'AÑO DEL 80 ANIVERSARIO DE LA CREACIÓN HEROICA DE JOSE CARLOS MARIATEGUI'
Un Tema de Actualidad
EL MILITARISMO COMO CAMPO
DE ACUMULACIÓN DEL CAPITAL
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Elmilitarismo ejerce en la historia del capital una función perfectamentedeterm inada. Acompaña los pasos de la acumulación en todas sus faseshistóricas. En el período de la llamada "acumulación primitiva", esto es, enlos comienzos del capital europeo, el militarismo desempeña un papel positivoen la conquista del Nuevo Mundo y de la India. Asimismo, más tarde, en laconquista de las colonias modernas, en la destrucción de las corporacionessocial es de las sociedades primitivas y en la apropiación de sus medios deproducción, en la imposición forzosa del comercio de mercancías en países cuyaestructura social es un obstáculo para la economía de mercado, en la proletarizació nviolenta de los indígenas y la imposición del trabajo asalariado en lascolonias, en la formación y extensión de esferas de intereses del capitaleuropeo en territorios no europeos, en la implantación forzosa de ferrocarrilesen países atrasados y en la ejecución de los créditos del capital europeoprovenientes de créditos internacionales. Finalmente, como medio de la lucha delos países capitalistas entre sí, por la conquista de territorios decivilizació n no capitalista.
Hayque agregar a esto, todavía, otra importante función. El militarismo estambién, en lo puramente económico, para el capitalista, un medio de primerorden para la realización de la plusvalía, esto es, un campo de acumulación.
Alestudiar la cuestión de a quién podría considerarse como adquiriente de lasmasa de productos en que está incorporada la plusvalía capitalista, no hemosaceptado repetidas veces ni al Estado ni a sus servidores en la categoría deconsumidores. Como representantes de fuentes derivadas de la renta, los hemoscolocado en la misma categoría de usufructuarios de la plusvalía (o en partedel salario), a la que pertenecen también los representantes de las profesionesliberale s y todos los parásitos de la actual sociedad (rey, cura, profesor,prostituta , soldado). Pero esto sólo resuelve la cuestión, bajo doscondiciones. En primer lugar, si, como en el esquema marxista de lareproducció n, reconocemos que el Estado no posee más fuentes de impuestos quela plusvalía capitalista y el salario del obrero capitalista. Y en segundolugar, si sólo consideramos como consumidores al Estado y sus instituciones. Los consumos del salario de los funcionarios del Estado (y los mismo del"soldado"), significan desplazamientos parciales del consumo de la clase obreraal séquito de la clase capitalista -en cuanto sean pagados con recursos de lostrabajadores.
Supongamospor un momento que todo el rendimiento sacado en contribuciones indirectas alobrero, que representa una merma en su consumo, se aplicase a pagar sueldos alos funcionarios del Estado y a aprovisionar al ejército permanente. En talcaso, no se producirá desplazamiento alguno en la reproduccion del capitalsocial total. El capírtulo de los medios de subsistencia y, en consecuencia, delos medios de producción, se mantienen inalterados , pues no ha habidomodificació n alguna, ni en cuanto al género ni en cuanto a la cantidad en lademanda social total. Lo único que se ha modificado es la relación de valorentre v, en su calidad de mercancías de trabajo, y laproducción del capítulo II, esto es, la producción de los medios desubsistencia. ¿Qué acontece con el sobrante de los productos del capítulo IIque aquí surge? En vez de ir a lasmanos de los obreros va a parar a los funcionarios públicos y al ejército. Envez del consumo de los trabajadores viene a la misma escala el consumo de losórganos del Estado capitalista. Por consiguiente, si se mantienen iguales lascondiciones de reproducción, sobrevendrá una alteración en la distribución delproducto total: una parte del producto del capítulo II, destinado al consumo dela clase obrera, a v, se atribuye en lo sucesivo al consumo delséquito de la clase capitalista. Desde el punto de vista de la reproducciónsocial, este desplazamiento tiene el mismo resultado que si de antemano laplusvalía fuese mayor por el importe de que se trate, y este incremento seatribuye a la parte de la plusvalía destinada al consumo de la clasecapitalista y su séquito.
Portanto, al exprimir a la clase obrera por el mecanismo de los impuestos indirectospara mantener con su producto a los sostenes de la maquinaria estatalcapitalista es, en suma, aumentar la plusvalía y la parte consumida de laplusvalía; sólo que esta división complementaria entre plusvalía y capitalvariable tiene lugar postfestum, después de realizado elcambio entre capital y fuerza de trabajo. Si tenemos que encontrarnos, pues,con un incremento ulterior de la plusvalía consumida, este consumo del órganodel Estado capitalista -aunque acontezca a costa de la clase obrera- no tieneimportancia como medio para la realización de la plusvalía capitalista. A lainversa, puede decirse: si la clase obrera no soportase en su mayor parte loscostos del mantenimiento de los funcionarios del Estado y del ejército,tendrí an que soportarlos los capitalistas en su totalidad. Tendrían quedestinar una parte correspondiente de la plusvalía al mantenimiento de estosórganos del régimen de clase, haciéndolo, bien a costa del propio consumo quetendrían que limitar proporcionalmente, o bien, lo que sería más verosímil, acosta de la parte de la plusvalía destinada a capitalizació n. Podríancapitalizar menos, porque tendrían que destinar más, directamente, al sustentode su propia clase. El desplazamiento de la mayor parte de los gastos de sostenimientoa la clase trabajadora (y a los representantes de la producción simple demercancías: campesinos, artesanos), permite a los capitalistas dejar libre unaparte mayor de la plusvalía para la capitalizació n. Pero no crea, en modoalguno, de momento, la posibilidad de esta capitalizació n, es decir, no crea ningún mercado nuevo para elaborar,con esta plusvalía liberada, nuevas mercancías y poder realizarlas. Otra cosaacontece cuando los recursos concentrados en manos del Estado por el sistemaproductivo se destinan a la producción de elementos de guerra.
Sobrela base de la imposición indirecta y las aduanas elevadas, los gastos delmilitarismo se sufragan en su mayor parte por la clase obrera y los campesinos.Hay que considerar por separado las cuotas tributarias de ambos. Por lo quetoca a la clase obrera, económicamente el negocio equivale a lo siguiente:suponiend o que no se verifique una baja de salarios hasta equilibrar elencarecimiento de las subsistencias -lo que actualmente es exacto para la granmasa de la clase obrera y especialmente para la minoría organizada ensindicatos presionados por loscartels y asociacionespatrona les-, la tributación indirecta significa el desplazamiento de una partedel poder de compra de la clase obrera al Estado. El capital variable, comocapital monetario de una determinada magnitud, sirve, antes como después, paraponer en movimiento la cantidad correspondiente de trabajo vivo, esto es, parautilizar, para fines de producción, el capital constante correspondiente yproducir su cantidad de plusvalía. Una vez que se ha verificado estacirculació n del capital, sobreviene una división entre la clase obrera y elEstado: una parte de la cantidad de dinero adquirida por los obreros a cambiode su trabajo pasa a poder del Estado. Mientras todo el capital variableinvertido es tomado, en su forma material, como fuerza de trabajo por elcapital, de la forma monetaria del capital variable sólo queda una parte enpoder de la clase obrera, yendo la otra parte a parar a manos del Estado. Latransición se verifica siempre después de realizada la circulación de capitalentre capital y trabajo, por decirlo así, a espalda del capital. Este momentofundamental de la circulación del capital no afecta en nada, inmediatamente, ala plusvalía. Pero sí afecta a las condiciones y a la producción del capitaltotal. El desplazamiento de una parte del poder de compra de la clase obrera alEstado, significa que la participación de la clase obrera en el consumo de lassubsistencias ha decrecido en la misma proporción. Para el capital total, estoequivale al hecho de que, siendo iguales la magnitud del capital variable (comocapital monetario y como fuerza de trabajo) y la cantidad de plusvalíaapropiada, tiene que producirse una cantidad menor de medios de subsistenciapara el mantenimiento de la clase obrera. Así da, de hecho, un libramientocontra una parte más pequeña del producto total. (págs 352 355)
Rosa Luxemburgo, LaAcumulación del Capital,1912. Editorial Grijalbo, S.A. México, 1967.
455págs. 14 x 21 cms.
La Acumulación del Capital: nos muestra a su autora en su reciapersonalidad, en su capacidad nada común, en su erudición y en su rigordialéctico. (Editorial)
25.06.08
Ragarro
EL MILITARISMO COMO CAMPO
DE ACUMULACIÓN DEL CAPITAL
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Resultade aquí que, en adelante, en la reproducción del capital total se producirá unacantidad menor de medios de subsistencia correspondiente a la magnitud delvalor del capital variable, puesto que se ha modificado la relación de valorentre el capital variable y la masa de medios de subsistencia en que serealiza; la cuantía de la imposición directa se manifiesta en la elevación deprecios de las subsistencias, mientras la expresión monetaria de la fuerza detrabajo se mantiene fija, conforme a nuestro supuesto, o no se modifica enproporción a la elevación de los precios de las subsistencias.
Ahorabien, ¿en qué dirección se verificará el desplazamiento de las proporcionesmateria les de la producción? Por ladisminución relativa de la cantidad de medios de subsistencia necesarios parala renovación de la fuerza de trabajo, queda libre una cantidad correspondientede capital y trabajo vivo. Este capital constante y este capital vivo puedendedicarse a otra producción si ésta halla en la sociedad una nueva demanda concapacidad de compra. Pero esta nueva demanda está representada ahora por elEstado, con la parte del poder de compra de la clase obrera de la que se haapropiado merced a la legislación tributaria. Pero la demanda del Estado no sedirige, esta vez, a los medios de subsistencia (prescindimos aquí, después delo dicho anteriormente, acerca de las "terceras personas", de la demanda demedios de subsistencia para el sostenimiento de los funcionarios del Estado,cubierta igualmente con el importe de los impuestos), sino a un género deproductos específicos. Es una demanda de elementos terrestres y marítimos deguerra.
Paradarnos mejor cuenta de los desplazamientos que así resultan en la reproducciónsocial, tomemos, una vez más como ejemplo, el segundo esquema marxista de laacumulación.
I 5.000 c + 1.000 v + 1.000 m = 7.000medios de producción
II 1.430 c + 285 v + 285 m = 2.000 mediosde consumo
Supongamosque por las contribuciones indirectas y el encarecimiento producido por ellasen las subsistencias, el salario real, es decir, el consumo de la clase obreraen conjunto, disminuyese por valor de 100. Por tanto, los obreros siguenpercibiendo como antes 1.000 v + 285 v = 1285 v en dinero, pero a cambio deeste dinero sólo obtienen medios de subsistencia por valor de 1.185. La suma de100, que equivale al precio de las subsistencias, va a parar en concepto deimpuestos al Estado. Éste dispone, además, del producto de los impuestos a loscampesinos, etc., para los armamentos militares, de otros 150, en total 250.Estos 250 constituyen una demanda, y una demanda de elementos de guerra. Demomento, sólo nos interesan los 100 que proceden de salarios. Para satisfacer estademanda de elementos de guerra por valor de 100, surge en la rama de produccióncorrespond iente, según una composición orgánica igual, es decir, media -como seacepta en el esquema de Marx- un capital constante de 71,5, y uno variable de14,25:
71,5c + 14,25 v + 14,25 m = 100 (elementos de guerra)
Paralas necesidades de esta rama de producción habrían de elaborarse, además,medios de producción por el importe de 71,5, y medios de subsistencia por elimporte de unos 13 (correspondiendo a la disminución que rige también para elsalario real de estos obreros, aproximadamente, en 1/13)
Aesto cabe replicar que la ganancia que quedaría para el capital en esta nuevaampliació n del mercado no es más que aparente, pues la disminución del consumoefectivo de la clase obrera tendrá como consecuencia inevitable la limitaciónde la producción de medios de subsistencia. Esta limitación se expresará en elcapítulo II en la siguiente proporción:
71,5c + 14,25 v + 14,25 m = 100
Paralelamente, el capítulo de medios de producción habrá delimitar asimismo su volumen, de modo que, a consecuencia de la disminución delconsumo de los obreros, ambos capítulos ofrecerán las siguientes proporciones:
I 4.949 c + 989,75 v + 989,75 m =6.928,5
II1.358,5 c + 270,75 v + 270,75 m = 1.900
Si ahora los mismos 100 hacen surgir porintermedio del Estado una producción de elementos de guerra del mismo valor yvivifican así también la producción de medios de producción, parece, a primeravista, que sólo se ha verificado una alteración exterior en la forma de laproducción social: en vez de una cantidad de medios de subsistencia se produceuna cantidad de elementos de guerra. El capital no ha hecho más que ganar conuna mano lo que había perdido con otra. O la cosa puede ser también concebidade este modo: lo que pierde la gran masa de capitalistas que producen medios desubsistencia para la clase obrera, lo gana un pequeño grupo de grandes industrialestomá ndolo del ramo de guerra.
Perola cosa sólo se presenta así mientras se considera desde el punto de vista delcapital individual. Desde este punto de vista, ciertamente, importa poco que laproducción se dirija a este o a aquel campo. Para el capital individual noexisten los capítulos de la producción total dados en el esquema, sinosencillamente mercaderes y compradores, y por ello les es plenamenteindiferen tes a los capitalistas individuales producir medios de subsistencia oelementos muertos: planchas de acorazados o conservas de carnes.
Estepunto de vista se utiliza frecuentemente por los adversarios del militarismo, para hacer ver que los armamentos, como inversión económica para el capital, nohace más que dar a unos capitalistas lo que había quitado a los otros. Por otraparte, el capital y sus apologistas tratan de hacer aceptar este punto de vistaa la clase obrera, procurando persuadirla de que, con las contribucionesindir ectas y las demandas del Estado, sólo se verifica esta modificación en laforma material de la reproducción; en vez de otras mercancías, se producencruceros y cañones, con los cuales los obreros hallan ocupación y pan en lamisma medida que antes o incluso en mayor medida.
Porlo que toca a los obreros, una ojeada al esquema muestra lo que hay en ello deverdad. Si para facilitar la comparación suponemos que la producción dematerial de guerra ocupa exactamente los mismos obreros que la producción demedios de subsistencia para los trabajadores asalariados, resultará que ahoraperciben, por un rendimdiento de trabajo que corresponde a 1.285 v, medios desubsistencia por 1.185.
Otracosa acontece desde el punto de vista del capital total. Para éste, los 100 deque dispone el Estado y que representa una demanda de material de guerra,constituyen un nuevo mercado. Esta suma de dinero era originalmente capitalvariable. Como tal ha prestado servicio, se ha cambiado por trabajo vivo, queha engendrado plusvalía. Después interrumpe la circulación del capital variable,se separa de él y aparece en poder del Estado como nuevo poder de compra.Salido, como quien dice, de la nada, actúa exactamente como un mercado nuevo.Es cierto que el capital se encontrará, de momento, con una distribución en 100de la venta de medios de subsistencia para los obreros. Para el capitalistaindividu al, el obrero es tan buen consumidor y adquiriente de mercancías comocualquiera: como un capitalista, el Estado, el campesino, "el extranjero", etc.Pero no olvidemos que para el capitalista total el sustento de la clase obrerano es más que un mal necesario, un rodeo para ir al fin propio de laproducción: a la creación y realización de la plusvalía. Si se consigue extraerla misma cantidad de mercancías sin tener que entregar a los obreros la mismacantidad de medios de subsistencia, tanto más brillante será el mercado. (Págs. 355 - 358)
02.07.08
Ragarro
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