FUERA EL IMPERIALISMO DE MANTA

De En Marcha del PC ML de Ecuador.

No puede esperarse, los soldados deben salir ahora de Manta y poner fin a cualquier forma de participación en el Plan Colombia


La salida de Osvaldo Jarrín del Ministerio de Defensa encierra elementos que van más allá de las explicaciones que la prensa burguesa ha dado. No solo tiene que ver con las contradicciones entre el Ejército y la Policía Nacional en el “combate al narcotráfico”, lo fundamental radica en las necesidades del imperialismo norteamericano de contar con piezas claves para el impulso de su política en el país y en la región.

No es que Jarrín haya significado una traba para aquello; por el contrario, es y fue desde el Ministerio de Defensa impulsador de la política militar yanqui para América Latina, su acción desplegada en torno a la elaboración del denominado “Libro Blanco” es un ejemplo de ello. En estos años, se han concentrado tropas en la frontera norte del país, para que puedan cumplir con la función de yunque en el combate a la insurgencia colombiana. Lo cierto es que las contradicciones existentes al interior de las FFAA hicieron perder terreno y autoridad a Jarrín, forzando su salida.

En su reemplazo Noboa escogió a otro personaje que cumple con el perfil necesario para dar continuidad a la política que la embajada estadounidense requiere. Marcelo Delgado Alvear, nuevo Ministro de Defensa, será la pieza clave de los gringos para la aplicación del Plan Colombia. Su formación militar en labores de inteligencia, contra-inteligencia, combate antiguerrillero es su carta de presentación, a lo que se añade su responsabilidad en la criminal represión desatada durante el gobierno de León Febres Cordero, cuando Delgado fue jefe de la Casa Militar. El nuevo ministro, a su vez, es empresario vinculado a la comercialización de combustibles y de armas, en este último caso, particularmente, con negocios con las Fuerzas Armadas del país.

Es un hecho que los Estados Unidos ha movido algunas piezas claves en estas semanas. Hace poco se nombró a un nuevo comandante en la Base de Manta que, en sus primeras declaraciones, sin ningún empacho, reconoció que aquella es vital para la aplicación del Plan Colombia; ahora ponen a un Ministro que ejecute su acción. Por ello la exigencia de la salida de las tropas yanquis de la base de Manta es una necesidad. Algunos candidatos a la presidencia, buscando sintonizarse con el sentimiento popular, han señalado que estudiarán si conviene mantener el convenio respectivo cuando, en el año 2009, éste termine. No puede esperarse, los soldados deben salir ahora de Manta y poner fin a cualquier forma de participación en el Plan Colombia