Intelectual marxista, autodidacta
Nació el 13 de enero de 1915 en la ciudad
portuaria de El Callao y falleció repentinamente el 13 de febrero de 1976. Hijo
de inmigrantes chinos. Su figura era menuda, austera en su modo de vestir. Su
modo de comunicarse era directo, desenfadado y muchas veces irónico. Algo de
humor acompañaban sus decires. Cálido y generoso con sus amigos y con quienes,
comprometidos en llevar adelante sus
tesis o estudios adolecían de falta de recursos económicos. A pesar de
sus limitados recursos expresivos como disertante o polemista no se afirmaba
como antagonista con afilado sentido crítico. Atendía con puntualidad sus compromisos e invitaciones
intelectuales o políticas. Su constante participación en foros intelectuales sobre
temas de su interés y competencia, fue modelando un público afín atento a sus
infaltables preguntas, comentarios,
sugerencias o críticas.
Su vida cotidiana estuvo marcada por sus necesidades e
intereses: atendía disciplinadamente sus negocios, sus estudios e incluso los cuidados
de su cuerpo. Cultivó hasta el fin de sus días la natación. Fue difusor de un
saber heterodoxo acerca del naturismo y el uso de hierbas medicinales. Había nacido en el seno de una familia de
inmigrantes chinos adscrita a la pequeña burguesía del puerto de El Callao. Resintió
en sus primeros años de vida cierto acoso; pervivía todavía la resaca de la
xenofobia antichina contra los inmigrantes. Comentaba ser testigo de cómo las «patotas»
- bandas - juveniles apostaban a humillar a aquellos migrantes o sus
descendientes que seguían usando coleta, cortándoselas sorpresivamente. La
coleta o trenza china había sido impuesta por mandato imperial y su uso fue
generalizado a partir del siglo XVIII
entre los pobladores de la China continental pero también de sus comunidades
migrantes. La coleta significaba pertenencia imperial y sumisión. Gracias al triunfo
de la Revolución China, decía don Emilio, emancipó a los chinos de una tradición
feudal y reaccionaria.
Al concluir sus estudios
primarios en una escuela pública cursó
los dos primeros años de Secundaria comercial en el antiguo High school del
Callao. Sus estudios se truncaron al quedar huérfano).» Tuvo que trabajar y encontró el modo de
insertarse con relativo éxito en el terreno gastronómico. Gracias a la ganancia
comercial que obtenía, alcanzó cierta holgura económica que le permitió
enriquecer su pasión letrada y de investigación y subsidiar a más de una
revista intelectual y bridarle ayudas solidarias a estudiantes e investigadores
situados en su entorno. Fue un lector heterodoxo
ávido de conocimientos científicos y humanísticos. Lo anterior nutría su
adhesión al marxismo. Quienes lo
frecuentaron sabían de su actualización académica, gracias a las suscripciones
de revistas especializadas de otros países y a la adquisición de libros de su
interés.
Antonio Rengifo Ha sostenido
con objetividad que para Choy «Reafirmar el pensamiento de Mariátegui fue el
objetivo de su vida». Promovió la lectura de las obras de José Carlos
Mariátegui y participó en el proyecto de la familia Mariátegui de editar en
formato de libro de bolsillo las obras completas. En diciembre de 1970 redactó el prólogo del
tercer tomo de Figuras y aspectos de la
vida mundial (1929-1930). En el último párrafo escribió con tono militante:
«El autor de La Escena Contemporánea»,
en esta última serie de artículos, nos permite revivir los años críticos en que
no sólo se mantuvo sino que se hizo de acero la unidad del joven estado
socialista soviético; apreciar la crisis del 29, dentro del período de relativa
estabilización capitalista, y asistir al desarrollo del fascismo como fenómeno
destinado a ser barrido por los pueblos del mundo. Cuadros de enseñanza
permanente, sobre todo en estos momentos en que la crisis cíclica se fusiona la
crisis estructural del sistema capitalista, obligando al imperialismo a revivir
el fascismo o a maquillar a sus fieles cipayos con los más variados rostros,
orientados a debilitar la más poderosa corriente del campo socialista y las que
se forjen dentro de cada país del sistema capitalista. Maquillaje, que, sin
embargo, está obligado a erosionar, quiéranlo o no, en mayor o menor grado, el
neocolonialismo. Al tratar de desviar la historia, abren, cada vez más, el
cauce de los nuevos tiempos.»
En la realización de
ese objetivo aprovechó al máximo su condición de autodidacta y se preservó de
la deformación academicista. Para Choy
como para muchos migrantes y chino-descendientes como él, la recepción de la
Revolución China y su triunfo en 1949, signó un punto de viraje ideológico. Sin
embargo, para él, la unidad del controversial «bloque socialista» merecía ser
apreciada y defendida, más allá de las fisuras y conflictos entre partidos
comunistas y estados. Postulaba que tales contradicciones no eran antagónicas
por lo que estimaba serían resueltas o por lo menos atenuadas en el mediano
plazo. No pudo prever la caída del socialismo real ni la reconversión
capitalista de China bajo el Partido Comunista copado por un emergente sector
empresarial. Fue un antiimperialista informado y congruente. Seguía con
atención los sucesos internacionales, particularmente las guerras de
intervención, las de liberación nacional y los movimientos
revolucionarios.
La obra de Choy
representó un punto de madurez teórica para el marxismo en el Perú, al recuperar
la dialéctica y el uso de sus categorías, en diálogo crítico con las corrientes
materialistas contemporáneas como las sustentadas por Carl Sauer, Karl Polanyi,
John Murra, Karl Wittfogel entre otros. Desechó en sus escritos esa tradición
formalista de citar a Engels, Marx o Lenin en lugar de proponer análisis históricos
y concretos de la realidad. Conocía como pocos la literatura marxista
oponiéndose abiertamente a la de filiación trotskista. Prefería la figura de
Stalin a la Trotsky, guardando silencio frente a las tesis de Mao. Choy, a
pesar de su condición de autodidacta, se hizo acreedor al máximo reconocimiento
académico de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos por su obra, pero
también por su contribución como maestro informal de estudiantes y profesores que le solicitaron asesoría
o préstamos bibliohemerográficos.
La comunidad académica le ha reconocido el
valor de su obra en los campos de la antropología, la historia y arqueología
andina y prehispánica. Pablo Macera ha subrayado acertadamente que la obra Choy
representa «una historiografía comprometida con el marxismo». Debatir sobre el
carácter de la sociedad inca fue uno de sus principales campos de competencia,
fuese con académicos universitarios como John Murra, Rodrigo Montoya, o
intelectuales eruditos como el exiliado emenerrista boliviano Ñuflo Chávez
divulgador de la obra de Ernest Mandel en el Perú. Discutió con André Gunder
Frank acerca de sus tesis acerca del
capitalismo y el subdesarrollo a su paso por la ciudad de Lima. Sus
disertaciones, debates y participaciones críticas en los auditorios del
Instituto de Estudios Peruanos, la Casa de la Cultura, el Instituto Porras
Barrenechea, la Universidad de San Marcos y Garcilaso de la Vega lo hicieron
conocido y respetado. Poseía una consistente fundamentación acerca del valor
tanto heurístico como político de la controversia razonada, la cual guío su
conducta como intelectual público. Fue uno de los principales animadores del
seminario del capital en la Biblioteca de la Universidad «Ricardo Palma», el
cual congregó a una veintena de intelectuales de izquierda en 1974: Wilfredo Kapsoli, Álvaro Mendoza
Diez, Aracelio Castillo, Pablo Mariñez
(dominicano), Eduardo Arce del Campo, entre otros.
Choy participó en
primera línea de la lucha teórica y el combate ideológico contra los
historiadores conservadores de orientación oligárquica en torno a : la
Conquista, el periodo colonial y las rebeliones indígenas. Fue
trascendente su defensa del legado de
Garcilaso de la Vega y sus Comentarios
Reales desde las páginas de Tareas del
Pensamiento Peruano, la más importante revista de la izquierda marxista
dirigida por Alejandro Romualdo durante la década de los 60. Colaboró en la
revista Idea, Artes y Letras,
dirigida por otro notable autodidacta - Manuel Suárez Mirabal- a partir de 1950. Su lectura marxista de Túpac
Amaru llenó un vacío y potenció nuevas líneas de investigación y debate. Criticó
al marxismo estructuralista y a divulgadores como Martha Harnecker. Combatió
las formas específicas de penetración cultural y económica del imperialismo
norteamericano. En compañía de Alfredo Torero, sostuvo una campaña persistente
contra la presencia y acción del Instituto Lingüístico de Verano. Fue importante
su texto teórico-político sobre el imperialismo acerca de la nueva forma de acumulación
del capital y sus ligas con el complejo militar industrial y el injerencismo
norteamericano publicado en 1970, aunque varios de sus lectores le reprochasen
el uso de un lenguaje panfletario en el título, el cual desdecía el valor de su
real contenido y contrariaba el tenor de sus demás publicaciones. Impulsó la
polémica sobre los modos de producción subordinada a la interpretación de la
realidad peruana. Puso especial atención sobre el modo de producción asiático
para contrastar su propia tesis acerca del esclavismo inca, asimilándola luego
como una forma particular del régimen comunal sometido al sistema de
tributación imperial, mas no como su rasgo sustantivo principal. Debatió en
torno a los particularismos históricos del desarrollo capitalista en el Perú y
puso especial atención a sus manifestaciones embrionarias en el siglo XVIII,
como clave para interpretar las dos direcciones divergentes del movimiento
independista: Túpac Amaru y Zela. En 1958 sorprendió con su ensayo: «De
Santiago matamoros a Santiago mata-indios», por la original manera de explicar
un proceso superestructural de larga duración, tan ausente en la literatura
marxista nacional pos Mariátegui, subrayando el arropamiento del santo con el
fuego mítico (illapa) en el imaginario indígena.
Pocos días antes de su
sensible deceso en un encuentro casual en la Plaza San Martín, nos contó con el
rostro descompuesto, el acoso que venía recibiendo por parte de agentes de
Seguridad del Estado y de funcionarios de SINAMOS. Tenía fundado temor en que
le hicieran una requisa de sus materiales de investigación en curso. El día de
su deceso, varios de sus amigos estábamos reunidos celebrando un convivio en el
departamento de Hilda Gadea, la primera esposa del Che Guevara. Nos sorprendió que
no llegase, su puntualidad para todo tipo de compromisos fue ejemplar. Filo de
las seis de la tarde, recibimos consternados por vía telefónica la noticia de
su inesperado deceso.
Obras: Sobre la
revolución de Túpac Amaru, (1954); «Sobre la Inmigración China», (1954)
«Problemática de los orígenes del hombre y la cultura en América», (1956)
«Problemas de paleoantropología», (1956); Trasfondo económico en la
conquista española de América, (1957); De Santiago matamoros a Santiago
mata-indios,
(1958); La revolución neolítica
y los orígenes de la civilización peruana: las sociedades pre-clasistas, la
división de clases y la aparición del estado, (1960); «Garcilaso, Chimpu Ocllo y Túpac Amaru» (1960); Desarrollo
del pensamiento esclavista en la sociedad de los Incas, (1961); «La
esclavitud de los chinos en el Perú» (1963) «Trasfondo económico en la
conquista española de América», (1971); «El feudalismo decadente y el
capitalismo naciente en el Perú» (1971); «La revolución del 700», (1972) ; Túpac Amaru II-1780: sociedad colonial y
sublevaciones populares: antología, (1976); Lenin y Mariátegui; estudios,
(1970); Antropología e historia,
(1979).
Fuentes: AChB. «Emilio Choy Ma. Balance de un Legado Olvidado», Boletín del Museo de Arqueología y
Antropología (Lima), núm.2 1998, p.
2; Rengifo Balarezo, Antonio, «En memoria de Don Emilio Choy Ma Callao
1915/Callao 1976», Campesino (Lima) núm.
7, 1977; Choy Ma, Emilio, Sobre la revolución de Túpac Amaru. Lima: M.
N. Publicaciones, 1954; ---«Sobre la Inmigración China». Folklore americano (Lima), núm. 2, 1954; ---«Problemática de los orígenes del hombre y la
cultura en América». Revista del Museo
Nacional (Lima), núm. 24, 1955, pp. 210-251; ---«Problemas de
paleoantropología». Revista del Museo
Nacional (Lima), núm. 25, 1956, pp.
275-302; ---Trasfondo económico en la
conquista española de América. Lima: s.p.i., 1957; ---De Santiago matamoros a
Santiago mata-indios. Lima:
CIP, 1958; ---La revolución neolítica y los orígenes de la civilización
peruana: las sociedades pre-clasistas, la división de clases y la aparición del
estado en: Antiguo Perú, tiempo y
espacio, Lima: P.L. Villanueva, 1960; ---«Garcilaso, Chimpu Ocllo y Túpac
Amaru». Tareas del Pensamiento Peruano,
núm. 1, 1960; ---«Sobre domesticación de plantas en América». Revista del Museo Nacional, vol. 29,
1960, pp. 247-280; ---Desarrollo del pensamiento esclavista en la sociedad
de los Incas. Lima: Empresa Editora Chalaca, 1961; ---«La esclavitud de los
chinos en el Perú». Tareas del
Pensamiento Peruano, núm. 8, 1963, pp. 45-53; --- «Los conglomerados, las
mafias y el Pentágono: chacales que devoran América Latina», Visión del Perú (Lima) núm5. 1970,
pp.1-12. ---Lenin y Mariátegui; estudios. Lima: Biblioteca Amauta, 1970;
---«Trasfondo económico en la conquista española de América». Revista del Museo Nacional (Lima), núm.
26, 1971; ---«Prólogo», Figuras y
aspectos de la vida mundial (1929-1930) III, Lima, Empresa Editora Amauta,
1970; ---«El feudalismo decadente y el capitalismo naciente en el Perú». Lima:
UNMSM, 1971.; ---«La revolución del 700». Realidad
(Lima), núm. 1. Universidad Ricardo Palma, 1972, pp. 62-87; ---Túpac Amaru
II-1780: sociedad colonial y sublevaciones populares: antología. Lima:
Retablo de papel, 1976; ---«La burguesía peruana en el siglo XVIII». Historia y cultura, núm. 10 (1976-1977),
pp. 7-14; ---«Las contradicciones de la revolución». La Prensa (4 nov. 1978), p. 11; --- «Sobre la trascendencia de la
Revolución de Túpac Amaru». El Dominical
(4 nov. 1979), p. 9; --- Antropología e
historia. Lima: Universidad Nacional Mayor de San Marcos, 1979; Melgar Bao,
Ricardo, «Emilio
Choy Ma: pionero de la nueva antropología en el Perú 1915-1976», Boletín de
Antropología Americana, no. 7, México, Instituto Panamericano de Geografía
e Historia, 1er semestre de 1983, pp. 1-3.
[RMB]
Microbiografía extraída del Diccionario del movimiento obrero y popular del Perú 1848-1956 de Ricardo Melgar Bao (coordinador), en
proceso de edición, 2015.
Considero muy valiosos los aportes de los colegas Ricardo Melgar Bao y Antonio Rengifo. Tuve la fortuna de conocer, tratar y valorar al Maestro Emilo Choy Ma, desde que mi etapa de estudiante universitaria en San Marcos. Él colaboró económicamente con la revista Kachkanirajmi (1era etapa). Fuimos Lorenzo Osores y yo a visitarlo al Callo y nos dio un Aviso de la Fábrica de hielo, un par de veces. Platicamos en varias ocasiones sobre temas diversos. Nos invitaba a cenar al barrio chino a un grupo de estudiantes de antropología. Asistió a la fundamentación de mi tesis de bachillerato y a la recepción que me ofrecieron mis padres en Lince. Le animaba mi estudio sobre los Mitos andinos...Sentí tanto su muerte! Figura insustituible, amigo excepcional. Gracias.
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