--- El mié, 13/5/09, Gustavo Pérez Hinojosa <gperezhinojosa@gmail.com> escribió: De: Gustavo Pérez Hinojosa <gperezhinojosa@gmail.com> Asunto: Re: [foro_centenario] Respuesta a la LIGA SOCIALISTA Rv: Rv: ¡¡LAS MASAS RECLAMAN LA UNIDAD!! Para: foro_centenario@yahoogroups.com CC: liga_socialista@yahoo.es, aulamagna_peru@yahoogrupos.com.mx, comunidadesperuanasenelexterior@yahoogroups.com, haciaunfrentenacionalistademocraticoypopular@gruposyahoo.com, latina@yahoogroups.com, cybercomunismo@yahoogroups.com, coordsolidaridadcocalerosperu@gruposyahoo.com.ar, amigosperuanos@egroups.com, diaspora-eleccion@yahoogroups.com, barricadacontraculturalantipostmodernista@yahoogrupos.com.mx, darwinsantotomasdeaquino@yahoo.es, nuevo_peru@yahoogrupos.com, guerradenoticias@gruposyahoo.com.ar, haciaelcambiosocial@gruposyahoo.com.ar, heroinasvenezolanas@yahoogroups.com, holocaustoamericano@yahoogroups.com, humanidadvigente@gruposyahoo.com, antropologica@gruposyahoo.com, frente.nacional@hotmail.com, gonzbarbaran@yahoo.es, guardia_arguediana@hotmail.com, guardia.arguediana@yahoo.es, debates.nacionalistas@yahoo.es, polemica_nacionalista@yahoo.es Fecha: miércoles, 13 mayo, 2009 1:03
Punto de vista antiimperialista José Carlos Mariátegui
"Somos anti-imperialistas porque somos marxistas, porque somos revolucionarios, porque oponemos al capitalismo el socialismo como sistema antagónico, llamado a sucederlo, porque en la lucha contra los imperialismos extranjeros cumplimos nuestros deberes de solidaridad con las masas revolucionarias de Europa". Tesis de Mariátegui presentada a la Primera Conferencia Comunista Latinoamericana (Buenos Aires, junio de 1929). Se ha reproducido de El Movimiento Revolucionario Latino Americano (Editado por La Correspondencia Sudamericana) . 1º— ¿Hasta qué punto puede asimilarse la situación de las repúblicas latinoamericanas a la de los países semi-coloniales? La condición económica de estas repúblicas, es, sin duda, semi-colonial, y, a medida que crezca su capitalismo y, en consecuencia, la penetración imperialista, tiene que acentuarse este carácter de su economía. Pero las burguesías nacionales, que ven en la cooperación con el imperialismo la mejor fuente de provechos, se sienten lo bastante dueñas del poder político para no preocuparse seriamente de la soberanía nacional. Estas burguesías, en Sud América, que no conoce todavía, salvo Panamá, la ocupación militar yanqui, no tienen ninguna predisposició n a admitir la necesidad de luchar por la segunda independencia, como suponía ingenuamente la propaganda aprista. El Estado, o mejor la clase dominante no echa de menos un grado más amplio y cierto de autonomía nacional. La revolución de la Independencia está relativamente demasiado próxima, sus mitos y símbolos demasiado vivos, en la conciencia de la burguesía y la pequeña burguesía. La ilusión de la soberanía nacional se conserva en sus principales efectos. Pretender que en esta capa social prenda un sentimiento de nacionalismo revolucionario, parecido al que en condiciones distintas representa un factor de la lucha anti-imperialista en los países semi-coloniales avasallados por el imperialismo en los últimos decenios en Asia, sería un grave error. Ya en nuestra discusión con los dirigentes del aprismo, reprobando su tendencia a proponer a la América Latina un Kuo Min Tang, como modo de evitar la imitación europeísta y acomodar la acción revolucionaria a una apreciación exacta de nuestra propia realidad, sosteníamos hace más de un año la siguiente tesis: "La colaboración con la burguesía, y aun de muchos elementos feudales, en la lucha antiimperialista china, se explica por razones de raza, de civilización nacional que entre nosotros no existen. El chino noble o burgués se siente entrañablemente chino. Al desprecio del blanco por su cultura estratificada y decrépita, corresponde con el desprecio y el orgullo de su tradición milenaria. El anti-imperialismo en la China puede, por tanto, descansar en el sentimiento y en el factor nacionalista. En Indo-América las circunstancias no son las mismas. La aristocracia y la burguesía criollas no se sienten solidarizadas con el pueblo por el lazo de una historia y de una cultura comunes. En el Perú, el aristócrata y el burgués blancos, desprecian lo popular, lo nacional. Se sienten, ante todo, blancos. El pequeño burgués mestizo imita este ejemplo. La burguesía limeña fraterniza con los capitalistas yanquis, y aún con sus simples empleados, en el Country Club, en el Tennis y en las calles. El yanqui desposa sin inconveniente de raza ni de religión a la señorita criolla, y ésta no siente escrúpulo de nacionalidad ni de cultura en preferir el matrimonio con un individuo de la raza invasora. Tampoco tiene este escrúpulo la muchacha de la clase media. La "huachafita" que puede atrapar un yanqui empleado de Grace o de la Foundation lo hace con la satisfacción de quien siente elevarse su condición social. El factor nacionalista, por estas razones objetivas que a ninguno de ustedes escapa seguramente, no es decisivo ni fundamental en la lucha anti-imperialista en nuestro medio. Sólo en los países como la Argentina, donde existe una burguesía numerosa y rica, orgullosa del grado de riqueza y poder en su patria, y donde la personalidad nacional tiene por estas razones contornos más claros y netos que en estos países retardados, el anti-imperialismo puede (tal vez) penetrar fácilmente en los elementos burgueses; pero por razones de expansión y crecimiento capitalistas y no por razones de justicia social y doctrina socialista como es nuestro caso". La traición de la burguesía china, la quiebra del Kuo Min Tang, no eran todavía conocidas en toda su magnitud. Un conocimiento capitalista, y no por razones de justicia social y doctrinaria, demostró cuan poco se podía confiar, aún en países como la China, en el sentimiento nacionalista revolucionario de la burguesía. Mientras la política imperialista logre "manéger" los sentimientos y formalidades de la soberanía nacional de estos Estados, mientras no se vea obligada a recurrir a la intervención armada y a la ocupación militar, contará absolutamente con la colaboración de las burguesías. Aunque enfeudados a la economía imperialista, estos países, o más bien sus burguesías, se considerarán tan dueños de sus destinos como Rumania, Bulgaria, Polonia y demás países "dependientes" de Europa. Este factor de la psicología política no debe ser descuidado en la estimación precisa de las posibilidades de la acción anti-imperialista en la América Latina. Su relegamiento, su olvido, ha sido una de las características de la teorización aprista. 2º— La divergencia fundamental entre los elementos que en el Perú aceptaron en principio el Apra —como un plan de frente único, nunca como partido y ni siquiera como organización en marcha efectiva— y los que fuera del Perú la definieron luego como un Kuo Min Tang latinoamericano, consiste en que los primeros permanecen fieles a la concepción económico-social revolucionaria del anti-imperialismo, mientras que los segundos explican así su posición: "Somos de izquierda (o socialistas) porque somos antiimperialistas". El anti-imperialismo resulta así elevado a la categoría de un programa, de una actitud política, de un movimiento que se basta a sí mismo y que conduce, espontáneamente, no sabemos en virtud de qué proceso, al socialismo, a la revolución social. Este concepto lleva a una desorbitada superestimació n del movimiento anti-imperialista, a la exageración del mito de la lucha por la "segunda independencia", al romanticismo de que estamos, viviendo ya las jornadas de una nueva emancipación. De aquí la tendencia a reemplazar las ligas anti-imperialistas con un organismo político. Del Apra, concebida inicialmente como frente único, como alianza popular, como bloque de las clases oprimidas, se pasa al Apra definida como el Kuo Min Tang latinoamericano. El anti-imperialismo, para nosotros, no constituye ni puede constituir, por sí solo, un programa político, un movimiento de masas apto para la conquista del poder. El anti-imperialismo, admitido que pudiese movilizar al lado de las masas obreras y campesinas, a la burguesía y pequeña burguesía nacionalistas (ya hemos negado terminantemente esta posibilidad) no anula el antagonismo entre las clases, no suprime su diferencia de intereses. Ni la burguesía, ni la pequeña burguesía en el poder pueden hacer una política anti-imperialista. Tenemos la experiencia de México, donde la pequeña burguesía ha acabado por pactar con el imperialismo yanqui. Un gobierno "nacionalista" puede usar, en sus relaciones con los Estados Unidos, un lenguaje distinto que el gobierno de Leguía en el Perú. Este gobierno es francamente, desenfadadamente pan-americanista, monroista; pero cualquier otro gobierno burgués haría, prácticamente, lo mismo que él, en materia de empréstitos y concesiones. Las inversiones del capital extranjero en el Perú crecen en estrecha y directa relación con el desarrollo económico del país, con la explotación de sus riquezas naturales, con la población de su territorio, con el aumento de las vías de comunicación. ¿Qué cosa puede oponer a la penetración capitalista la más demagógica pequeña-burguesí a? Nada, sino palabras. Nada, sino una temporal borrachera nacionalista. El asalto del poder por el anti-imperialismo, como movimiento demagógico populista, si fuese posible, no representaría nunca la conquista del poder, por las masas proletarias, por el socialismo. La revolución socialista encontraría su más encarnizado y peligroso enemigo, —peligroso por su confusionismo, por la demagogia—, en la pequeña burguesía afirmada en el poder, ganado mediante sus voces de orden. Sin prescindir del empleo de ningún elemento de agitación anti-imperialista, ni de ningún medio de movilización de los sectores sociales que eventualmente pueden concurrir a esta lucha, nuestra misión es explicar y demostrar a las masas que sólo la revolución socialista opondrá al avance del imperialismo una valla definitiva y verdadera. 3°— Estos hechos diferencian la situación de los países Sud Americanos de la situación de los países Centro Americanos, donde el imperialismo yanqui, recurriendo a la intervención armada sin ningún reparo, provoca una reacción patriótica que puede fácilmente ganar al anti-imperialismo a una parte de la burguesía y la pequeña burguesía. La propaganda aprista, conducida personalmente por Haya de la Torre, no parece haber obtenido en ninguna otra parte de América mayores resultados. Sus prédicas confusionistas y mesiánicas, que aunque pretenden situarse en el plano de la lucha económica, apelan en realidad particularmente a los factores raciales y sentimentales, reúnen las condiciones necesarias para impresionar a la pequeña burguesía intelectual. La formación de partidos de clase y poderosas organizaciones sindicales, con clara consciencia clasista, no se presenta destinada en esos países al mismo desenvolvimiento inmediato que en Sud América. En nuestros países el factor clasista es más decisivo, está más desarrollado. No hay razón para recurrir a vagas fórmulas populistas tras de las cuales no pueden dejar de prosperar tendencias reaccionarías. Actualmente el aprismo, como propaganda, está circunscrito a Centro América; en Sud América, a consecuencia de la desviación populista, caudillista, pequeño-burguesa, que lo definía como el Kuo Min Tang latinoamericano, está en una etapa de liquidación total. Lo que resuelva al respecto el próximo Congreso Anti-imperialista de París, cuyo voto tiene que decidir la unificación de los organismos anti-imperialistas y establecer la distinción entre las plataformas y agitaciones anti-imperialistas y las tareas de la competencia de los partidos de clase y las organizaciones sindicales, pondrá término absolutamente a la cuestión. 4º— ¿Los intereses del capitalismo imperialista coinciden necesaria y fatalmente en nuestros países con los intereses feudales y semifeudales de la clase terrateniente? ¿La lucha contra la feudalidad se identifica forzosa y completamente con la lucha anti-imperialista? Ciertamente, el capitalismo imperialista utiliza el poder de la clase feudal, en tanto que la considera la clase políticamente dominante. Pero, sus intereses económicos no son los mismos. La pequeña burguesía, sin exceptuar a la más demagógica, si atenúa en la práctica sus impulsos más marcadamente nacionalistas, puede llegar a la misma estrecha alianza con el capitalismo imperialista. El capital financiero se sentirá más seguro, si el poder está en manos de una clase social más numerosa, que, satisfaciendo ciertas reivindicaciones apremiosas y estorbando la orientación clasista de las masas, está en mejores condiciones que la vieja y odiada clase feudal de defender los intereses del capitalismo, de ser su custodio y su ujier. La creación de la pequeña propiedad, la expropiación de los latifundios, la liquidación de los privilegios feudales, no son contrarios a los intereses del imperialismo, de un modo inmediato. Por el contrario, en la medida en que los rezagos de feudalidad entraban el desenvolvimiento de una economía capitalista, ese movimiento de liquidación de la feudalidad, coincide con las exigencias del crecimiento capitalista, promovido por las inversiones y los técnicos del imperialismo; que desaparezcan los grandes latifundios, que en su lugar se constituya una economía agraria basada en lo que la demagogia burguesa llama la "democratizació n" de la propiedad del suelo, que las viejas aristocracias se vean desplazadas por una burguesía y una pequeña burguesía más poderosa e influyente —y por lo mismo más apta para garantizar la paz social—, nada de esto es contrario a los intereses del imperialismo. En el Perú, el régimen leguiísta, aunque tímido en la práctica ante los intereses de los latifundistas y gamonales, que en gran parte le prestan su apoyo, no tiene ningún inconveniente en recurrir a la demagogia, en reclamar contra la feudalidad y sus privilegios, en tronar contra las antiguas oligarquías, en promover una distribución del suelo que hará de cada peón agrícola un pequeño propietario. De esta demagogia saca el leguiísmo, precisamente, sus mayores fuerzas. El leguiísmo no se atreve a tocar la gran propiedad. Pero el movimiento natural del desarrollo capitalista —obras de irrigación, explotación de nuevas minas, etc.— va contra los intereses y privilegios de la feudalidad. Los latifundistas, a medida que crecen las áreas cultivables, que surgen nuevos focos de trabajo, pierden su principal fuerza: la disposición absoluta e incondicional de la mano de obra. En Lambayeque, donde se efectúan actualmente obras de regadío, la actividad capitalista de la comisión técnica que las dirige, y que preside un experto norteamericano, el ingeniero Sutton, ha entrado prontamente en conflicto con las conveniencias de los grandes terratenientes feudales. Estos grandes terratenientes son, principalmente, azucareros. La amenaza de que se les arrebate el monopolio de la tierra y el agua, y con él el medio de disponer a su antojo de la población de trabajadores saca de quicio a esta gente y la empuja a una actitud que el gobierno, aunque muy vinculado a muchos de sus elementos, califica de subversiva o anti-gobiernista. Sutton tiene las características del hombre de empresa capitalista norteamericano. Su mentalidad, su trabajo, chocan al espíritu feudal de los latifundistas. Sutton ha establecido, por ejemplo, un sistema de distribución de las aguas, que reposa en el principio de que el dominio de ellas pertenece al Estado; los latifundistas consideraban el derecho sobre las aguas anexo a su derecho sobre la tierra. Según su tesis, las aguas eran suyas; eran y son propiedad absoluta de sus fundos. 5º— ¿Y la pequeña burguesía, cuyo rol en la lucha contra el imperialismo se superestima tanto, es como se dice, por razones de explotación económica, necesariamente opuesta a la penetración imperialista? La pequeña burguesía es, sin duda, la clase social más sensible al prestigio de los mitos nacionalistas. Pero el hecho económico que domina la cuestión, es el siguiente: en países de pauperismo español, donde la pequeña burguesía, por sus arraigados prejuicios de decencia, se resiste a la proletarizació n; donde ésta misma, por la miseria de los salarios no tiene fuerza económica para transformarla en parte en clase obrera; donde imperan la empleomanía, el recurso al pequeño puesto del Estado, la caza del sueldo y del puesto "decente"; el establecimiento de grandes empresas que, aunque explotan enormemente a sus empleados nacionales, representan siempre para esta clase un trabajo mejor remunerado, es recibido y considerado favorablemente por la gente de clase media. La empresa yanqui representa mejor sueldo, posibilidad de ascención, emancipación de la empleomanía del Estado, donde no hay porvenir sino para los especuladores. Este hecho actúa, con una fuerza decisiva, sobre la conciencia del pequeño burgués, en busca o en goce de un puesto. En estos países, de pauperismo español, repetimos, la situación de las clases medias no es la constatada en los países donde estas clases han pasado un período de libre concurrencia, de crecimiento capitalista propicio a la iniciativa y al éxito individuales, a la opresión de los grandes monopolios.
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En conclusión, somos anti-imperialistas porque somos marxistas, porque somos revolucionarios, porque oponemos al capitalismo el socialismo como sistema antagónico, llamado a sucederlo, porque en la lucha contra los imperialismos extranjeros cumplimos nuestros deberes de solidaridad con las masas revolucionarias de Europa. Lima, 21 de mayo de 1929.
(*) Tesis presentada a la Primera Conferencia Comunista Latinoamericana (Buenos Aires, junio de 1929). Se ha reproducido de El Movimiento Revolucionario Latino Americano (Editado por La Correspondencia Sudamericana) . La misma versión aparece en el Tomo II de la obra de Martínez de la Torre (págs. 414 a 418). Fue leída por Julio Portocarrero en circunstancias en que se debatía "La lucha anti-imperialista y los problemas de táctica de los Partidos Comunistas de América Latina". Al término de su lectura, el delegado peruano señaló: "Compañeros: Así escribe el compañero José Carlos Mariátegui cuando formula su tesis sobre anti-imperialismo, analizando antes el estado económico y social del Perú...". Nota de los Editores. La herencia Mariateguista de Ernesto "Che" Guevara Hace muchos años atrás, un joven argentino, estudiante de Medicina, llamado Ernesto Guevara de La Serna, que realizaba uno de sus ahora famosos viajes en Motocicleta por Suramérica, pasaría por el Perú, y conocería con motivo de su interés en la Lepra, a un médico peruano llamado Hugo Pesce (quien precisamente fue uno de los que viajara junto con Julio C. Portocarrero, en representació n del Partido Socialista del Perú a la Primera Conferencia Comunista Latinoamericana, realizada en Argentina, en junio de 1929, y defendiese los puntos de vista de J.C. Mariátegui frente a Victorio Codovilla, representante del Congreso del Buró Sudamericano de la Internacional Comunista), quien le haría conocer la obra de José Carlos Mariátegui. La influencia de esta obra en este joven, sería tan fundamental, que escribiría en su diario, sobre este viaje : "El personaje que escribió estas notas murió al pisar de nuevo tierra argentina, el que las ordena y pule, yo, no soy yo; por lo menos no soy el mismo yo interior. Ese vagar sin rumbo por nuestra mayúscula América me ha cambiado más de lo que creí.", tal y como retrata, fielmente, el final de una reciente película sobre esta historia (me refiero a "Viajes en motocicleta") . Años después, el Dr. Pesce recibiría un ejemplar del libro "La guerra de guerrillas" del "Ché", con una dedicatoria del propio autor :"Al Doctor Hugo Pesce, que provocara, sin saberlo quizás, un gran cambio en mi actitud frente a la vida y la sociedad, con el entusiasmo aventurero de siempre pero encaminado a fines mas armoniosos con la necesidades de América". Mas tarde, en Guatemala, en Diciembre de 1953, Ernesto Guevara de La Serna conocería a una peruana, quien sería mas tarde su primera esposa, Hilda Gadea. Ella en sus memorias recuerda que conoció a Ernesto y viendo que le interesaba visitar Europa, le recomendó "que leyera a José Carlos Mariátegui para aprender cómo hay que estudiar a Europa. Entonces comentamos "El alma matinal" y los "Siete ensayos de interpretació n de la realidad peruana"" ("Mi vida con el Ché". Hilda Gadea). Así el "Ché" volvería a reencontrarse con Mariátegui. Es posible que la obra completa del "Ché" esté llena de frases, ideas y tesis de Mariátegui, pero aquí solamente vamos a referirnos a dos artículos suyos, escritos en momentos muy peculiares y especiales : "Táctica y estrategia de la revolución latinoamericana" , escrito en 1962, con ocasión de la denominada "Crisis de los Mísiles", que pudo haber concluido con el ataque atómico o invasión a Cuba, y "Mensaje a la Tricontinental" mas conocido como "Crear dos, tres,... muchos Viet-Nam es la consigna", escrito en 1966, con ocasión de su viaje con destino a Bolivia, donde posteriormente caería en combate; y vamos a referirnos solo a algunos temas mariateguianos tratados en éstos, como : la contradicción principal de la época, el papel de burguesía nacional en la Revolución, el carácter continental de la lucha revolucionaria, la estrategia imperialista, el carácter socialista de la Revolución y el internacionalismo proletario. CONTRADICCIÓN PRINCIPAL DE LA ÉPOCA Fue precisamente en 1962, en un texto escrito en el curso de la famosa "Crisis de los mísiles", que el "Ché" regresó a las tesis antaño leídas, y diferenciándose de los documentos de las Conferencias o Congresos de las organizaciones partidarias latinoamericanas, que copiaron mal y mecánicamente la experiencia de la Revolución China, considerando que la contradicción principal actual, es la existente entre el imperialismo y los pueblos y naciones oprimidas, el Che, precisó que el contenido fundamental de la época "lo constituye el paso del capitalismo al socialismo, iniciado por la Gran Revolución Socialista de Octubre, es la época de la lucha de dos sistemas sociales diametralmente opuestos;"…añadiendo "aún cuando es muy importante la lucha por la liberación de los pueblos, lo que caracteriza el momento actual es el tránsito del capitalismo al socialismo" ("Táctica y estrategia de la Revolución Latinoamericana" ) En esto encontramos enorme similitud a lo planteado por J.C. Mariátegui, que sus sucesores políticos olvidaron o renegaron, tras su deceso : "Capitalismo o Socialismo. Este es el problema de nuestra época" (Aniversario y Balance, Editorial de Amauta Nº 17, Septiembre de 1928, en Ideología y Política, Pág.249) y "somos anti-imperialistas porque somos marxistas, porque somos revolucionarios, porque oponemos al capitalismo el socialismo, como sistema antagónico llamado a sucederlo,"…("Punto de vista anti-imperialista" , Mayo de 1929, Tesis presentada a la I Conferencia Comunista Latinoamericana, en Ideología y Política, Pág.95). PAPEL DE LA BURGUESÍA NACIONAL EN LA REVOLUCIÓN Asimismo, contra la herencia de las tesis equívocas de la Internacional Comunista, que basadas en el proceso de la Revolución China, incurrían en una sobrestimació n del papel de la burguesía nacional en el proceso revolucionario latinoamericano (lo que se vio reflejado en el apoyo de los Partidos Comunistas a Gobiernos de burguesía nacional), el "Ché" plantea claramente que, a diferencia de otros continentes, en América las burguesías nacionales "relativamente mucho mas débiles que en otras regiones , claudican y pactan con el imperialismo" , "Frente al drama terrible para los burgueses timoratos : sumisión al capital extranjero o destrucción frente a las fuerzas populares internas", "no queda otra solución que la entrega. Al realizarse ésta,"…"se alían las fuerzas de la reacción interna con la reacción internacional más poderosa y se impide el desarrollo pacífico de las revoluciones sociales". En cuanto a los imperialistas yanquis "Ellos también quieren "tránsito pacífico". Están de acuerdo en liquidar las viejas estructuras feudales que todavía subsisten en América, y en aliarse a la parte mas avanzada de las burguesías nacionales, realizando algunas reformas fiscales, algún tipo de reforma en el régimen de tenencia de la tierra, una moderada industrializació n, referida preferentemente a artículos de consumo, con tecnología y materias primas importadas de los Estados Unidos", y concluye "En las actuales condiciones históricas de América Latina, la burguesía nacional no puede encabezar la lucha antifeudal y antiimperialista. La experiencia demuestra que en nuestras naciones esa clase, aún cuando sus intereses son contradictorios con los del imperialismo yanqui, ha sido incapaz de enfrentarse a éste, paralizada por el miedo a la revolución social y asustada por el clamor de las masas explotadas" ("Táctica y estrategia de la Revolución Latinoamericana" ). Así tras décadas volvían a alzarse las tesis de J.C. Mariátegui respecto a la burguesía nacional "La colaboración con la burguesía, y aún de muchos elementos feudales, en la lucha anti-imperialista china, se explica por razones de raza, de civilización nacional que entre nosotros no existen. El chino noble o burgués se siente entrañablemente chino". "El anti-imperialismo en la China puede, por tanto, descansar en el sentimiento y en el factor nacionalista. En Indo-América las circunstancias no son las mismas. La aristocracia y la burguesía criollas no se sienten solidarizadas con el pueblo por el lazo de una historia y de una cultura comunes. En el Perú, el aristócrata y el burgués blancos, desprecian lo popular, lo nacional"."El factor nacionalista, por estas razones objetivas que a ninguno de ustedes escapa seguramente, no es decisivo ni fundamental en la lucha anti-imperialista en nuestro medio". "Un conocimiento capitalista, y no por razones de justicia social y doctrinaria, demostró cuan poco se podía confiar, aún en países como la china, en el sentimiento nacionalista revolucionario de la burguesía", y añade "Mientras la política imperialista logre "manéger" los sentimientos y formalidades de la soberanía nacional de estos Estados, mientras no se vea obligada a recurrir a la intervención armada y a la ocupación militar, contará absolutamente con la colaboración de las burguesías" ("Punto de vista anti-imperialista" , Mayo de 1929, Tesis presentada a la I Conferencia Comunista Latinoamericana, en Ideología y Política) Coindentemente con el Ché, acerca de la alianza del imperialismo y la burguesía nacional, J.C. Mariátegui señalaba que "Ciertamente, el capitalismo imperialista utiliza el poder de la clase feudal, en tanto la considera la clase políticamente dominante. Pero, sus intereses económicos no son los mismos. La pequeña burguesía, sin exceptuar a la mas demagógica, si atenúa en la práctica sus impulsos más marcadamente nacionalistas, puede llegar a la misma estrecha alianza con el capitalismo imperialista. El capital financiero se sentirá más seguro, si el poder está en manos de una clase social más numerosa, que, satisfaciendo ciertas reivindicaciones apremiosas y estorbando la orientación clasista de las masas, está en mejores condiciones que la vieja y odiada clase feudal de defender los intereses del capitalismo, de ser su custodio y su ujier. La creación de la pequeña propiedad, la expropiación de los latifundios, la liquidación de los privilegios feudales, no son contrarios a los intereses del imperialismo de un modo inmediato. Por el contrario, en la medida en que los rezagos de la feudalidad entraban el desenvolvimiento de una economía capitalista, promovido por las inversiones y los técnicos del imperialismo; que desaparezcan los grandes latifundios, que en su lugar se constituya una economía agraria basada en lo que la demagogia burguesa llama la "democratizació n" de la propiedad del suelo, que las viejas aristocracias se vean desplazadas por una burguesía y una pequeña burguesía más poderosa e influyente –y por lo mismo más apta para fanatizar la paz social-, nada de esto es contrario a los intereses del imperialismo" ("Punto de Vista anti-imperialista" , en "Ideología y política", Págs. 88,89 y 93). CARÁCTER CONTINENTAL DE LA LUCHA REVOLUCIONARIA INDOAMERICANA Partiendo de la hipótesis que los yanquis intervendrían en América Latina en caso de una insurrección popular, por solidaridad de intereses con la burguesía nacional, el "Ché" consideraba "difícil que la victoria se logre en un país aislado. A la unión de las fuerzas represivas debe contestarse con la unión de las fuerzas populares. En todos los países en que la opresión llega a niveles insostenibles, debe alzarse la bandera de la rebelión y esta bandera tendrá, por necesidad histórica, caracteres continentales. La Cordillera de los Andes está llamada a ser la Sierra Maestra de América, como dijera Fidel, y todos los inmensos territorios que abarca este continente están llamados a ser escenarios de la lucha a muerte contra el poder imperialista" y añadía "No podemos decir cuando alcanzara estas características continentales, ni cuanto durará la lucha, pero podemos predecir su advenimiento porque es hija de circunstancias históricas, económicas, políticas, y su rumbo no se puede torcer" ("Táctica y estrategia de la Revolución Latinoamericana" ). Recordemos al efecto, la unidad de lucha de los pueblos de Indochina contra los japoneses, franceses y americanos o la de los pueblos de los Balcanes contra los invasores nazis en la II Guerra Mundial. Tesis que también encuentra su respaldo en J.C. Mariátegui, quien señalaba que "La revolución de la independencia hace mas de un siglo fue un movimiento solidario de todos los pueblos subyugados por España; la revolución socialista es un movimiento mancomunado de todos los pueblos oprimidos por el capitalismo. Si la revolución liberal, nacionalista por sus principios, no pudo ser actuada sin una estrecha unión entre los países sudamericanos, fácil es comprender la ley histórica que, en una época de mas acentuada interdependencia y vinculación de las naciones, impone que la revolución social, internacionalista, en sus principios, se opere con una coordinación mucho más disciplinada e intensa de los partidos proletarios" ("Principios Programáticos del Partido Socialista", en "ideología y Política", Pág.159). LA ESTRATEGIA IMPERIALISTA El famoso Mensaje a la Tricontinental, del "Ché", mas conocido como "Crear, dos, tres...muchos Viet-Nam es la consigna", publicado en Abril de 1967, fue escrito en 1966, antes de que éste partiese para Bolivia, y tiene por ello el sabor de un Mensaje o "encargo" de despedida. Imaginemos al "Ché" la noche en que escribió este texto, que era parte de su despedida (temporal o definitiva), con el peso moral que ello tiene. Es posible que esa noche recordara su viaje latinoamericano de juventud, en su Rocinante-motocicle ta, y las lecturas de Mariátegui inculcadas por Hugo Pesce y recordadas por Hilda Gadea : "Mientras la política imperialista logre "manéger" los sentimientos y formalidades de la soberanía nacional de estos Estados, mientras no se vea obligada a recurrir a la intervención armada y a la ocupación militar, contará absolutamente con la colaboración de las burguesías. Aunque enfeudados a la economía imperialista, estos países o más bien sus burguesías, se considerarán tan dueños de sus destinos".....(J.C. Mariátegui "Punto de vista antiimperialista"), y escribió ; ..."las burguesías autóctonas han perdido toda su capacidad de oposición al imperialismo -si alguna vez la tuvieron- y solo forman su furgón de cola".("Mensaje a la Tricontinental" ). CARÁCTER SOCIALISTA DE LA REVOLUCIÓN LATINOAMERICANA Volvió a recordar : : "No queremos, ciertamente, que el socialismo sea en América calco y copia. Debe ser creación heroica" y "La revolución latino-americana, será nada más y nada menos que una etapa, una fase de la revolución mundial. Será simple y puramente, la revolución socialista" (J.C. Mariátegui "Aniversario y Balance"). y escribió : "No hay mas cambios que hacer, o revolución socialista o caricatura de revolución" ("Mensaje a la Tricontinental" ). EL INTERNACIONALISMO PROLETARIO Finalmente, a punto de tomar la decisión práctica de solidaridad activa y real con el pueblo vietnamita y el cubano, iniciando otro "foco" de lucha que obligase al Imperialismo y sus secuaces a distribuir sus fuerzas, extendiese sus líneas, y aliviase la presión sobre éstas para atender el estallido de un nuevo conflicto, recordó una vez mas a Mariátegui : "Todo obrero que cae, en este momento en las calles de Berlín o en las barricadas de Hamburgo no solo cae por la causa del proletariado alemán. También cae por su causa, compañeros del Perú" (JCM "Internacionalismo y marxismo"), y escribió : "Y que se desarrolle un verdadero internacionalismo proletario; con ejércitos proletarios internacionales, donde la bandera bajo la que se luche sea la causa sagrada de la redención de la humanidad, de tal modo que morir bajo las enseñas de Vietnam, de Venezuela, de Guatemala, de Laos, de Guinea, de Colombia, de Bolivia, de Brasil, para citar solo los escenarios actuales de la lucha armada, sea igualmente gloriosa y apetecible para un americano, un asiático, un africano y, aún, un europeo. Cada gota de sangre derramada en un territorio bajo cuya bandera no se ha nacido, es experiencia que recoge quien sobrevive para aplicarla luego en la lucha por la liberación de su lugar de origen, y cada pueblo que se libere, es una fase de la batalla por la liberación del propio pueblo que se ha ganado" ("Mensaje a la Tricontinental" ). ¡Con Mariátegui y el "Ché" por el camino de la Revolución Socialista!
El día 13/05/09, FRENTE NACIONAL PERÚ <frente.nacional@ yahoo.es> escribió: A Los Patriotas de la LIGA SOCIALISTA Más que una respuesta es una reflexión sobre algunas inquietudes que no hacen los patriotas de la Liga Socialista y acaso se hace extensivo para otras organizaciones y personalidades que tienen las mismas inquietudes sobre el Frente Nacional. Ante todo, bienvenidos las críticas porque de ellas nos nutrimos para avanzar, crecer, mas aun cuando la inquietud y la critica esta orientada o da a entender en la necesidad de fortalecer un verdadero FRENTE que supere el estilo tradicional, mas cuando la construcción del Frente es impulsada desde las provincias, desde el interior y sobre todo desde las bases, desde el pueblo. ¿La dispersión de las fuerzas y la falta de unidad es la constatación de los hechos? Todos aparentemente saben y reconocen que el problema del movimiento social y popular es la dispersión de las fuerzas, la falta de una organización que unifique al conjunto y la falta de liderazgo capaz de tensar las fuerzas, pero no basta reconocer los problemas si no se buscan las salidas y soluciones, con ese propósito en junio del 2007 lanzamos una iniciativa ineludible, irrenunciable e impostergable ¡Impulsar el FRENTE NACIONAL de Todo el Pueblo! como una necesidad para el pueblo. La historia de los "frentes" hasta hoy ha sido y sigue siendo la "constitución de un Frente" como resultado de alianzas en función de la "negociación" de las cuotas del poder, pero muy pronto dichos intentos iban al fracaso por las pugnas por la cuota del poder y disputas por el liderazgo en función de los intereses propios o del grupo pero no en beneficio de los intereses reales del pueblo, cuyas protagonistas eran o son los dirigentes "históricos" que se sienten dueños vitalicios de tal o cual organización por su pretensión de ser los indispensables e insustituibles, es que cada uno lleva el ego por delante por el espíritu electorero y se sienten "presidentes". Eso no es nuestro interés ni nuestro camino, porque no concebimos el FRENTE como resultado de "alianzas" sobre "cuotas de poder" que "nacen" en congresos, asambleas o congresos. Éste es el estilo tradicional desde arriba hacia abajo que no permite el desarrollo. Queremos romper con esa historia y ese modelo tradicional de sacar mayores ventajas para el beneficio personal o del grupo y concebimos el FRENTE como un proceso de construcción y en ese devenir no buscamos ni tenemos que buscar alianzas con los "representantes" visibles o caciques de tal o cual organización, movimientos o partidos; con el único que tenemos que aliarnos es con el pueblo uniendo al pueblo contra un enemigo común que se logra en un proceso de construcción y esa necesidad debe ser impulsada con fuerza desde las bases, desde el pueblo (esto no niega la presencia de las organizaciones ¡bienvenido si es para fortalecer y no para dividir!). Entonces no basta reconocer lo que es la constatación de los hechos sino buscar las alternativas y nosotros planteamos que el punto de partida es la construcción de un FRENTE de carácter Nacional y que sea de todo el Pueblo: FRENTE NACIONAL de Todo el Pueblo. ¿La unidad se logra en el medio de la lucha? Toda la vida ha sido y es lucha ¿pero se logro la unidad en medio de la lucha? ¡No! Reconozcamos que todas las luchas han sido parciales y todos han luchado separados, con su propia "bandera". La lucha es un medio no el objetivo final, la lucha no se resume en las luchas callejeras y las revueltas populares: mítines, marchas, paros, protestas, pues existe otra lucha fundamental, es la construcción de una organización para el pueblo en medio de la dispersión. Si el problema fundamental del pueblo, del movimiento social y popular para el logro de sus objetivos es: ausencia de organización y liderazgo, entonces nuestra misión es resolverla, construyendo una organización capaz de unir a todas las fuerzas sociales y un liderazgo capaz de tensar todas las diferencias, una organización representantita y un liderazgo consecuente con los interese supremos del país y del pueblo. Pero de allí deriva otra cuestión: construir el FRENTE sobre qué bases, en función a qué y allí vuestra inquietud que debe plasmarse en un PROGRAMA DE UNIDAD. Sin un programa no hay base de unidad, pero el tener un PROGRAMA COMUN debemos reconocer que en el país no existe solamente una posición ideológica o una corriente determinada: lo socialistas quisieran solamente un programa socialista, los etnonacionalistas y el movimiento indígena quisieran un programa étnico y los nacionalistas un programa "nacionalista" entre otras corrientes y fuerzas sociales que existen, lo que un Programa Común de Unidad debe incorporar el todo sin excluir y según la importancia estratégica ubicarlas a corto, mediano y largo plazo. Pero detallar este tema será asunto de otro capítulo. ¡Qué hacen los "dirigentes" de las principales organizaciones existentes en el país que aparentemente se ubican en el seno del pueblo? No solo es qué hace si no también qué han hecho. Pretender que las "organizaciones de izquierda socialista" o mejor dichos los caciques de siempre están llamadas a dirigir una opción viable es una ilusión ¿Cómo confiar en quienes han traicionado los intereses del pueblo y fomentan la dispersión por los intereses personales o de grupo? ¿Cómo tener esperanza en quienes tienen la responsabilidad política para que la "izquierda" este en la bancarrota? Seguir confiando en ellos es una ilusión, pues son solo no han aprendido de los errores del pasado sino que siguen ejerciendo los mismo errores por el cual no están a la altura de las circunstancias de la historia ni nunca lo estuvieron, ni los mas moderados ni los mas radicales, lo moderados no solo se volvieron blandos también se volvieron liberales soñando en la "socialdemocracia" y los radicales declararon la guerra a tirios y troyanos pretendiendo ser los únicos sin entender que en un frente confluyen diversas fuerzas con su independencia ideológica ¿Pero significa esto que la izquierda o el socialismo ha fracasado? ¡No! La izquierda sigue siendo la principal fuerza y alternativa social, sólo que esa izquierda no está supeditado ni depender a los cánones de los liderazgos de la vieja izquierda inconsecuente. La izquierda está viva en el movimiento social y popular independiente de los caciques que fomentan la dispersión. Ese movimiento social y popular habla en el nacionalismo. ¿Qué sectores agrupa y quiénes apoyan al Frente Nacional? No pretendemos agrupar a un sector especifico, queremos llegar a todos lo sectores patrióticos, democráticos, nacionalistas y populares que quieran el verdadero cambio mas allá de la fraseología y los oportunismos de siempre; queremos agrupar a todos los sectores sobre un objetivo común que quieren construir un mundo nuevo pero que quieren marchar juntos y no separados ni menos divididos, por eso decimos de Todo el Pueblo; no queremos que nadie apoye sino en que en medio de la necesidad y el objetivo común todos se identifiquen con el Frente Nacional que no solo se sientan parte sino que hagan suya el proyecto, esta es la diferencia básica de la construcción desde abajo hacia arriba y en este proceso no queremos ser un "rotulo", un "cliché", un "frente" más, otro "grupo" mas ni estamos para dispersar las fuerzas sino para unificarlas, somos una gran ola, un gran movimiento que debe ser impulsada desde abajo, una gesta colectiva, una creación histórica por la necesidad de la historia pero también hacer realidad la utopía andina: construir la sociedad del bienestar y la abundancia. No es fácil y en esta tarea todas las fuerzas sociales populares y democráticas realmente consecuentes deben hacer un esfuerzo común, la lucha por la unidad contra un enemigo común, las diferencias y las particularidades no deben ser obstáculos que serán resueltos en el camino y claro está organizarse mas allá de las elecciones porque la conquista del gobierno no es la conquista del poder pero si las elecciones tienen que ser un medio porqué dejarlas al lado: avancemos pues a paso firme ¡todo nos une; nada nos separa! Entonces ¿No atrevemos avanzar como un solo puño? Fraternalmente; Carlos G. Barbarán Miembro de la Dirección Política Nacional FRENTE NACIONAL de Todo el pueblo Lima, 05 de mayo del 2009 Señores del Frente Nacional: Uds no nos conocen y seguramente se sorprenderán por recibir este mensaje. Somo una agrupación pequeña, de provincia, pero militante, compuesto por estudiantes, obreros y maestros. Bueno, vamos directo al motivo que nos impulsó a escribirles. Al leer vuestro mensaje no encontramos nada nuevo de lo que nosotros mismos ya hemos escrito ¡¡¡y meses atrás, incluso más de un año!!! Ahora bien, la Unidad, por supuesto, estamos totalmente de acuerdo, ¡faltaba más! Lo que vuestra sapiencia no menciona es un detalle esencial para esa precisada "unidad" de la que hablan, ¿tal vez un olvido?: el programa señores, el programa. Ya hubiéramos querido nosotros, luego de leer vuestro mensaje, en ser los primeros en apoyar vuestra propuesta, pero, sin programa ¡no hay unidad que valga! y no se puede mencionar vagamente el programa, se tiene, por lo menos, que plantear sus ejes principales. Vuestra explicación entonces no baja de la superficie cuando analiza el problema de la dispersión y de la falta de unidad, es una mera constación de algo que ya todos saben. Desde nuestro punto de vista, esa unidad se logra en las luchas, apoyándolas consecuentemente, estar en ellas junto a las masas en lucha, sumando esfuerzos, extendiendo la solidaridad (no como simple declaración). Todo ello en la idea de ir acumulando fuerzas, apoyando y fortaleciendo la movilización obrera y popular. Pero ¿qué hacen los principales dirigentes del país, que hace la CGTP, la CPS y las organizaciones provinciales afiliadas a la CGTP en su gran mayoría? (aunque hay excepciones claro.) Como uds, solo hablan de unidad pero sus objetivos y estrategia está puesta en las elecciones. Estas no son malas en sí mismas, hay que participar en ellas pero no como fin, sino para seguir llegando a las masas empobrecidas y explotadas del país, para decirles que las elecciones y el sistema democrático burgués son eso, instrumentos de la burguesía. Porque no se lograrán los anhelos de cambio por la vía electoral y parlamentaria, sino por el camino de la lucha, de la movilización, de que a través de esta las masas se fortalezcan, y se lancen al asalto del poder. Este no se ve reflejado en ningún programa, por mas que usen todas las hermosas frases del Amauta, por el contrario hablan de conquistar gobierno y poder por la vía electoral ¿poder?. Por esto es que no hay unidad, por la incosecuencia y por los apetitos electorales o mejor dicho electoreros. Por último una pregunta ¿A qué sectores agrupa, quiénes son los que apoyan el Frente Nacional? ¿O es un rótulo más? Ayer no los vimos en ninguna lucha por el primero de mayo, ni en Lima ni en provincias. ¿seremos tal vez los que prommovemos la dispersión ,la confusión los que planteamos esto? quedaremos agradecidos por vuestra respuesta Fraternalmente LIGA SOCIALISTA Asunto: Rv: ¡¡LAS MASAS RECLAMAN LA UNIDAD!! "¡LAS MASAS RECLAMAN LA UNIDAD !" ¡Por un Gran FRENTE NACIONAL de Todo el Pueblo! EL primero de mayo se celebra el día del proletariado internacional en todo el mundo, y nuestros saludos a todos los trabajadores y las trabajadoras que son el sostén de la economía, pero a la vez esta fecha nos llama a una reflexión de los problemas que afronta el pueblo peruano en su camino: la falta de unidad. ¡Las masas reclaman la unidad! es el gran grito de esperanza de Mariátegui que hoy mantiene su vigencia y vitalidad. Es una hermosa consigna que todas las organizaciones que se ubican en el seno del pueblo hacen suya y proclaman ¡Unidad! ¡Unidad! y la unidad es necesaria, pero la cuestión que surge es, unidad ante quién y sobre qué bases y allí el problema. Existe la necesidad pero no se sabe por donde iniciar, cuál es el camino, cómo lograrlo y sobre que propuesta. Esto responde a un problema fundamental que afronta el movimiento social y popular ¿Cuál es el problema o cuales son los problemas que afronta? La dispersión de las fuerzas, la falta de organización y ausencia de liderazgo. Veamos por qué. La Dispersión de Fuerzas.- Lo que caracteriza al movimiento social y popular peruano es la dispersión de fuerzas. En el Perú las "organizaciones" sobran pues existen un sinnúmero de organizaciones a lo largo y ancho del país, pero el problema que afrontan todos es que cada cual se sienten los "representantes legítimos del pueblo", los "abanderados del movimiento popular" y cada quien con "el derecho de ser los elegidos" o se sienten "los elegidos" y llevan una lucha encarnizada entre organizaciones para "ver quién esta cerca al pueblo" y aún en la propia organización la lucha por el liderazgo es intensa, lo que conlleva no sólo a la dispersión de fuerza sino a la falta de unidad. Por encima de la unidad se superponen los intereses individuales o de grupo, y si surgen iniciativas al margen de ellos, rápido gritan ¡porque ellos y no nosotros! Y lanzan ataques lejos de ver los puntos de unidad y cohesión. En ese contexto no puede haber unidad porque quieren la "unidad" en torno a "ellos" pero no sobre una idea común, sobre un proyecto nacional. Ausencia de Organización. - La dispersión de fuerzas y las pretensiones individuales o grupales es el problema de la falta de unidad y la falta de unidad es el problema de organización. Ninguna de las organizaciones existentes está en la capacidad de agrupar a todas las fuerzas sociales sobre un proyecto más amplio por la superposición de intereses individuales o de grupo a los intereses generales del país y el pueblo por el cual la unidad es una ilusión. No hay pues una organización capaz de aglutinar al conjunto de organizaciones sobre un proyecto común, sobre un programa unitario. Ausencia de liderazgo.- Multiplicidad de organizaciones con aspiraciones propias y pretensiones individuales conduce a la dispersión de fuerzas, por el cual no existen puntos de unidad ni puede haber una organización capaz de aglutinarlos y menos un liderazgo capaz de consensuar con las diversas posturas ideológicas o corrientes que aspiran la transformació n de país y acaso ¿el punto de partida del unidad no es la transformació n del país? Un liderazgo capaz no solo de consensuar entre todas las fuerzas y organizaciones sino unificarlos sobre un programa común manteniendo la independencia ideológica de cada quien pero superponiendo los intereses supremos del país y del pueblo por encimas de las particularidades. Nuestro camino.- La dispersión de fuerzas, la ausencia de una organización unitaria y la carencia de liderazgo consecuente permite en la escena política nacional que surjan "organizaciones" y "liderazgos" momentáneos y circunstanciales como en 2006 con Ollanta Humala y el Partido Nacionalista y hoy una vez mas el pueblo se pregunta ¿A quien apoyaremos o daremos nuestro respaldo? La misma pregunta se hacen las diversas organizaciones y pequeñas liderazgos existentes, pues si no les resultas sus aspiraciones ¿A quién apoyaremos? Y allí otra cuestión. Quienes estamos inmersos en la tarea histórica de la construcción de una alternativa realmente representativa del pueblo no tenemos que venderles falsas ilusiones ni tenemos que enseñarle al pueblo a quién apoyar sino darle una alternativa real y consecuente, tenemos que darle el instrumento y el camino, la cuestión no consiste en apoyar a nadie sino en construir organización y es el mismo mensaje que damos a las destintas organizaciones existentes que aspiran a la transformació n del país. En esta perspectiva, creemos con firmeza que el punto de partida de unidad se inicia por la construcción del FRENTE NACIONAL que agrupe a TODO EL PUEBLO sobre un programa común unitario, superando la dispersión de fuerzas sin que ella signifique negar la independencia ideológica de las organizaciones que puedan ser parte, pero que este no sea ni debe ser ninguna negociación de las cuotas del poder como clásicamente ha ocurrido. Pero un FRENTE alternativo y consecuente con los intereses del pueblo no reclama una "suma" de organizaciones para constituir un frente sino llegar al movimiento social y popular de las bases que son las que definen la situación, la incorporación del pueblo en su seno y no las "alianzas momentáneas", sólo de esa situación nace y se construye la verdadera UNIDAD DEL PUEBLO pero sin excluir o aislar a nadie por que en el frente todos tenemos un lugar. La unidad desde las bases y no desde arriba es nuestro principio fundamental, el resto es ilusión, espontaneidad, aventura, dispersión, desunión que siempre ha dado ventaja a los enemigos de siempre. Pues lo enemigos no solo son los que siempre han tenido el poder político, económico y militar sino también quienes están en su propio seno fomentando la dispersión, la desunión, la desorganizació n, la confusión. El pueblo reclama la unidad y hacia ello vamos, avanzamos a paso firme porque el futuro será nuestro, de nuestro pueblo, sin excluir a nadie o marginarlos por pequeñas diferencias o discrepancias que siempre será necesario. ¡Por un Gran FRENTE NACIONAL de Todo el Pueblo! ¡Por un gobierno del FRENTE NACIONAL! ¡FRENTE NACIONAL, por la salvación de la patria! Dirección Política Nacional FRENTE NACIONAL Lima, 01 de mayo del 2009 | De: Guardia Arguediana <guardia.arguediana@ yahoo.es> Asunto: Rv: Rv: ¡¡LAS MASAS RECLAMAN LA UNIDAD!! Para: frente.nacional@ yahoo.es Fecha: miércoles, 13 mayo, 2009 12:04
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