miércoles, 10 de septiembre de 2008

Rv: Balada de la cárcel de Reading y otros poemas de Oscar Wilde (PUCP, 2008) por Rosina Valcárcel



El mié, 10/9/08, Carlos Ostolaza Ramírez <carlosaostolaza@yahoo.com> escribió:


Balada de la cárcel de Reading y otros poemas (Lima, PUCP, 2008)
Enviado por Raul Isman el 09/09/2008Seccion : Crítica de libros
(Rosina Valcárcel)

Oscar Wilde (Dublín 18 de octubre de 1854 París 30 de noviembre de 1900), fue hijo de Sir Williams Robert Wills Wilde, un destacado médico, y de Jane Francesca Elgee, conocida entonces como la escritora que, bajo el pseudónimo de Speranza, defendía la causa nacionalista irlandesa tanto en su poesía como en su labor como anfitriona de un concurrido salón literario. Gran escritor, poeta y dramaturgo irlandés Wilde está considerado como uno de los dramaturgos más destacados del Londres victoriano tardío; además, fue una celebridad de la época debido a su puntilloso y gran ingenio. Su reputación se vio "hundida" tras ser condenado a dos años de trabajos forzados en un famoso juicio en el que fue acusado de "indecencia" grave por una comisión inquisitoria de actos homosexuales. En el cementerio de Père Lachaise. reposa Wilde, maestro de la ironía, el ingenio y el humor. Al observar el monumento que cubre sus restos, no puedo evitar recordar las peripecias que terminaron llevándolo hasta la capital francesa donde, pobre y olvidado, dejó huérfanos a lectores de todo el mundo (2).Hace poco tiempo recibí por correo el ejemplar # 497 de la Balada de la cárcel de Reading y otros poemas, PUCP, 66, El manantial oculto, de la pulcra y bella Colección dirigida por el escritor y promotor cultural Ricardo Silva-Santisteban, edición auspiciada por el Rectorado de la Pontificia Universidad Católica del Perú, gracias a su representante el Dr. Luis Guzmán Barrón S. Tras una lectura pude advertir que la vida literaria de Wilde tuvo su origen y su apocalipsis en la poesía. Sus primeros dos libros fueron de poemas, el último la famosa Balada…Empero, la poesía de Wilde jamás había tenido un interés crítico importante. Valentino Gianuzzi señala que el olvido se puede justificar si se argumenta que no es la poesía de Wilde donde hallamos el espíritu wildeano más reconocible: es poco lo que en su poesía se puede encontrar del escritor aforístico, ingenioso, satírico y extravagante que se asocia como prototípico de Wilde (3). Sin embargo, tal vez no sea muy arriesgado afirmar que es en la poesía de Oscar Wilde donde se han graficado, de manera más evidente, los vaivenes de su pensamiento artístico (4).Según Seamos Heaney, la Balada, como poema catártico, no es tanto un cambio drástico en una visión poética, sino más bien un despertar de intereses recónditos que había nutrido a Wilde desde su niñez. Ese cariz propagandístico y denunciador presente en la Balada sería reflejo de la influencia que la poesía de su madre, la poeta nacionalista Speranza, y de la de los contertulios de ésta, tuvieron en sus opiniones sobre cuál era el verdadero propósito del arte.

El Wilde que alguna vez había escrito que "todo arte es inútil" tenía ahora a la poesía como arma para mover las conciencias de los lectores y motivar cambios en la sociedad. La Balada es el testimonio y la denuncia de un hecho verdadero, que está textualizado en el epígrafe del poema: la ejecución del soldado de la guardia real de caballería Charles Thomas Woolridge, condenado a muerte por haber asesinado a su esposa.

La publicación del poema coincidió con cartas abiertas en las que Wilde denunciaba las inhumanas medidas carcelarias y la injusticia de la pena capital (5).El rotundo éxito de la Balada fue la última satisfacción literaria de la que gozó Oscar Wilde, quien como nos dice Joyce, "deshonrado y en exilio, escucharía el coro de los justos recitar su nombre junto con el de los de espíritu inmundo". Él, que de joven había intentado alcanzar la fama escribiendo poemas esteticistas, terminó por conseguirla gracias a un poema que poco tenía que ver con el ideal de belleza que predicó durante gran parte de su vida. Si sus versos son vitales y memorables hoy, es porque son producto de un intenso y sacrificado autodescubrimiento poético (6). Leamos un fragmento:

En la ciudad de Reading y en su cárcel,de infamia y de vergüenza hay una tumba,en ella yace un hombre miserablea quien dientes de llama le trituran,ardiente es su mortaja, y en su fosano hay inscripción alguna. (7)
(1) The ballad of Readind gaol, traducida en colaboración con Luis María Díaz Carvalho(2) C/f : Jaime Valero Papel en blanco pag. Web. Tag: La balada de la cárcel de Reading 21 mayo 2008(3) La Balada de la cárcel de Reading y otros poemas. Valentino Gianuzzi (Lima, 1976): Presentación: pp.9-10(4) Ob. Cit. P. 10.(5) Ibid. pp.12-13.(6) Ibidem. p. 14.(7) Ibidem. p. 79.

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