TEMAS ECONOMICOS (02)
Es muy conocido que el diario El Comercio ha sido y es el principal vocero periodístico de la clase dominante en el Perú. Todos los días se divulgan a través de sus páginas las informaciones, y sobre todo las opiniones, que expresan la manera de pensar y la defensa de los intereses de clase dominante, clase social cuyos principales componentes actualmente son la gran burguesía bancaria, comercial y minera.
En esa línea de comportamiento habitual, el editorial del día domingo 7 de abril, titulado (Todo) El Perú Avanza, sintetiza el punto de vista de la gran burguesía peruana sobre la evolución económica y social del país en la actualidad.
A partir del comentario de la presentación del último índice de Competitividad Regional (Incore), los editores del diario El Comercio llegan a la siguiente conclusión "el índice muestra no solo cómo el crecimiento está trayendo desarrollo, sino cómo este desarrollo está alcanzando crecientemente todo el Perú"
El señalamiento de algunos hechos reales aislados, es utilizado por los editores para llegar a las siguientes conclusiones generales: "el crecimiento está trayendo desarrollo"; y este desarrollo, a su vez, "está llegando a todo el Perú".
Esas son dos de las mayores falacias, que actualmente comparten los voceros políticos, teóricos y periodísticos de casi todas las tendencias de la clase dominante, tanto de las filas de los neoliberales conservadores, como de las filas de los populistas restauracionistas.
A continuación trascribimos el mencionado editorial del diario El Comercio, y más abajo adelantamos un primer comentario del mismo.
Editorial del diario El Comercio, domingo 7 de abril de 2013
(TODO) EL PERÚ AVANZA
"Es la primera vez en su historia republicana que el Perú muestra un crecimiento sostenido, descentralizado e inclusivo". Así presentó Miguel Palomino, gerente del Instituto Peruano de Economía (IPE), los resultados del último Índice de Competitividad Regional (Incore) en el Congreso de la República.
Reproduciendo la metodología del Índice Global de competitividad del Foro Económico Mundial y trabajando sobre la información disponible en el ámbito regional para nuestro país, el IPE ha evaluado el desempeño de cada una de nuestras regiones en base a 39 indicadores agrupados en 6 pilares del desarrollo: entorno económico, instituciones, educación, empleo, infraestructura y salud.
Los resultados de esta investigación han sido muy prometedores. Primero, porque han vuelto a mostrar cómo el crecimiento, a veces entendido puramente como un fenómeno macroeconómico, sirve para crear oportunidades para mejorar de manera muy concreta y tangible la competitividad y la calidad de vida de las personas. Y segundo, porque es una prueba más de cómo, contra lo que sostiene cierto sentido común (muchas veces con un interés ideológico detrás), estas mejoras del crecimiento se están produciendo única o principalmente en Lima, sino que de hecho hay regiones que ya superan a la capital en varios de los indicadores de desarrollo antes mencionados (siendo estas mejoras rastreables directamente a efectos del crecimiento).
Veamos algunos ejemplos elocuentes. De acuerdo con los resultados del Incore, Moquegua y Tacna son hoy las regiones del país que tienen los estudiantes con mejores rendimientos en matemática y lectura. Un resultado que se ha ido logrando en paralelo, según lo señala el estudio, a la mayor penetración de servicios de cable e Internet, que ha ido incrementando, además de su cultura general, la frecuencia con que procesan información en estas regiones.
Moquegua, por su parte, tiene hoy la mayor tasa de matrícula en inicial, primaria y secundaria. Una mejora que puede relacionarse directamente con el aumento de la capacidad adquisitiva de los padres moqueguanos (y de la menor necesidad de muchos de ellos de poner a sus hijos a trabajar). No en vano Moquegua es hoy la región con mayor crecimiento per cápita en el país y la que tiene un mayor stock de capital por persona ocupada.
Las sorpresas, sin embargo, no se quedan solo en el campo de la educación y abarcan también al de ese gran condicionante de las oportunidades que uno podrá tener en la vida: la salud. Tacna tiene hoy la menor tasa de desnutrición crónica en niños menores de 5 años: 2.8% (el promedio nacional es de 15.2%) y Arequipa, que también es una de las regiones con menos índices de desnutrición, es la que tiene menor mortalidad infantil.
Arequipa, por su parte, lidera también varios de los indicadores más directamente relacionados con la generación de empleo. Gracias, por ejemplo, a las mejoras en infraestructura que el crecimiento le ha permitido concretar. Arequipa es la región con el menor precio promedio de electricidad en el país, lo que, naturalmente, favorece un mayor desarrollo de las industrias de la región (aunque Lima sigue siendo la región con mayor cobertura eléctrica). La misma Arequipa se sitúa hoy como la segunda región con mayor porcentaje de personas con empleo adecuado.
El estudio también menciona la diversificación que ha seguido en la última década el crecimiento de Ica, Cusco, Ayacucho y Madre de Dios, donde son cada vez más relevantes el turismo, la agricultura y la industria.
Finalmente, hay también mejoras significativas en lo que toca al desempeño del estado en algunas regiones, donde las autoridades parecen estar usando los ingresos obtenidos por el crecimiento para lograr mejoras institucionales sustanciales. Por ejemplo, Amazonas y San Martín son las regiones que tienen menor percepción de corrupción (con el primer y segundo lugar respectivamente) en todo el país. La primera, además, tiene el primer lugar en cuanto a percepción de seguridad ciudadana, mientras que la segunda ocupa el segundo puesto en cuanto a percepción sobre el uso adecuado de recursos públicos.
El gran reto, es cierto, siguen siendo algunas regiones de la selva (como Loreto) y las más pobres de la sierra, como Apurimac y Huancavelica. Pero, en general, el índice muestra no solo cómo el crecimiento está trayendo desarrollo, sino cómo este desarrollo está alcanzando crecientemente todo el Perú. Es decir, cómo es cada vez más cierto lo que dice el eslogan estatal: que es el Perú entero (y no un par de regiones jalando como furgón de cola a todas las demás) lo que avanza (Fin).
CRECIMIENTO ECONÓMICO SIN DESARROLLO SOCIAL
(28 de abril de 2013)
Por Miguel Aragón
Antes de comentar el mencionado Editorial del diario El Comercio del 07 de abril de 2013, repasaré brevemente los antecedentes más próximos e identificaré las tendencias principales que han dado forma a la situación actual del país.
1975-1992: Largo periodo de hundimiento y bancarrota
Cualquier persona, mínimamente informada de la evolución de la economía peruana en las últimas décadas, está enterada que la economía del país ingresó a partir del año 1975 a un largo ciclo de hundimiento y bancarrota. Esa crisis no fue la primera, pero si fue la crisis más larga y profunda de toda la historia republicana del país. Las consecuencias sociales de esa larga crisis económica fueron sumamente graves para la mayoría del pueblo peruano, y ahora podemos comprobar que sus graves secuelas todavía no han sido superadas.
La disminución de la inversión, así como la disminución de la producción y del comercio, en el largo lapso de 1975 a 1992, tuvieron como consecuencia directa la masificación del subempleo y del desempleo, acompañados del recorte de los derechos laborales conquistados durante varias décadas de enérgicas luchas reivindicativas. La larga crisis económica que duró más de quince años, trajo, a su vez, la masificación de la pobreza, de la desnutrición, y de la mortandad de amplios sectores de la población peruana.
Ese largo y penoso capítulo de la historia republicana (1975-1992), todavía no ha sido estudiado en toda su amplitud, ni con la profundidad que demanda el estudio serio de cada una de las etapas de la evolución económica del país. Tanto es el descuido en nuestro medio intelectual por conocer la verdad histórica, que incluso no faltan estudiosos y políticos que colocan ese periodo como "un ejemplo digno de emular y seguir", e incluso pretenden el retorno del país a la política populista de esos años, incluida la restitución de la Constitución Política de 1979, tal como se pretendió con la difusión del Plan de Gobierno denominado La Gran Transformación, presentado en las Elecciones Presidenciales del año 2011.
1993-2013: Reanimación y relativa estabilidad económica
Pero como dice la sabiduría popular "no hay mal que dure cien años, ni cuerpo que lo resista". La necesidad del Cambio era la mayor demanda del pueblo al culminar el primer gobierno del régimen aprista (1985-1990), demanda que se hizo más intensa en los primeros años de la década de 1990.
Por el desborde, durante la década de 1980, de las desviaciones de "izquierda" y de derecha en las filas del pueblo, los trabajadores peruanos al comenzar la década de 1990, no estuvieron en capacidad de plantear, organizar e impulsar "el cambio desde abajo, por los de abajo y para los de abajo". Esa fue la más grande oportunidad perdida para impulsar el cambio social.
Pero el Cambio en esos momentos críticos para la población, era una necesidad imperiosa, inevitable, y urgente. Y así se impuso "el cambio organizado e impulsado desde arriba, por los de arriba, y para los de arriba".
Ese "cambio desde arriba" fue diseñado en el plan de gobierno elaborado y presentado por el FREDEMO en las elecciones de 1990, el cual fue precedido por el PLAN VERDE, plan secreto elaborado pocos años antes por encargo del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, para intentar desarticular y contener el desborde de las luchas del pueblo.
Los lineamientos principales del Plan FREDEMO-1990 vienen rigiendo la política gubernamental del país durante los dos últimos decenios, desde 1993 hasta 2013. Los sucesivos gobiernos de Fujimori (1990-2000), Toledo (2001-2006), García (2006-2011) y Humala (desde 2011), cada uno con sus propias particularidades y ornamentos personales, en lo fundamental han sido y siguen siendo fieles aplicadores del plan de gobierno de tendencia neoliberal esbozado en ese Plan de Gobierno.
El golpe de estado del 5 de abril de 1992, y la Constitución de 1993, impusieron "el cambio desde arriba", impusieron las reformas neoliberales que ya estaban propuestas en el Plan de Gobierno que el FREDEMO había elaborado y presentado para las Elecciones Presidenciales de 1990 (El FREDEMO fue una coalición de los movimientos y partidos burgueses Libertad, Partido Popular Cristiano, Partido Acción Popular, y numerosas personalidades de la más rancia derecha peruana). Derrotado electoralmente el candidato Mario Vargas en las elecciones de junio de 1990, le correspondió al otro candidato, al entonces desconocido Alberto Fujimori, implementar el plan de gobierno dictado por los principales representantes de la clase dominante.
Dentro de los lineamientos generales de ese plan de gobierno de tendencia neoliberal, en los últimos veinte años se han incrementado las inversiones en capital constante y en capital variable, tanto de capitales procedentes de las grandes empresas, como de las pequeñas y medianas empresas. En el caso de las grandes empresas, han sido capitales de origen peruano y de origen extranjero. Y en el caso de las grandes empresas de origen peruano, han sido inversiones privadas e inversiones públicas.
La inversión de esa gran masa de capitales (cuyo monto total exacto todavía desconocemos) ha incrementado la producción de medios de producción (Sector I) y de medios de uso y de consumo (Sector II). En qué medida se han incrementado estos sectores, y en especial en qué ramas ha sido más significativo el crecimiento, es otra investigación que todavía tenemos pendiente realizar. (Justamente uno de los objetivos de este artículo es promover un encuentro para desarrollar esta necesaria investigación).
Como resultado de esta reanimación de la inversión y de la producción, en los últimos veinte años ha crecido significativamente la cantidad de trabajadores asalariados en sus múltiples formas (manuales e intelectuales, del campo y de la ciudad, etc.), y también ha crecido la renovación e introducción de nuevos medios de trabajo en minería, agricultura, industria, construcción, energía, transportes, etc.
Cuando hablamos de crecimiento económico en los dos últimos decenios (1993-2013), nos estamos refiriendo al crecimiento de sus características más significativas, al evidente crecimiento de los medios de producción, que incluye el crecimiento de los objetos de trabajo, el crecimiento de los medios de trabajo, y a la característica más importante: el crecimiento de la fuerza de trabajo.
Toda persona con un mínimo de relación con algún sector del proceso productivo, con un mínimo de conocimiento directo de lo que vienen ocurriendo en diferentes lugares del país, y con un mínimo interés por revisar y estudiar las estadísticas de la producción, puede comprobar este crecimiento demasiado evidente, y fácilmente verificable.
Indudablemente que algunas otras personas, que viven totalmente desligadas de algún sector del proceso productivo, que no conocen lo que actualmente está ocurriendo en el país, y que sienten un profundo desprecio por revisar y estudiar las estadísticas económicas, es muy posible que afirmen, muy a la ligera, que "el país se encuentra en crisis general" (Se recomienda revisar el artículo de "Domingo Suárez" Crecimiento Económico o Crisis General, del 25 de octubre de 2010).
Estos críticos superficiales "confunden desarrollo social con crecimiento económico" ( su principal argumento es el siguiente "como no hay desarrollo social, por lo tanto, tampoco es posible que exista crecimiento económico"). Ellos llegan a sus antojadizas conclusiones, porque "confunden exportación con producción" (dicen ellos "como el principal producto de exportación son los minerales, por lo tanto el principal componente de la Producción Social Global son los minerales"), y "confunden evolución particular de la economía peruana, con evolución general de la economía mundial" (dicen ellos "como Europa y EEUU están atravesando una grave crisis económica, por lo tanto, la economía en el Perú también se encuentra en crisis"). La crítica a estas desviaciones teóricas surgidas en las filas del pueblo será motivo de otro comentario.
Confusión de Desarrollo Social con Crecimiento Económico
En el editorial del diario El Comercio que hemos trascrito más arriba, el error de interpretación es a la inversa, dicen ellos "como en el Perú actualmente hay crecimiento económico, por lo tanto, también hay desarrollo social". Las falacias de los editores del diario El Comercio reflejan la unilateralidad que caracteriza a la concepción idealista de la burguesía.
Los hechos económicos que mencionan en el editorial, son hechos ciertos e indiscutibles, pero son hechos aislados, que no pueden ser generalizados.
Afirmar y divulgar masivamente la idea que actualmente se está desplegando "un crecimiento sostenido, descentralizado e inclusivo", es una forma de tergiversar groseramente la interpretación de la realidad, tergiversación que tiene como objetivo engañar al pueblo, engaño que a su vez tiene como objetivo manipular la opinión pública, para que el pueblo continúe respaldando a los políticos burgueses.
El evidente crecimiento económico, durante varios años continuados desde 1993 hasta 2013, en índices de incremento superiores a 5% anual, no refleja ni garantiza que éste sea un "crecimiento sostenido". Lo que está ocurriendo en el país es un crecimiento económico parcial, relativo, y temporal, cuya continuidad, por un largo periodo en el futuro, no está garantizada.
Que el crecimiento económico se esté desarrollando a la vez en varias provincias y departamentos del país, no expresa ni garantiza que sea "un crecimiento descentralizado"; porque la capital y algunas otras pocas ciudades de la costa, son las que están monopolizando el mayor porcentaje de la actividad industrial, comercial, bancaria, y el mayor incremento de los servicios básicos de suministro de agua potable y electricidad, así como el crecimiento parcial de la atención de la salud y la educación.
Que se hayan incrementado los volúmenes de atención de algunos programas sociales, no expresa que éste sea "un crecimiento inclusivo", a lo más llega a unos pocos planes asistencialistas de muy limitado alcance, planes que en su mayoría son temporales e insostenibles, y que ante cualquier cambio de ministro, de gabinete, o de gobierno, serán suspendidos de un momento a otro.
El trasfondo de la llamada "inclusión social"
En los últimos veinte años se ha incrementado la Producción Social Global, es decir los volúmenes de la producción de medios de producción (Sector I) y de la producción de bienes de uso y de consumo (Sector II). Reiteramos, cualquier persona mínimamente informada de la evolución de las estadísticas económicas, o cualquier persona con un mínimo conocimiento directo de lo que actualmente está ocurriendo a lo largo y ancho del país, o cualquier persona que está mínimamente vinculada a algún sector productivo, puede percibir directamente y confirmar este incremento de la Producción Social Global.
Por otro lado, mientras que el crecimiento demográfico de la población se ha estabilizado en una tasa de menos de 2% anual, la Producción Social Global (PSG) en su conjunto viene creciendo por encima del 5% anual durante estos últimos 20 años. El crecimiento de estos dos factores a diferentes ritmos de incremento, se expresa en el crecimiento de la Producción Social Global por habitante, (que algunos llaman "PBI per cápita") que actualmente está por encima de los 9.000 dólares/por habitante (9.000 $/hab.)
En 1950 la PSG/por habitante era de 550 $/hab., que para ese entonces, se encontraba por encima del promedio mundial. Después de 25 años de crecimiento continuado entre 1950 y 1975, en el año 1975 ascendió hasta 950 $/hab.
A continuación, en los siguientes quince años, entre 1975 y 1992, descendió en el año 1992 hasta 670 $/hab. Por último, en los últimos 20 años, desde 1993 hasta 2012, la Producción Social Global por habitante ha subido en el año 2012 hasta más de 9.000 $/hab. Es decir, actualmente hay un mayor cantidad por distribuir entre la población.
Como toda estadística, estas cifras pueden presentar errores técnicos, pueden estar manipuladas y tergiversadas políticamente. Pero lo que no se puede ocultar es la tendencia principal, ya sea de crecimiento hacia arriba, o de descenso hacia abajo, lo cual toda persona lo percibe fácilmente en la vida diaria, sin necesidad de ser un entendido en economía.
Paralelamente al crecimiento de la Producción Social Global, en los últimos veinte años se ha venido incrementando la Renta Nacional, que es la suma de las cantidades de capital variable y de plusvalía que se distribuyen entre trabajadores y capitalistas.
Los voceros de la clase dominante presentan estas cifras de crecimiento del PBI/per cápita y del crecimiento de la Renta Nacional, como si su distribución "creciera de manera equitativa" tanto para los capitalistas, como para los trabajadores.
Pero lo que oculta la cifra promedio del crecimiento de la Producción Social Global por habitante, es que los ingresos anuales de los trabajadores y de los propietarios crecen a ritmos diferentes.
Mientras que la plusvalía que se distribuye entre los diferentes sectores de la burguesía ha crecido vertiginosamente en los últimos veinte años; el capital variable destinado al pago de sueldos y salarios de los trabajadores se ha incrementado muy lentamente. Por eso, la sabiduría popular, sin entrar en especulaciones teoréticas, ha llegado a la acertada conclusión que "los ricos se hacen más ricos, y los pobres se hacen más pobres". (El promover la investigación de esta evolución desigual de la distribución de la Renta Nacional es otro de los objetivos de este comentario).
Y para entender el concepto de pobreza, hay que entender que este concepto tiene un doble significado, según se le analice como un valor absoluto o como un valor relativo.
Desde el punto de vista absoluto, por el permanente crecimiento de las fuerzas productivas, la tendencia histórica es la disminución de la pobreza. Las personas más pobres del presente, en términos absolutos son menos pobres que el común de las personas del pasado. O dicho de otra manera, los hombres de las épocas pasadas tenían menor cantidad de recursos económicos disponibles para satisfacer sus necesidades, y vivían en condiciones más pobres, que los hombres más pobres del presente.
Pero desde el punto de vista relativo, la tendencia dentro del régimen capitalista de producción, es el crecimiento relativo de la pobreza. En todos los países capitalistas, incluido el Perú, la tendencia general es el crecimiento de las fuerzas productivas, el crecimiento de la producción, el crecimiento de la riqueza social para distribuir entre la población. Pero, por la distribución desigual de la renta producida anualmente, cada vez es mayor la diferencia entre lo que se apropian los propietarios de los medios de producción por un lado, y lo que reciben los trabajadores por otro lado.
Los sueldos y salarios de los trabajadores peruanos en el año 2012, son muy superiores a los sueldos y salarios de los trabajadores en el año 1992, incluido el salario mínimo oficial. Pero el porcentaje de la producción creada que reciben los trabajadores en el año 2012 (año de la mayor Producción Social Global de los últimos tiempos) es inferior al porcentaje de la producción que recibían los trabajadores en el año 1992 (año de la menor Producción Social Global de los últimos tiempos).
Por eso decimos que, en términos relativos los trabajadores del año 2012 son más pobres que los trabajadores del año 1992, porque existiendo un mayor volumen de riqueza por distribuir, ahora los trabajadores reciben un menor porcentaje de esa mayor riqueza social, mientras que la clase dominante ahora recibe un mayor porcentaje de esa inmensa masa de riqueza creada por el esfuerzo de los trabajadores peruanos.
En toda la historia de la humanidad, solo han existido millones de pobres, donde han existido unos cuantos ricos. Y solo han existido unos cuantos ricos, donde han existido millones de pobres que trabajaban para ellos. En la historia nunca ha existido un país donde "todos son ricos", o donde "todos son pobres". En los comienzos de la humanidad la mayoría de los hombres vivían en condiciones más precarias que los hombres más pobres del presente, pero en los comienzos de la humanidad no había pobres, porque simplemente tampoco existían ricos.
Por eso, la única forma de superar a la pobreza de la mayoría, es superando a la vez a la riqueza de la minoría. Y eso solamente es posible socializando la propiedad sobre los medios de producción, y estableciendo en una primera etapa el criterio de la distribución según el trabajo.
Luis Anamaría http://socialismoperuanoamauta.blogspot.com/
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cel 993754274
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