PRIMER COMENTARIO SOBRE
"CARTA DE RENUNCIA DE MARTÍN GUERRA Y JUAN DIEGO MOTTA"
(03 de setiembre de 2016) (*)
El extenso pronunciamiento de aproximadamente 17 páginas, "Carta de Renuncia de Martín Guerra y Juan Diego Motta" divulgado ampliamente en las redes de facebook, debe ser leído y estudiado con atención y seriedad, como un valioso testimonio real, de la intensa lucha que están desplegando algunos activistas de la generación actual, por fortalecer la unidad del pueblo peruano.
Ahora, después de una primera lectura, ya puedo comenzar a extraer y ordenar las primeras conclusiones y enseñanzas:
1.- Lo primero que puedo comprobar, es que la contradicción, como expresión de la unidad y lucha de contrarios, es la fuerza que impulsa la evolución de todas las organizaciones sociales y políticas. Y los movimientos citados en el documento, como el Movimiento José María Arguedas, el Partido Pueblo Unido, otras organizaciones similares, y el Frente Amplio, entre otros que activan en la actualidad, no son una excepción a esta ley del desarrollo social. Todos se rigen por la ley de la contradicción.
2.- Por lo expuesto en el documento, puedo comprobar que el Partido Pueblo Unido no era, ni es, "un partido" propiamente dicho. Sus características son más acordes a lo que se conoce como un movimiento, o un frente, y en este caso más particularmente a "una alianza" de tendencias disímiles.
3.- En el extenso documento suscrito por los compañeros Martín Guerra y Juan Diego Motta, se plantean varios temas en debate, tanto teóricos, políticos como organizativos. Entre esos temas diversos, la mayoría de ellos importantes, me parece que el centro del debate ha sido la discrepancia "Frente o Partido", el cómo manejar las relaciones internas.
4.- Esta discrepancia no es nueva en las filas del amplio, variado y combativo pueblo peruano. Este debate sobre ¿dónde debe priorizarse, en cada momento, el trabajo organizativo?, comenzó en 1918, y pronto cumplirá cien años de fructífero desarrollo.
Por lo tanto, puedo afirmar que el debate actual que nos presentan M. Guerra y J.D. Motta es continuación de ese largo debate desarrollado por varias generaciones en las filas del pueblo peruano. Es más, su pronunciamiento es un gran aporte a la continuidad de este debate, y es un ejemplo que deberían seguir los otros miembros de su generación, contribuyendo así, a su propio balance generacional.
Recordemos que, a comienzos del año 1918, con la participación directa de José Carlos Mariátegui, se inició a dar vida a un grupo de propaganda socialista. En junio se publicó el primer número de la revista "Nuestra Época", vocero del comité de propaganda socialista en proceso de formación, y pocos meses después se constituyó el Comité de Propaganda Socialista, con la participación de numerosos intelectuales, obreros y estudiantes, que estaban participando en las combativas luchas reivindicativas de esos años que se venían desarrollando en la ciudad de Lima.
Así, en 1918, en el fragor de las luchas sociales, se constituyó el movimiento socialista peruano, como comité de propaganda socialista, y no como un partido.
5.- A los pocos meses de constituido el Comité de Propaganda Socialista, una parte de los elementos del comité, la parte dirigida por Luis Ulloa, propuso "la transformación del grupo en partido". La otra parte, en la cual se encontraban César Falcón y José Carlos Mariátegui, no aceptaron esa propuesta, y sostuvieron que "debería ser mantenido como comité de propaganda". Todo el trabajo desarrollado posteriormente por José Carlos Mariátegui durante un decenio, entre 1918 y 1928, fue un perseverante trabajo de propaganda socialista.
6.- Tres fueron las razones principales, para sostener esta propuesta de continuar trabajando como comité de propaganda socialista, y para no aceptar en 1918 constituir el partido en ese momento.
En primer lugar, Nuestra Época, y por lo tanto el comité de propaganda, en 1918 y 1919 todavía "no tenía un programa socialista".
Y ya es conocido que los programas no se improvisan. A Marx y Engels les demandó más de cinco años, entre 1843 y 1848, redactar el primer programa del socialismo científico, el Manifiesto Comunista. A Lenin le demandó cerca de diez años, desde 1891 hasta 1901, para redactar el programa de los socialistas rusos, denominado Nuestro Programa. Por su parte, a José Carlos Mariátegui le demandó cerca de diez años, entre 1918 y 1928, preparar la propuesta de programa del socialismo peruano. Esta propuesta hasta ahora no ha sido debatida ni aprobada en ningún evento del socialismo peruano, tarea que continúa pendiente.
En segundo lugar, el agrupamiento debería ser mantenido como comité de propaganda "mientras su presencia no tenga arraigo entre las masas". En los años 1918 y 1919 que fueron años de intensa lucha obrera y estudiantil en Lima, el comité de propaganda se formó pública y abiertamente, con un amplio respaldo de masas, pero según la opinión de Mariátegui, todavía no era suficiente como para justificar la constitución del ambicionado partido de masas y de ideas.
En tercer lugar, "el periodo no era propio para la organización socialista". Esta condición requiere un tratamiento aparte, y cuyo análisis nos permitirá comprender que los partidos no se constituyen por capricho personal "cuando a mí me da la gana". Así como no se puede predecir la revolución a plazo fijo, tampoco se puede predecir a plazo fijo cuándo se puede y se debe constituir la organización partidaria.
La tercera condición, "periodo propio" es una condición de carácter netamente objetivo; mientras que las dos primeras condiciones, "programa" y "arraigo entre las masas", son de carácter subjetivo. Por lo tanto, tales condiciones deben de ser tratadas según sean su real carácter, según sean condiciones objetivas o condiciones subjetivas.
7.- En los últimos cien años, en el Perú se han constituido numerosos grupos autodenominados "partidos", pero lo cierto es que ninguno de ellos ha cumplido con esos tres requisitos básicos, tres requisitos que los podemos resumir en "programa, arraigo entre las masas, y periodo propio".
8.- Por la lectura de la extensa Carta de Renuncia divulgada públicamente por Martín Guerra y Juan Diego Motta, puedo comprobar que el Partido Pueblo Unido, es uno más, entre los más de tres decenas de agrupaciones autodenominadas "partidos" que actualmente existen en Lima y en otras provincias del país.
Seriamente, deberíamos preguntarnos ¿cuántos de estos autodenominados "partidos" cumplen con las tres exigencias que ya se planteó Mariátegui en 1918?
Cuántos de los autodenominados "partidos", que existen actualmente, tienen programa socialista. Y si no tienen un programa socialista ¿en torno a que se unifican? ¿No será que se mantienen "unidos" en torno al caudillaje personalista de turno?
Cuántos de los autodenominadas "partidos", que existen actualmente, tienen arraigo real y efectivo entre las masas. Y si no tienen arraigo entre las masas ¿realmente a quién representan cada uno de ellos?
Y por último, ya es tiempo que debamos estudiar y preguntarnos seriamente: El periodo actual de la lucha de clases en el país ¿es propio para la organización socialista?
Espero que estas breves reflexiones, ayuden a ordenar la asimilación de los aspectos positivos de la última experiencia vivida con tanta intensidad y apasionamiento.
Abrigo la esperanza, que la exposición franca y pública de las discrepancias, en esta destacada sección del frente unido, no debilite, sino por el contrario, contribuya al fortalecimiento del frente unido del pueblo peruano.
Esta me parece que es la mejor forma de expresar mi apoyo a los compañeros Martín Guerra y Juan Diego Motta, seguro de que continuaremos practicando la acción conjunta y la discusión en diferentes frentes de lucha, tal como lo hemos venido haciendo desde hace un buen tiempo atrás.
(*) Versión revisada y ligeramente ampliada de comentario del día 03 de setiembre enviado por facebook.
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