(5 de mayo de 2003) (*)
Por Miguel Aragón
LA ASOCIACION INTERNACIONAL DE TRABAJADORES
A fines del año 1847, con la orientación de Marx y Engels, se reorganizó por completo la "Liga de los Justicieros". Engels explicó, como esa organización que hasta 1847 había sido conspirativa y organizada verticalmente de arriba hacia abajo, fue reorganizada democráticamente, por Marx y Engels, de abajo hacia arriba: " La Liga se organizó en forma de comunas, círculos, círculos directivos, Comité Central y congreso, denominándose a partir de entonces Liga de los Comunistas (…) En cuanto a la organización ésta era absolutamente democrática, con comités elegidos y revocables en todo momento, con lo cual se cerraba la puerta a todas las veleidades conspirativas que exigen siempre un régimen de dictadura, y la Liga se convertía –por lo menos para los tiempos normales de paz—en una sociedad exclusivamente de propaganda" (F. Engels, Contribución a la historia de la Liga de los Comunistas)
La Liga de los Comunistas, recién reorganizada en 1847, desempeñó un papel dirigente muy importante en las revoluciones de 1848 y 1849 que estremecieron Francia y otros países europeos. Esa fue la primera revolución en la historia, en la cual abiertamente se enfrentó el proletariado contra la burguesía en el poder. El proletariado fue derrotado en ese primer combate; pero, por primera vez estuvo en capacidad de difundir su propio programa de cambio social, independientemente de la burguesía; y, lo más importante, por primera vez conoció la potencia de su propia fuerza, cuando actúa organizadamente.
Concluida la oleada revolucionaria, que había estremecido el continente europeo durante los años 1848 y 1849, Marx y Engels orientaron al proletariado revolucionario para realizar un repliegue ordenado de sus filas, e iniciaron la preparación para la nueva oleada revolucionaria, que necesariamente tendría que venir después de algunos años. Engels explica que "desde el momento en que cesaron las causas que habían hecho necesaria una Liga secreta, perdió también ésta su significación. Y a quienes menos podía sorprender tal cosa, era precisamente a los que acababan de despojar a esta Liga secreta del último vestigio de su carácter conspirativo"(Engels, Contribución a la historia de la Liga de los Comunistas).
A propuesta de Marx y Engels, la Liga de los Comunistas fue autodisuelta, de manera consciente y voluntaria, en noviembre de 1852. Esa forma de organización superior del proletariado, había sido necesaria durante cinco años, desde 1847 hasta 1852, período en el cual ellos militaron disciplinadamente, junto con numerosos socialistas consecuentes. Pero, en 1852 ya no era necesaria, y por eso fue autodisuelta, porque ya había cumplido su misión histórica. Marx, Engels, y muchos otros socialistas continuaron, por varios años, su trabajo de investigación teórica, de propaganda y agitación política, directamente en las organizaciones sociales de los trabajadores, es decir en las organizaciones de masas; hasta que se dieran las condiciones necesarias para plantearse nuevamente otra forma de organización.
Esa gran experiencia, de la corta pero fructífera gestión de la Liga de los Comunistas, nos demuestra la validez de la gran conclusión de José Carlos Mariátegui, quien en 1918 planteó que "Los partidos no son eternos. Responden a una necesidad o una aspiración transitoria como todas las necesidades y aspiraciones. Una vez que desaparece el motivo de su existencia desaparece su fuerza". ("Nuestra Epoca", Nº 2)
Si analizamos la situación actual del movimiento socialista peruano, ¿acaso no se comprueba que los partidos políticos de orientación socialista que se constituyeron al comenzar la década de 1970, no han agotado ya sus posibilidades de desarrollo y que tienen que optar por autodisolverse consciente y voluntariamente, continuando la lucha social bajo otras formas; o por el contrario, extinguirse inconscientemente, en medio de disputas y acusaciones personales, renegando por completo de la lucha social?
Desde la autodisolución de la Liga de los Comunistas, hasta la nueva reanimación del movimiento proletario europeo, transcurrieron poco más de diez años, y nuevamente se planteó la necesidad de una nueva forma de organización. Engels explicó que: "Cuando la clase obrera europea hubo recuperado las fuerzas suficientes para emprender un nuevo ataque contra el poderío de las clases dominantes, surgió, en 1864, la Asociación Internacional de Trabajadores. Esta tenía por objeto reunir en un inmenso ejército único a toda la clase obrera combativa de Europa y América. No podía pues, partir de los principios expuestos en el Manifiesto. Debía tener un programa que no cerrara la puerta a las tradeuniones inglesas, a los proudonianos franceses, belgas, italianos y españoles, y a los lasalleanos alemanes. Este programa –el preámbulo de los estatutos de la Internacional —fue redactado por Marx con una maestría que fue reconocida hasta por Bakunin y por los anarquistas. Para el triunfo definitivo de las tesis expuestas en el Manifiesto, Marx confiaba tan sólo en el desarrollo intelectual de la clase obrera, que debía resultar inevitablemente de la acción conjunta y de la discusión" (Engels, Prefacio a la edición alemana del Manifiesto Comunista de 1890)
La "Asociación Internacional de Trabajadores" no fue una organización partidaria, sino una organización de frente unido de los trabajadores, que desempeñó un papel fundamental en la desarticulación de las numerosas sectas socialistas que existían en la década de 1860 en Europa. Con la orientación de Marx y Engels, que promovían "la acción conjunta y la discusión", todas esas sectas fueron autodisolviéndose, y el proletariado revolucionario reivindicó una forma superior de organización, constituyendo grandes partidos de masas. Al comenzar la siguiente década, la década de 1870, del seno de la Asociación Internacional de Trabajadores, es decir de esa gran organización de frente unido, surgieron los Partidos Socialistas del proletariado europeo, partidos proletarios de masas que contaban con la colaboración y sincera orientación personal de los grandes maestros.
La "Asociación Internacional de Trabajadores", organizada y dirigida por Marx y Engels, al igual que la "Liga de los Comunistas", tampoco fue una organización eterna. Esa asociación agrupó a la vanguardia del proletariado entre 1864 y 1873. Después de diez años de intenso combate contra las fuerzas de la burguesía, sembrando gérmenes de renovación y difundiendo ideas clasistas, agrupando al proletariado en una sola fuerza en cada país, en el año 1874 dio por concluida su función, y a propuesta de Marx y Engels, también fue autodisuelta.
Si estudiamos la situación actual de los partidos del movimiento socialista peruano que se constituyeron en la década de 1970, en todos sus matices ¿acaso, no podemos constatar que han devenido en sectas socialistas, que han agotado ya su función histórica? ¿Acaso la nueva generación de socialistas peruanos no tiene la responsabilidad de fortalecer el frente unido de los trabajadores peruanos, como una sola fuerza para luchar por sus reivindicaciones inmediatas? ¿Acaso la nueva generación de socialistas peruanos no tiene por delante, a mediano plazo, la reivindicación del Partido Socialista del Perú, fundado hace 75 años por la primera generación de socialistas peruanos dirigidos por José Carlos Mariátegui , como un gran partido de masas y de ideas?
Yo creo que sí. Esa es la tarea de la nueva generación, esa es la tarea central de la cuarta generación del movimiento socialista peruano, es decir fortalecer el frente único proletario, el frente único de los trabajadores, el frente unido del pueblo peruano. Hoy por hoy, esa, y precisamente esa, y no otra, es la tarea central, tarea que tiene toda persona que se considere sinceramente renovadora y aspire al cambio social
Los socialistas peruanos tenemos la tarea de fortalecer el frente unido de los trabajadores, fortalecer el frente unido del pueblo peruano, promover "la acción conjunta y la discusión", para superar, de esta manera, esta etapa de temporal predominio de las sectas socialistas, minúsculas sectas con reducida influencia efectiva entre las masas, que pretenden irogarse, cada cual más pedante que la otra, la representatividad efectiva de la clase, cuando, en los hechos, solo representan el minúsculo egoísmo de sus anacrónicos propugnadores. (Continuará)
(*) Segunda parte de la versión ampliada de la conferencia de Miguel Aragón en el Auditorio de la Facultad de Derecho de la UNMSM , del 05 de mayo de 2003, con motivo del 185º Aniversario del Nacimiento de Carlos Marx, en el homenaje organizado por el "Movimiento Integración Estudiantil"
Reenviado el 03 de marzo de 2009.
COMENTARIO ADICIONAL.-
El estilo de trabajo en la tarea actual del "fortalecimiento del frente unido," es diferente al estilo de trabajo en la tarea de "reivindicación del partido del proletariado peruano", tarea que sigue pendiente.
El estilo de trabajo que emplearon Marx y Engels en la AIT (Asociación Internacional de Trabajadores), gran organización de frente unido de los trabajadores europeos y norteamericanos, fue "la acción conjunta y la discusión", estilo válido para el trabajo del frente unido. Es decir la acción conjunta precede a la discusión, y hay que entender que, sin acción conjunta no hay cabida a la discusión.
Este estilo, no hay que confundirlo con el estilo inverso, de "discusión y acción conjunta" que es necesario y válido, pero para el trabajo partidario, estilo que en las palabras de Lenin se transforma en "antes de unificarse y para unificarse es necesario empezar por deslindar los campos de un modo resuelto y definido". Es decir, en este segundo caso, el deslinde (o discusión) precede a la unificación. Consideramos que "el periodo actual no es propio para la organización socialista", por lo tanto no es el momento para poner este estilo de trabajo en primer plano. Más adelante llegará su momento, y no tenemos porque desesperar.
Quien pretenda condicionar la necesaria y urgente unidad en el frente en la actualidad, al deslinde previo, cae clamorosamente en el sectarismo más estrecho. Por nuestra parte, estamos dispuestos a participar de la manera más amplia en la discusión de ideas teóricas y propuestas políticas con todos los activistas que participen directa y efectivamente en la acción conjunta. Con los otros, que se resisten y se mantienen alejados de la acción conjunta, no nos interesa perder el tiempo en debates intrascendentes desvinculados de la acción.
Miguel Aragón
03 de marzo de 2009
No hay comentarios.:
Publicar un comentario