Durante el gobierno de Alberto Fujimori más de 340 mil mujeres y 25 mil hombres fueron esterilizados forzosamente. Esto estaba dentro de un siniestro programa nacional de salud, que fue una aberrante violación de los derechos humanos. Las víctimas, en su mayoría mujeres indígenas, eran engañadas, amenazadas y hasta amarradas, para practicarles ligaduras de trompas en contra de su voluntad. Muchas mujeres vivieron esta terrorífica historia en la que el silencio y la impunidad siguen vigentes. Para muchos peruanos como nosotros, esta es una herida abierta, que nos duele aún y mucho. Esas personas son víctimas que pasaron por un infierno que nos quemó a todos. Simplemente no podemos permitir ni pensar que una atrocidad así se vuelva a repetir en nuestro país. La experiencia internacional muestra que para poder superar estos casos de violaciones masivas a los derechos humanos, el reconocimiento del Estado es clave. Se debe dar reparación integral y justicia para las víctimas. Todos los peruanos tenemos derecho a la reconstrucción de nuestra memoria histórica. Tenemos que escuchar la voz de quienes sufrieron este infierno. Poner fin absoluto a la impunidad sobre este tema debe ser una prioridad para el próximo presidente. Para que el Perú tenga futuro, primero tiene que sanar su pasado. Firma y comparte esta petición para exigir que el próximo presidente se comprometa por el reconocimiento a las víctimas de las esterilizaciones forzadas y se haga justicia. |
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