De: Gustavo Pérez Hinojosa <gperezhinojosa@gmail.com>
Fecha: 17 de marzo de 2009 5:13
Asunto: Cësar Vallejo : Teoría del compromiso : arte y política" de Lawrence A. Carrasco Santaya
Para: foro_centenario@yahoogroups.com, Generación Resurgimiento <generacion_resurgimiento@yahoogrupos.com.mx>, UNIVERSIDAD SOCIALISTA JOSE CARLOS MARIATEGUI <uspjcm@gmail.com>, Cátedra ERNESTO CHE GUEVARA <catedracheperu@hotmail.com>, "e_pedro1936@yahoo.es cc luismiguel" <luismiguel1952@gmail.com>, ernesto ernesto <amoryrevolucion@gmail.com>
III. 6. Teoría del compromiso: arte y política
De todo lo estudiado en los capítulos precedentes quizás ha quedado bastante clara la concepción social del arte y del artista en Vallejo. Cuentan que en los primeros años de residencia en París, Vallejo sufría de tan graves problemas económicos que en algunas oportunidades se vio forzado a dormir en parques y plazas. Una madrugada, en la que descansaba en una banca de alguna de esas pequeñas y hermosas plazas parisinas, cubierto únicamente por periódicos y cartones, se le acercó violentamente un policía a despertarlo, y al notar sus rasgos y acento extranjero le interrogó de dónde era. "De Santiago de Chuco", fue la escueta y orgullosa respuesta.
Esta anécdota me permite ilustrar la raigal conciencia autóctona del poeta, su lúcido reconocimiento, su tácita aceptación de pertenencia a una cultura y a una tierra que supo suya sin complejos, y con la que si bien sufrió fricciones y agravios también gozó de la amistad y de la ternura. Muy pocos, como Vallejo, poseyeron esa claridad para detectar y criticar los males y defectos de los peruanos, así como muy pocos supieron destacar y valorar nuestras virtudes y merecimientos. Para hacerlo no sólo se necesita inteligencia sino, mejor aún, valentía, coraje y fuerte temple moral. Se pueden encontrar múltiples expresiones a lo largo de sus obras en las que se muestra como un crítico tenaz y punzante de nuestras miserias sociales y humanas como nación. Esta actitud en gran parte se debe a la profunda influencia ejercida por Manuel Gonzáles Prada. Influencia que se hizo notar en la mayoría de su generación. Y posteriormente, a partir de 1928, debido a su adhesión al marxismo. Pero más allá de estas influencias, Vallejo por sí mismo, por temperamento, inteligencia y condición social era siempre rebelde y contestatario: "Voy sintiéndome revolucionario y revolucionario por experiencia vivida, más que por ideas aprendidas", le escribe a Pablo Abril de Viveroftn163. En 1929, según Georgette, su esposa, Antenor Orrego le escribirá: "Yo contaba siempre que, tarde o temprano, tú tendrías que alistarte en las filas de los hombres que en este momento histórico trabajan por una transformación radical de la humanidad"ftn164.
Entonces tenemos que, en primer lugar, existen factores subjetivos: el temperamento, la inteligencia, la sensibilidad; en segundo lugar, factores objetivos: la pobreza, la injusticia, la influencia de algunas personalidades, que condicionarán la actitud política y social de Vallejo en el arte y en la vida. Si se pretende encontrar en Vallejo una teoría del compromiso en el arte y la literatura, una teoría del artista engagé, se tiene que recurrir necesariamente a dos investigadores que ya profundizaron en ello: George Lambie y David Sobrevilla.
El primero, en su libro El pensamiento político de César Vallejo y la guerra civil españolaftn165, realiza un análisis minucioso y preciso del devenir político vallejiano y la repercusión en su obra literaria y ensayística. Concluyendo que Vallejo desde el comienzo de su carrera literaria fue contestatario, llegando al final de sus días como un marxista convicto y confeso.
El segundo, en su ensayo César Vallejo y el marxismoftn166, desarrolla las ideas de Lambie más en el plano artístico, planteando que en Vallejo se pueden apreciar hasta tres teorías del compromiso:
1°. "Como reacción a las ideas de Jean Cocteau sobre el 'secreto profesional' del escritor y la actitud de Diego Rivera de colocar su arte al servicio de la lucha política. En opinión de Vallejo, el escritor y el artista no pueden permanecer indiferentes en política, sino que deben comprometerse creando nebulosas políticas en la naturaleza humana y suscitando inquietudes, pero no deben mediatizar su arte a favor de cualesquiera fines políticos"ftn167.
2°. "Vallejo elabora su segunda teoría del compromiso en su 'libro de pensamientos' El Arte y la Revolución. Allí ofrece una tipificación histórica del arte distinguiendo entre el arte burgués y el revolucionario. Este último puede ser a su vez socialista o bolchevique. Vallejo concebía su propia poesía como un arte socialista que estaba obligado sólo a sus propias convicciones estéticas y a las políticas únicamente en cuanto a la tarea de crear grandes 'nebulosos políticas en la naturaleza humana'. En cambio pensaba sus novelas, cuentos y casi todas sus obras de teatro de esta época como formando parte de un arte bolchevique destinado a hacer avanzar la lucha de clases. Para este último tipo de arte el autor peruano asumía los ideales del realismo socialista"ftn168.
3°. "Vallejo esboza... una tercera teoría del compromiso en su artículo 'Las grandes lecciones culturales de la guerra española' (febrero de 1937) y en su ponencia 'La responsabilidad del escritor' (julio de 1937). En el artículo expresa que la técnica industrial funciona 'completamente de espaldas al consenso del espíritu, tipificado por el artista, el escritor o el sabio' sea en países fascistas o en los así denominados democráticos. Y, no obstante, 'las formas del pensamiento tienen su revancha': el intelectual y el escritor pueden influenciar y encausar el curso ulterior de la historia pensando y construyendo, sin esperar milagros inmediatos fulminantes de su obra. Lo que aquellos deben hacer es interpretar con fuerza y correctamente los problemas de la hora. Lo que sobre todo importa al intelectual es traducir las aspiraciones populares del modo más auténtico y directo, cuidándose menos del efecto inmediato y más de la resonancia y eficacia de la dialéctica social. El intelectual no puede evitar darse cuenta de las ignominias sociales circundantes, pero puede abstenerse de insurgir si crea una obra que lleve en su seno semillas y fermentos intrínsecamente revolucionarios. El verdadero intelectual lo es por sus gestos y por sus ideas. En su ponencia 'La responsabilidad del escritor' Vallejo contrapone el lema de Cristo 'Mi Reino no es este mundo' y al que él mismo enunciaba para el intelectual en El Arte y la Revolución: 'mi reino es de este mundo', el lema siguiente: 'Mi reino es de este mundo, pero también del otro' –o sea del espíritu y a la vez de la materia. Los escritores carecen de una conciencia de su responsabilidad, porque les falta la idea del peso de su propia acción histórica. Pero tienen una fuerza incomparable, porque cuentan con el arma más importante que es el verbo. Con él deberían protestar contra las persecuciones de los gobernantes de turno. Para los escritores revolucionarios un hombre culto es quien contribuye individual y socialmente al desarrollo de la colectividad en un tema libre, de concordia, de armonía y de justicia por el progreso común e individual. No es el hombre el que debe estar al servicio de la cultura sino la cultura al servicio del hombre"ftn169.
Es en el contexto de esta tercera teoría del compromiso vallejiana que alcanzan gran relevancia y significación estos tres pensamientos de Vallejo sobre el arte, que de algún modo cierran brillantemente su extraordinaria aventura artística y vital, y que dan cima a la cultura en el Perú y América Latina:
"El artículo [y la obra de arte: LC] que toca a las masas, es un artículo inferior. Si sólo toca a las élites, se acusa superior. Si toca a las masas y a las élites, se acusa genial, insuperable. Si Beethoven [o cualquier artista: LC] se queda en las aristocracias espirituales y permanece inaccesible a las masas, peor para él"ftn170.
"Los problemas que nos rodean se hacen cada vez más complejos y se encrespan. Menester es que cada cual de los hombres sepa lo que concretamente quiere y puede hacer para resolverlos. A mi modo de ver, todo el secreto del destino social del escritor sobre todo, está en eso: en saber a ciencia cierta lo que quiere y puede hacer. Definido este enunciado previo, lo demás viene por añadidura... 'Tú eres un escritor, por encima de todo; así, pues, escribe; obra, actúa, pero con tu pluma'"ftn171.
"En cuanto a lo político, he ido a ello por el propio peso de las cosas y no ha estado en mis manos evitarlo... pienso que la política no ha matado totalmente el que era yo antes. He cambiado, seguramente, pero soy quizás el mismo. Comparto mi vida entre la inquietud política y social y mi inquietud introspectiva y personal y mía para adentro"ftn172.
El Vallejo que no ha cambiado es el que por sobre todo ha defendido, defiende y defenderá la libertad como el valor supremo que fundamenta la vida humana moderna. Es el Vallejo que no idealiza la libertad, pues la sabe real, concreta, es el mismo que estando en la cárcel trujillana afirmaba categóricamente: "En mi celda leo de cuando en cuando; muy de breve en breve cavilo y me muerdo los codos de rabia, no precisamente por aquello del honor, sino por la privación material, completamente material de mi libertad animal"ftn173. Y el que luego de pasar por una de las aventuras creadoras más vitales, innovadoras y auténticas de nuestra modernidad simbólica, la creación de Trilce, defiende su libertad y la responsabilidad que nace de su consecución, en la famosa carta que le remite a Antenor Orrego, agradeciéndole su Prólogo, y contándole la acogida indiferente y mezquina de Trilce por parte de la crítica:
"Soy responsable de él. Asumo toda la responsabilidad de su estética. Hoy, y más que nunca quizás, siento gravitar sobre mí, una hasta ahora desconocida obligación sacratísima, de hombre y de artista: ¡La de ser libre! Si no he de ser libre hoy, no lo seré jamás. Siento que gana el arco de mi frente su más imperativa fuerza de heroicidad. Me doy en la forma más libre que puedo y ésta es mi mayor cosecha artística. ¡Dios sabe hasta dónde es cierta y verdadera mi libertad!... En este momento casi revivo todo el fragor que dio vida a Trilce y a Los heraldos negros"ftn174.
Esta misma libertad la usa para defender la relativa autonomía del arte respecto de la política: "Mientras quiera dominar en el debate un criterio extraño a las leyes sustantivas del arte, tal como el criterio político o el moral, la cuestión seguirá cada vez más oscura y confusa"ftn175; y en la política, para ayudar a construir la justicia social. Libertad que tampoco puede quedarse en el plano de lo simbólico o de lo intelectual o del deseo, pues se corre el riesgo de volver a padecer por lo que padeció nuestra modernidad latinoamericana. Raúl Bueno, citando a Aníbal Quijano, plantea esta problemática desde las vanguardias:
"(Aníbal Quijano) dijo... que la ideología de la modernización se expresó entre nosotros fragmentariamente durante los años veinte, por medio de las imágenes "crocantes" de nuestra vanguardia. Lo que sería parte de una idea más amplia, expuesta por él en su libro Modernidad, identidad y utopía en América Latina... Ahí sostiene que desde fines del siglo XVIII la modernidad en América Latina 'existirá como pura inteligencia',... es decir, como pura elaboración simbólica, y aún así será perseguida por anti-colonialista y liberal. Entonces, 'no solamente queda confinada a la subjetividad, bloqueadas sus posibilidades de ingreso a la materialidad cotidiana de la sociedad, sino también será reprimida y perseguida inclusive como subjetividad'"ftn176.
La lucha por la libertad en el arte es la misma lucha por la libertad en la sociedad; es la lucha contra los tutelajes oligárquicos, militares y clericales que aún persisten en adormecer e inmovilizar nuestra entrada plena en la dinámica incesante de la modernidad; es la convicción del poder liberador del arte, de liberar las conciencias forjando una nueva racionalidad, una nueva subjetividad, es decir, una nueva manera más humana, integral y multifacética, de entender y relacionarnos con nosotros mismos, con la sociedad y con la naturalezaftn177.
Actualizar la tercera teoría del compromiso vallejiana a las circunstancias sociales presentes es una de las tareas más relevantes de los escritores y artistas que, como muchos, entre los que me incluyo, aún persisten agónicamente en la lucha, mediante los instrumentos del pensamiento y la imaginación crítica y utópica (aunque algunos nos puedan tildar de "utópicos arcaicos", desde una supuesta ultra avanzada posmodernidad), por una sociedad más justa, bella y democrática. Porque aún tenemos fe y esperanza en una modernidad alternativa, socialista, como hizo César Vallejo, incorporando críticamente las conquistas de la modernidad occidental a lo mejor y más propio de nuestras tradiciones sociales y culturalesftn178, pues: ¡OTRO MUNDO ES POSIBLE!
(De la Tesis para optar el Título Profesional de Licenciado en Filosofía, de Lawrence Alan Carrasco Santaya "Las ideas estéticas de César Vallejo : estudio de sus textos en prosa reflexiva, desde 1915 hasta 1937", Perú 2005).
NOTA : adjunto Tesis completa del autor.
--
Luis Anamaría http://socialismoperuanoamauta.blogspot.com/
http://centenariogeorgettevallejo.blogspot.com/
http://socialismoperuano.blog.terra.com.pe/
cel 993754274
No hay comentarios.:
Publicar un comentario