INMORTALIDAD PARA JUAN ALMEYDA
Por: Martin Guerra.
13 de setiembre de 2009.
Compatriotas, compañeros, camaradas:
Una noticia que nos causa profundo dolor es el deceso del Comandante de la Revolución Cubana Juan Almeyda Bosque, albañil, músico, poeta y escritor que supo dar lo mejor de sí para el proceso revolucionario en Nuestra América y sobretodo en su querida CUBA.
Juan Almeida Bosque nació en La Habana, el 17 de febrero de 1927; y pasó a la inmortalidad en la misma ciudad, el viernes 11 de septiembre de 2009. Fue considerado como el Nº 3 del de la revolución cubana, después del Comandante en Jefe, Fidel Castro y del General Raúl Castro.
Almeyda, fundador del Partido Comunista de Cuba era un gran compositor y un escritor de talento.
Podemos leer en su libro "El General en Jefe Máximo Gómez" de 1986, cuando retoma las enseñanzas del viejo revolucionario para la lucha actual, para el compromiso internacionalista de todo revolucionario verdadero, dice:
"Como él, que supo sacrificarlo todo y abandonar el hogar para venir a librar la batalla por nuestra emancipación, existen hoy cientos de miles de cubanos que han sido y son capaces de renunciar a todo para contribuir a la libertad, la felicidad y el desarrollo de otros pueblos hermanos" (Pág. 143. Editorial de Ciencias Sociales, La Habana - Cuba, 1986).
En su famosa trilogía sobre los mártires de la lucha revolucionaria en Cuba, entre varias importantes reflexiones, construye una sobre el liderazgo colectivo y el relevo político, al señalar:
"Sin el jefe, en los primeros momentos perdemos la iniciativa debido a la sorpresa.. Sin conocer su verdadero destino nos quedamos a la espera, desconociendo si regresará o no, si demorará horas o días. La separación se fue confirmando con la falta de noticias. Entonces se creó una dirección del grupo que todos acatamos y respetamos" (Presidio. Pág. 68. Editorial de Ciencias Sociales, La Habana - Cuba, 1987).
En otro pasaje, frente a le exclusión racial, rememora una historia vecinal, sobre el amor entre una blanca y un negro, un negro como él, y escribe:
"Para muchos en el barrio, esta joven era una luchadora que se ha enfrentado a todos los prejuicios, entre ellos a los más hondamente arraigados en nuestro pueblo: el racismo y la religión. Se le ve en el rostro la altivez para enfrentarlo todo con orgullo" (Exilio. Pág. 7. Editorial de Ciencias Sociales, La Habana - Cuba, 1987).
A nosotros, los militantes del Movimiento José María Arguedas nos tocó la honra de defender al Comandante Almeyda frente a los infundios del trío de "idiotas americanos", cuyos nombres aquí no merecen mencionarse, cuando menospreciaron en su libraco del año 2007 la labor política del gran revolucionario afrodescendiente Juan Almeyda Bosque. Por aquel entonces dejamos bien librada la estela honrada de palabra y de acción del Comandante.
A inicio de este año, el 2009, junto a compañeros de otras agrupaciones reunido en el Frente Unitario Revolucionario - FUR, se rindió homenaje al primer Cincuentenario de la Revolución Cubana, aquella vez, también reivindicamos al luchador y artista Almeyda Bosque, frente a los desvaríos de la derecha.
Por sus escritos y acciones, por su voz y su música. Por todo ello y mucho más, decíamos al principio de este breve homenaje que su partida nos causa un profundo dolor, pero no por una hipócrita convención social, de la que apenas escapan algunos revolucionarios, si no por la pena de su ausencia en la acción, de esa fortaleza como símbolo del hombre negro americano, socialista y libre, patriota y libre.
Vaya a la Embajada de Cuba en el Perú, al pueblo cubano, a los comandantes Fidel y Raúl, al Partido Comunista y a la familia y amigos del Comandante Juan Almeyda Bosque, nuestras más sinceras condolencias y nuestra abrazo más revolucionario en la firme promesa de prosecución de sus ideas y sus obras, el internacionalismo, el liderazgo colectivo y la lucha contra el racismo y la exclusión.
¡Vivan las mujeres y hombres de acero y de caña de la Revolución Cubana!
¡Inmortalidad para el Comandante Juan Almeyda Bosque!
¡Con Túpac Amaru, Mariátegui y Arguedas!
¡Todas las Sangres por el Socialismo!
¡Venceremos!
Movimiento José María Arguedas.
A nombre de la Comisión Política.
NOTA: Adherimos a las hermosas palabras escritas por nuestro poeta nacional Winston Orrillo, inmediatamente después del ingreso a la inmortalidad del héroe:
JUAN ALMEYDA BOSQUE, PARADIGMA
Por: Winston Orrillo.
Vino desde la humilde -pero sublevante- tierra, a la que vuelve con los honores del que supo ser un "hombre, en la extensión de la palabra" (tradúzcase como revolucionario) .
Juan Almeyda Bosque, hasta en su apellido tenía, imbricada, la bella dirección que lo llevaría allá donde, otrora, "folgaban" los faunos y las musas: el mítico bosque de los peanes griegos.
Tenía, pues, que ser un poeta, pero no de los autistas que se miran permanentemente el ombligo, sino de aquellos -que vivifican el idioma y a la propia condición humana- que se ganan el título de poetas revolucionarios, no solo porque "revolucionan" el verso, sino porque coadyuvan a cambiar las ominosas condiciones en las que discurren las grandes mayorías, y no -obviamente- por obra y gracia del Espíritu Santo.
Juan Almeyda Bosque, pues, Comandante de la Revolución Cubana -de aquella cuyo nombre, per se, implica heroísmo inabarcable, fúlgida imagen que ilumina los vericuetos de la América Morena, y que ya no podrá parar hasta que se logre la Segunda y Definitiva Independencia: allí están los ejemplos, multiplicados, en Caracas, La Paz, Managua, Quito, Asunción, El Salvador...( siguen nombres).
Su nombre está, pues, ligado a todos los hitos que el pueblo de Cuba, a través de su vanguardia heroica, plantó para consolidar su gran Revolución.
Fundador del glorioso PCC, Almeyda ocupó todos los cargos de responsabilidad que el Comando le asignara, y en todos ellos supo dejar la impronta de combatiente paradigmático, como que venía desde la aurora del Moncada, a la que nunca le faltó esa impronta, esa simbiosis de arte y poesía, pues la raíz, el principio de todo, se resumía en ese dístico del Héroe Nacional, del Padre de Nuestra América y de La Edad de Oro, José Martí:
Con los pobres de la tierra
quiero yo mi suerte echar...
Eso lo tiene en el corazón Fidel y eso, adelantado, hoy lo lleva hasta las vegas inefables, el glorioso, el querido Comandante de la Revolución Cubana, Juan Almeyda Bosque.
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