Un Tema de Actualidad
COLOMBIA:
ESMERALDAS, NEOCOLONIAL Y SEMIFEUDAL
Aurelio Suárez Montoya
Bogotá, abril 9 de 2013
Desde la segunda mitad del siglo 20, en el occidente de Boyacá se libró la llamada "guerra verde", el enfrentamiento de distintos grupos de esmeralderos por el control físico de las minas de Muzo, Coscuez, Maripí y otras ubicadas en dicha región. Se dice que en esa contienda, donde la violencia fue la ventaja competitiva y se produjeron cerca de 6 mil muertos, al final el poder fue para Víctor Carranza.
A comienzos de los años noventa, se decidió legalizar los títulos de explotación de estas minas de esmeraldas. Como reflejo de lo acaecido hasta entonces, se rotularon en un alto porcentaje a nombre de quienes quedaron vencedores. Empresas como Coexminas, Tecminas y Esmeralcol adquirieron, por esa vía, posición dominante en el negocio. Esa fase empresarial fue evolucionando hasta que compañías norteamericanas, principalmente basadas en Texas, recibieron contratos de operación. Recientemente, capitales extranjeros buscan adquirir directamente las concesiones.
En la última década, las exportaciones registradas de esmeraldas superan los mil millones de dólares, dirigidas principalmente a Estados Unidos y a Asia. Se hacen en bruto, análogamente al petróleo crudo en barril, al oro en lingote, al carbón en piedra o al café verde en sacos. El valor agregado, cotizado en quilates, para la joyería por ejemplo, se le da en los grandes mercados.
El capital financiero ronda en torno al negocio y anda en proyectos de constituir una Bolsa de esmeraldas, que puede hacer operaciones a futuros y crear mercados especulativos en torno a ese commodity, como nuevo producto básico.
En cuanto al "zar" de las esmeraldas, propietario de las dos piedras más valiosas del mundo, éste no fue su único negocio. Sobresalió como uno de los mayores hacendados colombianos, llegando a tener un millón de hectáreas y dos millones de reses; algo más del 1% del catastro rural total nacional y más del 5% del hato ganadero. Esa doble condición se acompañó de la propiedad de minas de caliza y materiales de construcción y se habla también de incursiones en el petróleo, entre otros. A mediados de los noventa, la revista Forbes ya lo tenía listado entre los "billonarios" del mundo.
Lo que ha pasado con las esmeraldas es reflejo de la caracterización básica del país: las áreas estratégicas quedan, cuando se llega al punto alto en la curva de valor, al arbitrio de las ganancias foráneas, las que, para tal apropiación, han contado históricamente con la alianza entre la gran propiedad rural y el capital internacional, y la gestión de la alta burocracia estatal, configurando un país neocolonial y semifeudal.
Colombia, Bogotá, 10 abril 21:03
Nota.- Colombia produce el 60% de las esmeraldas del mundo. Y Víctor Carranza (1935-2013) tenía las dos esmeraldas más grandes y valiosas (2.5 kgs, 2 kgs). En 1980 se desarrolló la "guerra verde" por el control de las minas esmeralderas. Acusado de múltiples masacres, a más de "Zar de las esmeraldas", debía ser conocido como "Zar del paramilitarismo" (según Eduardo Baez, que cumple condena en EUA) Pero fue defendido hasta por monseñor Gutiérrez, obispo de Engativá, y así siempre pudo eludir los juicios que le incoaron.
Pero esto es hasta secundario. Aurelio Suárez, autor entre otros títulos, de El Infarto de Wall Street, analiza el trasfondo de la actividad esmeraldera. Y muestra por qué tienen aún vigencia y actualidad los términos semicolonial (ahora neocolonial) y semifeudal.
El capitalismo de nuestros países es simplemente capitalismo marginal (outsider) ante el capitalismo transnacional. Éste es el trasfondo de toda actividad minera. Éste es el trasfondo del narcotráfico. Éste es el trasfondo de toda "guerra humanitaria" Por ejemplo, Afganistán produce ahora 40 veces más droga que antes de la ocupación por la OTAN (EUA-UE)
Ragarro
03.05.13 Luis Anamaría http://socialismoperuanoamauta.blogspot.com/
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cel 993754274
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