Aunque no tiene la carga amenazante y peligrosa de la propuesta de su Ministro de Economía, Alfredo Thorne, que ha sugerido titular de forma individual las tierras y territorios indígenas andino-amazónicos que significaría el fin de la propiedad comunal y de todo su invalorable legado, el Presidente de la República Pedro Pablo Kuczynski ha planteado construir una carretera en la Selva Baja de la Amazonía a un costo de 2 mil millones de dólares y que estaría antes del Bicentenario de la Independencia Nacional, en el año 2021.
“Esta carretera a Iquitos es ambientalmente controversial” ha reconocido el mismo Kuczynski, adelantándose a las oleadas de críticas no solo de ambientalistas, sino de todo peruano que sabe de los enormes costos ambientales y sociales que tiene la construcción de una carretera sobre todo en la Baja Amazonía.
Por su puesto que el anuncio también ha sido recibido eufóricamente por las autoridades regionales pepekausistas de Loreto que ven en la propuesta de Kuczynski una suerte de tabla de salvación al colapso económico de la región loretana.
Kuczynski, Zavala, Thorne, Velarde y todos esos economistas neoliberales que se disponen a gobernar el Perú deberían saber tanto de economía como de ecología.” Porque para conocer dónde va nuestra civilización, necesitamos conocer más ecología que economía. La ciencia económica fue la que dominó una civilización productora de gases de efecto invernadero que comenzó hace 200 años y que hoy está ecológicamente agotada. Ahora la ecología comienza a ser la ciencia de una civilización sostenible, todavía lejana, que nos dice que para sobrevivir necesitamos cambiar los patrones de consumo de nuestra civilización con una nueva economía de mercado compatible con la ecología” ha escrito el diplomático y ensayista peruano Oswaldo de Rivero.
Aunque para la tecnocracia neoliberal que se hará cargo del gobierno a partir del próximo 28 de julio la ecología o la naturaleza es apenas una externalidad, conviene recordarles que las mejores carreteras que tiene el Perú en la Baja Amazonía son los ríos.
Para mantener el buen estado de esas hidrovías, el Ing, Magín Barcia Boria, uno de los mayores expertos en transporte fluvial y en hidrovías, recomienda el buen manejo de cuencas, la protección de las riberas para evitar las erosiones y derrumbes y el mejoramiento y modernización de los puertos.
Puedo imaginar quienes estarán presionando a Kuczynski para construir esta carretera: los extractores madereros y los poderosos empresarios de palma aceitera. Los nuevos dueños de los megalatifundios en la Amazonía. (Artículo publicado en Diario UNO, el 17 de julio de 2016)
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