sábado, 29 de noviembre de 2008

RAGARRO : LA CRISIS MUNDIAL Y SOCIALISMO

CRISIS MUNDIAL Y SOCIALISMO

 

            La situación actual es en extremo grave y compleja, en lo internacional y en lo nacional. Sin embargo la sabiduría popular enseña que "toda crisis es una dificultad y también una oportunidad", y que "hay que ser parte de la solución y no parte del problema"  Entonces, sigamos esta sabiduría.

            El sistema capitalista avanza y se sostiene de ciclo en ciclo (crisis, depresión, reanimación, auge). En 1825 superó su primera crisis internacional, que se repitió cada diez años. Un siglo después enfrentó la grave crisis de 1929 surgiendo el "keynesismo" con su "Estado benefactor"  La crisis de 1974 hizo surgir la "doctrina Friedman" con su "mercado libre absoluto y no injerencia del Estado"

            La "doctrina Friedman" se impuso aplicando la "terapia de choque", paralizando país tras país con medidas sorpresivas "de choque" o implantando previamente el terror. Así surgieron Pinochet en Chile, Tatcher, en Inglaterra, Fujimori en Perú, Menem / De la Rúa en Argentina, y tantos más "líderes neoliberales"  Después surgió el repudiado trío Bush-Blair-Aznar. Estados Unidos aplicó esta "terapia" en el exterior destruyendo previamente Yugoeslavia, Líbano, Iraq, Afganistán. Luego Bush ensayó esta "terapia" en su país aprovechando el huracán Katrina, pero no puede generalizarla al país entero.

            Sin embargo, el sistema capitalista aprendió y ha tomado sus precauciones. La crisis actual 2008 es más grave que la de 1929. Como el capitalismo no puede avanzar más, el Estado en lo interno vuelve temporal y cínicamente a "regular" el mercado y a "nacionalizar" deudas para que las pague el pueblo trabajador. (Privatizar ganancias, socializar pérdidas)

            Pero el capitalismo no se cae por sus crisis. Tiene que ser derrocado. Por eso, en lo externo, ya había desarticulado preventivamente cualquier posibilidad de organización en su contra. A las organizaciones contestatarias (partidos, sindicatos, otras) las ha reemplazado por organizaciones protestatarias (ONG, que en su mayoría apenas son organizaciones neogubernamentales); en la escena política impone su bipartidismo gobierno-oposición, y si antes luchaba "contra el comunismo y el oro de Moscú", ahora lucha "contra el terrorismo y el oro del narcotráfico" y sus "auxiliadores" criminalizando la resistencia popular. La reacción siempre es preventiva. Su represión también es preventiva. Siempre nos da ejemplos de trabajar en perspectiva.

            Ante esta realidad, hay una intensa búsqueda de por qué ocurren estas crisis. No es casual, por ello, que en Europa se reediten y difundan obras marxistas. Al respecto, en la medular obra de Marx hay temas de evidente actualidad que explican con claridad meridiana la situación actual.

            El capitalismo no es una relación entre cosas sino entre personas. Por un lado, los capitalistas propietarios de los medios de producción, por otro lado los trabajadores asalariados "propietarios" de su fuerza de trabajo. Así, el sistema consta de capital constante (maquinarias, materias primas) que el capitalista usa para explotar el capital variable (fuerza de trabajo, asalariado)  Esta relación permite al capitalista obtener plusvalía, que sólo sale del trabajador (pues su valor de uso permite obtener más de lo que requiere para su sobrevivencia)

            Para poder competir, el capitalista impulsa la productividad (mayor producción con más tecnología y menos fuerza laboral)  Esto conduce a la sobreproducción por un lado y al desempleo por otro lado. Como los trabajadores son los que producen la plusvalía, a menos trabajadores ocupados menos plusvalía para el capitalista, y menos posibilidad de que la población desempleada consuma lo que producen los trabajadores empleados. Ésta es la gran paradoja actual: enormes cantidades de mercancías en las vitrinas, y enormes cantidades de desempleados que sólo pueden "vitrinear"

            Como los capitalistas no pueden concentrar más (sobreproducir plusvalía), pasan a centralizar (apropiar empresas de otros capitalistas y sus plusvalías)  Así cae la industria país por país. Se paraliza la construcción (infraestructura)  Aparece la especulación financiera (intermediación), la especulación inmobiliaria (hipotecas, servicios)  La crisis comienza por el desplome de esta burbuja financiera y llega a su esencia, la sobreproducción (acumulación de riqueza por un lado, acumulación de miseria por otro lado)  Neoliberalismo es, pues, desagrarización, desindustrialización, informalización laboral. El capitalismo ha dejado de coincidir con el progreso. Ya no hay crecimiento económico, desarrollo social, progreso humano. Sólo hay destrucción ecológica, vida precaria, degradación humana.

            La validez teórica de Das Kapital y su actualidad radica en que Marx partió de abstracciones científicas: sólo capitalistas y obreros en el mundo, ciclo productivo de un año, no considera el comercio exterior, valor y precios no varían, el capital fijo se transfiere en el año, la cuota de plusvalía no varía, la composición orgánica del capital no varía, abstracción del dinero y circulación monetaria.

            Sólo así, y partiendo del análisis previo de la reproducción simple, que también es otra abstracción pues tampoco existe en la realidad, pudo desentrañar la reproducción ampliada (conversión de la plusvalía en capital), y aunque no concluyó el análisis de esta "acumulación", pudo señalar su ley absoluta: "Cuanto mayores son la riqueza social, el capital en funciones, el volumen y la intensidad de su crecimiento y mayores también, por tanto, la magnitud absoluta del proletariado, y la capacidad productiva de su trabajo, tanto mayor es el ejército industrial de reserva. La fuerza de trabajo disponible se desarrolla por las mismas causas que la fuerza expansiva del capital. La magnitud relativa del ejército industrial de reserva crece, por consiguiente, a medida que crecen las potencias de la riqueza. Y cuanto mayor es este ejército de reserva en proporción al ejército obrero en activo, más se extiende la masa de superpoblación consolidada, cuya miseria se halla en razón inversa a los tormentos de su trabajo. Y finalmente, cuanto más crecen la miseria dentro de la clase obrera y el ejército industrial de reserva, más crece también el pauperismo oficial. Tal es la ley general, absoluta, de la acumulación capitalista."  Es lo que está ocurriendo ahora con mayor intensidad en la crisis actual.

            En el análisis marxista no hay mercado exterior, pues sólo hay capitalistas y obreros. Pero la sobreproducción impide capitalizar interiormente la plusvalía. Entonces, el mercado exterior surge por conquista colonial, por subyugación de países atrasados y Estados dependientes para capitalizar esta plusvalía. Con la globalización actual el mundo se convierte en mercado interior, y así afloran las contradicciones internas del sistema, y sobre todo su contradicción principal entre producción social y apropiación privada. Por eso esta crisis es más grave que todas las anteriores. Y será más larga.

            En esta realidad concreta es clamorosa la ausencia de alternativa socialista. Por eso ahora, ser parte de la solución y preparar la oportunidad del socialismo es la razón de ser de la organización del proletariado. Y esta organización tiene dos aspectos: el factor organización y el factor humano.

            Respecto al factor organización, los partidos comunistas como partidos de cuadros y los partidos socialistas como partidos de masas, prácticamente han desaparecido o apenas son comités sin mayor gravitación en la vida política nacional o internacional. Unos no pueden enarbolar el programa máximo prospectivo, otros no pueden enarbolar el programa mínimo reivindicativo. Ahora el derrocamiento del Estado capitalista no está a la orden del día. Por eso ambos tipos de partido tienen que tomar parte, directamente o mediante organizaciones de frente unido, en el sistema oficial bipartidista de gobierno-oposición. Pero si se levanta el programa máximo, se ignora el programa mínimo; si se levanta el programa mínimo, se ignora el programa máximo, Así, la participación electoral se ve constreñida al ausentismo electoral, al voto viciado, al voto en blanco o al "voto útil por el mal menor"  Se ignora o se olvida la enseñanza marxista de convertir el sufragio universal "de medio de engaño en instrumento de emancipación"  Aún más, no se ha vuelto a mencionar el célebre silogismo de la lógica dialéctica: "El sufragio universal es el índice de la madurez de la clase obrera. No puede llegar ni llegará nunca a más en el Estado actual, pero esto es suficiente. El día en que el termómetro del sufragio universal marque para los trabajadores el punto de ebullición, ellos sabrán, lo mismo que los capitalistas, qué deben hacer", que planteara Engels en El Origen de la Familia…

            Respecto al factor humano, está a la orden del día el estudio del papel del individuo en la historia y su relación esencial: determinismo económico-volitismo político. Pero con seguridad, este primer cuarto del nuevo siglo verá surgir de nuevo al héroe anónimo proletario, a los grandes luchadores sociales, a los nuevos maestros del proletariado.

                                                                                                                      Ragarro

                                                                                                                      29.11.08



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Luis Anamaría http://socialismoperuanoamauta.blogspot.com/
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