---------- Mensaje reenviado ----------
De: Giovanni Mitrovic <mitrovicgmag2015@gmail.com>
Fecha: 26 de julio de 2016, 9:25
Asunto: UNÁMONOS CONTRA LAS AFP!!!! El Robo del Siglo: decenas de miles de chilenos contra 35 años de Seguridad Social Privada Y La única solución la expropiación ciudadana "No más Administradoras de Fondos de Pensiones": ni privadas y ni estatales
Para:
El Robo del Siglo: decenas de miles de chilenos contra 35 años de
Seguridad Social Privada
El Robo del Siglo: decenas de miles de chilenos contra 35 años de
Seguridad Social Privada
Miles de chilenos, uruguayos y argentinos dicen NO a la Seguridad
Social Privada, pero solos los Kirchner las eliminaron......
Una masiva manifestación se realizó en las principales ciudades de
Chile para protestar contra el actual sistema de pensiones que ofrecen
las AFP.
La marcha que fue convocada por diversas organizaciones sociales,
reunió a más de cien mil personas que recorrieron las calles de
Santiago (capital chilena) para manifestarse en contra de las bajas
jubilaciones y del manejo de las AFP (Administradoras de Fondos de
Pensionados).
Atendiendo el llamado "No + AFP", los manifestantes recorrieron por
más de dos horas la principal avenida de la capital Santiago, armados
de carteles y lienzos en los que se podían leer:Pensiones millonarias
para represores y corruptos, y pensiones de hambre para el pueblo
trabajador", se podía leer en una de las pancartas que portaban los
manifestantes durante la multitudinaria marcha llevada a cabo en
varias ciudades de Chile para protestar en contra de las AFP.
EN ARGENTINA NESTOR Y CRISTINA KIRCHNER CON AMADO BOUDOU EN ECONOMIA
EXPROPIARON LOS FONDOS A LOS PRIVADOS Y LO DEVOLVIERON AL ESTADO
La gran estafa montada por el régimen privado de jubilaciones está
comenzando a hacerse notable en Chile cuando los aportantes están
llegando a la edad jubilatoria y los resultados están muy alejados de
las promesas de los inicios.
El régimen fue impuesto en la Argentina por el gobierno de Carlos
Menem y muchos años después fue desbaratado por la administración de
Néstor Kirchner quien devolvió el sistema de jubilación estatal.
Las Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones (AFJP) se
habían convertido en un monumental negocio en detrimento de los
trabajadores y sus fondos fueron recuperados por el gobierno nacional
en un plan que se atribuye al actual vicepresidente Amado Boudou.
El grupo Clarín era uno de los principales beneficiarios del negocio
de las AFJP y desde que perdió los fondos y los privilegios se ha
dedicado sistemáticamente a atacar a Boudou tanto en su rol de
funcionario como en su vida privada.
LOC CHILENOS QUIEREN LO MISMO QUE EN ARGENTINA
Tanto en la capital Santiago como en Valparaíso, los carabineros
utilizaron agua y gases lacrimógenos para dispersar a las personas,
entre ellas jubilados, padres, madres, y niños que habían asistido a
la convocatoria familiar.
Los empleados aportan a las AFP el 13 % de sus sueldos y al final de
su vida laboral reciben jubilaciones que declaran son muy por debajo
de los montos de las remuneraciones que perciben. Los manifestantes
demandan regresar al sistema de reparto manejado por el Estado que
existía en Chile antes de 1981, cuando se elaboró una reforma de
pensiones que incluyó la creación de las AFP.
La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, convocó el año pasado a una
comisión que elaboró una serie de propuestas para reformar el actual
sistema de pensiones, que han encendido el debate entre los
detractores y los defensores de las AFP.
Bachelet, en su primer mandato (2006-2010), creó pensiones universales
y solidarias para aquellos que nunca cotizaron. Según datos publicados
por la Fundación Sol, el 91,6 % de las personas que reciben una
Pensión de Vejez de las AFP reciben menos de $156.312, que equivale al
61 % del salario mínimo.
Desde su punto de vista, los dueños de las AFP ganan millones en pocos
días, mientras que los aportantes reciben menos de 150.000 pesos (unos
230 dólares). Para la gran mayoría de chilenos, el sistema condena –
en muchos casos – a vivir a los jubilados con un monto de dinero menor
al sueldo mínimo chileno.
EN URUGUAY SUCEDE LO MISMO QUE EN CHILE
Redactores de ley que creó las AFAP evalúan el lío de los cincuentones
Las discusiones de la ley del sistema mixto en 1996 dan las pistas para ello.
Rodolfo Saldain integró el directorio del Banco de Previsión Social
(BPS) entre 1985 y 1994 —fue presidente desde 1990— y trabajó en la
comisión técnica que debatió e ideó la reforma de la seguridad social
(ley 16. 713) que incorporó a las AFAP, aprobada en septiembre de
1995. Hoy tiene 59 años y es uno de los "cincuentones" afectados en
sus cálculos jubilatorios, lo que llevó incluso a que presentara una
demanda ante el Tribunal de lo Contencioso Administrativo (TCA).
Los denominados "cincuentones" son trabajadores que eran menores de 40
años en 1996 y se vieron obligados por la ley a afiliarse a las AFAP
por su nivel salarial. A la hora de jubilarse, en algunos casos el
sistema mixto les implica una menor pasividad que el régimen de
transición —solo por el BPS—, con diferencias de hasta el 30%.
"Soy parte del problema", ironizó Saldain en diálogo con El País
aunque piensa que la reforma del régimen previsional que ayudó a
diagramar no tiene fallas estructurales. "El problema es cómo el BPS
interpreta la ley en cuanto a los salarios anteriores a 1996 (cuando
comenzó a regir el nuevo sistema), no se computan por el 100% de lo
que se aportó sino por un tope que la ley prevé a mi juicio solo para
aplicar a partir de 1996 pero no antes", explicó.
Otro de los técnicos que trabajó en la ley que creó el régimen mixto
fue Ariel Davrieux, director de la Oficina de Planeamiento y
Presupuesto (OPP) entre 1995 y 2005. "No es un problema de diseño del
sistema" la situación de los cincuentones afectados, dijo Davrieux a
El País y sostuvo que comparte la visión de Saldain.
"La redacción (de la ley) tal vez es confusa pero para mí es clara.
Dice que el régimen que se crea, que para mí es el mixto, no toma en
cuenta los aportes superiores a esa franja pero el BPS interpreta que
es también para el régimen anterior", señaló el exdirector de la OPP.
Como forma de solucionar este tema, el directorio del BPS aprobó una
propuesta para cambiar la redacción de la ley y contabilizar el 100%
de los aportes, pero el Poder Ejecutivo no lo ha instrumentado
Edad de retiro.
Además de lo mencionado, Davrieux manifestó que existe otro aspecto a
tener en cuenta al analizar la problemática de los "cincuentones" y es
que se comparan las jubilaciones con al régimen anterior de
trabajadores de 60 años.
"Decir que si uno se retira a los 60 años cobra menos no es válido,
esa es la discusión que está planteada, pero la ley está pensada para
jubilarse a los 65 años por los incentivos (mayor pasividad), y en esa
edad no tendrán mayor problema (los cincuentones)", explicó el
exdirector de la OPP.
En el mismo sentido se expresó Saldain y recordó que "la ley no
incorporó una modificación que desde el punto de vista técnico la
mayoría sabíamos que era necesaria, que era elevar la edad de retiro a
65 años". Pero remarcó que "la edad objetivo" para jubilarse que se
tomó en cuenta fueron los 65 años y se incorporaron "una serie de
elementos" para incentivar eso y para que "quien se retiraba antes
tuviera una jubilación reducida".
El expresidente del BPS agregó: "Se pensó que un período de ahorro de
entre 20 y 25 años iba a permitir mantener el nivel de prestaciones
que exigía el régimen anterior".
Mientras que Ana Lía Piñeyrúa, que se desempeñó como ministra de
Trabajo cuando se aplicó la reforma de la seguridad social y participó
de la redacción de la ley, expresó a El País que en ese momento se
decidió "no tocar la edad de retiro porque era un tema sumamente
polémico". Aunque señaló que se ajustó la tasa de remplazo para que se
igualara el monto que se percibía por el régimen anterior "recién a
los 65 años".
Este análisis fue ratificado por la presidenta de la Asociación
Nacional de AFAP (Anafap), María Dolores Benavente, quien sostuvo que
"en algunas simulaciones que hicimos, aproximadamente a los 65 años a
los trabajadores les es indistinto jubilarse por el sistema actual o
el de transición" por la rentabilidad del ahorro individual.
Según informó tiempo atrás el presidente del BPS, Heber Galli, la edad
promedio de retiro en Uruguay es entre 63 y 64 años. De acuerdo a la
legislación vigente, los trabajadores que se jubilen con 60 años y 30
años de aportes —requisitos mínimos— tendrán una tasa de reemplazo que
cubrirá el 45% de su sueldo base, mientras que si lo hace cinco años
después la prestación puede crecer hasta el 60%. En línea con estos
cálculos, para el expresidente del BPS (1995-1998), Juan Berchesi, la
disminución de los años mínimos de aportes —eran 35 en la ley original
y se rebajó a 30 años en 2008 por iniciativa del Frente Amplio—
"cambió las reglas" para calcular las jubilaciones y afectó a los
cincuentones.
Advertencia.
El exdirector del BPS (2001-2014) en representación de los
trabajadores, Ariel Ferrari, aseguró que el Pit-Cnt desde un principio
tuvo "un contundente rechazo" al sistema de ahorro mixto y sostuvo que
se advirtió durante la discusión que iba a haber trabajadores
afectados.
"Lamentablemente tuvimos razón, hubiese preferido que nos hubiéramos
equivocado. El error que cometimos fue pensar que las pérdidas (en la
jubilación de los cincuentones) iban a ser de hasta 20% y hoy sabemos
que superan el 30%", expresó Ferrari. Además, apuntó que "no fue
cierto" el argumento dado por el sistema político para modificar el
régimen jubilatorio acerca de la difícil situación financiera del BPS.
Los actores políticos que idearon la reforma afirman que la
advertencia de la central sindical no existió y que la modificación
del sistema previsional era inevitable.
Según Piñeyrúa, el debate planteado en aquel momento por los
trabajadores "era ideológico con cuestionamiento al pilar de
capitalización que suponían las AFAP y diciendo que había una
privatización de la seguridad social".
Sobre el estado financiero del BPS a principios de la década del 90,
Saldain sostuvo que era "caótico".
Davrieux recordó que la deuda implícita de la seguridad social
representaba dos veces y media el Producto Interno Bruto (PIB) del
país, especialmente por los costos que debió asumir el BPS tras el
plebiscito de 1989 que obligó a ajustar anualmente las pasividades por
la evolución de los salarios.
Variar cálculo de jubilaciones
Actualmente el Banco de Previsión Social (BPS) a la hora de determinar
el monto de las jubilaciones toma en cuenta los aportes previos a 1996
—cuando se aprobó la Ley 16.713— hasta el primer nivel del sistema
mixto. Esto hace que se vean perjudicadas las personas que tuvieron
sus mejores años de aportes antes de esa fecha y por encima de esa
franja, que era de $ 5.000 cuando se votó la norma. Para solucionar
esto, el directorio del BPS aprobó por unanimidad a finales de abril
enviar al Poder Ejecutivo una propuesta para modificar el artículo 27
de la ley. La nueva redacción establece que el límite en los aportes
regirá únicamente desde 1996 y es una iniciativa de la representación
de los trabajadores. A su vez, el diputado colorado Conrado Rodríguez
presentó un proyecto de ley en el Parlamento en la misma línea.
Menea y vencerás...
La única solución la expropiación ciudadana
"No más Administradoras de Fondos de Pensiones": ni privadas y ni estatales
Juan Carlos Gómez Leyton
Rebelión
Una nueva gran manifestación ciudadanía se hizo presente el domingo 24
de julio en diversas ciudades del país con una sola gran demanda: no
más AFPs. No creo que sea necesario explicar las motivaciones que
tuvieron cientos de miles de trabajadores para hacerlo. Las razones
han sido expuestas de manera contundente por expertos en la materia,
por economistas, por analistas del sistema de pensiones existente en
Chile, tanto nacionales como internacionales. Repetir aquí sus
argumentos resulta inoficioso. Baste con señalar que en la actualidad
hay miles de pensionados del sistema que apenas viven, recibiendo
menos de 200.000 mil pesos mensuales, luego de haber trabajado 40
años. Son pensiones de hambre, de miseria, indignas, que condenan a
cientos de miles de hombres y mujeres a vivir su vejez como un
tormento, aquejados por las enfermedades propias de la edad,
imposibilitados de vivir. Con un sistema de salud pública precario y
de pésima calidad. Lo único seguro que les queda es una muerte digna,
e incluso hasta eso, en la mayoría de los casos, tampoco lo es.
La sociedad neoliberal es una sociedad de los desperdicios como dice
Zigmunt Bauman, hay seres humanos que sobran, que son escorias,
basuras, por un lado, están los niños y niñas vulnerables y pobres,
prueba de ello es la falta de una política para atender a la niñez
desde hace más de 35 años, el ejemplo del SENAME, es prueba
irrefutable de ello. Donde la Ministra de Estado Javiera Blanco,
estrecha colaboradora de la elite de poder y comunicacional de este
país, califica a los niños y niñas vulnerables como un "stock", o sea,
mercancías o desechos o basuras. Por otro lado, están los adultos
mayores, los viejos y viejas, los abuelos y abuelas, las y los
ancianos, estos son una carga, un fardo, que sobran, que molestan, que
se enferman, que piensan y lo peor de todo, viven, pero no producen.
Son inservibles, de los cuales hay que deshacerse de ellos. Entre las
clases medias pobres o de los sectores populares, la situación es muy
grave. Pues, hay otros ancianos que viven como seres humanos: son
sectores de la tercera edad que pertenecen a las clases "pudientes" o
"acomodadas", por cierto, que son los menos.
En una sociedad de clases, la vejez se vive de acuerdo a la clase a
que se perteneció como trabajador. La marcha del 24J no solo fue una
marcha contra el sistema de previsión social establecido por la
dictadura militar de Pinochet sino en contra de la clase política
nacional, especialmente, la vinculada a la Concertación de Partidos
Políticos y la Nueva Mayoría, es decir, en repudio de la Democracia
Cristiana, del Partido Socialista, del Partido por la Democracia, del
Partido Radical Social Demócrata, del Partido Comunista de Chile, del
Partido Izquierda Ciudadana, del MAS, de todos y cada una de estas
organizaciones que han permitido que durante tres décadas y media, el
sistema de acumulación de capitales neoliberal explote y esquilme a
millones de trabajadores.
Muchos chilenos y chilenas desde que José Piñera, el intelectual
orgánico del capital nacional, estableciera e impusiera el sistema en
los años ochenta, se plantearon en su contra. Era una aberración y
solo conduciría a incrementar la pobreza de los adultos mayores en el
futuro, y que la forma como el capital neoliberal extraía no solo
plusvalor a los trabajadores cotidianamente, sino que los obligaba a
entregar el 10% de sus sueldos miserables para incrementar la
acumulación capitalista del empresariado nacional e internacional. Con
ello el capital lograba reproducirse exitosamente en el tiempo,
concentrándose cada vez más en menos manos. Éxito del modelo era total
y completo. La solución para el esquivo proceso de acumulación, que el
economista estadounidense Tom Davis había señalado en 1962 como el
principal obstáculo para la reproducción del capitalismo nacional,
había sido encontrado.
La acumulación destinada para reproducción ampliada del capital no la
harían los capitalistas sino los trabajadores. Pero, quien
administraría los recursos expropiados compulsivamente a los
trabajadores, serían las empresas capitalistas nacionales o
extranjeras, la ganancia la obtendrían ellos, pero las y los
trabajadores disfrutarían solo del 35% o con suerte con un 40% del
salario acumulado y percibido durante 40 años de trabajo. O sea,
salarios y pensiones de miseria. Eso se dijo en los años ochenta. Y,
esa es la gran responsabilidad social y política de aquellos que
consolidaron, ampliaron y profundizaron el sistema en la sociedad
nacional, son los Aylwin, los Frei Ruiz Tagle, los Lagos, Bachelet y,
por cierto, Sebastián Piñera.
La marcha del 24J por multitudinaria que haya sido, no basta. De
ninguna manera resuelve el problema, presente y futuro. Tendrán que
venir más y más. Pero, no hay que cometer el error del movimiento
estudiantil de 2011, dejarse expropiar la demanda por el fin del
lucro, por una educación gratuita y de calidad, por la clase política
miserable enquistada en la Nueva Mayoría. Esa lección ciudadanas y
ciudadanos no debe volver a ocurrir.
La demanda: NO MÁS AFPs, es nuestra y nosotros debemos, las y los
ciudadanos, organizarnos social y políticamente, es decir,
transformarnos en actores con poder, para encontrar la solución más
óptima para un problema que nos compete y nos interpela. No podemos
pensar que la clase política actual corrupta y podrida no va dar la
solución. Tampoco, podremos pensar que los dueños de la AFPs van dejar
ir el negocio tranquilamente, tendremos que arrebatárselo.
Todos las y los trabajadores de las AFPs son accionistas de ellas, por
lo tanto, somos los dueños de ellas y de los recursos que allí se
depositan todos los meses. Nos pertenecen, lo primero que hacer
debemos es organizarnos por AFPs. Todos los que pertenecen a una,
debemos reunirnos y comenzar exigir nuestros derechos de accionistas.
Somos miles. Según la información que se dispone al 31 de mayo del año
en curso hay cerca de 11.000.000 de afiliados, distribuidos de la
siguiente forma en 6 AFPs, que hoy dominan el mercado.
AFP
TOTAL, AFILIADOS
CAPITAL
1.737.710
CUPRUM
640.416
HABITAT
2.042.288
MODELO
1.483.860
PLANVITAL
973.900
PROVIDA
3.221.644
TOTAL
10.099.818
Tenemos la fuerza y la razón. Debemos comenzar a organizarnos para
tomar el control de ellas. Para producir en el más corto plazo su
expropiación. Y, comenzar administrarlas financieramente como los
trabajadores administraban las Sociedades de Fondos Mutuos, la
Mutuales u otras organizaciones sociales de ese tipo. El control de
las AFPs debe ser ciudadano y no estatal.
Las y los trabajadores debemos tomar consciencia que las AFPs existen
porque nuestras cotizaciones mensuales las dotan e inyectan los
recursos para que los dueños inviertan en rentables negocios, por lo
tanto, hay que buscar un mecanismo financiero para que los
trabajadores comiencen a tener el control directo de las cotizaciones.
Evitar así que los patrones abusen y usen nuestras cotizaciones en
beneficio propio. Tenemos que tener claro que los dueños de la AFPs
están coludidos con los patrones y empresarios a los cuales les
trabajamos diariamente.
La próxima acción ciudadana en contra de las AFPs no debe ser una
marcha sino un paro nacional de advertencia que apunte la ocupación
(toma) masiva de las casas centrales de estas empresas, ocupar sus
oficinas y constituir una asamblea permanente de afiliados y la
constitución de un directorio general de trabajadores para tomar el
control popular y ciudadano de ellas.
NO podemos esperar. ¡¡¡A terminar con las AFPs, ahora!!!
Juan Carlos Gómez Leyton es Dr. en Ciencia Política
De: Giovanni Mitrovic <mitrovicgmag2015@gmail.com>
Fecha: 26 de julio de 2016, 9:25
Asunto: UNÁMONOS CONTRA LAS AFP!!!! El Robo del Siglo: decenas de miles de chilenos contra 35 años de Seguridad Social Privada Y La única solución la expropiación ciudadana "No más Administradoras de Fondos de Pensiones": ni privadas y ni estatales
Para:
El Robo del Siglo: decenas de miles de chilenos contra 35 años de
Seguridad Social Privada
El Robo del Siglo: decenas de miles de chilenos contra 35 años de
Seguridad Social Privada
Miles de chilenos, uruguayos y argentinos dicen NO a la Seguridad
Social Privada, pero solos los Kirchner las eliminaron......
Una masiva manifestación se realizó en las principales ciudades de
Chile para protestar contra el actual sistema de pensiones que ofrecen
las AFP.
La marcha que fue convocada por diversas organizaciones sociales,
reunió a más de cien mil personas que recorrieron las calles de
Santiago (capital chilena) para manifestarse en contra de las bajas
jubilaciones y del manejo de las AFP (Administradoras de Fondos de
Pensionados).
Atendiendo el llamado "No + AFP", los manifestantes recorrieron por
más de dos horas la principal avenida de la capital Santiago, armados
de carteles y lienzos en los que se podían leer:Pensiones millonarias
para represores y corruptos, y pensiones de hambre para el pueblo
trabajador", se podía leer en una de las pancartas que portaban los
manifestantes durante la multitudinaria marcha llevada a cabo en
varias ciudades de Chile para protestar en contra de las AFP.
EN ARGENTINA NESTOR Y CRISTINA KIRCHNER CON AMADO BOUDOU EN ECONOMIA
EXPROPIARON LOS FONDOS A LOS PRIVADOS Y LO DEVOLVIERON AL ESTADO
La gran estafa montada por el régimen privado de jubilaciones está
comenzando a hacerse notable en Chile cuando los aportantes están
llegando a la edad jubilatoria y los resultados están muy alejados de
las promesas de los inicios.
El régimen fue impuesto en la Argentina por el gobierno de Carlos
Menem y muchos años después fue desbaratado por la administración de
Néstor Kirchner quien devolvió el sistema de jubilación estatal.
Las Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones (AFJP) se
habían convertido en un monumental negocio en detrimento de los
trabajadores y sus fondos fueron recuperados por el gobierno nacional
en un plan que se atribuye al actual vicepresidente Amado Boudou.
El grupo Clarín era uno de los principales beneficiarios del negocio
de las AFJP y desde que perdió los fondos y los privilegios se ha
dedicado sistemáticamente a atacar a Boudou tanto en su rol de
funcionario como en su vida privada.
LOC CHILENOS QUIEREN LO MISMO QUE EN ARGENTINA
Tanto en la capital Santiago como en Valparaíso, los carabineros
utilizaron agua y gases lacrimógenos para dispersar a las personas,
entre ellas jubilados, padres, madres, y niños que habían asistido a
la convocatoria familiar.
Los empleados aportan a las AFP el 13 % de sus sueldos y al final de
su vida laboral reciben jubilaciones que declaran son muy por debajo
de los montos de las remuneraciones que perciben. Los manifestantes
demandan regresar al sistema de reparto manejado por el Estado que
existía en Chile antes de 1981, cuando se elaboró una reforma de
pensiones que incluyó la creación de las AFP.
La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, convocó el año pasado a una
comisión que elaboró una serie de propuestas para reformar el actual
sistema de pensiones, que han encendido el debate entre los
detractores y los defensores de las AFP.
Bachelet, en su primer mandato (2006-2010), creó pensiones universales
y solidarias para aquellos que nunca cotizaron. Según datos publicados
por la Fundación Sol, el 91,6 % de las personas que reciben una
Pensión de Vejez de las AFP reciben menos de $156.312, que equivale al
61 % del salario mínimo.
Desde su punto de vista, los dueños de las AFP ganan millones en pocos
días, mientras que los aportantes reciben menos de 150.000 pesos (unos
230 dólares). Para la gran mayoría de chilenos, el sistema condena –
en muchos casos – a vivir a los jubilados con un monto de dinero menor
al sueldo mínimo chileno.
EN URUGUAY SUCEDE LO MISMO QUE EN CHILE
Redactores de ley que creó las AFAP evalúan el lío de los cincuentones
Las discusiones de la ley del sistema mixto en 1996 dan las pistas para ello.
Rodolfo Saldain integró el directorio del Banco de Previsión Social
(BPS) entre 1985 y 1994 —fue presidente desde 1990— y trabajó en la
comisión técnica que debatió e ideó la reforma de la seguridad social
(ley 16. 713) que incorporó a las AFAP, aprobada en septiembre de
1995. Hoy tiene 59 años y es uno de los "cincuentones" afectados en
sus cálculos jubilatorios, lo que llevó incluso a que presentara una
demanda ante el Tribunal de lo Contencioso Administrativo (TCA).
Los denominados "cincuentones" son trabajadores que eran menores de 40
años en 1996 y se vieron obligados por la ley a afiliarse a las AFAP
por su nivel salarial. A la hora de jubilarse, en algunos casos el
sistema mixto les implica una menor pasividad que el régimen de
transición —solo por el BPS—, con diferencias de hasta el 30%.
"Soy parte del problema", ironizó Saldain en diálogo con El País
aunque piensa que la reforma del régimen previsional que ayudó a
diagramar no tiene fallas estructurales. "El problema es cómo el BPS
interpreta la ley en cuanto a los salarios anteriores a 1996 (cuando
comenzó a regir el nuevo sistema), no se computan por el 100% de lo
que se aportó sino por un tope que la ley prevé a mi juicio solo para
aplicar a partir de 1996 pero no antes", explicó.
Otro de los técnicos que trabajó en la ley que creó el régimen mixto
fue Ariel Davrieux, director de la Oficina de Planeamiento y
Presupuesto (OPP) entre 1995 y 2005. "No es un problema de diseño del
sistema" la situación de los cincuentones afectados, dijo Davrieux a
El País y sostuvo que comparte la visión de Saldain.
"La redacción (de la ley) tal vez es confusa pero para mí es clara.
Dice que el régimen que se crea, que para mí es el mixto, no toma en
cuenta los aportes superiores a esa franja pero el BPS interpreta que
es también para el régimen anterior", señaló el exdirector de la OPP.
Como forma de solucionar este tema, el directorio del BPS aprobó una
propuesta para cambiar la redacción de la ley y contabilizar el 100%
de los aportes, pero el Poder Ejecutivo no lo ha instrumentado
Edad de retiro.
Además de lo mencionado, Davrieux manifestó que existe otro aspecto a
tener en cuenta al analizar la problemática de los "cincuentones" y es
que se comparan las jubilaciones con al régimen anterior de
trabajadores de 60 años.
"Decir que si uno se retira a los 60 años cobra menos no es válido,
esa es la discusión que está planteada, pero la ley está pensada para
jubilarse a los 65 años por los incentivos (mayor pasividad), y en esa
edad no tendrán mayor problema (los cincuentones)", explicó el
exdirector de la OPP.
En el mismo sentido se expresó Saldain y recordó que "la ley no
incorporó una modificación que desde el punto de vista técnico la
mayoría sabíamos que era necesaria, que era elevar la edad de retiro a
65 años". Pero remarcó que "la edad objetivo" para jubilarse que se
tomó en cuenta fueron los 65 años y se incorporaron "una serie de
elementos" para incentivar eso y para que "quien se retiraba antes
tuviera una jubilación reducida".
El expresidente del BPS agregó: "Se pensó que un período de ahorro de
entre 20 y 25 años iba a permitir mantener el nivel de prestaciones
que exigía el régimen anterior".
Mientras que Ana Lía Piñeyrúa, que se desempeñó como ministra de
Trabajo cuando se aplicó la reforma de la seguridad social y participó
de la redacción de la ley, expresó a El País que en ese momento se
decidió "no tocar la edad de retiro porque era un tema sumamente
polémico". Aunque señaló que se ajustó la tasa de remplazo para que se
igualara el monto que se percibía por el régimen anterior "recién a
los 65 años".
Este análisis fue ratificado por la presidenta de la Asociación
Nacional de AFAP (Anafap), María Dolores Benavente, quien sostuvo que
"en algunas simulaciones que hicimos, aproximadamente a los 65 años a
los trabajadores les es indistinto jubilarse por el sistema actual o
el de transición" por la rentabilidad del ahorro individual.
Según informó tiempo atrás el presidente del BPS, Heber Galli, la edad
promedio de retiro en Uruguay es entre 63 y 64 años. De acuerdo a la
legislación vigente, los trabajadores que se jubilen con 60 años y 30
años de aportes —requisitos mínimos— tendrán una tasa de reemplazo que
cubrirá el 45% de su sueldo base, mientras que si lo hace cinco años
después la prestación puede crecer hasta el 60%. En línea con estos
cálculos, para el expresidente del BPS (1995-1998), Juan Berchesi, la
disminución de los años mínimos de aportes —eran 35 en la ley original
y se rebajó a 30 años en 2008 por iniciativa del Frente Amplio—
"cambió las reglas" para calcular las jubilaciones y afectó a los
cincuentones.
Advertencia.
El exdirector del BPS (2001-2014) en representación de los
trabajadores, Ariel Ferrari, aseguró que el Pit-Cnt desde un principio
tuvo "un contundente rechazo" al sistema de ahorro mixto y sostuvo que
se advirtió durante la discusión que iba a haber trabajadores
afectados.
"Lamentablemente tuvimos razón, hubiese preferido que nos hubiéramos
equivocado. El error que cometimos fue pensar que las pérdidas (en la
jubilación de los cincuentones) iban a ser de hasta 20% y hoy sabemos
que superan el 30%", expresó Ferrari. Además, apuntó que "no fue
cierto" el argumento dado por el sistema político para modificar el
régimen jubilatorio acerca de la difícil situación financiera del BPS.
Los actores políticos que idearon la reforma afirman que la
advertencia de la central sindical no existió y que la modificación
del sistema previsional era inevitable.
Según Piñeyrúa, el debate planteado en aquel momento por los
trabajadores "era ideológico con cuestionamiento al pilar de
capitalización que suponían las AFAP y diciendo que había una
privatización de la seguridad social".
Sobre el estado financiero del BPS a principios de la década del 90,
Saldain sostuvo que era "caótico".
Davrieux recordó que la deuda implícita de la seguridad social
representaba dos veces y media el Producto Interno Bruto (PIB) del
país, especialmente por los costos que debió asumir el BPS tras el
plebiscito de 1989 que obligó a ajustar anualmente las pasividades por
la evolución de los salarios.
Variar cálculo de jubilaciones
Actualmente el Banco de Previsión Social (BPS) a la hora de determinar
el monto de las jubilaciones toma en cuenta los aportes previos a 1996
—cuando se aprobó la Ley 16.713— hasta el primer nivel del sistema
mixto. Esto hace que se vean perjudicadas las personas que tuvieron
sus mejores años de aportes antes de esa fecha y por encima de esa
franja, que era de $ 5.000 cuando se votó la norma. Para solucionar
esto, el directorio del BPS aprobó por unanimidad a finales de abril
enviar al Poder Ejecutivo una propuesta para modificar el artículo 27
de la ley. La nueva redacción establece que el límite en los aportes
regirá únicamente desde 1996 y es una iniciativa de la representación
de los trabajadores. A su vez, el diputado colorado Conrado Rodríguez
presentó un proyecto de ley en el Parlamento en la misma línea.
Menea y vencerás...
La única solución la expropiación ciudadana
"No más Administradoras de Fondos de Pensiones": ni privadas y ni estatales
Juan Carlos Gómez Leyton
Rebelión
Una nueva gran manifestación ciudadanía se hizo presente el domingo 24
de julio en diversas ciudades del país con una sola gran demanda: no
más AFPs. No creo que sea necesario explicar las motivaciones que
tuvieron cientos de miles de trabajadores para hacerlo. Las razones
han sido expuestas de manera contundente por expertos en la materia,
por economistas, por analistas del sistema de pensiones existente en
Chile, tanto nacionales como internacionales. Repetir aquí sus
argumentos resulta inoficioso. Baste con señalar que en la actualidad
hay miles de pensionados del sistema que apenas viven, recibiendo
menos de 200.000 mil pesos mensuales, luego de haber trabajado 40
años. Son pensiones de hambre, de miseria, indignas, que condenan a
cientos de miles de hombres y mujeres a vivir su vejez como un
tormento, aquejados por las enfermedades propias de la edad,
imposibilitados de vivir. Con un sistema de salud pública precario y
de pésima calidad. Lo único seguro que les queda es una muerte digna,
e incluso hasta eso, en la mayoría de los casos, tampoco lo es.
La sociedad neoliberal es una sociedad de los desperdicios como dice
Zigmunt Bauman, hay seres humanos que sobran, que son escorias,
basuras, por un lado, están los niños y niñas vulnerables y pobres,
prueba de ello es la falta de una política para atender a la niñez
desde hace más de 35 años, el ejemplo del SENAME, es prueba
irrefutable de ello. Donde la Ministra de Estado Javiera Blanco,
estrecha colaboradora de la elite de poder y comunicacional de este
país, califica a los niños y niñas vulnerables como un "stock", o sea,
mercancías o desechos o basuras. Por otro lado, están los adultos
mayores, los viejos y viejas, los abuelos y abuelas, las y los
ancianos, estos son una carga, un fardo, que sobran, que molestan, que
se enferman, que piensan y lo peor de todo, viven, pero no producen.
Son inservibles, de los cuales hay que deshacerse de ellos. Entre las
clases medias pobres o de los sectores populares, la situación es muy
grave. Pues, hay otros ancianos que viven como seres humanos: son
sectores de la tercera edad que pertenecen a las clases "pudientes" o
"acomodadas", por cierto, que son los menos.
En una sociedad de clases, la vejez se vive de acuerdo a la clase a
que se perteneció como trabajador. La marcha del 24J no solo fue una
marcha contra el sistema de previsión social establecido por la
dictadura militar de Pinochet sino en contra de la clase política
nacional, especialmente, la vinculada a la Concertación de Partidos
Políticos y la Nueva Mayoría, es decir, en repudio de la Democracia
Cristiana, del Partido Socialista, del Partido por la Democracia, del
Partido Radical Social Demócrata, del Partido Comunista de Chile, del
Partido Izquierda Ciudadana, del MAS, de todos y cada una de estas
organizaciones que han permitido que durante tres décadas y media, el
sistema de acumulación de capitales neoliberal explote y esquilme a
millones de trabajadores.
Muchos chilenos y chilenas desde que José Piñera, el intelectual
orgánico del capital nacional, estableciera e impusiera el sistema en
los años ochenta, se plantearon en su contra. Era una aberración y
solo conduciría a incrementar la pobreza de los adultos mayores en el
futuro, y que la forma como el capital neoliberal extraía no solo
plusvalor a los trabajadores cotidianamente, sino que los obligaba a
entregar el 10% de sus sueldos miserables para incrementar la
acumulación capitalista del empresariado nacional e internacional. Con
ello el capital lograba reproducirse exitosamente en el tiempo,
concentrándose cada vez más en menos manos. Éxito del modelo era total
y completo. La solución para el esquivo proceso de acumulación, que el
economista estadounidense Tom Davis había señalado en 1962 como el
principal obstáculo para la reproducción del capitalismo nacional,
había sido encontrado.
La acumulación destinada para reproducción ampliada del capital no la
harían los capitalistas sino los trabajadores. Pero, quien
administraría los recursos expropiados compulsivamente a los
trabajadores, serían las empresas capitalistas nacionales o
extranjeras, la ganancia la obtendrían ellos, pero las y los
trabajadores disfrutarían solo del 35% o con suerte con un 40% del
salario acumulado y percibido durante 40 años de trabajo. O sea,
salarios y pensiones de miseria. Eso se dijo en los años ochenta. Y,
esa es la gran responsabilidad social y política de aquellos que
consolidaron, ampliaron y profundizaron el sistema en la sociedad
nacional, son los Aylwin, los Frei Ruiz Tagle, los Lagos, Bachelet y,
por cierto, Sebastián Piñera.
La marcha del 24J por multitudinaria que haya sido, no basta. De
ninguna manera resuelve el problema, presente y futuro. Tendrán que
venir más y más. Pero, no hay que cometer el error del movimiento
estudiantil de 2011, dejarse expropiar la demanda por el fin del
lucro, por una educación gratuita y de calidad, por la clase política
miserable enquistada en la Nueva Mayoría. Esa lección ciudadanas y
ciudadanos no debe volver a ocurrir.
La demanda: NO MÁS AFPs, es nuestra y nosotros debemos, las y los
ciudadanos, organizarnos social y políticamente, es decir,
transformarnos en actores con poder, para encontrar la solución más
óptima para un problema que nos compete y nos interpela. No podemos
pensar que la clase política actual corrupta y podrida no va dar la
solución. Tampoco, podremos pensar que los dueños de la AFPs van dejar
ir el negocio tranquilamente, tendremos que arrebatárselo.
Todos las y los trabajadores de las AFPs son accionistas de ellas, por
lo tanto, somos los dueños de ellas y de los recursos que allí se
depositan todos los meses. Nos pertenecen, lo primero que hacer
debemos es organizarnos por AFPs. Todos los que pertenecen a una,
debemos reunirnos y comenzar exigir nuestros derechos de accionistas.
Somos miles. Según la información que se dispone al 31 de mayo del año
en curso hay cerca de 11.000.000 de afiliados, distribuidos de la
siguiente forma en 6 AFPs, que hoy dominan el mercado.
AFP
TOTAL, AFILIADOS
CAPITAL
1.737.710
CUPRUM
640.416
HABITAT
2.042.288
MODELO
1.483.860
PLANVITAL
973.900
PROVIDA
3.221.644
TOTAL
10.099.818
Tenemos la fuerza y la razón. Debemos comenzar a organizarnos para
tomar el control de ellas. Para producir en el más corto plazo su
expropiación. Y, comenzar administrarlas financieramente como los
trabajadores administraban las Sociedades de Fondos Mutuos, la
Mutuales u otras organizaciones sociales de ese tipo. El control de
las AFPs debe ser ciudadano y no estatal.
Las y los trabajadores debemos tomar consciencia que las AFPs existen
porque nuestras cotizaciones mensuales las dotan e inyectan los
recursos para que los dueños inviertan en rentables negocios, por lo
tanto, hay que buscar un mecanismo financiero para que los
trabajadores comiencen a tener el control directo de las cotizaciones.
Evitar así que los patrones abusen y usen nuestras cotizaciones en
beneficio propio. Tenemos que tener claro que los dueños de la AFPs
están coludidos con los patrones y empresarios a los cuales les
trabajamos diariamente.
La próxima acción ciudadana en contra de las AFPs no debe ser una
marcha sino un paro nacional de advertencia que apunte la ocupación
(toma) masiva de las casas centrales de estas empresas, ocupar sus
oficinas y constituir una asamblea permanente de afiliados y la
constitución de un directorio general de trabajadores para tomar el
control popular y ciudadano de ellas.
NO podemos esperar. ¡¡¡A terminar con las AFPs, ahora!!!
Juan Carlos Gómez Leyton es Dr. en Ciencia Política
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