lunes, 16 de febrero de 2009

El Club de Marx y sus Amigos (I)

EL CLUB DE MARX Y SUS AMIGOS (Primera Parte)

Acerca de la amistad y el movimiento socialista

(lunes 29 de enero de 2007)

 

Desde los inicios del movimiento socialista, los apologistas de la burguesía, por un lado, se han encargado de ocultar, denigrar o tergiversar los fundamentos teóricos y políticos del socialismo; y por otro lado, se han encargado de tergiversar groseramente la vida personal de los socialistas, en especial de los dirigentes más reconocidos.

 

Los publicistas a sueldo contratados por los propietarios del capital se han especializado en presentar a los socialistas como sujetos antisociales, resentidos, individualistas encerrados en sus traumas y angustias. Los escritores burgueses presentan a los socialistas como individuos sin vida familiar, y sin vida social; que no mantienen vínculos familiares con sus padres, hermanos e hijos;  que no tienen vecinos, amigos de barrio,  amigos de escuela o de trabajo, ni ningún otro tipo de amigos. Nos presentan socialistas ensimismados y taciturnos,  cuya vida social se reduce a las reuniones conspirativas en pequeñas células clandestinas, que se reúnen para despotricar contra la libertad y la democracia, y para organizar acciones subversivas, todas ellas condenables.

 

Pero la realidad de la vida de los socialistas ha sido, y es radicalmente diferente. Quien revise con un poco de interés y detenimiento la biografía de Carlos Marx (y en parte de Federico Engels) escrita por Franz Mehring; o la biografía de José Carlos Mariátegui, escrita por Guillermo Rouillon, puede comprobar que los fundadores del movimiento socialista internacional, y el fundador del socialismo peruano, desarrollaron plenamente sus relaciones humanas, sostuvieron dignamente su vida familiar y su vida social, dentro de las limitaciones propias que les imponía el régimen capitalista, relaciones dentro de las cuales  los maestros del proletariado no se auto imponían ninguna otra limitación castrante.

 

Por el contrario las vidas familiares, y las vidas amicales de Marx, Engels y Mariategui, son ejemplos de vivir plenamente como seres sociales, prototipos del hombre nuevo en formación, vidas en las cuales la máxima siempre fue "todo lo humano es nuestro".

 

- I -

La mayoría de socialistas reconocemos que la obra más destacada de Carlos Marx, con la colaboración de Federico Engels, ha sido "El Capital". Muchos socialistas que se reclaman "marxistas", solamente reconocen de palabra la importancia de esa obra, porque no se han tomado el trabajo de leer y estudiar los tres tomos, y mucho menos el proyecto de "cuarto" tomo.

 

Yo confieso que he estudiado detenidamente todo el primer tomo, y he leído parcialmente algunos capítulos seleccionados de los otros  tomos.

Lo primero que uno encuentra cuando abre las páginas de "El Capital" es la "Dedicatoria". Y es lamentable que muchos socialistas "marxistas" no hayan leído, ni siquiera, la Dedicatoria que  Carlos Marx escribe en la primera edición del primer tomo.

 

En ese lugar preferencial, Carlos Marx, el fundador del socialismo proletario, dice:

 

"A mi inolvidable amigo, el valiente, leal y noble paladín del proletariado GUILLERMO WOLFF.

Nació en Tarnau el 21 de junio de 1809. Murió en Manchester, en el destierro, el 9 de mayo de 1864".

(Dedicatoria de Carlos Marx en la primera página de la primera edición del primer tomo de "El Capital", escrita el 25 de julio de 1867)

 

Nos parece una actitud muy noble, leal y valiente de Carlos Marx el dedicarle el libro a su "inolvidable amigo", libro que le había demandado varias décadas de perseverante investigación y sacrificio.

 

Pero Guillermo Wolff no fue  el  "único" amigo de Carlos Marx. Si revisamos la  correspondencia de Marx, y algunas de sus biografías más serias, en especial la escrita por Franz Mehring, encontraremos una larga relación de amistades, digna y celosamente cultivadas por Carlos Marx a lo largo de toda su vida. 

 

Después que Marx y Engels murieron, la lucha del  movimiento socialista promovió la formación de otros destacados dirigentes representantes de otras generaciones. Entre ellos destaca Lenin.

 

Lenin impulsó el desarrollo del movimiento socialista porque fue un  destacado  revisionista del marxismo. José Carlos Mariátegui, en el primer capitulo de su "Defensa del Marxismo" afirmó:

 

 "La verdadera revisión del marxismo, en el sentido de renovación y continuación de la obra de Marx, ha sido realizada, en la teoría y en la práctica, por otra categoría de intelectuales revolucionarios.(...) Lenin aparece, incontestablemente, en nuestra época como el restaurador más enérgico y fecundo del pensamiento marxista".  

(Mariátegui, "Defensa del marxismo", julio de 1928)

 

Lenin desarrolló el marxismo partiendo, en primer lugar, por reconocer la validez del marxismo, trabajando por su "renovación y continuación";  y en segundo lugar por reconocer el papel individual desempeñado por Marx y Engels en el desarrollo de la ciencia socialista.

 

En 1895 Lenin escribe el artículo  de divulgación "Federico Engels" en el cual afirmó:

 

"...Dichos tomos de 'El Capital' son la obra de ambos, de Marx y de Engels. Las leyendas de la antiguedad nos muestran diversos ejemplos de emocionante amistad. El proletariado europeo tiene derecho a decir que su ciencia fue creada por dos sabios y luchadores cuyas relaciones mutuas superan a las más emocionantes leyendas antiguas sobre la amistad entre los hombres. Engels siempre, y en general con toda justicia, se posponía a Marx. 'Al lado de Marx  -escribió en una ocasión a un viejo amigo suyo-  me correspondió el papel de segundo violín'. Su cariño hacia Marx mientras este vivió y su veneración a la memoria del amigo desaparecido, fueron infinitos. Engels, el luchador austero y pensador profundo, era hombre de una gran ternura" 

(Lenin, artículo "FedericoEngels", otoño de 1895)

 

Esas palabras de Lenin, en las cuales expresa su sincero reconocimiento, nos comprueban que Marx y Engels fueron "dos grandes amigos", y cuyo ejemplo de solidaridad y colaboración, ahora es lo que mas falta nos hace practicar en las filas del movimiento socialista peruano.

 

Marx y Engels tuvieron muchos adversarios, pero nunca se vanagloriaron de tener enemigos. Engels se vio forzado, muy a su pesar, a reconocer que Marx  tuvo un solo enemigo personal, refiriéndose, sin mencionarlo a Karl Voght.

 

En su discurso ante la tumba de Marx, Engels declaró:

 

"Por eso Marx fue el hombre más odiado y mas calumniado de su tiempo. Los gobiernos, lo mismo  los absolutistas que los republicanos, le expulsaban. Los burgueses, lo mismo los conservadores que los ultrademócratas, competían en lanzar difamaciones contra él. Marx apartaba todo esto a un lado como si fueran telas de araña, no hacía caso de ellos; solo contestaba cuando la necesidad  imperiosa lo exigía. Y ha muerto venerado, querido, llorado por millones  de obreros de la causa revolucionaria , como él, diseminados por toda Europa y América, desde las minas de Siberia hasta California. Y puedo atreverme a decir  que si pudo tener  muchos adversarios, apenas tuvo un solo enemigo personal."

  

No creo que Marx ofendiera a la memoria de Guillermo Wolff llamándolo "inolvidable amigo". Tampoco creo que Lenin ofendiera a Marx y Engels al considerar que entre ambos se desarrolló  "un emocionante ejemplo de amistad entre los hombres". (Continuará)

 

 

 

 


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