Enterado de las "observaciones" del compañero Miguel Aragón, justamente me anime a escribir, en forma de carta, una respuesta, que solo circuló en un grupo reducido de compañeros, que nos veíamos involucrados. Pero ahora, que se ha hecho extensivo en el ciber espacio, he creido conveniente hacer algunos arreglos para que tenga la forma de un artículo. Así podrá ser comprendida la motivación y las proposiciones que en su contenido sostengo.
Solo he realizado algunas mejoras y corregido errores de tipeo.
Y por supuesto, en otro artículo comentaré las nuevas buenas que nos trae Miguel Aragón. Se prueba una vez más que todo debate es muy positivo.
Copio en directo y también adjunto en archivos.
Gracias de antemano por su atención
Atte.
Jaime Lastra.
Palabrejas en estos tiempos
¡Estos tiempos nuestros!
Tómese lo que voy a decir con el debido temple, que lo digo con mucho respeto a las personas, tanto más cuando son amigos nuestros, aunque no comparta sus puntos de vista porque los considero errados.
Palabras, palabras, palabras anota una vieja canción de una conocida artista (Silvana Di Lorenzo) para referirse a la hipocresía de un falso amor.
Cuando tuve 16 años de edad escuchaba muy frecuentemente un dicho que bien valdría la pena repetírnoslo también hoy: “Antes de poner la lengua en movimiento, debemos poner el cerebro en funcionamiento”.
Un cerebro bien pensante[1] se pregunta “qué cosa significa esa palabreja ‘materialismo dialéctico’”. Y –muy bien intencionadamente, por supuesto– pide que lo ilustren.
No me creo para tan encomiable labor, así que dejo esa labor a V.I. Lenin.
En 1908, entre febrero y octubre, este genial marxista escribió su gran aporte a la “filosofía dialéctica”, una de las partes integrantes del marxismo, DOCTRINA del cambio histórico como correctamente lo asimiló nuestro Amauta José Carlos Mariátegui. Es el libro “Materialismo y Empiriocriticismo” (cuyo subtitular reza así: “Notas críticas sobre una filosofía reaccionaria”). Y no podía haber sido de otro modo, pues el contenido del referido libro demolió, una por una, las bases argumentales de los revisionistas liderados por Bogdanov, que precisamente habían difundido un libro titulado “Ensayos sobre la filosofía del marxismo”, que era una compilación de escritos filosóficos de varios autores revisionistas, cuyo fin era someter a una revisión (revisión negativa=revisionismo, al decir de JCM) el materialismo dialéctico. LENIN les salió al frente, como tenía que ser, y los redujo a polvo.
Pero, antes de que salga a publicidad el libro de Lenin “Materialismo y empiriocriticismo” (mayo de 1909), aquellos revisionistas andaban muy activos atacando lo medular de la doctrina marxista: su método dialéctico.
Y recordemos a JCM, en su libro “Ideología y Política” cuando dice que “El marxismo, del cual todos hablan pero que muy pocos conocen y, sobre todo, comprenden, es un método fundamentalmente dialéctico.” (Pág. 111). Y en su libro “Defensa del Marxismo” cuando dice:
“La dialéctica trascendental de Kant preludia, en la historia del pensamiento moderno, la dialéctica marxista.
Pero esta filiación no importa ninguna servidumbre del marxismo a Hegel ni a su filosofía que, según la célebre frase, Marx puso de pie, contra el intento de su autor, que la había parado de cabeza. (…) La concepción materialista de Marx nace, dialécticamente, como antítesis de la concepción idealista de Hegel.” (Pág. 39).
Si, pues, si hablamos de filosofía marxista tenemos que reconocer la dialéctica como esencia de la doctrina de Marx, esencia que no solo está en su materialista concepción general del mundo, sino que atraviesa, dialécticamente también, todos los campos de la conciencia humana, como son la economía-política y el socialismo. Lo que se conoce como las tres partes integrantes del marxismo. Mariátegui estaba muy claro en esto. El materialismo de Marx y Engels no podía ser materialismo no dialéctico. Lo medular es la dialéctica, pero sobre la base de reconocer la primacía de la materia sobre el espíritu, del ser social sobre la conciencia social. Por eso, Engels llamó a la filosofía marxista “filosofía dialéctica”.
Pero, ¿Qué hizo Lenin, mientras trabajaba en su libro “Materialismo empiriocriticismo”? Movilizaba a sus compañeros en la polémica contra aquellos revisionistas. Por eso, preparó las “Diez preguntas al disertante”, que sirvió como documento de apoyo en un debate que sostuvo un bolchevique contra Bogdanov, en una Conferencia “Aventuras de una escuela filosófica” que este revisionista pronunciara en mayo de 1908. Allí, Lenin pregunta, por ejemplo:
“1. ¿Admite el disertante que la filosofía del marxismo es el materialismo dialéctico?
En caso de no admitirlo, ¿por qué no analizó siquiera una sola vez las innumerables declaraciones de Engels al respecto?
En caso de admitirlo, por qué los machistas denominan a su “revisión” del materialismo dialéctico “filosofía del marxismo”.
(…)
3. ¿Admite el disertante que en la base de la teoría del conocimiento del materialismo dialéctico está el reconocimiento del mundo exterior y el reflejo del mismo en el cerebro humano?
(…)” (De “Diez preguntas al disertante” que aparece en “Materialismo y empiriocriticismo” Pág.1. Tomo 8, Obras Completas de V.I. Lenin. Editorial Progreso. Moscú. 1983.)
Ahí tienen al padre de esa “palabreja”.
Materialismo dialéctico no es un concepto bastardo. Lenin la estableció luego de estudiar las obras de Marx y Engels. No son nuevos los ataques a la filosofía marxista; es decir, al materialismo dialéctico. Mariátegui debatió también con los revisionistas de su tiempo y produjo “Defensa del marxismo” (¡Qué maravilla de libro!, dialéctico hasta por los poros).
Lenin, en su libro “Materialismo y empiriocriticismo” titula sus tres primeros capítulos con la palabra materialismo dialéctico para establecer la relación entre la filosofía marxista y los empiriocriticistas respecto a la teoría del conocimiento. En los dos primeros analiza los argumentos de los revisionistas que pretendidamente querían liquidar la dialéctica del materialismo marxista. Y en el tercero expone los argumentos cardinales del materialismo dialéctico en contra de los empiriocriticistas, nombre de los revisionistas rusos.
Lenin usó correctamente el concepto de materialismo dialéctico. Es el inventor de esta “palabreja”. ¿Error de Lenin? De ningún modo. Así, pues, esa pretendida “palabreja” no es tal, sino más bien un gran concepto. Fundamental gran concepto.
Derrotados los revisionistas machistas (restauradores y seguidores de la filosofía de Ernst March y lo más podrido de la filosofía idealista), Lenin sintetizó su posición en 1913 en su artículo “Tres fuentes y tres partes integrantes del marxismo”. Allí concluye: “Los novísimos descubrimientos de las ciencias naturales –el radio, los electrones, la transmutación de los elementos– han confirmado de un modo admirable el materialismo dialéctico de Marx, a despecho de las doctrinas de los filósofos burgueses, con sus “nuevos” retornos al viejo y podrido idealismo” (Obras Escogidas de Marx y Engels. Editorial Progreso. Moscú).
¡¡¡De un modo admirable!!! Realmente es admirable el concepto materialismo dialéctico. ¿Y adónde nos llevaría, contrario a esta posición leninista, desconocerlo y tipificarlo como “palabreja”? Creo que ya sabe usted adonde. ¿Quiere desbarrancarse por ahí? ¡Elija bien! Elija bien.
Por eso, cuando Lenin fue solicitado por los editores del Diccionario Granat a escribir un resumen de la doctrina de Marx, escribió en el año 1914 el artículo Carlos Marx, que luego fue publicado en forma reducida en el referido Diccionario en 1915. Allí pudo explicar mejor el porqué estableció el concepto materialismo dialéctico. Justamente, al exponer la parte el materialismo filosófico y la parte de la dialéctica pudo establecer el concepto materialismo dialéctico, basándose en una correcta asimilación e interpretación de los escritos de de Marx y Engels. Cita a Engels varias veces en su discurrir. Pero dos pasajes de Engels sobresalen. Luego de demostrar la gran idea cardinal del movimiento dialéctico y que esa idea no encuentra resistencia en el pensamiento contemporáneo, cita a Engels: “Pero una cosa es reconocerla de palabra y otra cosa es aplicarla a la realidad concreta, en todos los campos sometidos a investigación.” “Para la filosofía dialéctica [FILOSOFÍA DIALÉCTICA, resaltamos nosotros] no existe nada definitivo, absoluto, consagrado; en todo pone de relieve lo que tiene de perecedero, y no deja en pie más que el proceso ininterrumpido del devenir y del perecer, un asenso sin fin de lo inferior a lo superior, cuyo mero reflejo en el cerebro pensante es esta misma filosofía.”
Y concluye Lenin:
“Este aspecto revolucionario de la filosofía hegeliana es el que Marx recogió y desarrolló. El materialismo dialéctico (Subrayado nuestro) ‘no necesita de ninguna filosofía entronizada sobre las demás ciencias’. Lo único que queda en pie de la filosofía anterior es la ‘teoría del pensamiento y sus leyes, la lógica formal y la dialéctica’. Y la dialéctica, tal y como la concibe Marx, así como Hegel, engloba lo que hoy se llama teoría del conocimiento o gnoseología, que debe enfocar también históricamente su objeto, investigando y sintetizando los orígenes y el desarrollo del conocimiento y el paso del no conocimiento al conocimiento.”
¿Queremos conocer más de los argumentos materialistas y dialécticos del padre de la “palabreja” materialismo dialéctico? Revisemos (revisión positiva como indica y aconseja JCM) el libro de Lenin “Materialismo y empiriocriticismo”.
En la nota editorial que aparece en el libro “Materialismo y empiriocriticismo”, lo editores comentan acerca de la forma como Lenin trabajó este libro: “Lenin trabajó en su libro principalmente en las bibliotecas de Ginebra, pero para conocer detalladamente la bibliografía moderna sobre Filosofía y Ciencias naturales viajó a Londres en mayo de 1908 y se dedicó a esa labor durante cerca de un mes, en la biblioteca del Museo Británico. En el curso de la preparación de su obra consultó más de 200 libros y artículos de diversos autores, releyó muchas obras de Marx y Engels, y trabajos de Plejánov.” (Obras Completas V.I Lenin, tomo 18, Editorial Progreso 1983. Nota 10).
Los socialistas reconocen en Lenin no solo el enérgico restaurador del marxismo en tiempos en que el revisionismo y las viejas prácticas de la socialdemocracia positivista estaban adocenados y apoltronados ante la ideología burguesa. Le reconocen además haber desarrollado la doctrina del comunismo científico en sus tres partes integrantes. Mariátegui es ejemplo en este reconocimiento. Lo son también Antonio Gramsci, Mao Tse-tung, Rosa Luxemburgo, para que no se diga que el concepto marxismo-leninismo también es otra “palabreja” o una posición “bastarda”. Y sobre esto último se discute con aspaviento, cuando en verdad es un tópico superado en el movimiento socialista. Superación que tiene como padre, en el Perú, al mismísimo JCM.
Es conocida la célebre frase de Mariátegui “soy marxista convicto y confeso”. Frase que jamás podría desconocer el marxismo-leninismo. Ni Mariátegui lo hizo con ese fin, ni tampoco ahora sus seguidores pueden pretender torcer su verdadero sentido. Porque si así lo hubiese hecho, entonces, utilizando –o mejor dicho imponiéndoles– la misma vara de comprobación podríamos exigirles a quienes niegan que Mariátegui se haya definido como marxista-leninista, nos demuestren ¿dónde Mariátegui dice expresamente que es marxista solamente y no marxista-leninista? ¡Ni en forma implícita podremos encontrar aberrante suposición!
Todo lo contrario, de manera explícita JCM reconoció el marxismo-leninismo y, por ende, implícitamente, se definió también como marxista-leninista. Esto está totalmente claro en el punto 4º de Los principios programáticos del Partido Socialista (“Ideología y Política”, Pág. 159).
Lo mismo podemos inferir respecto a la palabra “materialismo dialéctico”. Porque Mariátegui no haya utilizado el concepto materialismo dialéctico no significa que estuviera en contra de tan fundamental y gran concepto. Mariátegui es claro al definir el marxismo como la “doctrina de un cambio histórico”.
Respecto a ser marxista o marxista-leninista, Mariátegui dice “El marxismo, (…) es un método fundamentalmente dialéctico.” (Ideología y Política, Pág. 11). Dice además: “…el método marxista-leninista” (Defensa del marxismo Pág. 123). Por consiguiente, el método fundamentalmente dialéctico es el método marxista-leninista. Lo que coincide con la afirmación programática del referido punto 4º: “El marxismo-leninismo es el método revolucionario…”, pues solo el método dialéctico puede ser verdaderamente revolucionario. Entonces, está implícito el reconocimiento del marxismo-leninismo como desarrollo del marxismo. Y si se afirma además, en ese mismo punto 4º, que “El Partido Socialista del Perú, lo adopta como su método de lucha” quiere decir que el fundador de ese partido también adopta el marxismo-leninismo como doctrina y método, porque al entender de Mariátegui, como de todo marxista, “El Socialismo es un método y una doctrina, un ideario y una praxis.” (Ideología y Política, Pág. 222); porque “El socialismo, a partir de Marx, aparecía como la concepción de una nueva clase, como una doctrina y un movimiento… ” (Defensa del Marxismo, Pág. 72) y porque “…el canon de Marx sigue siendo válido.” (Defensa del Marxismo, Pág. 41).
Conclusión: Mariátegui es marxista-leninista, así como la “filosofía dialéctica” del marxismo no puede ser sino el materialismo dialéctico.
08.11.08
Charles Jaime Lastra Domínguez
--------------------------------------------------------------------------------
[1] En una carta dirigida a la Universidad Socialista del Perú “José Carlos Mariátegui” el compañero Miguel Aragón escribió: “Agradecería que me ilustren que cosa significa esa palabreja "materialismo dialéctico" que están proponiendo como agenda.
Durante diez años, desde 1986 en adelante, volví a revisar detenidamente todos los libros de Marx y Engels a los cuales he podido tener acceso, y pude comprobar que los descubridores de la concepción materialista de la historia y fundadores del socialismo científico, nunca utilizaron esa palabreja "materialismo dialéctico". Y qué casualidad, nuestro Mariátegui tampoco la utiliza, ni en "Defensa del Marxismo", ni en ningún otro libro.
¿Entonces quien es el padre de esa palabreja tan usada? ¿No será también otra palabreja bastarda, sin padre reconocido, como "marxismo-leninismo"?
--- El mié 12-nov-08, miguel aragon
De: miguel aragon
Asunto: [foro_centenario] Re: Puntos de Partida
A: "Guillermo"
Cc: "luismiguel"
Fecha: miércoles, 12 noviembre, 2008, 9:24 am
PUNTOS DE PARTIDA PARA LA INVESTIGACION
Martes 11 de noviembre de 2008
Estimado Pedro Quintana:
Director del Area de Investigación de la Universidad Socialista del Perú
Agradesco su respuesta y comentario del 7 de noviembre. Coincidimos, que no se trata de hacer cuestión de estado por tal o cual palabra, sea o no sea "palabreja", sea o no sea "bastarda".
Como usted muy bien anota y recomienda, de lo que se trata es de esclarecer, de tener las ideas claras, sobre los conceptos que utilizamos, conceptos que reflejan o deben reflejar la realidad concreta actual (interpretació n), y sobre las propuestas para preveer las consecuencias políticas que generan en el avance del proceso revolucionario (transformació n).
Este esclarecimiento se hace más necesario en la actualidad, teniendo en cuenta que acabamos de conmemorar el "Aniversario 80 de la Creación Heroica de José Carlos Mariátegui", y todavía no alcanzamos a comprender a cabalidad el alcance y trascendencia de esa conmemoración. En síntesis, la conmemoración del 07 de octubre, nos demanda y exige a todos los socialistas peruanos una revisión de métodos y conceptos, para pasar de la crítica de ideas a la preparación de la organización, como aspecto prioritario en nuestra actividad.
Como parte de la revisión de métodos y conceptos, tenemos que cambiar muchos aspectos de nuestro estilo de trabajo. Uno de esos aspectos es "centralizar las ideas correctas vengan de donde vengan", es decir acoger las propuestas acertadas de todos los compañeros que activan en el frente unido , y del pueblo en su conjunto. Igualmente, este cambio lleva implicito su contraparte, debemos de criticar toda idea que consideremos incorrecta, venga de donde venga. Quedarse callados ante lo que consideramos un error, es hacerse complice del error y agravar el error. Tenemos que superar la perniciosa "conspiración del silencio" que acompaña al socialismo peruano desde su nacimiento.
En ejercicio de ese deber, más que derecho, es que he observado críticamente el uso de un término como "materialismo dialéctico", concepto totalmente ajeno al pensamiento de Marx, al pensamiento de Engels, y al pensamiento de Mariátegui, pensamientos tan invocados entre la mayoría de nosotros.
Como le dije anteriormente, entre 1986 y 1996, durante diez años, revisé todos los libros de Marx y Engels a los cuales pude tener acceso (que no eran toda la obra completa de los fundadores del socialismo científico, pero que tampoco eran pocos que digamos) buscando comprobar la afirmación de Lenin en el libro "Materialismo y Empiriocriticismo" (Set, 1908), en el cual dice "Todos estos individuos no pueden ignorar que Marx y Engels, decenas de veces, dieron a sus concepciones filosóficas el nombre de materialismo dialéctico". (Lenin, Prólogo a la Primera Edición).
Durante diez años busqué y busqué, esas "decenas de veces" a las cuales hizo alusión Lenin, pero mi búsqueda fue infructuosa, nunca encontre el uso de la denominación de "materialismo dialéctico". Como parte de esa investigación preparé unos apuntes manuscritos de un total de 38 páginas, de los cuales posteriormente seleccioné unas pocas páginas y las divulgué varias veces en fotocopia y luego por correo. Aprovecho esta oportunidad para enviárselas nuevamente como archivo adjunto. Desde entonces, esas pocas ideas seleccionadas son mis puntos de partida para la investigación y la acción socialista.
Mi sorpesa fue mayor cuando volví a revisar "Defensa del Marxismo" (1928-1929), de Mariátegui. Y nuevamente, mi búsqueda fue infructuosa. Mariátegui siempre nos recordó y recomendó "el marxismo como un método fundamentalmente dialéctico", y por eso mismo, nunca utilizó el concepto "materialismo dialéctico", que precisamente es la negación de la dialéctica, y su comprobación práctica irrecusable es la implosión de la URSS.
Se podría aducir que Mariátegui no conoció el libro "Materialismo y Empiriocriticismo" , o que tal vez "lo conoció recién al final de su vida", como erroneamente afirmó César Lévano en la presentación del excelente libro "Mariátegui: La revolución de octubre. Escritos 1917/1930", editado por Siglo XX, noviembre de 1977(libro de lectura obligada para todo socialista peruano). Pero Lévano se equivocó en su apreciación. Mariátegui conoció, estudió y trajo de Europa en 1923, el libro mencionado. En su "Elogio de Lenin" del 26 de enero de 1924, cita al libro (Ver recopilación "La Revolución de Octubre", pag. 91, o en libro "Historia de la Crisis Mundial"). Es decir, cuando Mariátegui escribió sus siete libros (entre 1923 y 1930), incluido "Defensa del Marxismo" publicado entre 1928 y 1929, ya conocía, con la debida anticipación, el libro de Lenin con sus "Apuntes críticos sobre una filosofía reaccionaria. "
Como usted podrá comprobar, antes de poner la lengua en movimiento, "he puesto el cerebro en funcionamiento" , y no desde ahora, improvisando unos apuntes a la volada para salir del paso, sino investigando desde 1986, hace más de veinte años, como parte de la reconstitució n del socialismo peruano. No me creo poseedor de la verdad. Como le confieso más arriba, no conozco toda la obra completa de Marx y Engels, posiblemente en los textos a los cuales todavía no he tenido alcance hasta ahora, sean precisamente en ellos, donde se encuentren "las decenas de veces" a las cuales hizo alusión Lenin. En previsión de esa posibilidad, es que le solicité que "me ilustren". Si usted conoce alguno de esos textos de Marx y Engels donde "decenas de veces" denominan a su concepción "materialismo dialectico", le estaré muy agradecdio me lo haga conocer. Siempre estoy dispuesto a aprender cosas nuevas, vengan de donde vengan.
- Mostrar texto cit
No hay comentarios.:
Publicar un comentario