no es “un Circo” como superficial y grotescamente lo califican algunas personas, sino un Drama, en el cual están contendiendo las clases sociales por la dirección de los gobiernos locales, base del poder político de nuestro país.
Dentro del campo de la clase dominante, o sea de la burguesía peruana, por encima de los diferentes intereses menores, propios de rencillas de grupos, en los últimos años, se han conformado dos tendencias bien definidas: por un lado el sector conservador que defiende el continuismo neoliberal, y por otro lado, el sector reaccionario, que aspira a la restauración populista.
En el campo de la oposición democrática confluyen todas las clases y facciones de clases, que componen al pueblo peruano, que en su conjunto representan más del 95% de la población. La base social de la oposición democrática, no son unos cuantos grupitos políticos, sino más de 27 millones de pobladores. Como es natural, en este amplio frente del pueblo, hay varias tendencias que expresan los intereses propios de cada sector, esas diferencias son inevitables. En síntesis, sin entrar a mayores detalles de caracterizaciones teóricas y políticas, podemos resumir que en la amplia oposición democrática hay dos alas, y un cuerpo central.
Un ala reformista que forma el flanco derecho del pueblo, un ala radical que forma el flaco izquierdo del pueblo, y el cuerpo central que es el que marca el paso del avance efectivo de las luchas del pueblo, armonizando las acciones de sus dos alas, para que sirvan, y no dificulten su avance de conjunto. En el desarrollo de las luchas diarias del pueblo, unas veces predomina uno, u otro sector, y la lucha conjunta temporalmente asume formas predominantemente reformistas, o predominantemente radicales. Solamente cuando sus diferentes componentes actúan y luchan armónicamente, el pueblo alcanza victorias significativas, y cuando cada ala va por su lado, la clase dominante saca provecho, y el pueblo sufre derrotas.
Por cuestiones circunstanciales, en la presente lucha electoral municipal en Lima, le ha correspondido a un sector determinado del pueblo, a un sector del ala reformista, asumir la responsabilidad de representar temporalmente a toda la oposición democrática en la capital. Y algo similar, con sus propias particularidades, y con mayor énfasis, viene ocurriendo en el resto del país, principalmente en las provincias que han sostenido intensas luchas reivindicativa en los años 2009 y 2010, es decir en los departamentos de Amazonas, y San Martín en el oriente peruano, y en Cusco, Puno, y Arequipa en el sur peruano.
Según mi opinión, desde un punto de vista socialista, la candidatura de la Sra. Susana Villarán no es una candidatura revolucionaria, sino una candidatura reformista, eso lo tenemos muy claro. Tampoco es una candidatura socialista, sino una candidatura socialdemócrata, eso también lo tenemos muy claro. Así, “reformista y socialdemócrata”, desde nuestro punto de vista socialista, la candidatura de la Sra. Susana Villarán, es parte del campo de la oposición democrática, es una de las alas, uno de los flancos, y por lo tanto, es parte del pueblo, y del frente unido del pueblo.
En esta lucha concreta, considero que debemos de apoyar la candidatura de la Sra. Susana Villarán, lucha en la cual el pueblo tiene que enfrentarse a los representantes de la clase dominante, que han delegado en la candidatura de Lourdes Flores su representación principal. También, tenemos muy claro que en las elecciones municipales del 3 de octubre no está en juego, ni se disputa, el problema del poder, sino simplemente el problema del gobierno a nivel local, que en perspectiva futura, irá adquiriendo cada vez más importancia.


EL TERMOMETRO DEL SUFRAGIO.-
Considero que las posibles perspectivas, de la contienda electoral, son tres, las siguientes:
a.- Si la oposición democrática solamente alcanza un pobre porcentaje menor al 10% del apoyo del electorado, será una nueva frustración electoral para las fuerzas democráticas, casi equivalente al 1% del año 2006. Sobre esa frustración, y posible desmoralización, la clase dominante se lanzará con toda su fuerza a aplastar la más mínima acción de protesta, decidida a terminar de recortar los pocos derechos de los trabajadores, que todavía se han logrado sostener, desde su ofensiva de los años 90.
b.- Si la oposición democrática logra un significativo 15% a 20% del apoyo de la población, se puede considerar un Éxito, una Victoria significativa. Ese masivo respaldo electoral, servirá de apoyo para potenciar las luchas reivindicativas y contener las agresiones de la clase dominante. A su vez, impulsara las formas de lucha teórica, y cultural en general, al levantar el ánimo y el entusiasmo de la mayoría de la población.
c.- Si la oposición democrática, logra superar un 30% del respaldo de la población, y alcanzar el gobierno de un número significativo de gobiernos municipales, provinciales y departamentales, la clase dominante “sabrá lo que tiene que hacer”, y el pueblo, también “sabrá cómo responder”. Se configuraría una nueva situación política en el país, que requerirá de otro tipo de análisis, y de otras tácticas de lucha.
Estimado compañero David Aguinaga:
Espero que su intervención del sábado 11, ayude a centralizar el debate, a colocar y afirmar los pies en la materia, dejando atrás las divagaciones abstractas y abstrusas.
En especial, le recomiendo que usted lleve y proponga propuestas concretas, de “que hacer” en los próximos 21 días, o tres semanas. Propuestas concretas de “cuando”, “como” y “de que manera” participar en las Movilizaciones en las Calles, junto, al lado, y si es posible a la cabeza, de la amplia oposición democrática.
Si nos esforzamos, por comprender, en perspectiva, la importancia de los gobiernos municipales, como punto de partida y base de la lucha por el poder, entenderemos que tenemos que hacer mucho trabajo previo y masivo. Que no podemos quedarnos en simples declamaciones líricas, y mucho menos, despreciar a nuestros aliados en la Lucha Común, contra el Enemigo Común. Nuestro blanco en la lucha actual, es la clase dominante y sus representantes políticos de turno. Nuestros aliados son todos los sectores del pueblo peruano, incluidas sus alas radical y reformista.
Le deseo éxitos en su intervención, que estoy seguro será para unir todas las fuerzas susceptibles de ser unidas, para luchar contra el enemigo común.
Muy agradecido por su atención.
Atentamente
Miguel Ángel Aragón

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