LA CONFUSIÓN DEL MOMENTO: EL ANTI FUJIMORISMO COMO PROGRAMA
Antes se luchaba, o se tenía la intención de luchar, o se decía luchar, contra la explotación económica y contra la dominación política de la clase dominante, y por instaurar un nuevo poder, para construir un Perú nuevo.
Ahora, en los comienzos del siglo XXI, se han enterrado esas propuestas, y en muchos colectivos de la llamada "izquierda" solamente se reclama, y hasta se exige: "lucha contra la corrupción", y... que "viva la justicia y la prisión feudal burguesa" (¡Que se vayan todos!, ¡Todos a la cárcel de la clase dominante! ¡No al indulto!) .
La confusión es tal, que ahora solamente se propone MAQUILLAR AL VIEJO ORDEN SOCIAL, proponiendo un utópico régimen capitalista “sin corrupción”, lo cual refleja que ellos no conocen, en lo más mínimo, las leyes propias del funcionamiento de la economía capitalista.
Y por otro lado, la lucha por la necesaria libertad política se ha remplazado por las airadas exigencias de “meter presos a todos los corruptos”, con lo cual lo que hacen es SANTIFICAR LA FUNCIÓN DE LA PRISIÓN FEUDAL BURGUESA, cómo si ese fuera el objetivo de la lucha social.
Esta confusión, de objetivos programáticos, no es nueva, tiene larga data.
Mariátegui desenmascaró y denunció los intentos del sector reaccionario de la pequeña burguesía nacionalista de su tiempo, que con Eudocio Ravínez y Víctor Raúl Haya a la cabeza, pretendió “elevar el antiimperialismo al nivel de un programa”, para así desviar y eludir la lucha principal contra la clase dominante.
Posteriormente, y durante muchas décadas el confundido movimiento nacional comunista elevó el “anti aprismo” al nivel de un programa, y últimamente, repitiendo el mismo repertorio, se pretende elevar el “anti fujimorismo” al nivel de un programa, enterrando la necesidad de unir todas las fuerzas para continuar luchando contra el enemigo común, contra la clase dominante.
¿Y dónde quedan, las reivindicaciones inmediatas del pueblo trabajador?
¿Y dónde queda, la lucha por la reivindicación de la necesaria libertad política?
Antes se luchaba, o se tenía la intención de luchar, o se decía luchar, contra la explotación económica y contra la dominación política de la clase dominante, y por instaurar un nuevo poder, para construir un Perú nuevo.
Ahora, en los comienzos del siglo XXI, se han enterrado esas propuestas, y en muchos colectivos de la llamada "izquierda" solamente se reclama, y hasta se exige: "lucha contra la corrupción", y... que "viva la justicia y la prisión feudal burguesa" (¡Que se vayan todos!, ¡Todos a la cárcel de la clase dominante! ¡No al indulto!) .
La confusión es tal, que ahora solamente se propone MAQUILLAR AL VIEJO ORDEN SOCIAL, proponiendo un utópico régimen capitalista “sin corrupción”, lo cual refleja que ellos no conocen, en lo más mínimo, las leyes propias del funcionamiento de la economía capitalista.
Y por otro lado, la lucha por la necesaria libertad política se ha remplazado por las airadas exigencias de “meter presos a todos los corruptos”, con lo cual lo que hacen es SANTIFICAR LA FUNCIÓN DE LA PRISIÓN FEUDAL BURGUESA, cómo si ese fuera el objetivo de la lucha social.
Esta confusión, de objetivos programáticos, no es nueva, tiene larga data.
Mariátegui desenmascaró y denunció los intentos del sector reaccionario de la pequeña burguesía nacionalista de su tiempo, que con Eudocio Ravínez y Víctor Raúl Haya a la cabeza, pretendió “elevar el antiimperialismo al nivel de un programa”, para así desviar y eludir la lucha principal contra la clase dominante.
Posteriormente, y durante muchas décadas el confundido movimiento nacional comunista elevó el “anti aprismo” al nivel de un programa, y últimamente, repitiendo el mismo repertorio, se pretende elevar el “anti fujimorismo” al nivel de un programa, enterrando la necesidad de unir todas las fuerzas para continuar luchando contra el enemigo común, contra la clase dominante.
¿Y dónde quedan, las reivindicaciones inmediatas del pueblo trabajador?
¿Y dónde queda, la lucha por la reivindicación de la necesaria libertad política?
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