martes, 27 de septiembre de 2016

Claudia Cisneros : Ppkeikismo: la nueva repartija

Claudia Cisneros
La República, domingo 18 de setiembre de 2016
Estamos hoy frente a una nueva repartija del Estado y sus instituciones. La delegación de facultades debería ser la segunda batalla ganada por el gobierno en el Congreso de mayoría fujimorista, después de ganada la confianza al gabinete Zavala. El fujimorismo ha medido bien la obcecación del gobierno por legislar sin mayoría congresal. El Ejecutivo ha perdido más de lo que ha ganado.

Si el gobierno creyó que enviando su pedido de facultades en un solo paquete evitaría que se enviara a muchas comisiones, no calculó bien al enemigo. Bruce y Sheput pretendieron negociar eso con la coordinadora de Montesinos, Luz Salgado (https://goo.gl/lUDLU2), hoy la naranja presidenta del Congreso. Como apunta Hildebrandt en sus 13, “los operadores de PPK pidieron a Salgado que (las facultades) vayan sólo a tres grupos: Presupuesto, Justicia y Constitución. Las dos primeras comisiones están presididas por parlamentarios de PPK y la última por un fujimorista”.
¿La respuesta del fujimorismo? Enviarlas a la Comisión de Constitución, donde no es casualidad que Miguel Ángel Torres, su presidente (y abogado de los hermanos Fujimori), mandara las facultades a “la cantidad de comisiones que sean necesarias para que den su opinión”. O sea, 20 a 30 días más de mecida.

¿Por qué entonces el gobierno acepta canjes, chantajes, repartijas y abusos de este tipo? ¿Por qué el gobierno ha entregado al fujimorismo la Defensoría del Pueblo? Walter Gutiérrez no solo era el menos apto de los candidatos, sino que tiene una denuncia por hacerse de una propiedad de manera dudosa. Quizás poco delito para el fujimorismo, pero demasiado para quien preside una de las pocas instituciones del Estado con buena imagen, precisamente porque ha estado liderada por personas intachables. Gutiérrez ni siquiera se dio el trabajo de presentarse en el Congreso como los otros dos candidatos hicieron porque se sabía ganador. Sin los votos de la bancada de gobierno, el fujimorismo no hubiera podido poner a su Defensor (necesitaban 87 y solo llegaban a 78 con los 5 apristas). Como dice R. M. Palacios, “aquí se gestó un canje”.

Ahora bien, otro “canje” ha sido la Sunat, donde el gobierno acaba de nombrar a Víctor Shiguyama como jefe, quien es conocido por haber sido diseñador del plan de gobierno de Keiko en 2011 y antiguo militante fujimorista que renunció al partido solo dos semanas antes de ser nombrado como jefe de SUNAT (como hemos sabido gracias a Convoca.pe). Así, el Ejecutivo le ha regalado al fujimorismo uno de sus juguetes preferidos en el pasado para perseguir a sus enemigos políticos: la Sunat. El gobierno está dispuesto a sacrificar la institucionalidad gubernamental a cambio de que el fujimorismo dé luz verde a sus medidas económicas.

No es coincidencia que a la salida de Yeni Vilcatoma –que no siendo un ejemplo de racionalidad, a diferencia del fujimorista promedio, no es corrupta– uno de los voceros del gobierno, el congresista Juan Sheput, la haya amonestado públicamente y PPK haya sido explícito en no querer chocar con el fujimorismo por ella. ¿Por qué entonces esta repartija de cargos del Ejecutivo al fujimorismo? ¿A cambio de qué? Pedro Francke da en el blanco y nos alerta a todos sobre la insistencia en las facultades: “para que pase apresuradamente un gigantesco cheque en blanco”, “porque no quieren que estos temas se discutan, conscientes de que sus propuestas generarían rechazo ciudadano… para prepararse a escondidas y luego sorprendernos con un paquetazo”.

Así estamos. Entre una repartija de instituciones a favor del fujimorismo a cambio de un paquetazo caballo de Troya que, como apunta Pedro Francke en su artículo en Hildebrandt en sus Trece, "Ojo con las facultades legislativas" (https://goo.gl/Hs9NYq) será a favor del bolsillo de las trasnacionales y en perjuicio del Perú. El anuncio del ministro Thorne (es un decir) sobre la inminente derogación de la Norma XVI (instrumento tributario para que las grandes empresas no eludan millones de soles en impuestos) es un preludio que, por cierto, ha sido aplaudido por el fujimorismo. Visto así, se cumple el vaticinio de que PPK y el fujimorismo tienen más en común de lo que ambos están dispuestos a reconocer: la política al servicio de intereses privados. Estamos fregados. A sacarle punta a las zapatillas para marchar.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

PLANETA PERU

PlanetaPeru: buscador del Perú

Seguidores

Archivo del Blog