Año del 87 Aniversario de la Creación Heroica de José Carlos Mariátegui (1921-2008) Mariátegui y el Leninismo En el debate en curso en el seno del Socialismo Peruano, hay quienes pretenden que Mariátegui no fue marxista-leninista. Analicemos, pues, esta opinión. En el artículo Henri de Man y la "Crisis Del marxismo", originalmente publicado en Variedades, el 7 de julio de 1928, y que hace el primer capítulo de la primera parte del libro Defensa del marxismo, José Carlos Mariátegui sostuvo: "Lenin aparece, incontestablemente, en nuestra época como el restaurador más enérgico y fecundo del pensamiento marxista, cualesquiera que sean las dudas que a este respecto desgarren al desilusionado autor de Más allá del Marxismo. La revolución rusa constituye, acéptenlo o no los reformistas, el acontecimiento dominante del socialismo contemporáneo. Es en ese acontecimiento, cuyo alcance histórico no se puede aún medir, donde hay que ir a buscar la nueva etapa marxista" (pp.21-22. Subrayado en el original). Y en el artículo Emmanuel Berl y el proceso de la literatura francesa contemporánea, originalmente publicado también en Variedades, el 22 de mayo de 1929, y que, con el título abreviado de El proceso a la literatura francesa contemporánea, hace el capítulo XV de aquella primera parte del mismo libro, Mariátegui agregó: "Lenin nos prueba, en la política práctica, con el testimonio irrecusable de una revolución, que el marxismo es el único medio de proseguir y superar a Marx" (p126). Es extraordinariamente expresivo que, en un libro consagrado fundamentalmente a la defensa del marxismo de las tentativas liquidacionistas del revisionismo, Mariátegui dedicara a Lenin tan sustanciosos y precisos conceptos.. Analicemos el significado de los mismos, aunque sea brevemente. Decir, como dice Mariátegui, que "Lenin aparece, incontestablemente, en nuestra época como el restaurador más enérgico y fecundo del pensamiento marxista" y, además, que es en la revolución rusa "donde hay que ir a buscar la nueva etapa marxista", es decir que el leninismo es un desarrollo del marxismo en nuestra época. El significado de estas afirmaciones de Mariátegui es, pues, indesmentible, cualesquiera sean los argumentos en contrario que puedan presentar al respecto quienes se obstinan en negar la adhesión de Mariátegui al leninismo. Por eso, valorando la obra de Lenin, el maestro del Socialismo Peruano señaló: "el marxismo es el único medio de proseguir y superar a Marx". De este modo inequívoco sostuvo que Lenin prosiguió (continuó, llevó adelante) los principios de Marx, y que, al mismo tiempo, superó (enriqueció, desarrolló) a Marx en el sentido particular de que aportó al tesoro general del marxismo elementos teóricos nuevos en comparación con lo que le dieron los fundadores. Esto demuestra que Mariátegui comprendió perfectamente que el marxismo es una teoría en desarrollo y, además, que este desarrollo está determinado por los cambios en las condiciones de la lucha de clase del proletariado. En su fundamental libro Los Fundamentos del leninismo, Stalin definió el leninismo como "el marxismo de la época del imperialismo y de la revolución proletaria" y, así, implícitamente, plateó que el leninismo es una nueva época en el desarrollo del marxismo. Pero el término "etapa", utilizado por Mariátegui en la definición del leninismo, no acarreaba en su tiempo una seria confusión, como ocurre actualmente debido a la definición que hacen algunos del pensamiento de Mao como "tercera etapa del marxismo". Por cuanto Mariátegui tuvo, pues, esta comprensión del leninismo, en el artículo La filosofía moderna y el marxismo, originalmente publicado en Variedades, el 22 de setiembre de 1928, y que hace el capítulo IV de de la misma primera parte del mismo libro Defensa del marxismo, dejó sentados estos conceptos: "Con lenguaje bíblico el poeta Paul Valery expresaba así en 1919 una línea genealógica: 'Y éste fue Kant que engendró a Hegel, el cual engendró a Marx, el cual engendró a
' Aunque la revolución rusa estaba ya en acto, era todavía muy temprano para no contentarse prudentemente con estos puntos suspensivos, al llegar a la descendencia de Marx. Pero en 1925, C . Achelin los reemplazó por el nombre de Lenin. Y es probable que el propio Paul Valery, no encontrase entonces demasiado atrevido ese modo de completar su pensamiento". "El materialismo histórico reconoce en su origen tres fuentes: la filosofía clásica alemana, la economía política inglesa y el socialismo francés. Este es, precisamente, el concepto de Lenin. Conforme a él, Kant y Hegel anteceden y originan a Marx primero y a Lenin después -agregamos nosotros- de la misma manera que el capitalismo antecede y origina al socialismo" (p.39). Mariátegui afirmó, pues, claramente, "y a Lenin después", y esta afirmación nos releva de mayores comentarios. En conclusión, el libro Defensa del marxismo es, al mismo tiempo que una defensa del pensamiento de Marx (y precisamente por esto) un reconocimiento de Lenin como continuador de Marx en nuestra época, un reconocimiento del leninismo como "la nueva etapa marxista". Y, por cuanto esta fue la comprensión mariateguiana del leninismo, ya podemos comprender que el término "marxismo" no tiene, en el libro que comentamos, la limitación de significar únicamente el pensamiento de Marx. De hecho, defendiendo el marxismo, Mariátegui defendió su desarrollo por Lenin, como no podía ser de otro modo Y por cuanto este es el verdadero sentido que tiene en esa defensa el término "marxismo", entonces ya podemos entender qué quiso decir Mariátegui, y qué dijo efectivamente, con su declaración de ser "marxista convicto y confeso". Por eso, nada menos que en Principios programáticos del Partido Socialista, escribió estos definitorios e incontestables conceptos: "El capitalismo se encuentra en su estadio imperialista. Es el capitalismo de los monopolios, del capital financiero, de las guerras imperialistas por el acaparamiento de los mercados y de las fuentes de materias brutas. La praxis del socialismo marxista en este período es la del marxismo-leninismo. El marxismo-leninismo es el método revolucionario de la etapa del imperialismo y de los monopolios. El Partido Socialista del Perú, lo adopta como su método de lucha" (t.13, p.160).. Esta adhesión al marxismo-leninismo, este establecimiento del marxismo-leninismo como la base de unidad del Partido Socialista da al traste con cualquier tentativa de reducir el debate sobre la identidad doctrinal de Mariátegui a una discusión de palabras, con cualquier actitud oblicua en relación a algunas declaraciones suyas, con cualquier obstinación de buscarle tres pies al gato. ¿Cómo podría entenderse que Mariátegui no fue marxista-leninista cuando, como vemos, él mismo, expresando un acuerdo colectivo, estableció el marxismo-leninismo como la base de unidad del partido que fundó el 7 de octubre de 1928? En la Encuesta a José Carlos Mariátegui, realizada por Angela Ramos y originalmente publicada en Mundial, el 23 de julio de 1926, el maestro señaló: "el dato no es sino dato. Yo no me fío demasiado del dato. Lo empleo como material. Me esfuerzo por llegar a la interpretació n" (t.4, p.156). Y, no obstante, en un reciente debate sobre el tema que nos ocupa, hemos podido constatar las vueltas que han dado alrededor de los datos algunos de sus participantes, sin haber sido capaces de llegar a la interpretació n. Esto vale especialmente para Aragón, que, en carta a Jaime Lastra del 3 de enero del presente, dejó escrito: "La exposición de las razones, por las cuales considero que no es correcto afirmar 'Mariátegui comunista' o 'Mariátegui marxista-leninista' , escapa a los límites de esta breve respuesta" (sic). Y que, en carta a Santiago Ibarra del 4 de febrero del presente, dejó dicho: "usted afirma: 'En mi criterio, y como consta en documentos históricos, escritos por el propio Mariátegui, él fue marxista-leninista. Así de simple'. "Bueno, pues, ese es su criterio, yo lo respeto. Ni yo, ni nadie, tenemos ningún derecho a prohibirle su opinión. Pero ese NO era el criterio de Mariátegui, salvo que usted presente pruebas documentales en las cuales Mariátegui se declara 'marxista-leninista, con la misma precisión y claridad que se declaró 'marxista convicto y confeso en los '7 Ensayos' e 'Ideología y Política'" (dobles subrayados en el original). ¿Comprende el lector? En negro sobre blanco, Aragón sostiene, pues, que "no es correcto afirmar 'Mariátegui comunista' o 'Mariátegui marxista-leninista'" y, luego de decir esto, se refugia en el supuesto negado de que no hay ninguna prueba documental que así lo demuestre. Ebrio de citas, Aragón se muestra incapaz de elevarse hasta la interpretació n del pensamiento orgánico de Mariátegui sobre la teoría del proletariado. Si Mariátegui no dijo en primera persona que era marxista-leninista, entonces no fue marxista-leninista. Si dijo que era "marxista convicto y confeso", entonces solamente fue marxista. Pero, como al que no es capaz de elevarse al nivel de la interpretació n y pide pruebas documentales hay que darle pruebas documentales, lo remitimos a Aragón a los Principios Programáticos del Partido Socialista, donde, como lo hemos recordado arriba, el propio Mariátegui estableció el marxismo-leninismo como la base de unidad del Partido Socialista del Perú. Este es el documento histórico al que Santiago Ibarra se refería, pero, por lo visto, el que pide pruebas documentales sólo ve las que le conviene y no las que no le conviene, no obstante que dice "leer con los dos ojos" y "buscar la verdad en los hechos". No es correcto, pues, empeñarse en negar la cualidad marxista-leninista de Mariátegui, expresada en la base de unidad del Partido, levantando una declaración en primera persona que tiene su explicación en el hecho, anotado arriba también, de que con la palabra "marxismo" Mariátegui hacía referencia al marxismo y a su desarrollo por Lenin, así como, si vemos el concepto y no la palabra, al autocalificarse de socialista estaba de hecho autocalificándose de comunista. En la misma Encuesta realizada por Angela Ramos, el maestro del proletariado peruano señaló también: "Lo que siempre me habría aterrado es traicionarme a mí mismo. Mi sinceridad es la única cosa a la que no he renunciado nunca" (t.4, p.155). Y en su artículo Réplica a Luis Alberto Sánchez, originalmente publicado en Mundial el 11 de marzo de 1927, confutó así los reparos del literato conservador: "Sólo rectificaré, de paso, por el equívoco que pudiese engendrar, el concepto de que lo más mío está en 'Amauta'. Siento igualmente mío lo que escribo en esta revista, y en cualquiera otra, y ninguna dualidad me es más antipática que la de escribir para el público o para mí mismo. No traigo, como es mi deber, a esta revista, tópicos extraños a la sección en que el propio director de 'Mundial' ha querido situar mis estudios o apuntes sobre temas nacionales y menos aún traigo arengas de agitador ni sermones de catequista; pero esto no quiere decir que aquí disimule mi pensamiento, sino que respeto los límites de la generosa hospitalidad que 'Mundial' me concede y de la cual mi discreción no me permitiría nunca abusar" (t.13, p.220). De hecho, pues, la tentativa de negar la adhesión de Mariátegui al marxismo-leninismo, resulta, objetivamente, poniendo en tela de juicio su sinceridad, su coherencia, su integridad. Enfrentados al problema de reconocer la identidad doctrinal de Mariátegui, es confundir las cosas reducir la discusión a la letra de una u otra declaración suya, y dejar por fuera lo verdaderamente sustancial: la coherencia de su pensamiento sobre la teoría del proletariado. Por eso, con la misma sinceridad y la misma coherencia del maestro, Raymundo Prado, en su libro El marxismo de Mariátegui, anotó que "Mariátegui tomará bajo su influjo [bajo el influjo de la Revolución Rusa ] una definida posición socialista y adoptará el marxismo-leninismo como el único método revolucionario de la época" (primera edición, p.38), y, en la Conclusión del mismo libro, agregó: "juzgamos que la posición de Mariátegui es marxista-leninista" (p.103). De paso, téngase en cuenta que esto está dicho en un libro que se titula El marxismo de Mariátegui, y no El marxismo-leninismo de Mariátegui. La interpretació n de las afirmaciones mariateguianas acerca de Lenin contenidas en el libro Defensa del Marxismo y el simple reconocimiento de la definición doctrinal que aparece en los Principios programáticos del Partido Socialista (que, como es lógico, definen al Partido y a Mariátegui como marxista-leninistas ) liquidan toda tentativa de utilizar ciertas afirmaciones mariateguianas para pretender demostrar lo indemostrable: que "no es correcto afirmar 'Mariátegui marxista leninista'". Dicho sea entre paréntesis: el estilo lagotero que tiene Aragón de polemizar lo conduce a declarar que él respeta el criterio de que Mariátegui fue marxista-leninista (respetar implica consideración, deferencia, acatamiento, veneración, miramiento), contraviniendo así este agudo aserto dialéctico de Mariátegui: "No le hacemos ninguna concesión al criterio generalmente falaz de la tolerancia de las ideas. Para nosotros hay ideas buenas e ideas malas". Por eso declaramos enfáticamente que, a nuestra vez, no respetamos en absoluto la mala idea según la cual Mariátegui no fue marxista-leninista. Pero ocurre que son los individuos los portadores de las ideas y, por tanto, hay que subrayar el hecho de que algo anda mal en Aragón para sostener una semejante idea. Justifico esta afirmación, recordando que, en su polémica con Sánchez, Mariátegui señaló que polemizaba "poco con los individuos y mucho con las ideas" (t.13, p.219), pero no dijo, como resulta claro, que no polemizaba en absoluto con los individuos. En el presente artículo hemos polemizado, como ha podido ver el lector, mucho con una idea manifiestamente errónea, profundamente negativa y altamente peligrosa. Sólo faltaba que agregáramos, brevemente, una referencia a la actitud mental que la promueve.. Si todavía hoy existen algunos personajes de rancia ideología que niegan con verdadera rabia y con los más disparatados argumentos que Mariátegui fuera marxista, resulta que ahora hay marxistas que se obstinan en negar la cualidad marxista-leninista de Mariátegui. Esto, desde todo punto, es UNA CONSTATACIÓN QUE ES TODO UN LLAMADO DE ATENCION A LOS ELEMENTOS CONSCIENTES DEL SOCIALISMO PERUANO. Eduardo Ibarra biblioteca9@ hotmail.com 06.02.08.. |
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