domingo, 9 de noviembre de 2008

PABLO GUEVARA : MI PADRE UN ZAPATERO

Mi padre un zapatero


Tenía un gran taller. Era parte del orbe.

Entre cueros y sueños y gritos zarpazos,

él cantaba y cantaba o se ahogaba en la vida.

Con Forero y Arteche. Siempre Forero, siempre

con Bazetti y mi padre navegando en el patio

y el amable licor como un reino sin fin.

Fue bueno, y yo lo supe a pesar de las ruinas

que alcancé a acariciar. Fue pobre como muchos,

luego creció y creció rodeado de zapatos que luego

fueron botas. Gran monarca su oficio, todo creció

con él: la casa y mi alcancía y esta humanidad.

Pero algo fue muriendo, lentamente al principio;

su fe o su valor, los frágiles trofeos, acaso su
pasión;

algo se fue muriendo con esa gran constancia

del que mucho ha deseado.

Y se quedó un día, retorcido en mis brazos,

como una cosa usada, un zapato o un traje,

raíz inolvidable quedó solo y conmigo.

Nadie estaba a su lado. Nadie.

Más allá de la alcoba, amigos y familia,

qué sé yo, lo estrujaban.

Murió solo y conmigo. Nadie se acuerda de él.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

PLANETA PERU

PlanetaPeru: buscador del Perú

Seguidores

Archivo del Blog