---------- Mensaje reenviado ----------
De: Ricardo Melgar <melgarr@gmail.com>
Fecha: 8 de mayo de 2016, 15:34
Asunto: Olvido imperdonable vísperas de la segunda vuelta electoral
Para:
De: Ricardo Melgar <melgarr@gmail.com>
Fecha: 8 de mayo de 2016, 15:34
Asunto: Olvido imperdonable vísperas de la segunda vuelta electoral
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Hace tres días se celebraba el nacimiento de Karl, el grande e imbatible y muchos nos seguimos de largo. ¿Será que el olvido es promovido por el imperialismo y nuestras burguesías nativas? Tan jodidos estamos que no convertimos ese día en acto público ¿Habrán recolonizado nuestra memoria y vueltas lentas lentas nuestras sinapsis neuronales?
Se equivocan si piensan que Marx con sus dos dedos erectos nos está predicando «peace and love» frente a la actual coyuntura electoral que se vive en el Perú. Nos está señalando que desde el campo burgués hay dos caras: Keiko y PPK, pero que no representan exactamente lo mismo. La dialéctica de lo concreto nos enseña que no hay que confundir el aspecto principal con la particularidad de la contradicción. Nos enseña también que no existe antagonismo sin mediaciones. Todo uno es algo más que dos. Toda abstracción iluminadora extrae su savia de la cruda realidad, la cual no debe confundirse con uno o varios principios sin hondas raíces, sin cables a tierra.
Agarránse los huevos sin rubor y sigan adelante prescindiendo de ineficaces votos nulos y viciados, así como de la promesa a favor de una ficción jurídica, es decir, de una nueva constitución que encuentra rengas y raleadas a las izquierdas. Recuerden qué acumular fuerzas se toma su tiempo y mucho trabajo, mucha puntualidad y mucha entrega. Un voto no contamina ideológicamente, no mancha la moral, no les hará perder la virginidad a edad tardía a nuestros veteranos. Un voto dialécticamente dirigido se pone simplemente en sintonía con las urgencias del pueblo. Vendrán nuevos combates, pero primero, es lo primero.
Agarránse los huevos sin rubor y sigan adelante prescindiendo de ineficaces votos nulos y viciados, así como de la promesa a favor de una ficción jurídica, es decir, de una nueva constitución que encuentra rengas y raleadas a las izquierdas. Recuerden qué acumular fuerzas se toma su tiempo y mucho trabajo, mucha puntualidad y mucha entrega. Un voto no contamina ideológicamente, no mancha la moral, no les hará perder la virginidad a edad tardía a nuestros veteranos. Un voto dialécticamente dirigido se pone simplemente en sintonía con las urgencias del pueblo. Vendrán nuevos combates, pero primero, es lo primero.
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