Javier Diez Canseco;

Javier Diez Canseco
Todo indica que Alan García parecerá más desnudo que Leysi Suárez sobre la bandera patria este 28 de Julio, cuando en su discurso ante el Congreso evidencie la ausencia de respuestas a las demandas de cambio de rumbo que formula –cada vez más sonora y masivamente– el país. Su coreografía no será la mejor, pero será muy auténtica. Lo recibirá, como presidente del "primer poder del Estado", su compañerísimo Velásquez Quesquén, aprovechado discípulo que garantizó los votos necesarios con un "todo vale". Allí estará, hijo del amarre del APRA con tránsfugas de UPP, desertores de Solidaridad y arreglos con Torres Caro, Espinoza y los fujimoristas. A su derecha estará, como primer vicepresidente, Aguinaga, el médico de cabecera del reo procesado.
A 24 meses de gestión, a pesar del crecimiento económico de 10% anual, solo 21 de cada 100 peruanos aprueban al gobierno (18% entre los más pobres según Apoyo y 15% según la PUCP). Más de 3 de cada 4 mujeres lo desaprueban, pues viven el mercado de cada día. Un 73% de limeños (PUCP) dice que gobierna pensando en los dueños de las grandes empresas; casi 60% dice que favorece las empresas extranjeras. Un 54% de limeños (muchos más en provincias) exigen mayor presencia estatal en el manejo de la economía y de nuestros recursos naturales. Y su credibilidad está en el piso: 77% y 85% de los limeños desconfían del Gobierno y su Congreso.
Aunque se "pula", a García casi nadie le cree. Su compañía no lo ayuda, ni en el Congreso ni en el gabinete. Poner a un ex asesor del fujimorista Boloña (el responsable de despidos masivos, las AFP y las privatizaciones a precio de huevo) como Valdivieso en el MEF, es peor de lo mismo. Si, además, va a dedicarse –como le aconseja su heredero Del Castillo– a "explicar" los beneficios laborales que ha dado a los peruanos con los recortes hechos en la Ley Mype, y a reiterar lo bien que nos va y lo excelente que es su política económica, saldrá del hemiciclo más calato que Leysi, pero sin sus atributos.
La gente espera cambios y García se enterca en un gabinete desgastado y en una política que hace más ricos a los ricos y más pobres a los pobres. A pesar del crecimiento económico, este sólo beneficia a grandes empresas extranjeras, sus testas y su entorno. La gente demanda frenar el alza del costo de vida y García insiste en que no es su culpa, que todo se debe al mercado mundial. Oculta que su política monetaria y fiscal viene empujando el alza del costo de vida y se niega a evitar un recalentamiento económico y una política que incentiva el consumo de ciertos sectores privilegiados a costa de una inflación creciente y de promover un irresponsable crecimiento de importaciones en lugar de incentivar el mercado nacional y aumentar los sueldos y salarios de los trabajadores, para generar empleo y defender sus ingresos socavados por la inflación. Quien pomposamente anunció, meses atrás, que la pobreza había caído 6%, debería anunciar este 28 que la inflación que promueve su irresponsable manejo económico ya recuperó el 6% de pobres que se había reducido y que los sueldos y salarios siguen deteriorándose mientras las ganancias empresariales y la productividad crecen.
El cachorro mimado de los grandes mineros y extractores de nuestras materias primas debería explicar cómo perdemos miles de millones de soles anuales por los beneficios tributarios y fiscales a las transnacionales, por no aplicar la ley de regalías que deberían pagar las mineras ni el impuesto a las sobreganancias que ofreció en campaña y no cumple. ¡Que explique por qué se niega a redistribuir la riqueza que se genera en el país entre los que más necesidades tienen! ¿Por qué no hay reforma tributaria para que paguen más los que ganan más y podamos invertir más en educación, en salud, el agro y la micro y pequeña empresa? Debería anunciar el cese de la pretensión de arrasar con nuestras comunidades campesinas y nativas a favor de las transnacionales.
Supuesto hijo de Víctor Raúl y del símbolo que lleva el perfil de AL, debería explicar por qué saboteamos la unidad y no tenemos acuerdos con Venezuela –como Centroamérica y el Caribe tienen– para comprar petróleo más barato, pagando sólo el 40% del precio y el resto a largo plazo, para así frenar el alza de combustibles que golpea a todos. Y por qué, en cambio, persigue fantasmas bolivarianos como Roque Gonzales y los grupos de Amistad con Venezuela o Cuba. ¿Por qué obstaculiza y difama programas sociales como la Operación Milagro para atender los problemas de la vista de miles de peruanos que ya se han beneficiado, mientras permite el ingreso de tropas norteamericanas, armadas, a Ayacucho, con la excusa de labores sociales? ¿Podrá sincerarse sobre su amorío con los capitales chilenos pinochetistas mientras deja a su suerte nuestra soberanía nacional?
Estos son los colores patrios que hay que defender este 28, no lo que pretende un estúpido juicio a una vedette que posa desnuda con la bicolor. Nada más agraviante al país que la desnudez de la política antinacional y antipopular que sufrimos, soportando una inflación creciente y un magro empleo, mientras nuestros recursos y riquezas naturales enriquecen a otros.