---------- Mensaje reenviado ----------
De: Rebeca Montes Sanchez <rebecamontes2000@yahoo.es>
Fecha: 30 de octubre de 2009 00:33
Asunto: Un Tema de Actualidad "SOÑAR "
De: Rebeca Montes Sanchez <rebecamontes2000@yahoo.es>
Fecha: 30 de octubre de 2009 00:33
Asunto: Un Tema de Actualidad "SOÑAR "
Un Tema de Actualidad (Segunda Vez) SOÑAR Actualmente, son muy raras las relaciones entre las ciudades en punto a asuntos revolucionarios, en todo caso son una excepción; entonces, estas relaciones se convertirían en regla, y, naturalmente, no sólo asegurarían la difusión del periódico, sino también (lo que reviste mayor importancia) el intercambio de experiencia, de materiales, de fuerzas y de recursos. Inmediatamente, adquiriría la labor de organización una envergadura mucho mayor, y el éxito de una localidad alentaría constantemente a seguir perfeccionándose, a aprovechar la experiencia ya adquirida por un camarada que actúa en otro extremo del país. El trabajo local sería más rico y variado que ahora; las denuncias políticas y económicas que se recogiesen por toda Rusia nutrirían intelectualmente a los obreros de todas las profesiones y de todos los grados de desarrollo, suministraría datos y motivos para charlas y lecturas sobre los problemas más variados, que suscitan, además, las alusiones de la prensa legal, las conversaciones en la sociedad y las "tímidas" comunicaciones del gobierno. Cada explosión, cada manifestación se enjuiciaría, se discutiría en todos sus aspectos, en todos los confines de Rusia, haciendo surgir el deseo de no quedar a la zaga, de hacer las cosas mejor que nadie (¡nosotros los socialistas, no desechamos en absoluto toda emulación, toda "competencia" en general!), de preparar conscientemente lo que la primera vez se había hecho en cierta forma espontáneamente, de aprovechar las condiciones favorables de una localidad determinada o de un momento determinado para modificar el plan de ataque, etc. Al mismo tiempo, esta reanimación de la labor local no acarrearía la desesperada tensión "agónica" de todas las fuerzas, ni la movilización de todos los hombres, como sucede a menudo ahora, cuando hay que organizar una manifestación o publicar un número de un periódico local: por una parte la policía tropezaría con dificultades mucho mayores para llegar hasta la "raíz", ya que no se sabría en qué localidad había que buscarla; por otra, una labor regular y común enseñaría a los hombres a concordar, en cada caso concreto, la fuerza de un ataque con el estado de fuerzas de este u otro destacamento del ejército común (ahora casi nadie piensa en ninguna parte en esta coordinación, pues los ataques se producen en forma espontánea en sus nueve décimas partes), y facilitaría el "transporte" no sólo de las publicaciones, sino también de las fuerzas revolucionarias. Ahora, en la mayor parte de los casos, estas fuerzas se desangran en la estrecha labor local; entonces habría posibilidad y constantes ocasiones para trasladar a un agitador u organizador más o menos capaz de un extremo a otro del país. Comenzando por un pequeño viaje por asuntos del Partido y por cuenta del mismo, los militantes se acostumbrarían a vivir enteramente por cuenta del Partido, a hacerse revolucionarios profesionales, a formarse como verdaderos dirigentes políticos. Y si realmente logramos que todos o una considerable mayoría de los comités, grupos y círculos locales emprendan activamente la labor común, en un futuro no lejano estaremos en condiciones de publicar un semanario que se difunda regularmente en decenas de millares de ejemplares por todas Rusia. Este periódico sería una partícula de un enorme fuelle de forja que atizase cada chispa de la lucha de clases y de la indignación del pueblo, convirtiéndola en un gran incendio. En torno a esta labor, de por sí muy anodina y muy pequeña aún, pero regular y común en el pleno sentido de la palabra, se concentraría sistemáticamente, y se instruiría, el ejército permanente de luchadores probados. Por los andamios de este edificio común de organización, pronto veríamos ascender y destacarse entre nuestros revolucionarios a los Zheliábov socialdemócratas; de entre nuestros obreros, los Bebel rusos, que se pondrían a la cabeza del ejército movilizado y levantarían a todo el pueblo para acabar con la ignominia y la maldición de Rusia. ¡En esto es en lo que hay que soñar! * * * "¡Hay que soñar!" He escrito estas palabras y me he asustado. Me he imaginado sentado en el "congreso de unificación", teniendo enfrente a los redactores y colaboradores de Rabócheie Dielo. Y he aquí que se levanta el camarada Martínov y se dirige a mí con tono amenazador: "Permita que le pregunte: ¿tiene aún la redacción autónoma derecho a soñar sin previo referendum de los comités del Partido?" Tras él se levanta el camarada Krichevski y (profundizando filosóficamente al camarada Martínov, quien hace mucho tiempo había profundizado ya al camarada Plejánov), en tono aún más amenazador, continúa: "Yo voy más lejos, y pregunto si en general un marxista tiene derecho a soñar, si no olvida que, según Marx, la humanidad siempre se plantea tareas realizables, y que la táctica es un proceso de crecimiento de las tareas, que crecen con el Partido" Sólo de pensar en estas preguntas amenazadoras, siento escalofríos y pienso dónde podría esconderme. Intentaré esconderme tras Písarev. "Hay diferentes clases de desacuerdos -escribía Písarev a propósito del desacuerdo entre los sueños y la realidad-. Mis sueños pueden rebasar el curso natural de los acontecimientos o bien pueden desviarse a un lado, adonde el curso natural de los acontecimientos no puede llegar jamás. En el primer caso, los sueños no producen ningún daño, incluso pueden sostener y reforzar las energías del trabajador... En sueños de esta índole, no hay nada que deforme o paralice la fuerza de trabajo. Muy al contrario. Si el hombre estuviese completamente privado de la capacidad de soñar así, si no pudiese de vez en cuando adelantarse y contemplar con su imaginación el cuadro enteramente acabado de la obra que se bosqueja entre sus manos, no podría figurarse de ningún modo qué móviles obligan al hombre a emprender y llevar hasta su término vastas y penosas empresas en el terreno de las artes, de las ciencias y de la vida práctica... El desacuerdo entre los sueños y la realidad no produce daño alguno, siempre que la persona que sueña crea seriamente en su sueño, se fije atentamente en la vida, compare sus observaciones con sus castillos en el aire y, en general, trabaje escrupulosamente en la realización de sus fantasías. Cuando existe algún contacto entre los sueños y la vida, todo va bien" (El error de la idea poco madura, D. I. Písarev, tomo II, págs. 114, 125,1935, en ruso) Pues bien, los sueños de esta naturaleza, por desgracia, son sobradamente raros en nuestro movimiento. Y la culpa la tienen, sobre todo, los representantes de la crítica legal y del "seguidismo" ilegal que presumen de su ponderación, de su "proximidad" a lo "concreto". Lenin , QUÉ HACER Notas I .- QUÉ HACER, por V.I. Lenin, 1902, ELE Beijing, 1975; 260 págs.; 13 x 18.5 cms. Capítulo V c) ¿Qué tipo de organización necesitamos?; págs. 220-223 En su Conclusión (págs. 233-236), Lenin señala que la historia de la socialdemocracia rusa se divide manifiestamente en tres períodos. Que no sabría señalar cuándo acaba el tercer período y empieza el cuarto. "Pero creemos firmemente que el cuarto período ha de conducir al afianzamiento del marxismo militante, la socialdemocracia rusa saldrá de la crisis más fuerte y vigorosa, la retaguardia del oportunismo será "relevada" por un verdadero destacamento de vanguardia de la clase más revolucionaria" Y que, "A guisa de exhortación a este 'relevo' y resumiendo lo que acabamos de exponer, podemos dar esta escueta respuesta a la pregunta: ¿qué hacer?: Acabar con el tercer período" .- El tema de la imaginación y los sueños fue tratado centralmente por JCM en penetrantes artículos: II 1.- La Imaginación y el Progreso, 12.12.24 (T.3, El Alma Matinal, págs. 36-39) 2.- La Realidad y la ficción, 25.03.26 (T.6, El Artista y la Época, págs. 22-25) 3.- Igualmente, en su vigente Defensa del Marxismo (T.5, págs. 55-62) trata la relación entre determinismo económico y volitismo político, trasfondo de tan importante cuestión. III .- Para el Socialismo Peruano, la magna conmemoración del Aniversario 80 de la Creación Heroica de JCM es la gran oportunidad de concretizar y consolidar el "cuarto período", pasando resueltamente de la crítica de ideas a la preparación de la organización. Ragarro 30.04.08 IV .- Quien quiera salir de la mediocridad, ¡TIENE QUE SOÑAR, a lo Lenin, a lo JCM! Ragarro 30.10.09 |
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Luis Anamaría http://socialismoperuanoamauta.blogspot.com/
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