PROMOVER LA ACCION CONJUNTA Y LA DISCUSION
(5 de mayo de 2003) (*)
Por Miguel Aragón
Carlos Marx (1818-1883) y Federico Engels (1820-1895) se iniciaron en la acción socialista el año 1843, cuando tenían aproximadamente 25 años de edad. Ellos formaron parte de la primera generación de socialistas proletarios, generación que desarrolló la parte fundamental de su actividad en el lapso de 1845 a 1870.
En 1847, Marx y Engels se afiliaron a la "Liga de los Justicieros", una de las organizaciones de revolucionarios socialistas que ya existían en ese tiempo. Marx y Engels reorganizaron y libraron a la liga de las viejas tradiciones y formas conspirativas, la transformaron en la "Liga de los Comunistas" (Revisar: Federico Engels, Contribución a la historia de la Liga de los Comunistas").
Por acuerdo de la liga, entre fines de 1847 y comienzos de 1848, Marx y Engels escribieron el "Manifiesto Comunista", una de las obras fundamentales del movimiento socialista, donde se expone la nueva concepción materialista de la historia, que a su vez fue el primer programa del movimiento proletario independiente. A ese importante documento, Marx y Engels pensaron ponerle el nombre de "Manifiesto Socialista". Sin embargo, por consideraciones tácticas, acordes al momento de su publicación, le pusieron el nombre de "Manifiesto Comunista" (Revisar el Prefacio de Federico Engels a la edición alemana de 1890).
BURGUESES Y PROLETARIOS
En la primera parte del "Manifiesto Comunista", Marx y Engels hacen un resumen genial del desarrollo de la sociedad, desde el punto de vista de la nueva concepción materialista de la historia. Comienzan exponiendo que "la historia de todas las sociedades hasta nuestros días (es decir la historia escrita) es la historia de la lucha de clases". Después de exponer las diferentes épocas de evolución de la sociedad, explican que "en las anteriores épocas históricas encontramos casi por todas partes una completa diferenciación de la sociedad en diversos estamentos, una múltiple escala gradual de condiciones sociales". Precisando las características particulares de la última época histórica, explicaron que "la moderna sociedad burguesa, que ha salido entre las ruinas de la sociedad feudal, no ha abolido las contradicciones de clase. Únicamente ha sustituido las viejas clases, las viejas condiciones de opresión, las viejas formas de lucha por otras nuevas".
Concluyen explicando cual es la tendencia general del desarrollo de la sociedad a mediados del siglo XIX: "Nuestra época, la época de la burguesía, se distingue, sin embargo, por haber simplificado las contradicciones de clase. Toda la sociedad va dividiéndose, cada vez más, en dos grandes campos enemigos, en dos grandes clases, que se enfrentan directamente: la burguesía y el proletariado".
Han transcurrido más de ciento cincuenta años de ese gran descubrimiento histórico, de esa previsión científica; pero ahora, precisamente ahora, cuando el capitalismo se encuentra en su fase terminal, hay quienes difunden que "el proletariado está en extinción como clase social". Los superficiales críticos de las tesis de Marx y Engels, sin ningún análisis científico, aducen que debido a los cambios técnicos y científicos ocurridos en las últimas décadas, los obreros están siendo desplazados por los empleados; agregan que las actividades de producción industrial están siendo sustituidas por los servicios; y por último, destacan que en los servicios no hay participación de obreros manuales. Alvin Tofler, Peter Drucker, y otros apologistas de la decadencia del capitalismo, han llenado cientos de páginas fundamentando las nuevas características de la llamada "tercera ola", de "la sociedad post-industrial" y de "la sociedad del conocimiento".
¿Los grandes cambios propiciados por la introducción de nuevas técnicas en la producción y la administración significan que el proletariado está en vías de extinción? ¿Significa que "las clases sociales se han licuado"? No nos parecen correctas esas afirmaciones. Por el contrario, consideramos que los grandes inventos técnicos y descubrimientos científicos ocurridos en las últimas décadas del siglo XX han confirmado la validez de la previsión genial de Marx y Engels: "toda la sociedad va dividiéndose, cada vez más, en dos grandes clases: la burguesía y el proletariado".
Hay quienes confunden a la clase de los proletarios con solamente un sector de esa clase, es decir, con "los obreros manuales"; en segundo lugar, reducen el trabajo productivo a solamente la actividad manual, desconociendo el papel del trabajo intelectual; en tercer lugar, no comprenden la relación entre trabajo simple y trabajo complejo; en cuarto lugar, no comprenden la relación que hay entre salario a tiempo y salario a destajo; y en quinto lugar, no comprenden tampoco la diferencia existente entre producción de mercancías y producción de plusvalía. Carlos Marx con profundo rigor científico explicaba: "La producción capitalista no es ya producción de mercancías, sino que es, sustancialmente producción de plusvalía" (Carlos Marx, El Capital, Tomo I, Cap. XIV).
Los trabajadores manuales, al producir directamente mercancías al servicio de un propietario están produciendo plusvalía, eso es indiscutible. Igualmente, los trabajadores intelectuales que trabajan al servicio del mismo propietario, al participar indirectamente en la producción de mercancías también están produciendo plusvalía, tal es el caso de los técnicos, ingenieros, administradores, y además de ellos, de todos los otros trabajadores intelectuales que trabajan como asalariados para el mismo propietario. Por eso, Marx explicaba "El tipo de producción capitalista se caracteriza, en efecto, por el hecho de separar y encomendar a personas distintas los diversos trabajos, intelectuales y manuales, lo cual no impide que el producto material sea el producto común de todas estas personas ni que este producto común se traduzca en riqueza material; ni tampoco que cada una de estas personas sea, con respecto al capital, un obrero asalariado, un obrero productivo en el sentido más elevado de la palabra" (Carlos Marx, Historia Crítica de la Teoría de la Plusvalía)
La respuesta a esta gran confusión, en que se debaten muchos socialistas desorientados, que difunden que "el proletariado está en extinción", se encuentra en el mismo "Manifiesto Comunista". Por un lado, Engels decía que "por burguesía se comprende a la clase de los capitalistas modernos, que son los propietarios de los medios de producción social y emplean trabajo asalariado"; y por otro lado, explicaba que "por proletarios se comprende a la clase de los trabajadores asalariados modernos, que privados de medios de producción propios se ven obligados a vender su fuerza de trabajo para poder existir" (Nota de F. Engels a la edición inglesa del Manifiesto Comunista de 1888)
Lo que realmente ha ocurrido, en los ciento cincuenta años transcurridos desde la publicación del Manifiesto a la actualidad, es que la proporción de obreros manuales ha disminuido en términos relativos, en comparación con el total de trabajadores asalariados; y por otro lado, el porcentaje de trabajadores asalariados, obligados a vender su fuerza de trabajo (sean o no obreros manuales), ha aumentado en términos relativos en comparación con el total de la población. Mientras que en el otro extremo de la organización social, ha disminuido la cantidad de grandes empresas, transformadas en empresas transnacionales que monopolizan la propiedad de los medios de producción; y en la medida que han disminuido en cantidad, han aumentado en forma astronómica su poder económico, y por tanto su opresión política sobre el resto de la población.
Este aumento, en términos relativos y absolutos, del porcentaje de la población convertida en trabajadores asalariados, y por otro lado la concentración y centralización de la propiedad en muy pocas manos, demuestra la validez de la previsión científica de Marx y Engels. Pero este es solo un aspecto, el aspecto económico, la extracción de clase, que demuestra la vigencia y crecimiento del proletariado. El otro aspecto, que define al proletariado como clase social, es la posición de clase, el desarrollo de la conciencia de clase. ¿Puede haber alguien que se considere socialista, que hoy en día dude del desarrollo de la conciencia de cientos de millones de trabajadores en el mundo, que aspiran al cambio social?
LA ASOCIACION INTERNACIONAL DE TRABAJADORES
A fines del año 1847, con la orientación de Marx y Engels, se reorganizó por completo la "Liga de los Justicieros". Engels explica como esa organización que hasta 1847 había sido conspirativa y organizada verticalmente de arriba hacia abajo, fue reorganizada democráticamente, por Marx y Engels, de abajo hacia arriba, "La Liga se organizó en forma de comunas, círculos, círculos directivos, Comité Central y congreso, denominándose a partir de entonces Liga de los Comunistas (…) En cuanto a la organización esta era absolutamente democrática, con comités elegidos y revocables en todo momento, con lo cual se cerraba la puerta a todas las veleidades conspirativas que exigen siempre un régimen de dictadura, y la Liga se convertía –por lo menos para los tiempos normales de paz—en una sociedad exclusivamente de propaganda" (F. Engels, Contribución a la historia de la Liga de los Comunistas)
La Liga de los Comunistas, recién reorganizada, desempeñó un papel dirigente muy importante en las revoluciones de 1848 y 1849, que estremecieron Francia y otros países europeos. Esa fue la primera revolución en la historia, en la cual abiertamente se enfrentó el proletariado con la burguesía en el poder. El proletariado fue derrotado en ese primer combate, pero por primera vez estuvo en capacidad de difundir su propio programa de cambio social, independientemente de la burguesía; y, lo más importante, por primera vez conoció la potencia de su propia fuerza, cuando actúa organizadamente.
Concluida la oleada revolucionaria, que había estremecido el continente europeo durante los años 1848 y 1849, Marx y Engels orientaron al proletariado revolucionario para un repliegue ordenado de sus filas, e iniciaron la preparación para la nueva oleada revolucionaria que necesariamente tendría que venir después de algunos años. Engels explica que "desde el momento en que cesaron las causas que habían hecho necesaria una Liga secreta, perdió también ésta su significación. Y a quienes menos podía sorprender tal cosa, era precisamente a los que acababan de despojar a esta Liga secreta del último vestigio de su carácter conspirativo"(Engels, Contribución a la historia de la Liga de los Comunistas).
A propuesta de Marx y Engels la Liga de los Comunistas fue autodisuelta, de manera consciente y voluntaria, en noviembre de 1852. Esa forma de organización superior del proletariado, había sido necesaria durante cinco años, desde 1847 hasta 1852, período en el cual ellos militaron disciplinadamente, junto con numerosos socialistas consecuentes. Pero, en 1852 ya no era necesaria, y por eso fue autodisuelta, porque ya había cumplido su misión histórica. Marx, Engels, y muchos otros socialistas continuaron su trabajo de investigación teórica, de propaganda y agitación política, directamente en las organizaciones sociales de los trabajadores, es decir en las organizaciones de masas, por varios años, hasta que se dieran las condiciones necesarias para plantearse nuevamente otra forma de organización.
Esa gran experiencia, de la corta pero fructífera gestión de la Liga de los Comunistas, nos demuestra la validez de la gran conclusión de José Carlos Mariátegui, quien en 1918 planteó que "Los partidos no son eternos. Responden a una necesidad o una aspiración transitoria como todas las necesidades y aspiraciones. Una vez que desaparece el motivo de su existencia desaparece su fuerza". ("Nuestra Epoca", Nº 2)
Si analizamos la situación actual del movimiento socialista peruano, ¿acaso no se comprueba que los partidos políticos de orientación socialista que se constituyeron al comenzar la década de 1970, no han agotado ya sus posibilidades de desarrollo y que tienen que optar por autodisolverse consciente y voluntariamente, continuando la lucha social bajo otras formas; o por el contrario, extinguirse inconscientemente, en medio de disputas y acusaciones personales, renegando por completo de la lucha social?
Desde la autodisolución de la Liga de los Comunistas, hasta la nueva reanimación del movimiento proletario europeo, transcurrieron poco más de diez años, y nuevamente se planteó la necesidad de una nueva forma de organización. Engels explica que "Cuando la clase obrera europea hubo recuperado las fuerzas suficientes para emprender un nuevo ataque contra el poderío de las clases dominantes, surgió, en 1864, la Asociación Internacional de Trabajadores. Esta tenía por objeto reunir en un inmenso ejército único a toda la clase obrera combativa de Europa y América. No podía pues, partir de los principios expuestos en el Manifiesto. Debía tener un programa que no cerrara la puerta a las tradeuniones inglesas, a los proudonianos franceses, belgas, italianos y españoles, y a los lasalleanos alemanes. Este programa –el preámbulo de los estatutos de la Internacional—fue redactado por Marx con una maestría que fue reconocida hasta por Bakunin y por los anarquistas. Para el triunfo definitivo de las tesis expuestas en el Manifiesto, Marx confiaba tan sólo en el desarrollo intelectual de la clase obrera, que debía resultar inevitablemente de la acción conjunta y de la discusión" (Engels, Prefacio a la edición alemana del Manifiesto Comunista de 1890)
La "Asociación Internacional de Trabajadores" no fue una organización partidaria, sino una organización de frente unido de los trabajadores, que desempeñó un papel fundamental en la desarticulación de las numerosas sectas socialistas que existían en la década de 1860 en Europa. Con la orientación de Marx y Engels, que promovían "la acción conjunta y la discusión", todas esas sectas fueron autodisolviéndose, y el proletariado revolucionario reivindicó una forma superior de organización constituyendo grandes partidos de masas. Al comenzar la siguiente década, la década de 1870, del seno de la Asociación Internacional de Trabajadores, es decir de esa gran organización de frente unido, surgieron los Partidos Socialistas del proletariado europeo, partidos proletarios de masas que contaban con la colaboración y sincera orientación personal de los grandes maestros.
La "Asociación Internacional de Trabajadores", organizada y dirigida por Marx y Engels, al igual que la "Liga de los Comunistas", tampoco fue una organización eterna. Esa asociación agrupó a la vanguardia del proletariado entre 1864 y 1873. Después de diez años de intenso combate contra las fuerzas de la burguesía, sembrando gérmenes de renovación y difundiendo ideas clasistas, agrupando al proletariado en una sola fuerza en cada país, en el año 1874 dio por concluida su función, y a propuesta de Marx y Engels, también fue autodisuelta.
Si estudiamos la situación actual de los partidos del movimiento socialista peruano que se constituyeron en la década de 1970, en todos sus matices ¿acaso, no podemos constatar que han devenido en sectas socialistas, que han agotado ya su función histórica? ¿Acaso la nueva generación de socialistas peruanos no tiene la responsabilidad de fortalecer el frente unido de los trabajadores peruanos, como una sola fuerza para luchar por sus reivindicaciones inmediatas? ¿Acaso la nueva generación de socialistas peruanos no tiene por delante la reivindicación del Partido Socialista del Perú, fundado hace 75 años por la primera generación de socialistas peruanos dirigidos por José Carlos Mariátegui , como un gran partido de masas y de ideas?
Yo creo que sí. Esa es la tarea de la nueva generación, esa es la tarea central de la cuarta generación del movimiento socialista peruano, es decir fortalecer el frente único proletario, el frente único de los trabajadores, el frente unido del pueblo peruano. Esa, y precisamente esa y no otra, hoy por hoy, es la tarea central, tarea que tiene toda persona que se considere sinceramente renovadora y aspire al cambio social
Los socialistas peruanos tenemos la tarea de fortalecer el frente unido de los trabajadores, fortalecer el frente unido del pueblo peruano, promover "la acción conjunta y la discusión", para superar, de esa manera, esta etapa de predominio temporal de las sectas socialistas, minúsculas sectas con reducida influencia efectiva entre las masas, que pretenden irogarse, cada cual más pedante que la otra, la representatividad efectiva de la clase, cuando, en los hechos, solo representan el minúsculo egoísmo de sus anacrónicos propugnadores.
LOS SOCIALISTAS Y LA UTILIZACION DEL SUFRAGIO
Con la autodisolución, consciente y voluntaria, de la "Asociación Internacional de Trabajadores", y con la formación en los países más desarrollados de Europa de los poderosos Partidos Socialistas, partidos proletarios de masas, una segunda generación de socialistas ingreso a la historia. La segunda generación del movimiento socialista desarrolló la parte principal de su actividad en el lapso transcurrido entre 1870 y 1895. En el año 1870, al iniciarse este segundo período, Marx y Engels ya habían cumplido cincuenta años, e iniciaron el replanteamiento de su actividad personal.
Así como ellos se entregaron, en cuerpo y alma, al trabajo de organización de la "Liga de los Comunistas" y de la "Asociación Internacional de los Trabajadores", desempeñando cargos de dirección; al ingresar al nuevo período iniciado en 1870, no aceptaron ningún cargo de dirección en los nacientes partidos socialistas, y mucho menos disputaron la dirección con los dirigentes de la nueva generación. Por el contrario, ellos apoyaron la promoción, el relevo, de una nueva generación de dirigentes, y hasta el último de sus días se mantuvieron vigilantes y colaboraron con las nuevas organizaciones. Carlos Marx vivió hasta el año 1883, colaborando con la segunda generación cerca de quince años; Federico Engels vivió hasta el año 1895, acompañando a la segunda generación durante 25 años, su estímulo y consejos orientadores siempre estuvieron presentes en toda acción importante del proletariado internacional.
De la revolución de 1848, a la revolución de la Comuna de París de 1871, las condiciones materiales y espirituales de existencia de los trabajadores habían cambiado radicalmente, y por lo tanto el proletariado revolucionario tenía que cambiar también su táctica de lucha, adecuándose a las nuevas condiciones reales. Ya desde el mismo "Manifiesto Comunista" de 1848, Marx y Engels habían planteado la necesidad de utilizar el sufragio universal. Engels, haciendo un balance de las dos primeras generaciones de socialistas, explica en 1895, que "Ya el Manifiesto Comunista había proclamado la lucha por el sufragio universal, por la democracia, como una de las primeras y más importantes tareas del proletariado militante" (Engels, Introducción a Las luchas de clases en Francia de 1848 a 1849).
Para Engels, y para Marx, la lucha por el sufragio universal no sólo era una tarea importante, sino que era "una de las primeras y más importantes tareas del proletariado militante", tarea proclamada ya en 1848, a pocos años de iniciar su actividad, tarea a la cual nunca renunciaron en sus cincuenta años de actividad revolucionaria.
En la defensa de esta táctica de lucha tuvieron que enfrentarse principalmente a los bakuninistas, que proponían que no debería participarse en la lucha política, que planteaban que no debería participarse en las elecciones a los municipios ni al parlamento burgués, porque según ellos "eso significaba reconocer al Estado burgués y renunciar a la independencia del proletariado". Pero tras esa fraseología "ultrarrevolucionaria", los bakuninistas lo que realmente ocultaban era lo siguiente:
En primer lugar, la carencia de un programa político de cambio social. Solamente se dedicaban a atacar de palabra, o con acciones individuales provocadoras, como poner bombas caseras, "para asustar" al estado burgués, pero no tenían una propuesta para construir un nuevo estado que dirigiera la construcción de la futura sociedad socialista ¿Y yo me pregunto, acaso los bakuninistas peruanos tienen algún programa de cambio social, tienen algo que proponer para dirigir la reconstrucción de la sociedad?. A los propagandistas, de los minúsculos grupos que todavía siguen planteando que no es necesario utilizar las elecciones, lo primero que hay que demandarles es que expongan cual es su programa de cambio social. Su carencia de propuestas serias los pinta de cuerpo entero, como simples radicales del ala de extrema izquierda de la burguesía. Mientras más chillones, menos ideas serias, y más carencia de propuestas.
En segundo lugar, los bakuninistas, al agitar la no utilización del sufragio universal, por parte del proletariado revolucionario, lo que hacían era entregar a las masas atrasadas para que apoyen a los diferentes partidos burgueses que contendían en la lucha electoral, desarticulando así la unidad de clase del proletariado. ¿Y yo me pregunto, acaso los bakuninistas peruanos, al carecer de un programa de cambio social, y promover la no participación en las elecciones municipales, acaso no entregan a las masas atrasadas para que se pongan a la cola de los partidos burgueses, y quiebren así la unidad de la clase trabajadora?
En tercer lugar, los bakuninistas, tras su fraseología ultrarrevolucionaria, lo que ocultaban era su profundo desprecio al papel de las masas, para ellos los héroes individuales, con el rostro cubierto, colocando bombas caseras y promoviendo atentados individuales, eran los que hacían la historia, mientras que las masas, que no los apoyaban y no tenían porque apoyarlos, "eran masas atrasadas" que merecían su total desprecio.
Los bakuninistas, que representaban, a la extrema izquierda de la burguesía, hicieron mucho daño a la organización del movimiento socialista. La burguesía utilizaba sus atentados individuales, no para reprimirlos a ellos, sino como pretexto para reprimir las luchas de las masas trabajadoras organizadas. Cada vez que se venía una gran lucha de masas, como la que en estos momentos se está organizando en nuestro país (este artículo fue escrito semanas antes de la Gran Huelga General de Maestros del año 2003), la prensa burguesa exaltaba las acciones provocadoras de los bakuninistas, para regocijo de estos, que se sentían "importantes", porque aparecían en las primeras planas de los periódicos, y engatusaban a incautos jóvenes inexpertos, como engatusan a no pocos estudiantes de esta y otras universidades. Esta exaltación premeditada era utilizada por la burguesía como pretexto para reprimir las acciones de las masas.
¿Acaso eso no está ocurriendo en estos momentos en nuestro país? ¿Acaso la prensa burguesa, principalmente el diario "Correo", controlado por el llamado Servicio de Inteligencia Nacional, no está haciendo propaganda y magnificando las minúsculas acciones aisladas de un grupo subversivo, para utilizarlo como pretexto y quebrar la huelga nacional de más de 300,000 maestros? Solamente los ingenuos no se dan cuenta, o no quieren darse cuenta, de esta maniobra política de la burguesía, maniobra a la que los bakuninistas peruanos se prestan de buena gana y con mucho entusiasmo.
Por el contrario Marx y Engels llamaron, en todos los años de su actividad revolucionaria, a utilizar la táctica del sufragio universal, con varios objetivos, que es conveniente analizar:
. En primer lugar, agitar amplia, masiva y abiertamente el programa de cambio social, para elevar la conciencia de las masas y señalarles el camino de la construcción de la sociedad nueva.
En segundo lugar llamaban a utilizar la táctica del sufragio universal para organizar y movilizar a la clase proletaria, no en minúsculos grupos de diez , veinte, o cien personas, sino en decenas y cientos de miles de militantes que salían a las calles agitando consignas y difundiendo abiertamente sus propuestas programáticas.
En tercer lugar, llamaban a utilizar la táctica del sufragio universal para hacer un recuento de las propias filas del proletariado, por lo menos cada cuatro años.
Esta táctica proletaria, elaborada por Marx y Engels, desarrolló la conciencia de las masas y fortaleció las organizaciones proletarias. Esta táctica sigue vigente, y debemos aprender a utilizarla correctamente por el movimiento socialista en nuestro país.
Por eso, como dice Ramón García, "para realizar este Cambio social el pueblo trabajador emplea tres tipos de lucha:
1.- Lucha reivindicativa, la del Derecho poblano, diaria y permanentemente.
2.- lucha electoral, basada en su propia estrategia:
a) el sufragio universal es el índice de la madurez de la clase obrera,
b) no puede llegar ni llegará nunca a más en el Estado actual, pero esto es suficiente,
c) el día que el termómetro del sufragio universal marque para los trabajadores el punto de ebullición ellos sabrán, lo mismo que los capitalistas, qué deben hacer.
Hasta hoy los capitalistas saben muy bien qué deben hacer; la historia del proceso electoral en el Perú lo demuestra claramente. Por eso, toca a los trabajadores participar con su propia estrategia, hasta lograr que el termómetro del sufragio universal marque el punto de ebullición, condición básica para el tercer tipo de lucha.
3.- Lucha insurreccional. Así se diferenciarán de los que creen que por elecciones se puede lograr el Cambio social. Y de los que rechazan las elecciones, se cruzan de brazos o juegan al "terror excitante"
Entonces, la única salida es el Derecho al Trabajo Creador, el Derecho a la Vida Digna, el Derecho al Cambio social. Y esta es Tarea del Pueblo Trabajador." (Ver Ramón García, A donde va el Perú)
(*) Versión ampliada de la conferencia de Miguel Aragón en el Auditorio de la Facultad de Derecho de la UNMSM, con motivo del 185º Aniversario del Nacimiento de Carlos Marx, en el homenaje organizado por el "Movimiento Integración Estudiantil"
Reenviamos el texto como una primera colaboración con el "Comité Promotor del Frente Unico", para estimular el intercambio de propuestas y la discusión en las filas del frente unido. (01 de julio de 2006)
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Luis Anamaría http://socialismoperuanoamauta.blogspot.com/
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