A pocos días para la consulta popular de revocatoria, LaRepublica.pe conversó con el sociólogo, historiador y columnista de este diario, Nelson Manrique.
Rider Bendezú
@RiderBendezu
@RiderBendezu
¿Está a favor o en contra del proceso de revocatoria a la autoridad edil?
Estoy en contra de la revocatoria, estoy por la continuidad de Susana Villarán, porque le dejen gobernar y llevar adelante la iniciativa que ha puesto en marcha.
¿Qué tan peligrosa sería la revocatoria para ciudad?
Sería un desastre.
¿En qué sentido?
En lo inmediato, son 30 millones de nuevos soles de gastos, PPK calcula que esto va a llegar a 500 millones de nuevos soles, pero además supone la paralización de una serie de proyectas. Todo para volver a elegir un alcalde en un año.
Además de Marco Tulio Gutiérrez y su comité, ¿quiénes están detrás de esta iniciativa?
Las cabezas fundamentales son Luis Castañeda Lossio y Alan García Pérez.
¿Qué papel juega Alan García?
Esta es una revocatoria impulsada por un conjunto de impresentables, ese es el hecho fundamental por la que esto no tiene una cabeza. Alan García, que destruyó el país, hay que recordarlo, 2,275 % de inflación en cinco años, la segunda hiperinflación de la historia de la humanidad, solo superada por la alemana de los años 20, una corrupción que lo llevó a ampararse en la prescripción e los delitos de los que había sido acusado y, ahora, venir a acusar a Susana Villarán de inútil y corrupta, por favor. Luis Castañeda Lossio, que tiene mucho que explicar por Comunicore, con qué cara va a aparecer.
¿Le sorprendió el anuncio de apoyo del APRA al ‘Sí’ a la revocatoria?
Nada me sorprende de Alan García. Alan García no milita en el APRA, sino el APRA milita en Alan García. Quien decide es Alan García y sus cálculos están basados especialmente en sus objetivos personales, y tratar de ser elegido en el año 2016.
¿Cuál es el beneficio para Luis Castañeda?
En primer lugar, salir de la investigación entablada sobre Comunicore. Además, hay un bocadillo muy apetitoso, hay 3 mil millones de dólares en inversiones que están en marcha. Si las encuestas lo señalan como el más posible ganador en las próximas elecciones, ¿por qué no esperar a que Susana Villarán cumpla sus cuatro años? Creo que un factor muy importante son los negociados que piensan los revocadores que pueden hacer. Ese es un factor importante para entender la urgencia de ellos.
¿Marco Tulio Gutiérrez es una especie de cascarón?
Le sacaron ese video en el que atacaba con un enorme entusiasmo a Castañeda hace un par de años por corrupción. ¿Qué se puede esperar de un personaje así? Ya es sindicado como un negociante que promueve revocatorias no solo en Lima, sino en distintos lugares del país. Esto ha generado una especie de industria en torno a la revocatoria. También Aurelio Pastor ha aparecido, con grabación y todo, moviéndose en algo que da que pensar seriamente sobre tráfico de influencias, moviéndose en torno a temas de revocatoria, hay algo profundamente perverso en esta norma que tiene que ser encarado.
Estamos a días para la consulta popular, los resultados de las encuestas muestran que hay una brecha de ocho a diez puntos, ¿le alcanzará a Susana Villarán?
Depende lo que se haga en estas dos semanas. Creo que la tarea fundamental es centrarse en los sectores D y E, que son donde el ‘Sí’ tiene el mayor respaldo. El respaldo en los sectores A, B y C está básicamente consolidado y lo que va a decidir esta votación es qué se hace en los sectores D y E, y es allí donde tiene que centrarse la campaña, es allí donde tiene que estar Susana Villarán, es allí donde tiene que desarrollar un trabajo incansable de comunicación y explicación de las obras e iniciativa, de por qué esto debe continuar.
Como parte de ese trabajo de comunicación, ¿Susana Villarán no debería participar en el debate con los revocadores?
Con Castañeda Lossio, pero dudo mucho que quiera participar. Francamente, sentiría que es un desperdicio de tiempo discutir con Marco Tulio Gutiérrez.
Pero un escenario entre Marco Tulio Gutiérrez por un lado y Susana Villarán por otro, ¿no le beneficiaría a la alcaldesa en busca de ese voto que permanece indeciso?
En el país, dos semanas es mucho tiempo y esa decisión se tiene que tomar sobre la marcha, según cómo van evolucionando los acontecimientos. Esto puede cambiar gramáticamente en uno o dos días y parte del arte de la política es dar la respuesta oportuna en el momento oportuno.
Más allá del apoyo al ‘Sí’ o al ‘No’, ¿cómo evalúa la participación de partidos políticos en la campaña?
Creo que eso es interesante en términos de que muestra cómo esto no puede ser reductible a una confrontación ideológica como lo plantea esta semana el señor Vásquez Kunze, que ve en esto un enfrentamiento metafísico contra el comunismo, una cruzada de occidente cristiano contra los ateos marxistas, salvo que él piense que son ateos marxistas los de laConfiep, PPK, Susana de la Puente o Raúl Diez Canseco. ¿Por qué respaldan? ¿Por qué Susana es marxista? No, sino porque ha seguido una política de promoción de las inversiones privada. Es interesante porque en el otro extremo el fujimorismo decida abstenerse. Por eso yo digo que no son fronteras ideológicas lo que permite entender esto. Respalda a Susana la izquierda, pero también apoyan sectores que tradicionalmente están enfrentados a la izquierda, como los que he mencionado, o Acción Popular, el PPC, Lourdes Flores, etcétera. Esta es una coalición más amplia, mas allá de lo ideológico, creo que tiene como objetivo la defensa de la institucionalidad democrática.
Gana Perú, como partido de Gobierno, se ha situado neutralmente, ¿es correcta esta posición?
Creo que lo hacen calculando en función de sus propios intereses. El APRA se ha metido de pies y manos en función de los intereses de Alan García para el 2016. Creo que un cálculo semejante se produce en Gana Perú y en Perú Posible, con resultados distintos en todos, pero con un mismo fondo de evaluación que es qué nos conviene en función del 2016.
Roque Benavides ha dicho que la Confiep no debió apoyar la continuidad de Villarán, ¿por qué asume ese enfoque?
Creo que la incomodidad de Roque Benavides con la Confiep es correspondida recíprocamente. La Confiep tampoco ha estado muy contenta con los manejos de Roque Benavides con relación a la minería en Cajamarca. Amores correspondidos, en buena hora.
Regidores de Fuerza Social señalan como único error la comunicación en la gestión, ¿es así?
Si fuese solo cuestión de comunicación, uno arma una unidad de comunicación, contrata a los técnicos y el problema está solucionado. Creo que el problema es mucho más amplio y tiene que ver con el aislamiento político que se construyó a sí misma Fuerza Social. Susana Villarán y Fuerza Social no hubiesen llegado a la alcaldía de Lima, si no fuese por la constitución de una amplia coalición que la respaldó para llegar. Pero llegando al gobierno, ella lo primer que hizo fue romper esa coalición que le daba sustento, porque pensó que tenía un apoyo que era suyo y que podía construir su propio aparato, su grupo parlamentario propio, perdió soga y cabra. No solo el candidato que levantaron, Rodríguez Cuadros, llegó a 0.1 % de respaldo, tuvieron que retirarlo, sino que no sacaron ningún parlamentario y perdieron su inscripción como partido. Entonces, Susana Villarán llega al poder con un partido minúsculo que no tiene implantación social, con un grupo de técnicos que no tiene experiencia política, eso es más que evidente, en la orfandad completa, sin un solo municipalidad distrital. Si hubiese sido solo comunicación, no estaríamos en esto.
¿Crees que Susana Villarán es ingenua políticamente?
Lo que ha mostrado es eso, se creyó lo que la derecha vendía en ese momento y era que Susana Villarán iba a cubrir el espacio de una izquierda moderna, que en buena cuenta creo que era la izquierda que la derecha quiere. Descubrió en el camino que no hay base social para eso, la derecha no quiere ninguna izquierda, ni moderna ni atrasada. Romper con la izquierda la dejó en el aislamiento.
Susana Villarán afirmó que le afectaba que una parte de la población, con la que se identificaba ella, haya sido convencida por los revocadores, ¿por qué se da esto?
Primero, porque con buena intención pusieron énfasis en el tratamiento de problemas estratégicos. Sin duda, es meritorio atacar los problemas fundamentales a largo plazo de Lima como es el transporte y la comercialización de alimentos. Pero no se ha atendió con la misma premura los problemas urgentes, es decir, centrarse en lo importante desatendiendo lo urgente creo que lleva a este desencanto de estos sectores que debieron ser la base social de la Municipalidad de Lima. Hay que añadir a esto la campaña montada por los revocadores, estoy pensando en Marco Tulio, estoy pensando en Mulder, de apelar al racismo como un argumento político, el enfrentamiento de los blanquitos, de la pituca contra nosotros que somos cholos, que porque tenemos piel cobriza tenemos mayor predicamento. Eso es apelar a lo más atrasado de la cultura política de los ciudadanos, es alimentar una posición profundamente autoritaria, racista, que no ayuda a construir democracia y creo que Susana Villarán también ha sido víctima de esto.
¿Existe la suerte en la política?
Sí, por supuesto que existe. Pero no todo se puede explicar por suerte.
¿Susana Villarán ha tenido mala suerte?
Hay cosas en que es ‘píña’. Estoy pensando en la ola, en lo del rio, el túnel, ahora el puente. Pero la buena suerte uno tiene que ayudarla, es decir, la mala suerte puede ser compensada y la buena suerte puede ser mejor aprovechada, si es que uno es capaz de situarse en su momento. Como decía, parte del arte de la política es la respuesta oportuna en el momento oportuno.
Si Susana Villarán no es revocada, de algún modo, quedaría el jalón de orejas por parte de la población.
Así es.
¿Qué vendría?
Eso supone una profunda revisión de lo que se ha hecho y correctivos a los errores encontrados. Es parte de la responsabilidad de la población, medios de comunicación y analistas, señalar esos errores e insistir en que sean corregidos como deben ser.
Y si triunfa el ‘Sí’, ¿qué pasaría?
Sería una pérdida de tiempo muy grande para Lima, sería un perjuicio económico muy grande y sería un retroceso dentro de la lucha por la institucionalidad. Para Lima sería volver a los proyectos de corto plazo, gobernar con las encuestas, cubrir con cemento y volver a los negociados, volver al manejo poco transparente, al manejos en función de intereses de grupos o personales y no en función de los intereses de los ciudadanos.
¿Quiénes triunfarían con el ‘Sí’?
En primer lugar, los revocadores. El que menos va a ganar dentro de todo esto es el APRA, gane o pierda, el APRA sale mal parado de este proceso, porque no se han atrevido a dar la cara, han mandado a Mauricio Mulder a incinerarse, lo cual es parte del estilo de Alan García, piénsese en los que eran los dirigentes apristas que tenían pretensiones presidenciales cuando Alan García llega al poder por segunda vez, Mercedes Cabanillas, Luis Alva Castro, Jorge del Castillo, el Ejecutivo sirvió para incinerarlo, y, quizás, el incinerado de esto es Mulder, esto refuerza esa relación por la cual el APRA depende cada vez más de Alan García, el APRA no es nada sin Alan García, creo que es lo que Alan García busca construir permanentemente.
¿Lima perdería una buena alcaldesa?
Yo creo que sí, esa es una cosa extraordinaria, se han hecho una serie de análisis (…) mostrando el nivel de desempeño de los alcaldes en los dos primeros años, Susana Villarán está por encima de la mayoría, pero, aparentemente, eso no es suficiente para un sector de la ciudadanía que está decidida a votar por la revocatoria.
¿Cómo la imaginas a Susana Villarán el 18 de marzo?
Espero que serena, sea cual sea el resultado. Creo que va a ganar el ‘No’, pero, si eso no sucede, creo que Susana estará entera sabiendo que hizo su mejor esfuerzo.
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