martes, 26 de julio de 2016

CHEPEN 26 DE JULIO DE 1958 POR WALTER PALACIOS VINCES




CHEPÉN 26 DE JULIO DE 1958 LAS LUCHAS CAMPESINAS Y LOS RÍGENES DEL MIR Walter Palacios Vinces La víspera del 26 de julio de 1958, los comuneros de Chepén vieron un afilado halo rojo daba vueltas en la esfera del sol de mediodía. Algunos dijeron que eso significaba agua abundante para la próxima campaña del arroz. Pero se equivocaban. Ese día, hace 58 años, tuvo lugar una masacre contra los campesinos chepenanos por acción de fuerzas policiales con el saldo doloroso de tres muertos y decenas de heridos. La tragedia llegó cuando los campesinos de la Comunidad Indígena de Chepén realizaban -con el apoyo del pueblo- una manifestación pacífica por las calles de la ciudad. Protestaban denunciando a los dueños de la Hacienda Talambo que habían usurpado parte de sus mejores tierras agrícolas. Por ello, fueron violentamente reprimidos por contingentes policiales traídos especialmente de Lima y Trujillo al mando del Coronel Oscar Arteta Tersi. La defensa legal de los comuneros, que mantenían un litigio judicial con los dueños de Talambo, estaba a cargo de dos jóvenes abogados: Luís de la Puente Uceda y Gonzalo Fernández Gasco. La representación máxima de los comuneros estaba a cargo de su personero campesino: Pedro Macines. Ese año, 1958, De la Puente recién se había graduado de abogado en la Universidad Nacional de Trujillo y la causa de los comuneros de Chepén era una de las primeras que asumía como defensor de campesinos pobres frente a la prepotencia de ricos gamonales. Los propietarios de la Hacienda Talambo y sus anexos Huabal, Zapotal, Mancoche y El Moro, eran los hermanos Palacios Moreyra, hijos de Carlos Palacios Villacampa, Director y miembro nato de la poderosa SNA (Sociedad Nacional Agraria). Esta familia explotaba, entre varios negocios, latifundios como Talambo que tenía más de 25 mil hectáreas y lo hacía mediante sus empresas Agrícola Pacasmayo S.A. y Negociación Agrícola “El Moro” S. A. (Los Dueños del Perú, Carlos Malpica) La madre de los Palacios Moreyra, doña Amelia, era hermana de don Carlos Moreyra y Paz Soldán, nada menos que Segundo Vicepresidente de la República durante el segundo mandato de Manuel Prado Ugarteche (1956 – 1962) que gobernaba contando con el apoyo del partido Apra en el período conocido como de la “Convivencia”. Moreyra y Paz Soldán asumió también el cargo de Primer Ministro de Prado y también se desempañó como, nada menos, Ministro de Agricultura. Los jóvenes abogados De la Puente Uceda y Fernández Gasco, que eran apristas pero mantenían posiciones discrepantes con sus líderes por la política de la “convivencia”, sabían muy bien a quienes se estaban enfrentando legal y políticamente cuando asumieron la defensa de los campesinos de Chepén. El gobierno los señaló, principalmente a Luís de la Puente, como provocador y subversivo responsabilizándolo de la muerte de los tres campesinos. Se le abrió proceso penal y se dictó su detención. Gracias al apoyo efectivo de los campesinos, trabajadores y estudiantes universitarios se logró que saliera en libertad. Tengo el privilegio de haber sido uno de siete estudiantes que hicieron huelga de hambre en las instalaciones de la Universidad Nacional de Trujillo, en solidaridad con los comuneros de Chepén y por la Libertad de Luís de la Puente Uceda. Fue mi primera huelga de hambre. Por mantener una conducta honesta y consecuente, de la Puente Uceda fue sancionado dentro del Apra, y sometido a disciplina. Un año después, cuando se produjo otra sangrienta masacre en la Hacienda azucarera Casa Grande, estuvo nuevamente en primera fila defendiendo a los campesinos cañeros. A los pocos días de ese hecho, el 12 de octubre de 1959, la dirección del Apra lo expulsa en la IV Convención Nacional del PAP. De la Puente responde a esa medida formando el Apra Rebelde, organización que después asumiría la denominación de MIR y que en 1965 iniciaría, en los andes de nuestra patria, la lucha guerrillera revolucionaria en la que entregó su vida heroicamente. Es bueno recordar los hechos descritos anteriormente para entender cómo es que el mismo Luís de la Puente Uceda al referirse al surgimiento del MIR, señala: “La lucha heroica de la Comunidad Indígena de Chepén y de los obreros de la Hacienda Casagrande en el Departamento de La Libertad, son los antecedentes agraristas más preciados del nuevo movimiento político que surgía.” (Contra carátula del libro: GUERRA A NUERTE AL LATIFUNDIO. Carlos Malpica.) Y hay que recordar también la llegada a CHEPÉN, en noviembre de 1959, de una delegación de dirigentes del Comité Aprista Rebelde, con De la Puente a la cabeza, un mes después de haber sido expulsados del Apra. Ese gesto simbólico tuvo gran trascendencia en los medios políticos. Eso se puede comprobar en publicaciones y registros gráficos de la época. Y, finalmente, cuando el 3 de octubre de 1969 el gobierno del General de Juan Velasco Alvarado expropió la hacienda Talambo de los Palacios Moreyra y la entregó en propiedad, como empresa cooperativa de producción, a sus trabajadores campesinos, se estaba, haciendo justicia, en gran medida, a la lucha de los comuneros, de los trabajadores y de los revolucionarios que entregaron su vida por alcanzar la justicia social dentro de una sociedad socialista. Foto de Eduardo Gonzalez-Viana. Foto de Eduardo Gonzalez-Viana. Me gu

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